Era 3 de agosto de 1910 cuando se publicaba en Chile la Ley 2.336 que autorizaba a erigir en Chillán un monumento en homenaje a Bernardo O’higgins como parte de las celebraciones de los 100 años de la República de Chile.
La mencionada Ley, en su único Artículo dice: “Autorízase la ereccion de un monumento al Jeneral don Bernardo O’Higgins en la ciudad de Chillan i se asigna la suma de cuarenta mil pesos ($ 40.000) como auxilio fiscal para esta obra“.
Hasta la calle San Diego 282, en Santiago, llegó el encargo de hacer este monumento, lugar donde estaba establecida la Fundición Negri y Boher, de gran prestigio y experiencia en el rubro, cuyos trabajos eran supervisados por el escultor argentino Roberto Negri.
El plazo para el trabajo fue de dos años. Sin embargo recién en el año 1919 fue presentada a la ciudadanía. Dicha presentación no fue de lo más planificada, pues las autoridades no mostraban tener planificado hacer dicha presentación, por lo que luego de la realización de un evento en el Teatro Municipal de Chillán, una gran multitud se dirigió a la plaza de armas a descubrir este monumento público que aún permanecía tapado por una lona, esperando su presentación oficial.
Según consigna una nota del Historiador Juan Ignacio Basterrica publicada en el Blog ChillánAntiguo, en plena función emergió desde el público, según la prensa de la época, el joven Serafín Soto Rodríguez, quien se subió al escenario del Teatro Municipal y a viva voz exigió la inmediata inauguración de la estatua en homenaje a O’higgins, siendo el impulso para que la multitud caminar a la plaza a sacar la lona que lo cubría.
En bronce y montado sobre roca, el monumento presenta a O’higgins de pie, con su mano izquierda en el corazón y su mano derecha indicando al suelo chillanejo, lugar donde nació. Está sobre una base de piedra en cuya base encontramos al frente a Clío, la musa griega de la historia y la poesía heroica, la cual está representada con el libro de Tucídides y una corona de laureles. A sus costados hay diversas escenas y símbolos de las guerras de independencia, donde se destaca al pueblo Mapuche como parte de las influencias del prócer.
Del monumento han sido destruidas algunas partes en bronce e incluso una de sus placas. La actual fue realizada por un señor Fuentes en la Fundición Méndez de nuestra ciudad. Así mismo, la cabeza del prócer ha caído para los terremotos de 1939 y 2010.