por Karen P. Müller Turina

Josefa Alvina Turina Turina

                    Josefa Alvina Turina Turina, conocida como Pepita Turina, nació en Punta Arenas, Chile, el 1 de marzo de 1907. Puso fin trágicamente a su vida el día de su cumpleaños, en Santiago de Chile, el 1 de marzo de 1986.

          Sus cenizas fueron esparcidas el 21 de noviembre de 1990 en el Estrecho de Magallanes, como era su voluntad en declaración jurada el 7 de septiembre de 1967 en la Notaría de Horacio Soissa R. Ceremonia realizada por la Armada de Chile en la patrullera Ona, partiendo del Muelle que posee Asmar, carta náutica Nº 1140, latitud: 53º 10,8`; longitud: 70º 52,4`profundidad 52 metros. Asistieron solamente ocho personas entre ellos los escritores Eugenio Mimica Barassi y Martín Cerda.

          Su fecha de nacimiento, que ella nunca dio a conocer, usando una frase que no clarificaba nada, “nací en Punta Arenas, en el primer cuarto de este siglo”. No lo consignó en ninguno de sus libros, y en las bibliografías sobre su vida los autores han dado las siguientes fechas 1902, 1903, 1909, 1912, 1913, 1915. Casi todos los expertos se han basado en las ediciones del Diccionario de la literatura chilena, de don Efraín Szmulewicz, que da equivocadamente el año 1909, 1º edición 1977 p. 447; 2º edición p. 383 y 3º edición p. 805. En la única obra que se consigno la fecha correcta es en “Olografías” libro para leer y contar, escrito por Oreste Plath. Con partida en mano de nacimiento y defunción.

          Algunos periodistas la dan por nacida en Valdivia. Ello no es verdad, arribó de cinco años (1912) a esa ciudad por traslados de sus padres, y vivió hasta el año 1936, y por su matrimonio se trasladó a vivir a Santiago.

          Ella sobre esta ciudad decía: "aunque Valdivia no es mi ciudad natal, por muchas razones yo la llamo mi pueblo. Es la ciudad donde me eduqué, donde aprendí a tocar el piano, donde escribí mi primer cuento, escribí mi primera novela, dicté mi primera conferencia y me casé por primera vez".

          Hija de padres yugoslavos (precisamente croatas) Juan (Iván )Turina Baretic (escribieron sus apellidos Baretich o Varetic), (Krizisce a 3 km de Bakarac, 1864- Valdivia el 22/4/1926) e Isabel (Elizabeta) Turina Gudac (para algunos como Gudach o Guvach), Turinovo selo, 1868-Valdivia 10/3/1939). Turinovo selo, que quiere decir: pueblo de los Turina). Hay dos versiones, uno dicen que eran primos lejanos y otra que no eran parientes entre sí, pero en el pueblo, habían tres familias que llevaban ese apellido. En todo caso los dos pueblos están como a diez minutos caminando.

          Son los primeros Turina que llegaron a Punta Arenas, Chile en 1892, y ellos, posteriormente trajeron a esta ciudad, a parte de los hermanos de su madre Isabel Turina Gudac. Ellos fueron: Rodolfo Turina Gudac, que murió en 1910, ahogado en el Estrecho de Magallanes, cerca de los 23 años, Antonia Turina Gudac, Felipe (File) Neri Turina Gudac, Juan (Iván) Turina Gudac, Nikica (Nicolina, Miha, Nokolina) Turina Gudac, Apolonia (Pola) Turina Gudac.

          Su padre vino a Magallanes, en busca de oro, como decían en otras tierras que allí se encontraba.

          En Punta Arenas no encontró oro, pero como era un trabajador excepcionalmente capaz para cualquier manualidad, sin haber hechos estudios especiales se dedicó a constructor. Era el tiempo en que en Punta Arenas se poblaba en forma intensa y faltaban viviendas, él construyó casas. Después instaló una de las más grandes carpinterías de Punta Arenas y uno de los mejores salones de patinar.

          Sus padres llegaron a Chile ya casados en Yugoslavia, pero por problemas de papeles, se volvieron a casar en Magallanes (Punta Arenas) el 24 de junio de 1901.

          Fueron una familia de 12 hijos: 3 hombres y 9 mujeres, de mayor a menor: Ramona (nacida en Yugoslavia (croata), Ana (nacida en Argentina). Los siguientes nacieron en Punta Arenas: María Rodolfo, Pierina (Petra), Catalina, Antonieta, Magdalena, Jacinto Juan, Alfonso Gregorio, Isabel Antonieta, siendo la menor Josefa Alvina.

          Sus padres vivieron por 20 años en la ciudad de Punta Arenas, trasladándose el año 1912 a la ciudad de Valdivia, llegando solo con 6 hijos, dos habían fallecido y cuatro se habían casado.

          En Valdivia lo persiguió al comienzo la mala suerte instalando diversas clases de negocios, Por último, en 1919, firme y perseverante en el trabajó, instaló la fábrica de biselados, espejos y marcos "La Nacional".

          Su industria prosperó porque era la única de su especie en Valdivia.

          Un accidente puso fin a su vida, el día 22 de abril de 1926, en circunstancias que ayudaba a descarga un cajón de cristales de 850 kilos que había adquirido, recién llegados de Bélgica.

          Mientras se ocupa de esa operación ayudando a ocho operarios, el pesado bulto resbaló, se tumbo cayendo y aplastando su cuerpo, en frente de su casa-negocio ubicada en Chacabuco y Yungay.

          Pepita Turina, se educó en el Liceo Fiscal de Valdivia hasta quinto año de Humanidades (1922) y estudió piano en el Conservatorio de Música de Valdivia, hasta el año 1927

          Las alumnas más destacadas del maestro Francisco Cordero Carrera, entre ellas Pepita Turina, hicieron presentaciones en el Teatro Olympia y Edén de Valdivia, teniendo buena crítica en los diarios, después no continuó, porque tenía que venir a Santiago, a los cursos más avanzados.

          Publicó sus primeros trabajos literarios en el diario “El Correo de Valdivia” en el año 1931.

          Se le conocen dos seudónimos uno por un cuento que envió a la revista Zig-Zag el año 1926 y firmó Incógnita (y que no fue publicado) y Spleen en el Concurso Floral de las Fiestas Primaverales, Valdivia noviembre 1935, el cual fue premiado.

          Aunque de ella algunas veces se dijo que había escrito poemas y ella lo negaba, se han encontrado cuatro poemas publicados: "Tono altivo" (se desconoce medio c.1935), "De los poemas sin nombre" Revista Primavera, Valdivia, 1935), "La soltera hacendosa" (diario El Heraldo de Ñuñoa 8/5/1937, p. 6) y Letanía de duda (antes al parecer se público en el diario El Correo de Valdivia c. 1935 y Diario El Heraldo de Ñuñoa  25/9/1937 p. 5), y 3 poemas sin publicar "Abre la puerta", "La llamada" y "No sé por qué"

          Fue una de las fundadoras “Círculo de Difusión Cultural de Valdivia”, creado en 1935, a raíz de la publicación de su primera novela "Un drama de almas". El año 1936 fue secretaria de esta institución, siendo su presidente don Alvaro Bombal Murúa.

          En esta entidad tuvo diferentes participaciones, desde conferencias, hasta tocar piano. También participa en estas actividades con quién sería su futuro marido Miguel Gómez Herrera.

          Don Miguel recito junto a ella en el Centro de Difusión Cultural y también escribió para el Diario el Correo de Valdivia entre el año 1934 y 1935 y estando en Santiago escribieron ambos para el Diario El Heraldo de Ñuñoa y El Heraldo de Ñuñoa i Providencia, dirigido ambos por Francisco Javier Díaz.

          El “Círculo de Difusión Cultural de Valdivia" desarrolló una intensa labor cultural, ideo La Semana del Arte, en la cuál se encontraba "El Primer Salón de Bellas Artes" (1936), al cual concurrieron las más destacadas firmas de la plástica chilena: Julio Ortíz de Zárate, Samuel Román, José Caracci, Arturo Valenzuela, Marco Bontá, Lorenzo Domínguez.

          En 1936, se casó en la ciudad de Valdivia con el poeta Miguel Gómez Herrera (Santa Cruz de Colchagua 1897- Santiago de Chile 1939), del cual enviudó, sin hijos.

          Miguel Gómez Herrera escribió diferente artículos, con los seudónimos de: el vecino Simón, Herrera, Pepe y X.

          La escritora Pepita Turina y Oreste Plath, se conocieron el año 1939 en Santiago, cuando ambos eran casados.

          Antes de casarse coincidieron sus trabajos en las revistas Diplomacia y gran mundo y Zig-Zag y el diario La Opinión de Santiago.

          El 2 de Febrero de 1945, circunscripción Moneda a las 16. 30 hrs., en Santiago de Chile, contrajo matrimonio con el escritor, folklorólogo e investigador Oreste Plath (César Octavio Müller Leiva, nació en Santiago 13 de agosto de 1907, falleció en Santiago 24 julio de 1996), de esta unión nacieron el 28 de marzo de 1946 la pareja de mellizos Karen Plath Müller Turina (hija) y Carol Plath Müller Turina (hijo). En sus hijos no quiso perder el Plath, seudónimo de su esposo escritor, y se los puso por segundo nombre.

          Su hijo Carol, le dio dos nietos Katrina Müller Botti (18 marzo 1972) enóloga y Sacha Müller Botti (18 de mayo 1976) médico, a los cuales adoraba, y no tuvo la dicha de verlos adultos.

1940-1952

 Durante 12 años se trabajó para la Universidad de Chile, primero como Catalogadora de la Biblioteca Central, siendo su jefe don Héctor Fuenzalida. el año 1946 fue alumna del Curso de Biblioteconomía de la Universidad de Chile.

Fue secretaria desde sus inicios de la Escuela de Educadoras de Párvulos (ubicada en Morandé 760, 3º piso), que inició sus actividades el año 1944, siendo su directora Matilde Huici. En esta labor le correspondía visitar escuelas y centros infantiles, muchas veces formadas con dinero recolectado entre las alumnas y con donaciones de la Universidad de Chile y de la Dirección General de Protección de la Infancia y la Adolescencia.

Se desempeño entre los años 1946 - 1949 en la secretaria del Boletín del Centro de Estudios "Federico Fröebel" (ubicada en Morandé 760, 3º piso), siendo su directora Matilde Huici.

Nota.- Se puede encontrar información en el Boletín Informativo, Universidad de Chile Año I, Nº 4, julio agosto 1945 pp. 69-70 (Se encuentran dos fotos de P. Turina trabajando; Boletín Informativo, Universidad de Chile Año III Nº 13 mayo- junio 1947; Diario Las Últimas Noticias, Santiago de Chile, martes 19 de agosto de 1949.

1943
Curso de portugués, en el Club Cultural “Winka", Santiago de Chile.
1952

Tuvo una operación al cerebro (extirpación de un tumor auditivo) y como resultado postoperatorio, quedó con una parálisis periférica al lado derecho de su rostro.

          La escritora tenía desde antes de casarse el libro "Sombras y entresombras de la poesía chilena" (antes de 1945). Su marido Oreste Plath se lo llevo a la imprenta sin que ella lo supiera y se lo regaló cuando en 1952 estaba hospitalizada, ella lo cuenta entre las páginas 19 -20 del libro "Pepita Turina o la vida que nos duele". Creo que fue un gesto de amor de mi padre hacia ella.

          Ella en el libro "Pepita Turina o la vida que nos duele" (p. 20) dice "De la operación al cerebro me costó reponerme no solo físicamente. Quede rasurada al cero, con sordera total del oído derecho y parálisis permanente, al comienzo dificultades para hablar. Un desmoronamiento. No ser lo que hubiera podido acrecentar. Se esfumaron mis posibilidades de conferenciante y mis condiciones de actuar".

          Ella en su ¿Quién es Quién? (pp. 8-9) expresa: "Como al reír, desde entonces solo podía hacerlo con la boca torciéndose hacía un lado, en un gesto horrible, deje de reír para siempre. Nunca un defecto físico pudo favorecer mejor un estado de ánimo. Al acostumbrarme a no reír jamás, realicé externamente mi verdad más íntima"

          He puesto esta nota, para que se comprenda su dolor en su negatividad, y frustración como escritora.

 

 

 



© Karen P. Müller Turina