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Sábado 08 de septiembre de 2018
Muere Pablo de Rokha
10 de septiembre de 1968.
Hondo pesar en la sociedad chilena y en el mundo de las letras causó el suicidio del poeta nacional, de 73 años, acaecido en su casa de La Reina, en Santiago, el 10 de septiembre de 1968. "El Premio Nacional de Literatura 1965 y destacado exponente de la poesía nacional y latinoamericana se quitó la vida en medio de una profunda crisis nerviosa", consignaba "El Mercurio".
Según el reporte de la policía, "mientras realizaba sus actividades matinales, Carlos Ignacio Díaz Loyola -su nombre verdadero- se encerró en su escritorio con la aparente intención de escribir. A las 10:10 horas, se escuchó la detonación. Su cuerpo quedó recostado sobre su mesa de trabajo con el arma fuertemente asida en su mano derecha". Asimismo, se informaba que en aquel momento se encontraban en la vivienda el cuidador y el ama de llaves, quien con sus gritos alertó a los vecinos.
Entre otros alcances, se leía que "su drástica decisión tuvo, quizás, varias causas. Su personalidad se vio quebrantada por los trágicos finales de sus hijos Carlos y Pablo. Este último se disparó un tiro hace pocos meses. También, hacía un tiempo se había sometido a una operación donde se le descubrió un avanzado cáncer. Sumado a lo anterior, padecía una intensa depresión motivada por desavenencias familiares". A juicio de sus cercanos, el vate nunca pudo conformarse con la pérdida de su esposa Winett, ocurrida en 1951.
Las crónicas destacaban que "hace algunos días terminó 'Rugido de Latinoamérica', en cuyos poemas se aprecia la presión que la soledad ejerce sobre él". Antes de dedicarse a la poesía y ensayos literarios, fue profesor de Filosofía del Arte en la Universidad de Chile. Sus obras más conocidas son "Los gemidos", "Sudamérica", "Escritura de Raimundo Contreras", "Jesucristo", "Morfología del espanto", "Canto al Ejército Rojo", "Genio del pueblo" y "Acero de invierno". Se mencionaba que su estilo político-literario "es estudiado por las nuevas generaciones de intelectuales como una forma del nuevo lenguaje que surge en nuestro continente".
Transcurridas unas horas del deceso, la Sociedad de Escritores de Chile emitió este comunicado: "La muerte de Pablo de Rokha representa un gran golpe para todos los escritores del país. Tanto por la originalidad como por la calidad de su obra, deberá ocupar siempre un sitio de alta importancia en todo inventario de la literatura moderna de habla española".
Los restos del poeta fueron trasladados a la casa central de la Universidad de Chile, donde numerosas personas le rindieron homenaje, para luego ser sepultado en el Cementerio General. En la actualidad, varias calles del país, además de plazas, una población y el centro cultural de Licantén -su ciudad natal en la Región del Maule-, llevan su seudónimo.