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El Mercurio hace 100 años

domingo, 20 de mayo de 2018


Opinión
El Mercurio




Glorias Navales en 1918

Junto con recordar a los caídos durante el Combate Naval de Iquique, hace un siglo atrás se homenajeaba a los protagonistas de la epopeya que aún sobrevivían. O en el caso del capitán Arturo Prat, a su viuda, doña Carmela Carvajal. Siguiendo una "patriótica costumbre", cada 21 de mayo las brigadas de scouts de Santiago se dirigían al domicilio de la esposa del comandante de la "Esmeralda" en la avenida España, donde ella los esperaba junto a su familia (en la imagen). Allí, los niños y jóvenes desfilaban y le hacían entrega de un arreglo floral.

"Los futuros defensores de la patria ofrendan a la noble viuda del que en desigual contienda, conquistó para Chile el más imperecedero lauro de gloria", informaba "El Mercurio".

Por otra parte, en la sede de la Liga Patriótica Militar aquel día recibieron honores algunos de los héroes del épico combate, como el contraalmirante Vicente Zegers y el almirante Arturo Fernández Vial: "El local se veía ocupado por los viejos representantes de las glorias del país, ostentando sobre sus pechos las condecoraciones ganadas en la Guerra del Pacífico".

En tanto, en la Escuela de Medicina de la Universidad de Chile, los estudiantes y médicos organizaron una fiesta en homenaje al doctor Cornelio Guzmán, ex cirujano de la "Esmeralda". En la ocasión, el doctor Gregorio Amunátegui recordó los momentos antes del hundimiento de la corbeta: " Desearía que nos transportásemos a la cámara estrecha y bamboleante, improvisada como hospital de sangre, en donde un joven cirujano apenas salido de la escuela, aceptaba sin vacilar la inmensa responsabilidad de aliviar el sufrimiento humano, desentendiéndose de los horrores del combate, sin tomar en cuenta que su propia vida peligraba a cada instante".

En efecto, la ciudad celebraba las Glorias Navales y sus habitantes aprovechaban el feriado para entretenerse: "Las calles del centro se vieron concurridas por un crecido número de paseantes; los edificios públicos y la Plaza de Armas encendieron en la noche sus luminarias. El comercio estaba cerrado, pero algunos almacenes como Gath y Chaves y la Casa Francesa decoraron artísticamente sus vitrinas con banderas chilenas y retratos de los héroes".

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