Luis Torres, recién asumido el cargo de manos del destituido Ricardo Hargreaves, se subió a una máquina de combate que impactó un poste de alumbrado público.
Un inusual fin tuvo la ceremonia en que el retirado general Ricardo Hargreaves hizo entrega del cargo de comandante en jefe de la V División de Ejército en Punta Arenas al general Luis Torres, el pasado lunes 18.
Torres, luego de recibir el mando, se subió junto a Hargreaves a uno de los tanques de la unidad, sin embargo, el viaje duró poco, ya que el vehículo de combate chocó contra un poste de alumbrado público que estuvo apunto de caer.
El jueves pasado, el comandante en jefe del Ejército, Oscar Izurieta, pidió la renuncia a Hargreaves, tras considerar inadecuadas sus declaraciones la prensa de Punta Arenas, en las que destacó el aporte del ex dictador Augusto Pinochet al país.
Su reemplazante es hijo de Manuel Torres de la Cruz, intendente de la Región de Magallanes durante el gobierno de Salvador Allende, quien siguió en el cargo tras el golpe militar de 1973.
Para representantes de organizaciones de los derechos humanos locales, justamente el periodo con Torres a la cabeza fue el más duro y represivo del régimen militar en la zona.
Al respecto, el general Luis Torres no quiso hacer referencia, afirmando que "mi padre tuvo su momento y yo tengo el mío".
"Me voy a referir a mí momento. Vale decir, soy el comandante en jefe de la división del año 2006", concluyó. (Cooperativa.cl)
