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El Ejército nombra "jefe benemérito" a Pinochet a cuatro días de dejar el mando

Por unanimidad, el generalato chileno nombró el viernes a Augusto Pinochet "comandante en jefe benemérito" del Ejército en reconocimiento a su mando de más de 24 años, cuatro días antes de que el ex dictador abandone la jefatura de las Fuerzas Armadas y se convierta en senador vitalicio. El gesto, sin precedentes en la historia militar chilena, fue considerado ayer por el Gobierno como un acto sin consecuencias jurídicas o legales, al tiempo que negó que constituyera una amenaza. Los partidos que sostienen al Ejecutivo lo consideraron una burla al país.

Benemérito, que según la Real Academia significa "digno de mérito", para el Ejército implica que Pinochet merece el respaldo permanente de la institución, pues "ha llegado a todos los corazones de sus subalternos", afirmó el saliente vicecomandante, general Rafael Villarroel.

Ningún jefe del Ejército chileno había recibido antes esta distinción. El propio Pinochet y su esposa se sorprendieron y emocionaron cuando sus subalternos se la concedieron en una ceremonia en la Escuela Militar de oficiales en la que cinco generales pasaron a retiro, en la noche del viernes. Fuentes del Ejército indicaron que el nombramiento implica que a partir de ahora Pinochet recibirá homenajes de esta institución como si aún estuviera en el cargo.

Sorpresa del Ejecutivo

El ministro portavoz del Gobierno, José Joaquín Brunner, afirmó ayer que la distinción carece de consecuencias jurídicas y legales de cualquier naturaleza, y subrayó lo poco oportuno de la ceremonia, en un momento en que las sensibilidades están alteradas por el próximo retiro del general y su incorporación al Senado. Brunner admitió la sorpresa del Gobierno, pero dijo que el nombramiento no constituye una amenaza ni se puede entender de esa manera.Los partidos del Gobierno interpretaron que al ser benemérito Pinochet recibe un respaldo explícito del Ejército para cuando ejerza como parlamentario, lo que compromete al futuro comandante en jefe, el general Ricardo Izurieta. Los generales que organizaron el homenaje, entre ellos el vicecomandante Villarroel, son considerados del sector duro y muy cercanos a Pinochet.

El presidente del Partido Socialista, Camilo Escalona, afirmó que el nombramiento es una "mofa" al país y una "soberana estupidez o una pretensión inconstitucional". En este último caso, agregó, habría un parlamentario que "tendría un partido político armado". Para el secretario general democristiano, Rafael Moreno, fue sólo una expresión de la solidaridad militar, mientras un senador del mismo partido ironizó que lo único que falta es que "lo declaren Dios". Los partidos de la derecha lo consideraron "una distinción muy linda".

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