Capitanía General de Chile

La Capitanía General de Chile, fue un organismo jurisdiccional del Imperio español perteneciente al Virreinato del Perú hasta 1798 por problemas entre gobernantes. Se componía de 2 provincias: la de Santiago V y la de Concepción, las cuales se dividían en 22 partidos, con un total aproximado de

El período tuvo un amplio mercado de carácter militar debido a la persistente lucha entre la capitanía, indios y piratas durante un tiempo estimado. A su vez obtuvo grandes riquezas llenas de trigo, vid, ganado e industrias privadas. Este logró ser independiente de la administración virreinal peruana, como se mencionó, en el año 1798 a raíz de un conflicto surgido entre don Ambrosio O'Higgins, el gobernador chileno Aviles y del Fierro y la solución al problema fue dada por Carlos IV a través de la promulgación de una Capitanía General dependiente, únicamente, de la metrópoli de Chile.

La movida comercial, en el momento, permitió ser parte de la vía de Magallanes, la de Buenos Aires, Perú y la del contrabando – siendo esta la más usada de las cuatro-. Por consecuencia de los problemas que el medio y naturaleza, dentro de las reglas mercantilistas de la política española, no permitieron la abundancia de esclavos negros. La provincia de Chile fue poblada y conquistada por Pedro Valdivia luego de la autorización que le dio Francisco Pizarro luego de la muerte de Almagro en 1539. El nuevo teniente de gobernador, para aquel entonces, Pedro Valdivia pisó el centro de Chile y fundó en 1541 lo que hoy se conoce como – La ciudad de Santiago del Nuevo Extremo a los pies del cerro Santa Lucía y tiempo (1544) mandó a crear diversas ciudades.

Es de suma importancia recordar que – en los primeros tiempos- la región fue nombrada como "Nueva Extremadura por el mismo Pedro de Valdivia y sustentado hasta la muerte de Jerónimo de Alderete (1556). También llegaron a existir otros nombramientos poco extendidos como lo fueron el "Flandes Indiano" y el "Reino de Chile".

Capitanía General de Chile en Relación con el Virreinato del Perú
Capitanía General de Chile en Relación con el Virreinato del Perú

Época colonial de Chile

Uno de los períodos más importantes concentrados en la historia fue el de la colonia de Chile el cual comprendió los siglos XVII, XVIII y los primeros años del siglo XIX y el cuál comenzó una vez terminado el periodo de la Conquista de Chile para finalizar al realizarse la primera Junta de Gobierno.

En este tiempo Chile estuvo bajo la soberanía de España y se caracterizó por el inicio de una organización institucional difícil junto al mestizaje y la conciliación cultural. Por otra parte en España – como bien se conoce- el máximo soberano y la cabeza de una monarquía de las colonias era el rey en donde, bajo su mando, habían dos instituciones: el Consejo de Indias y la Casa de Contratación. El Consejo de Indias fue un organismo ubicado en Madrid, creado en 1524 y la Casa de Contratación fue un organismo creado en 1503, en Sevilla. Este último se  encargaba de la supervisión del comercio que el monopolio comercial que España tenía sobre Chile y sus otras entidades para vigilar la llegada de colonos a América.

 Todo recaía, en América,  en el máximo representante del rey que no es más que lo que se conoce como Virrey. Las autoridades judiciales y administrativas eran controladas por las gobernaciones y capitanías generales con el consentimiento del virrey en curso – siendo así el virreinato de Perú el encargado de la capitanía general de Chile. Asimismo,  el gobernador al mando del reino de Chile tenía que cumplir una serie de funciones  de rango gubernamental, militar y económico. La responsabilidad era vigilar  la seguridad de las tierras  y dirigir la Real Audiencia -máximo tribunal de justicia en territorio chileno-.

Además del asesor del gobernador participaban cuatro oidores, en el ente, que se encargaban del cumplimiento de las reglas indígenas. Debido a la fragmentación del territorio en provincias se postuló a un corregidor para ejercer las mismas tareas que hacía un gobernador pero en un territorio reducido lo que permitió el nombramiento de los llamados  –cabildo- para la supervisión del aseo de la ciudad, salud pública, instrucción primaria y del abastecimiento de alimentos.

Límites de la Capitanía General

La prolongación de las tierras de la capitanía general de Chile, de la Gobernación o documentación oficial, cuyo límite norteño era el desierto de Atacama y el sureño era la zona al sur del Estrecho de Magallanes y el Cabo de Hornos, hacia la Terra Australis Incognita.

Fue en  1548 cuando Pedro de Valdivia aceptó de Pedro de La Gasca -presidente de la Real Audiencia de Lima- "por gobernación y conquista desde Copiapó, que está en 27 grados de altura de la línea equinoccial a la parte del sur, hasta 41 de la dicha parte, procedente norte sur derecho por meridiano, e de ancho entrando en la mar a la tierra hueste leste cien leguas". Sin embargo, el rey Carlos I confirmó para 1552 la designación de Pedro de Valdivia para fijar los límites de la Gobernación de la Provincia de Chile: por el norte, el paralelo 27º de latitud sur; por el sur, paralelo 41º de latitud sur; por el oeste, el Mar del Sur; y por el este, una línea norte-sur a 100 leguas al oriente de la cordillera de los Andes, siguiendo las sinuosidades de la costa.

Juan de la Cruz Cano, conocido como el geógrafo oficial, mostró un mapa en el que la Capitanía General de Chile (1775) en donde estaba dividida en dos zonas: el Chile moderno, que iba desde la cordillera de los Andes y el Pacífico, y el Chile antiguo, una extensa región que se prolongaba entre los ríos Diamante y Quinto, la cordillera de los Andes, el Atlántico y el cabo de Hornos, lo que lo hacía formar parte de la Patagonia, también conocida con el nombre de Tierras Magallánicas.

Cuando se fundó el del Virreinato del Río de la Plata (1776) cambió la situación al quedar sumergida, en su territorio, la provincia de Cuyo que fue lo que permitió al límite oriental chileno establecerse a lo largo de la cadena andina y los ríos Diamante y Quinto en la costa atlántica hasta los el último tiempo de los confines australes del continente. Y fue en 1784 cuando se creó la Intendencia de Chiloé, subordinada al Virreinato del Perú.

En 1768 con la separación del Gobierno de Chiloé de la jurisdicción del capitán general de Chile y de la Audiencia de Santiago, fue confirmado por el rey el 15 de octubre del mismo año la incorporación que inicialmente  presentaba un carácter cambiante que aguantó hasta el final del régimen colonial.

Por otra parte, el virreinato del Perú luego de las separaciones finales y agregaciones  que además se le hicieron tiene por límites al norte la provincia de Guayaquil; el desierto de Atacama al sur, comprendiendo en todo su territorio desde los 32 minutos al norte de la equinoccial hasta los 25° 10’ de latitud meridional. El  documento ha sido manejado como resguardo por la historiografía peruana y boliviana, para confirmar que la Real Orden de 1803 se llevó a cabo y que- a su vez- el límite norte de Chile cuando se declaró su independencia (1810), estaba conformado por el desierto de Atacama sin tomarlo en cuenta como elemento de su territorio lo que hizo que Bolivar y Sucre lo anexionaran para la naciente república de Bolivia pero separándolo del Perú y no de Chile.

Gobernadores de Chile

En cuanto a los gobernadores de Chile se obtiene que las autoridades fueron las que tuvieron al mando la Gobernación y Capitanía General del Reino de Chile mediante el tiempo de conquista española y la siguiente etapa como colonia del imperio español. Presentando una suma de 66 gobernadores que tenían a su cargo tareas de gobierno, militares, hacienda y justicia donde hubo declaraciones de señalamiento en donde se propuso que los virreyes de España y Perú también fuesen gobernadores de las provincias en el cargo.

Para la fecha el gobernador podía ser una provincia o un reino o en su defecto un territorio reducido, como la isla Juan Fernández, Chile comenzó siendo una provincia convertida – posteriormente- en un reino. Este país en la administración sostuvo una gobernación como encargo fundamental para quienes recibían el reino. La gobernación de Chilena hasta 1567 estuvo bajo la dirección de la audiencia de Lima para efectos territoriales pero fue en 1567 cuando se creó una Real Audiencia, en Concepción y su Gobernador pasó a ser su presidente. A este gobernador y presidente de la Real Audiencia se le dio el cargo de Capitán general, también vice-patrono y capitán general.

A medida que funcionaba la Real Audiencia de Chile el gobernador mostraba también el título de presidente de conocido tribunal. En caso de carecer de Audiencia, casi siempre el gobernador era justicia mayor del reino. Todo fue logrado por la  misma concentración de poder, que hizo que no  resultara extraño que algunos gobernadores abusaran abiertamente de su cargo. Francisco de Meneses y Juan Henríquez de Villalobos fueron y siguen siendo considerados, entonces, ejemplos clásicos del tipo del gobernador corrupto y favorito.

No obstante, este tipo de personaje fue común en el reinado la Casa de Austria que en la de Borbón, quién inauguró una larga secuencia de gobernadores virtuosos mientras transcurría el reinado de Felipe V, con la designación de Gabriel Cano, Aponte y José Antonio Manso de Velasco. Pero el período colonial se cerró en Chile con la salida inesperada y obligada de un gobernador que estuvo involucrado en maniobras de contrabando: Francisco Antonio García Carrasco.

El gran poder del gobernador no representaba los contrapesos  que – en su defecto- no pudiera ser perjudicado por otras fuerzas locales. Habitualmente el gobernador estaba en Santiago con una agitada y enredada trama de susceptibilidades protocolares y celos territoriales por parte de la iglesia, vigilante de su libertad y regalías, y la Real Audiencia. A la larga se dio la destitución de varios gobernadores por las acusaciones de los voceros del tribunal, tal fue el caso de los ya nombrado Meneses y Carrasco, por lo que se sabían poseedores de cierto poder.

Por esa razón la disyuntiva interna, a nivel político, era enaltecida a través de despechos públicos y desaires de etiqueta, o del envío de acusaciones a Lima y Madrid. A su vez, la oposición local podía contar con algunos medios indirectos para hacer valer sus intereses. Pero el gobernador la mayoría de las veces tenía a favor absoluto al poder inmediato y la lentitud de las comunicaciones.

Fin de los combatientes de la capitanía general de Chile

Durante la Guerra de Arauco en enfrentamientos con los mapuches, murieron dos gobernadores que ocasionaron -con esto- equilibrar la precariedad que por un tiempo alcanzó el conflicto con los españoles.

Dos gobernadores -Pedro de Valdivia (1553), Batalla de Tucapel y Martín Óñez de Loyola (1598) Batalla de Curalaba- murieron en combates con los mapuches, durante la Guerra de Arauco, lo que permite calibrar la gravedad que por momentos alcanzó este conflicto para los españoles. Gracias a las extensas medidas de tierra  con la metrópolis colonial, la vacante del puesto por muerte del titular, abandono u otra razón, era resuelta – primeramente- de manera local. En caso de no funcionar la audiencia lo ideal era escoger de acuerdo al mayor distinto del gobernado, como fue el caso de Pedro de Viscarra.

Incluso podía ser nombrado un vecino (habitualmente anciano, para evitar acusaciones posteriores),  escogido por el cabildo de una de las ciudades importantes; Santiago o Concepción, dependiendo del lugar de deceso del titular. 

Otro caso fue el de la sucesión Pedro de Valdivia – primer gobernador- ya que su muerte en la batalla de Tucapel fue única porque él quiso disponer de su sucesor interino en su testamento; lo que permitió una abierta disputa entre su heredero Francisco de Aguirre y el interino nombrado por el cabildo de Santiago, Francisco de Villagra.

         Gobernadores que pasaron a virreyes:

José Antonio Manso de Velasco, Conde de Superunda.1745-1761
Manuel de Amat, Juniet.1761-1776
Angustí de Jáuregui y Aldecoa.1780-1784
Ambrosio O'Higgins, Marqués de Osorno.1796-1801
Joaquín del Pino Sánchez de Rojas1801-1804
 Gabriel de Avilés y del Fierro, Marqués de Avilés1801-1806

 


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