PILAR URRUTIA ALDUNATE
Segunda hija de Pedro Urrutia Y de Ada Aldunate , nació el 12 de noviembre de 1942 en Santiago. Los primeros años de su educación los realiza en un colegio de monjas, y los últimos en un Liceo de la comuna de Providencia. En ambos lugares se destaca por ser muy querida por sus compañeras y profesores.
Al terminar la educación secundaria ingresa a trabajar como secretaria de una importante empresa, lugar del cual se retira en 1965, ya que en julio de ese año se casa con Hernán Rivadeneira y se va a vivir por dos años a Estados Unidos.
Estando en Estados Unidos nace su primera hija, María Paz. Al volver a Chile en el año 1967 se va a vivir a la comuna de Talagante, en una parcela muy cerca de El Monte. Al poco tiempo nace su segunda hija Andrea y al año siguiente Luis Hernán. Cuando la crianza de sus hijos lo permitió, tuvo sus primeros trabajos en el área social (Centros de Madres y Cruz Roja de El Monte), tema por el cual siempre estuvo preocupada. Después, durante las campañas electorales de 1970, trabajó por Jorge Alessandri, donde conoció a distintas personas del área política. Con la llegada de la Unidad Popular y debido a los problemas de abastecimiento, agregó a sus otras labores la fabricación y posterior venta o permuta de quesillos, hechos con la leche que se producía en la parcela, contribuyendo así al financiamiento de su familia. Durante el famoso paro de camioneros, muchos de ellos llegaron a El Monte, guardando ahí sus vehículos. Ante esa situación, Pilar se encarga de conseguir productos con que alimentar a ese grupo importante de personas. Este trabajo, que duró varios días, fue enormemente valorado, y cuando terminó fue contactada por numerosos políticos para las campañas que siguieron.
Poco después del Pronunciamiento Militar en 1973, debe viajar junto a sus hijos a Colombia por trabajo de su marido durante un período de dos años. En 1975 vuelve a la parcela de El Monte, repartiendo su tiempo entre esta comuna y Santiago por la educación de sus hijos. En 1980 se cambia a un campo en Lampa, repartiendo esta vez su tiempo entre Lampa y Santiago, donde se hace cargo además de la casa de su hermano viudo y sus cuatro sobrinos. El año 81 sufre uno de los golpes más grandes de su vida, cuando muere inesperadamente su madre, con la cual tenía una relación muy estrecha. A partir de 1984, todo el grupo familiar decide vivir exclusivamente en Lampa.
En 1986, es invitada por Sergio Onofre Jarpa a participar de la formación de Renovación Nacional. Ahí se le asigna trabajar con Alfredo Galdámes, entonces vicepresidente poblacional de la UDI, con la misión de organizar la provincia de Chacabuco. En 1988 se separa Renovación Nacional de la UDI, y ella decide continuar su camino con este último partido, ya que admiraba profundamente a Jaime Guzmán y consideraba que este era el partido político que mejor la interpretaba. En esta colectividad continuó con la misma labor, abocándose por entero al Plebiscito de 1988. En 1989 es invitada a trabajar en la comuna de Conchalí, donde consideró que su trabajo podía ser más útil. Es así como en 1993 va de candidata a concejala por esta comuna, saliendo electa. El ’97 es reelegida como concejala, y finalmente, en las elecciones del año 2000, es elegida alcaldesa de la comuna por una amplia mayoría.
Como Alcaldesa, lo más importante para ella fue servir con austeridad y seriedad. Sin dejar de lado las labores propias de su cargo, una gran prioridad fue inculcar valores a los habitantes de la comuna; abrió los colegios a todos los credos religiosos para que a través de ellos se reforzara la enseñanza valórica; creó el Liceo Santa María de Conchalí, único en Chile y Latinoamérica, para madres adolescentes, para que éstas pudieran continuar con sus estudios. Decía que esta era una forma de defender la vida y de romper el círculo de la pobreza, al no privar a nadie de educación. Sirvió a Conchalí sin divisiones ni colores políticos. Realizó su gestión buscando siempre elevar el nivel de vida de los vecinos de nuestra comuna.
Sabida es la gran cantidad de obras que logró realizar durante su gestión como Alcaldesa. Sin embargo, una parte de sus sueños para la comuna quedó inconclusa con su fallecimiento.
En mayo de 2002 fue intervenida quirúrgicamente de urgencia , situación que se agravó en octubre del mismo año, al tener que ser intervenida nuevamente. Durante el año y medio que estuvo enferma continuó con su trabajo de alcaldesa, no descuidando nunca su responsabilidad, pese a lo duro de su tratamiento. En innumerables ocasiones, al terminar sus sesiones de quimioterapia y ser dada de alta, se dirigía inmediatamente a la Municipalidad. Lamentablemente, falleció el 4 de agosto de 2003, legando a todos los que la conocieron un ejemplo de fortaleza y positivismo que la caracterizó durante toda su vida y más aún durante su enfermedad.
Segunda hija de Pedro Urrutia Y de Ada Aldunate , nació el 12 de noviembre de 1942 en Santiago. Los primeros años de su educación los realiza en un colegio de monjas, y los últimos en un Liceo de la comuna de Providencia. En ambos lugares se destaca por ser muy querida por sus compañeras y profesores.
Al terminar la educación secundaria ingresa a trabajar como secretaria de una importante empresa, lugar del cual se retira en 1965, ya que en julio de ese año se casa con Hernán Rivadeneira y se va a vivir por dos años a Estados Unidos.
Estando en Estados Unidos nace su primera hija, María Paz. Al volver a Chile en el año 1967 se va a vivir a la comuna de Talagante, en una parcela muy cerca de El Monte. Al poco tiempo nace su segunda hija Andrea y al año siguiente Luis Hernán. Cuando la crianza de sus hijos lo permitió, tuvo sus primeros trabajos en el área social (Centros de Madres y Cruz Roja de El Monte), tema por el cual siempre estuvo preocupada. Después, durante las campañas electorales de 1970, trabajó por Jorge Alessandri, donde conoció a distintas personas del área política. Con la llegada de la Unidad Popular y debido a los problemas de abastecimiento, agregó a sus otras labores la fabricación y posterior venta o permuta de quesillos, hechos con la leche que se producía en la parcela, contribuyendo así al financiamiento de su familia. Durante el famoso paro de camioneros, muchos de ellos llegaron a El Monte, guardando ahí sus vehículos. Ante esa situación, Pilar se encarga de conseguir productos con que alimentar a ese grupo importante de personas. Este trabajo, que duró varios días, fue enormemente valorado, y cuando terminó fue contactada por numerosos políticos para las campañas que siguieron.
Poco después del Pronunciamiento Militar en 1973, debe viajar junto a sus hijos a Colombia por trabajo de su marido durante un período de dos años. En 1975 vuelve a la parcela de El Monte, repartiendo su tiempo entre esta comuna y Santiago por la educación de sus hijos. En 1980 se cambia a un campo en Lampa, repartiendo esta vez su tiempo entre Lampa y Santiago, donde se hace cargo además de la casa de su hermano viudo y sus cuatro sobrinos. El año 81 sufre uno de los golpes más grandes de su vida, cuando muere inesperadamente su madre, con la cual tenía una relación muy estrecha. A partir de 1984, todo el grupo familiar decide vivir exclusivamente en Lampa.
En 1986, es invitada por Sergio Onofre Jarpa a participar de la formación de Renovación Nacional. Ahí se le asigna trabajar con Alfredo Galdámes, entonces vicepresidente poblacional de la UDI, con la misión de organizar la provincia de Chacabuco. En 1988 se separa Renovación Nacional de la UDI, y ella decide continuar su camino con este último partido, ya que admiraba profundamente a Jaime Guzmán y consideraba que este era el partido político que mejor la interpretaba. En esta colectividad continuó con la misma labor, abocándose por entero al Plebiscito de 1988. En 1989 es invitada a trabajar en la comuna de Conchalí, donde consideró que su trabajo podía ser más útil. Es así como en 1993 va de candidata a concejala por esta comuna, saliendo electa. El ’97 es reelegida como concejala, y finalmente, en las elecciones del año 2000, es elegida alcaldesa de la comuna por una amplia mayoría.
Como Alcaldesa, lo más importante para ella fue servir con austeridad y seriedad. Sin dejar de lado las labores propias de su cargo, una gran prioridad fue inculcar valores a los habitantes de la comuna; abrió los colegios a todos los credos religiosos para que a través de ellos se reforzara la enseñanza valórica; creó el Liceo Santa María de Conchalí, único en Chile y Latinoamérica, para madres adolescentes, para que éstas pudieran continuar con sus estudios. Decía que esta era una forma de defender la vida y de romper el círculo de la pobreza, al no privar a nadie de educación. Sirvió a Conchalí sin divisiones ni colores políticos. Realizó su gestión buscando siempre elevar el nivel de vida de los vecinos de nuestra comuna.
Sabida es la gran cantidad de obras que logró realizar durante su gestión como Alcaldesa. Sin embargo, una parte de sus sueños para la comuna quedó inconclusa con su fallecimiento.
En mayo de 2002 fue intervenida quirúrgicamente de urgencia , situación que se agravó en octubre del mismo año, al tener que ser intervenida nuevamente. Durante el año y medio que estuvo enferma continuó con su trabajo de alcaldesa, no descuidando nunca su responsabilidad, pese a lo duro de su tratamiento. En innumerables ocasiones, al terminar sus sesiones de quimioterapia y ser dada de alta, se dirigía inmediatamente a la Municipalidad. Lamentablemente, falleció el 4 de agosto de 2003, legando a todos los que la conocieron un ejemplo de fortaleza y positivismo que la caracterizó durante toda su vida y más aún durante su enfermedad.
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