Talca

Apodada por muchos como “la ciudad del trueno”, debido a que su nombre deriva del mapudungun tralka, que significa, “trueno”, se le dio un escudo de armas a la altura de su nombre en el año 1760.

En él se nos muestra a un león cruzando un río portando una bandera, mientras es perseguido por unas flechas… curiosa imagen, en especial si nos fijamos en el lema que corona el blasón, “Provehit Soli Leo”, que en latín quiere decir “Pasó el león más allá del sol”.

¿Qué significa? Simple: el río representa al río Maule. El cual fue durante mucho tiempo la frontera para dos grandes imperios: el inca y el español. Los incas en su afán por extender su dominio lo más al sur posible se vieron frenados por la resistencia mapuche en dicha rivera. Después llegaron los españoles, quienes tampoco pudieron someter del todo a los indígenas. Razón por la cual el río Bío Bío, en la octava región, se convirtió en la frontera natural para españoles y mapuches en 1598. No obstante, se dieron varios levantamientos indígenas donde los mapuche sublevados cruzaban dicha frontera y avanzaban hacia el norte, pero eran contenidos… nuevamente en el río Maule.

De modo que el león vendría a representar al imperio español. Las flechas serían el ataque de los mapuche, y el “sol” al que se refiere el lema, sería el imperio inca, quienes se autodenominaban, justamente, como “hijos del sol”. El significado, sería que los españoles lograron llevar su estandarte donde los incas no pudieron. Nada mal para una urbe a la altura de París y Londres.

Curicó

El escudo de la capital de la provincia homónima, nos muestra un caballero de plata, montado en un caballo y matando una sierpe de oro. En su parte inferior, lleva la frase "Noble y Leal Villa de San José de Buenavista de Curicó" y en la parte superior lleva una corona mural de oro.

¿Aguerrido, no? Dicho blasón correspondería a una readecuación del escudo de armas del maestre de campo don Lorenzo de Labra y Corvalán de Castilla, propietario de las tierras donde se levantaron las primeras plantas de la ciudad. El modelo es bastante similar a la leyenda de San Jorge, el cual nos muestra a un caballero, también montado, matando un dragón.

Este símbolo estaba a punto de decretarse por parte de la colonia española, cuando estalló la guerra de la Independencia. No obstante, el 2 de Septiembre de 1943, a un mes del Bicentenario de la ciudad de Curicó, el Concejo municipal de la época, bajo la presidencia del alcalde don Carlos Castro, en sesión ordinaria, declaró este escudo como insignia oficial de la ciudad.

Constitución

Si bien hubo muchos intentos por establecer un poblado permanente en la zona, recién en 1793, el gobernador de Chile, don Ambrosio O'Higgins (para muchos “el abuelo de la patria”) autorizó la fundación de la villa bajo el nombre de Nueva Bilbao. Sin embargo, en 1828, se le rebautiza con el nombre actual en honor a la Constitución de 1828, que se estrenaba en ese entonces.

El escudo de constitución se divide en cuatro cuarteles. Tres de ellos contienen motivos alusivos al carácter portuario de la ciudad: un ancla de oro, un bote de oro, y la silueta de la iglesia de piedra.

Quizás el primer cuartel es el más enigmático. Nos muestra un puente y una torre de piedra sobre el mar, acompañado por dos lobos andantes de sable. La razón es que dichas imágenes aluden al blasón de la Villa de Bilbao, en España. El “escusón” al centro del escudo también tiene su propia simbología: dividido en dos, nos muestra a cinco hojas y una encina con un jabalí a sus pies. Ambos son los escudos familiares de los apellidos Ojeda y Oñederra, respectivamente. Por lo que vendría a ser un homenaje a los fundadores de la ciudad.