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Valparaíso primer puerto de la globalización

Kenneth Pugh
Por : Kenneth Pugh Vicealmirante, Director del Personal de la Armada de Chile.
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Valparaíso vio nacer los primeros emprendimientos e iniciativas en Chile, como el primer banco, la primera librería, el periódico mas antiguo, la primera cervecería, el primer telégrafo, el primer cuerpo de bomberos de Chile, la primera ciudad alumbrada por gas, los ascensores y esa particular arquitectura ecléctica que encanta a muchos y que en definitiva marcan el carácter del porteño de cerro a plan.


Valparaíso cumplió  su primera década como integrante del exclusivo listado de sitios considerados patrimonio de la humanidad por la organización para la Educación, Ciencia y Cultura de Naciones Unidas (Unesco).

La reciente Sesión del Consejo de la Unesco realizada en Camboya, entregó la cifra oficial de lugares considerados patrimonio: 981 sitios, de los cuales 255 son ciudades y solo 66 de éstas son “villas portuarias” como lo define la secretaría de la “Organización de las Ciudades Patrimoniales”, con sede en la ciudad de Québec. De este universo, sólo 16 están en las Américas y localizadas en el Caribe y en la costa del Atlántico.

En la costa del Pacífico, solo está Valparaíso, que calificó por ser “un testimonio excepcional de la fase temprana de globalización, a fines del siglo XIX, cuando Valparaíso se convirtió en el puerto líder de las rutas marítimas del pacífico sur”.

Valparaíso fue siempre puerto. Así lo declaró Pedro de Valdivia en 1544, nombrándolo el “Puerto de Santiago”. Fue creciendo desde una pequeña aldea colonial, donde solo había  “frailes y soldados” y designado como plaza de guerra, donde el Gobernador, además de administrar la ciudad, era responsable de su defensa, por ser el puerto de importancia estratégica para el comercio.

[cita]Valparaíso vio nacer los primeros emprendimientos e iniciativas en Chile, como el primer banco, la primera librería, el periódico mas antiguo, la primera cervecería, el primer telégrafo, el primer cuerpo de bomberos de Chile, la primera ciudad alumbrada por gas, los ascensores y esa particular arquitectura ecléctica que encanta a muchos y que en definitiva marcan el carácter del porteño de cerro a plan.[/cita]

La independencia selló el destino marítimo de nuestra nación, donde el primer testimonio de autodeterminación fue en 1811 por medio de la primera Ley dictada en el país, que abrió el puerto de Valparaíso junto a los de Coquimbo, Talcahuano y Valdivia al comercio marítimo internacional. Ello permitió la llegada de bienes que impulsaron el desarrollo nacional, como la primera imprenta que llegó al puerto de Valparaíso en noviembre de ese año y nos permitió contar con la “Aurora de Chile”.

Consolidamos finalmente nuestra independencia con una fuerza marítima oceánica, nuestra Escuadra Nacional, que zarpó por primera vez en octubre de 1818 para vencer en el mar a la Escuadra Española y garantizar la independencia de Chile y del Perú.

Así comenzó el proceso de globalización de Valparaíso que atrajo por más de un lustro a muchos inmigrantes de diversas nacionalidades, que hicieron del puerto su hogar y de Chile su nación. Este proceso de globalización fue sólidamente respaldado por un orden e institucionalidad que nació con Portales, quien fuera además de ser un gran gobernador del puerto, paradójicamente murió asesinado en sus cerros.

La Aduana, que desde inicio de la república ha sido dirigida desde Valparaíso permitió que los ingresos del comercio marítimo fueran correctamente recaudados, generando la riqueza para crecer.

Valparaíso vio nacer los primeros emprendimientos e iniciativas en Chile, como el primer banco, la primera librería, el periódico mas antiguo, la primera cervecería, el primer telégrafo, el primer cuerpo de bomberos de Chile, la primera ciudad alumbrada por gas, los ascensores y esa particular arquitectura ecléctica que encanta a muchos y que en definitiva marcan el carácter del porteño de cerro a plan.

A fines del siglo XIX, como destaca la declaratoria de la Unesco, el puerto de Valparaíso era la capital económica y marítima de Chile, el puerto líder conectado por cable submarino telegráfico, la “internet victoriana” con Europa y América del Norte; a partir de 1883 se comenzó a ver los primeros ascensores y precisamente el año 1886, en que se inauguraba el monumento y cripta a los Héroes de Iquique en la plaza Sotomayor, desembarcaba en el puerto un joven nicaragüense que conoceríamos por su arte literario como Rubén Darío, quien trabajaría en la Aduana y El Mercurio, regalándonos no sólo el “Canto épico a las glorias de Chile” sino su primera y gran obra: “Azul”, impresa el 30 de Julio de 1888, el año que llegaron a Valparaíso los restos mortales de Arturo Prat.

A 125 años de la publicación de esta obra, vemos a Valparaíso como la capital marítima y cultural de Chile, emergiendo como el “Puerto Patrimonial” del Pacífico, por su pasado glorioso, pero asumiendo el desafío de la próxima década que inicia, para alcanzar la mayoría de edad por su responsabilidad con la Humanidad.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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