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La Vicaría de la Solidaridad de Chile recibe el Premio a la Libertad Príncipe de Asturias

ENVIADO ESPECIALLa Vicaría de la Solidaridad de Chile obtuvo el Premio Príncipe de Asturias de la Libertad, fallado anoche, por vez primera, en la ciudad de Oviedo. Según el acta, leída por el secretario de jurado que concedió el premio, Marcelino Oreja, el galardón distingue a un "organismo que de modo tan abnegado y eficaz procura la coordinación de muy diversas fuerzas sociales y políticas de Chile y la solidaridad de cuantos defienden los derechos humanos, la justicia y la libertad, al mismo tiempo que promueve una acción humanitaria y un impulso político que facilite la transición pacífica hacia un sistema de libertades".

La lista de favoritos era muy variada. Entre ellos se encontraba el novelista argentino Ernesto Sábato, el músico Mstislav Rostroprovich, el teólogo Leonardo Boff, el opositor al régimen racista de Suráfrica Nelson Mandela, el ex presidente italiano Sandro Pertini, el sindicalista polaco Lech Walesa, el disidente soviético Andrei Sajarov y dos organismos de Naciones Unidas el Alto Comisariado para los Refugiados, Acnur, y la Organización para la Protección de la Infancia, Unicef,El primer Premio Príncipe de Asturias de la Libertad se ha hecho coincidir con la llegada a la mayoría de edad del heredero de la Corona española. Este premio -que está simbolizado por una escultura de Joan Miró y dotado con dos millones de pesetas- será entregado a comienzos del próximo otoño, en Oviedo, en el primer acto en el que se distinga a los galardonados con los otros premios Príncipe de Asturias que la Fundación Principado viene concediendo desde 1981.

El jurado que concedió el premio estuvo formado por el ex presidente de la República Federal de Alemania, Walter Scheel, como presidente; el ex secretario general de las Naciones Unidas y candidato a la presidencia de Austria, Kurt Waldheim; el ex primer ministro británico Edward Heath; el financiero David Rockefeller; el ex canciller austriaco, Bruno Kreisky; la ex presidenta del Parlamento Europeo, Simone Weil; el embajador de la República Federal de Alemania en España, Guido Brunner; la actriz británica Deborah Kerr; el director de la Real Academia Española, Pedro Laín Entralgo; el ex presidente de la Generalidad de Cataluña, Josep Tarradellas; el secretario general del Consejo de Europa; Marcelino Oreja; el presidente del Principado de Asturias, Pedro de Silva; el presidente del Banco de Bilbao, José Ángel Sánchez Asiaín; el vicepresidente del Banco de Santander, Emilio Botín; el alcalde de Oviedo, Antonio Masip, y el periodista Juan Cueto.

En la capital de Chile, Santiago Tapia, vicario de la Solidaridad, dijo a EL PAíS que el reconocimiento "llega a un órgano de la Iglesia que ha sabido responder a las exigencias del tiempo, defendiendo el valor fundamental de la vida y los derechos del hombre", informa Manuel Délano desde de Santiago de Chile.

Dependiente del arzobispado de Santiago, la Vicaría de la Solidaridad fue fundada en 1976 por el cardenal Raúl Silva Henríquez, para defender los derechos humanos atropellados por la dictadura militar. Desde entonces, denunció los 663 casos de detenidos desaparecidos comprobados, las torturas, arrestos arbitrarios, exilio y defendió a los perseguidos por el régimen.

Esta actividad le significó a la Vicaría ser acusada en repetidas ocasiones por el general Augusto Pinochet, de ser un órgano del "marxismo internacional". El vicario Tapia, un sacerdote diocesano de 76 años, de origen campesino, replica con sorna que "los que hablan así le hacen un gran elogio al comunismo". Según Tapia, "no actuamos por ideología, sino porque el espíritu cristiano nos enseña a amar al que sufre".

En la vicaría trabajan 115 personas, parte de las cuales se dedica a la promoción de la solidaridad entre los más pobres. La institución financia "ollas comunes" y comedores infantiles, en que los pobladores marginales -muchos de ellos sin empleo- se organizan para alimentarse en conjunto y sortear la crisis económica.

En noviembre de 1984, al dictarse el estado de sitio, la dictadura expulsó del país al sacerdote español Ignacio Gutiérrez, en aquella época vicario de la Solidaridad.

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