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Full text of "La vida y los trabajos industriales de William Wheelwright en la América del Sud"

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LA VIDA 



Los TRABAJOS INDUSTRIALES 



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I'' 



EN LA AMERICA DEL SUD 



POR 



J. Br ALBÉRDI 






PARÍS 

librería de garnier hermanos 

6, CALLE DE SAINTS-PRRE8, 6 



1876 



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V 

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^^^^ INTRODUCCIÓN 17 

Su calidad de extranjero, que le cerraba tes 
puertas de la política, le abría mejor las de la 
sociedad civil, para servirla como obrero neu- 
tral. Esa es la posición honorable de los buenos 
inmigrados en la América del Sud. 

Su extranjerismo los preserva de la desgra- 
cia de tener que ingerirse en la mala política 
del país ; lo cual es un bien para la civilización 
^de Sud América, cuya sociedad civil viene á ser, 
por esa causa cabalmente, de mejor condición 
que su sociedad política. De ella se hacen miem- 
^ bros, cop derechos iguales á los demás, los ex- 
tranjeros venidos de los países mas civilizados 
del mundo, desde eldiaque inmigran y se esta- 
blecen en el país. 

Nada por lo lanto mas sabio que la exención 
de todo deber militar que algunas leyes esta- 
blecen en favor del extranjero, aun después de 
muchos años de natufíajizado en el país. Pero 
este principio para ser del todo eficaz debe com- 
pletarse por este otro : — que ningún extran- 
jero , aun los naturalizados , pueda ser admi- 
tido en las filas del ejército nacional. Las Pro^ 
viñetas Unidas de la Holanda debieron parte de 






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tS VIDA DE WILLIAM WIIEELWRIGHT 

SU prosperidad á la observancia de este siste- 
ma. Ellas hicieron de la profesión militar 
un rango inaccesible al extranjero. Por un mo- 
tivo diferente los Estados Sud-Americanos ser- 
virían á su civilización imitando en eso á la 
libre Holanda de otro tiempo. 



En qué sentido la Historia de Wheelwright forma 
parte de la historia reciente de Sud América. Los 
empresarios de vias de comunicación son los 
mejores socialistas y diplomáticos. 

Hemos dicho que la historia de Wheelwright 

forma parte de la historia civil y social de la 

América del Sud mas contemporánea; no de 

la historia de sus guerras, grandes ó chicas , 

bien entendido , de que sercpmpone á menudo 
la historia de esos paífié¿%sino de la historia 

de sus períodos y de sus obras de paz, es decir, 
de sus trabajos de nlejoramiento, que han trans- 
formado la condición material de Sud América 
por la introducción del vapor en todos los medios 
de comunicación y trasporte ; por la construc- 



INTRODUCCIÓN 19 

ción de líneas marítimas de comunicación inte- 
roceánica sistemada y constante, por ferrocarr- 
iles, puentes y muelles, faros, boyas, telégrafos, 
dragas, depósitos navales, descubiertas y explo- 
tación de nuevas riquezas naturales, como el 
carbón mineral, el salitre, el borraj , etc. — 
De la historia de esa faz honrosa de la vida de 
Sud América, que la vindica de la otra, por su 
carácter juicioso y realmente interesante para 
la civilización general, forma parte sin duda la 
historia de Wheelwright. — Por la naturaleza y 
trascendencia de sus trabajos de mejoramiento, 
Wheelwright ha ejercido un real y saludable in- 
flujo en la condición política y social, es decir 
económica y comercial de la América del Sud. 
Pero ¿puede un empresario de ferrocarriles, 
de telégrafos, de líneas de vapores, de muelles 
y puertos, tener influencia y parte importante 
en el desarrollo político y social de su país? 
— se me preguntará tal vez. A esa pregunta se 
responderá con esta otra : — ¿ tienen los ferro- 
carriles y las líneas de vapores y de comunica- 
ción telegráfica, influencia real en la golítica de 
los países que ellos acercan y estrechan entre 



20 VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT 

SÍ, hasta confundir y consolidar sus mercados, 
sus productos, sus poblaciones, sus costumbres, 
sus luces, sus instituciones, sus destinos y exis- 
tencias en fin ? — Nada mas, para poner esta 
cuestión, se necesita, que ignorar radicalmente 
las leyes y causas que rigen y determinan los 
progresos políticos y sociales de los Estados 
modernos de ambos mundos. 

Baste decir que los diplomáticos y los tra- 
tados de comercio no tienen acción mas eficaz, 
que los empresarios de vias internacionales de 
comunicación y trasporte, en la remoción de 
las causas que alejan á las naciones unas de 
otras, pues las mas poderosas de esas causas, 
son la distancia y el tiempo, que el ingeniero, 
como soldado del empresario, hace desaparecer 
mas positivamente, que es dado hacerlo al 
tratado internacional mas liberal. — ¿Cuál es, 
sino, el hombre de Estado que haya contribuido 
mas que Wheelwright á unir entre sí misma á 
la América del Sud y á disminuir la distancia 
de tiempo y de espacio que la separa de ía 
Europa, su manantial pasado, presente y 
futuro de 'pobladores, de capitales, de indus- 



INTRODUCCIÓN 21 

trias, de luces y progresos de todo género? Se 
aplicarían á si mismos los gobiernos de Ame- 
rica el honor de los trabajos de Wheelwright, 
si ellos lo hubieran solicitado para ejecutarlos, 
y no él á los gobiernos, comp realmente ha 
sucedido. Ellos han sido log instrumentos del 
genio de Wheelwright, y no viceversa. Mas ha 
trabajado en persuadirlos de la utilidad de sus 
empresas, y decidirlos á tomar la parte, que 
era de su deber, que en reunir los capitales, 
acometer y llevar á cabo sus trabajos. Esto 
haria el desdoro de Sud América si no fuese un 
hecho que, bien ó mal, todos los gobiernos han 
acabado por dar á Wheelwright su entera y 
completa cooperación, con exepcion tal vez del 
que menos debió negársela. 



Acción civilizatriz de la América sajona, en la 
América latina, probada por el ejemplo de 
Wheelwright. 

Pero la Europa no ha sido el solo manantial 
de sus recursos para Wheelwright, como no lo 



2á VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT 

es de los grandes colaboradores de su pro- 
gresó, para la América dicha latina. 

• La presencia benéfica de Wheelwright, yan- 
kee de origen, en la América antes española, 
es el desmentido mas elocuente dado al temor 
de absorción y conquista de que una polític^i 
sin alcance ha pretendido hacer un principio 
de gobierno en la América latina. 

Wheelwright, llenando- á Sud América de 
progresos materiales que dan á sus Estados el 
poder de preservar su independencia contra 
todo conquistador americano ó europeo, es la 
presencia de la raza anglo-americana colabo- 
rando en la mejora de la América latina. 
Dando esos hombres á la América del Sud, la 
patria de Fulton y de Franklin, sirve mejor al 
progreso democrático de las Repúblicas latinas 
que no por el ejemplo de sus leyes escritas, en- 
tendidas y aplicadas á menudo en detrimento 
de ellas mismas por gobernantes menos incon- 
cientes que faltos de conciencia. — No hay mas 
que un medio de atraer y aclimatar la libertad 
de los Estados Unidos en la América del Sud, 
es atraer y aclimatar en su suelo á los hombres 



INTRODUCCIÓN Í3 

del temple y de la condición de Guillermo 
Wheclwright. 

Wheel wright en Snd América ha probado la 
influencia v la acción de la América del Norte; 
de que una mala teoría de la rivalidad de las 
razas pretende hacer un espantajo incesante 
para Sud América. Él trajo á esta parte del 
nuevo mundo lo que hace lá grandeza de 1» 
América del Norte — el vapor, la electricidad, 
el gas, — los capitales, las poblaciones de la" 
Europa civilizada, venidos en pos y al favor de 
esos agentes. 

Sin embargo, Sud América perece ser vic- 
tima de un pánico curioso nacido del peligro 
de absorción, que no cesa de ver en las tenden- 
cias de la América del Norte. Mas teme al 
país de Fulton, que al de Felipe II. La historia 
viene á dar á ese temor una lección jocosa. Un 
yankee Yidi dado á Sud América por el vapor, la 
unidad que Bolívar no pudo darle por el Con- 
greso de Panamá. Ese mismo yankee ha puesto 
á Sud América á un paso de la Europa, echando, 
como puentes^ entre ambos emisferios, las 
grandes líneas de vapores, que los ligan mas 




'24 VIDA DE WJLLIAM WHEELWRIGHT 

estrechamente que si lo estuviesen por tratados 
diplomáticos. Otro yarikee^ — Aspinw^all, — ha 
suprimido el Istmo de Panamá por el vapor 
terrestre, que ha puesto á Europa directamente 
en las márgenes del Pacifico. El audaz empresa- 
rio Meiggs, otro yankee, ha colocado á la capi- 
tal de Chile en las márgenes del Pacífico y ha 
cruzado los Andes peruanos para aproximar á 
Lima de sus provincias orientales del Amazo- 
nas. Notemos de paso que Wheelwright fué 
precursor de Aspinwall y de Meiggs y el inspi- 
rador de sus grandes obras. 

No siendo bastante todo capital y toda inmi- 
gración para dar satisfacción á la actividad voraz 
de los Estados Unidos, no es preciso atribuir 
á ese país un cálculo de egoísmo ni de hosti- 
lidad si deja de ser un manantial de esos 
recursos para la América del Sud. Pero le so- 
bran empresarios é ingenieros inteligentes para 
proveer de ellos á los países Sud-Americanos 
que no los tienen por su mala condición here- 
ditaria en aptitudes industriales. Habitua- 
dos á luchar con escasos medios contra el 
suelo desierto, los ingenieros americanos son 



INTRODUCCIÓN 25 

allí preferibles bajo muchos aspectos á los de 
Europa. — Wheelwright, que no tenia preocu- 
paciones locales, al mismo tiempo que buscaba 
capitales en Europa, componía su estado mayor 
de ingenieros en los Estados Unidos, 



El ejemplo de los Estado» Unidos no es la panacea 
del mal de Snd América. — Sus peligros seña- 
lados por una grande autoridad. 

Al condenar la preocupación Sud- Americana 
que no ve sino peligros en el influjo de la Amé- 
rica sajona, que tanto auxilio puede dar á sus 
progresos, es útil castigar otra preocupación ^ 
opuesta de los que ven en el ejemplo del siste- 
ma de gobierno de los Estados Unidos una pa- 
nacea para el mal social y política de todos los 
países. Esta preocupación es tan nociva como 
la otra para la suerte de Sud América, y la per- 
sonalidad de Wheelwright es un buen á propó- 
sito para señalarla, pues si ha sido un beneficio 
para Sud América su cooperación, no se sigue 



26 VIDA DE WILLIAM WHEELWRICHT 

de ahí que todo lo que procede de los Estados 
Unidos participa de la excelencia de ese grande 
americano. 

No basta decir que una ley, que una institu- 
ción, que una persona, es de los Estados Uni- 
dos^ para probar la excelencia de sú condición. 
Todo no se ha dicho en materia de gobierno 
libre, con decir que una cosa viene de los Es- 
tados Unidos. La sociedad de ese país es un 
mosaico, su constitución es una caja que con- 
tiene las cosas mas variadas é incoherentes. 
Es un mundo que abraza muchos países, 
siendo cada país una nación distinta en cierto 
modo. En Mdssachussets ^ está la nueva In- 
glaterra, ó por mejor decir la vieja Inglaterra; 
en Nueva York la Holanda, su fundadora ; en 
nueva Orleans, la Francia, y queda algo de 
España todavía en la Florida. No todos esos orí- 
genes son de libertad, pero todos viven hasla 
cierto grado en los Estados de esos orígenes. 
Así se explica el fenómeno que á todos admira, 
que al lado de la mayor libertad, existe allí 
el mayor despotismo. Baste decir que se pueden 
tomar de ese país todas las pipzas y elementos 



INTRODUCCIÓN 27 

para construir una Mazorca del tipo de la que 
existió en Buenos Ayres ó una Camorra del tipo 
napolitano (1). Esto no puede ser nuevo para 
el que quiere ver lo que hay de mas viejo en 
la América que dejó de ser española. Hace 
mas de medio siglo que Méjico practica el 
peor gobierno del mundo, sin embargo de ser 
copia literal de la federación de los Estados Uni- 
dos. No hay caudillo ni dictador de los que han * 
atormentado á las Repúblicas del Plata, de me- 
dio siglo á esta parte, que no lo haya hecho en 
nombre del sistema federal de los Estados Uni- 
dos. En toda Sud América, ha bastado copiar 
mal á los Estados Unidos, para fundar el despo- 
tismo y el desorden. Se ha obtenido mas que 
eso mismo á veces con solo copiar bien Jo 
mucho malo que allí existe. Lo cierto es que 
copiando bien lo malo, y copiando mal lo bueno, 
se ha copiado dos veces el peor y mas peligroso 
modelo, en que países jóvenes en la indepen- 
dencia y viejos en el despotismo, han podido 
buscar el molde de sus instituciones libres. 

(1) Véase la confírmacion literal de todo esto en el 
Times, de Londres, del 24 y 26 de junio 1875. 



28 VIDA DE WILLIAM WUEELWRIGUT 

Hablar con tal severidad de un gran país 
como los Estados Unidos, es asumir una res- 
ponsabilidad que no creemos tener titulo á 
tomar en nuestras manos. Rogamos por lo 
tanto al lector se sirva recorrer las siguientes 
palabras de un gran juez en este asunto. Per- 
tenecen al primer pensador que hoy tiene In- 
glaterra, y las ha consignado Herbert Spen- 
cer en su Introducción á la ciencia social^ es* 
critay según él mismo dice en su prefacio, 
á invitación de su amigo de América^ el pro- 
fesor Joumans, para publicarse en la misma 
América, como lo hizo el Popular Science 
Montly. 

« Las f orinas de gobierno, dice í^pencer, no 
tienen valor sino en tanto que son productos 
del carácter nacional. Nada hará sin él, por 
bien imaginado que sea, el mejor arreglo po- 
lítico »•., c< Podemos citar en apoyo de esto 
los ejemplos de que pululan la historia de la 
Grecia moderna y las de Sud América y de Mé- 
jico » . • . (( La misma verdad se manifiesta en 
los Estados Unidos, por vias diferentes y de 
una manera menos sensible, pero sin embargo 



INTRODUCCIÓN 29 

con suficiente claridad. No hablaremos sola- 
mente de los ejemplos extremos que en cierta 
época nos presentó California, donde (bajo el 
régimen de esa libertad política absoluta que 
álos ojos de algunas personas constituye la 
única condición del bienestar social) la mayor 
parte de las gentes vivían en una continua 
aprehensión de ser asesinados, y otros mos- 
traban con orgullo, en el puño de sus pistolas, 
las tallas que marcaban el número áe hombres 
que habían abatido. No nos detendremos tam- 
poco en el estado de la sociedad que reina en 
el Oeste, bajo un régimen republicano, donde 
la mujer blanca que se casa con un negro es 
quemada viva; bandas misteriosas asesinan de 
noche á las gentes cuya conducta les disgusta ; 
detiene la multitud los trenes para lynchar á 
los culpables que allí se encuentran ; llevar un 
revolver es cosa que va de suyo ; allí se re- 
curre á la intimidación contra los jueces, ha- 
ciéndose imposible á menudo ejercer la justi- 
cia. Nos contentamos con indicar de paso es- 
tos ejemplos extremos del grado de opresión 
intolerable á que puede llegarse con institu- 



30 VIDA DE WILLIAM WHKELWRIGHT 

cienes que garantizan nominalmente á los hom- 
bres de la opresión »... a Sin ir tan lejos en- 
contraremos en los Estados del Estehien abun- 
dantes pruebas de que las realidades de la li- 
bertad no están necesariamente en relación 
(ion sus formas. Un estado de cosas en que 
las gentes se hacen justicia á sí mismas, son 
alabadas de haberlo hecho, y casi siempre 
absueltas, en caso de proceso, es un estado de 
cosas que ha retrogradado, bajo este aspecto, 
á la inversa de la civilización » . . . «La forma 
exterior del gobierno libre subsiste; pero inte- 
riormente ha crecido una realidad, que hace 
que el gobierno no sea libre. La corporación 
de políticos de profesión, que entran en la vida 
pública para ganar dinero, organizan sus fuer- 
zas y se crean una táctica, ha venido á ser 
' de hecho una clase dirigente, absolutamente 
distinta de la que la constitución se proponía 
garantizar al país, y teniendo intereses del todo 
diferentes de los del público (1). » 

(1) Introducción á la ciencia social, capítulo XI. Puede 
verse algo de mas nuevo, en apoyo de Spencer,en el Times 
del 24 y 26 de junio de 1875. 



su ORIGEN Y EDUCACIÓN. 31 

Así ha hablado del sud, del oeste y del este 
de los Estados U«idos el mas grande de los 
pensadores ingleses, á instigación de sus mis- 
mos amigos de América. 

Pero Wheelwright no era del sud, ni del oeste 
ni del este de los Estados Unidos, sino del norte, 
que es otro mundo en ese país, como vamos á 
verlo en el capítulo siguiente. 



CAPITULO II 

ORÍGEN Y NACIMIENTO DE WILLIAM WHEELWRIGHT EN NEW- 
BURY-PORT, MASSAGHÜSSETS, ESTADOS UNIDOS DE AMERICA. 
— ÉPOCA DE SU NACIMIENTO. FAMILIA. EDUCACIÓN : VO- 
CACIÓN Y OFICIO DE MARINO. — LLEGADO Á CAPITÁN DE BU- 
QUE. — VLAJE Á SUD AMÉRICA EN QUE NAUFRAGA, Y MUERE 
PARA SU PAÍS Á LOS 25 AÑOS , PERO NACE PARA LA AMÉ- 
RICA DEL SUD, EN QUE QUEDA TODA SU VIDA. 

a L'homme est pour ainsi din^ 
tout entier dans les langes de 
soD berceaa. » 

A. DE TOCQUEVILLE. 



William Wheelwright, nació en Newbury- 
Port, pequeña ciudad marítima del Estado de 



.^ Vff^A bZ WfLLlAff WHEELWftIGHT 

Maii>^»a4(!;btidi»ete, en los Estados Unidos de Amé- 
ríea, el año 1798. — Fueron sus padres Mis- 
ter Ebenezer Wheelwríght y üfistriss Anna 
Wheelwrjght. Su padre, descendía de una anti- 
gua familia puritana del Lincoishire , uno de 
cuyos miembros fué condiscípulo de Oliverio 
Cromwell* 

Mas feliz que Franklín , también de Massa- 
chuBsets, el j()ven Wheelwríght se educó en 
Andover Colege, la mas célebre escuela teoló- 
gica de la Union Americana, á lo cual se debió 
tal vez que su vida no tuviese necesidad de una 
fe de erratas^ en punto á moralidad, como la 
do su glorioso compatriota. 

La mayor dificultad que se presenta para 
(VHcribir la primera parte de la vida de Wheel- 
wríght (pasada en su país nativo hasta que lo 
dejo de edad de 23 años), viene de su modestia 
misma^ es docir, de su falta de cooperación para 
tal obra, pues nunca se ocupó de escribir noti- 
cias do si mísmo« Es el caso ordinario de los 
hombrtcs de acción mas eiñinentes, no tanto en 
la guerra^ como^ en las empresas industriales. 
Franlvlin dejo e^rito lodo lo que se sabe de su 



r*- 



VIDA 



DE WILLIAM WHEELWRIGHT 



CAPITULa PRIMERO a 

INTRODUCCIÓN 



De como ¿ veces un extranjero puede ser Éias 
benemérite de lá paítri^ ^ue itn ^ii^iéta. 

Esta es la biografía de un hombre que^ 
sin haber dado batallas, ni obtenido victo- 
rias, ni sido un hombre de Estado, ni siquiera 
un ciudadano/Tia hecho sin embargo álos paí- 
ses de su mansión tantos y tan grandes ser- 
vicios, que su historia seria ingrata ó ciega 
si dejase de registrarlos en sus anales. Esto 
prueba la verdad de dos hechos que Sud 



a VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT 

América no debe perder de vista en el interés 
de sus progresos, á saber : — que la guerra 
no es el único terreno de los servicios que 
abren las puertas de la historia, y que sin ser 
un ciudadano puede un extranjero hacer 
mayores servicios á la patria que el primer 
patriota, pues no se necesita haber vivido cua- 
renta años de los sueldos del Estado para ser 
un servidor' del país. 

Es que sus grandes intereses modernos, que 
son todos económicos, son del dominio del or- 
den social, de que es miembro el extranjero, 
con los mismos derechos civiles ó sociales que 
el ciudadano. 

A pesar de su magnitud gigantesca, los ser- 
vicios de Wheelwright á los países de Sud 
América no cuestan ni sangre, ni lágrimas, ni 
luto, ni caudales recibidos del Estado en form.a 
de sueldos y recompensas. Como no sirvió 
por sus * obras , neutrales como la industria, 
á ningún partido político, á ningún egoísmo 
local, ni deja en los partidos del país un he- 
redero de su nombre ilustre, su biografía no 
será uña bandera, como no será su estatua 



INTRODUCCIÓN 3 

el pedestal de la grandeza de un ocioso. 
En la índole de sus servicios desinteresa- 
dos al bien público, se revela el compatriota 
de Washington y de Franklin, Era en eso la 
personificación de su país, aclimatada en Sud 
América : la mas noble forma que puede afecr- 
tar la irrupción, que ese grande y rival mo- 
delo puede hacer en la América de su antago- 
nismo. Sus gobernantes sin embargo la temen 
á veces mas que á la conquista armada, por- 
que les exige el respeto que no siempre saben 
tener á los derechos de sus gobernados. Pre- 
fieren copiar las leyes escritas de los Estados 
Unidos, á recibir esas leyes encarnadas en las 
costumbres de sus emigrados. Es que una ley 
se deja hollar sin murmurar, mientras que un 
hombre libre siente la injuria y la rechaza. 



Reforma que la Historia necesita en Sud América 
para mejora de su política. 

El hecho es que la vida de Wheelwright, 
hace parte de la historia de los progresos de 



4 VIDA DE M^ILLIAM WHEELWRIGHT 

Sud América de veíate años á esta parte. 

¿ No es ya tiempo de que la historia de Sud 
América deje de consistir en la historia de sus 
guerras y de sus guerreros^ como ha sucedido 
hasta, aquí,? Eoi lo mas de ella la historia de la 
guerra tendría un útil sentido y un enseñamiento 
fecundo, si se redujese á lo que ha sido por 
r^^a genera), no por excepción^ la historia de 
menguas y pérdidas territorialea de unos Esta- 
dos, sin provecho de lo6 otros, y la del origen y 
formación de suis deudas públicas agobiantes y 
ruinosas para sus progresos. Se veria que lo 
que compensa ó repara sus descalabros, nacidos 
de ^e desórdea, es el progresa espontáneo y 
naluraldebidoal comerdo^y á la industria, coya 
histdMria'sín embargo no ha ocupado hasta hoy 
á ningún historiador de su revolución funda- 
mental, mas económica en su esencia que polí- 
tica como ha sido en realidad. 

La historia de su comercio, de su industria, 
de su riqueza, de sus mejoramientos materia- 
les, es mas útil y necesaria que la de sus guer- 
ras, que apenas han produeido otra cosa que 

» 

libertades escritas , glorías vanas y progresos 



INTRODUCCIÓN 5 

que no excluyen el statu quo, en lo mas sus- 
tancial para la civilización, — que es el nivel 
moral é inteligente del pueblo mas numeroso. 

La revolución digna de historiarse es la del 
cambio por el cual, países que hace dos tercios 
de siglo eran colonias pobres, oscuras y aisla- 
das del mundo, han venido á ser vastos merca- 
dos, frecuentados por todas las naciones d^ la 
tierra. 

Ni es otro el sentido en que la historia tiende 
á ser concebida en este siglo, porque en todas 
partes parece afectada del mismo extravío, con 
los mismos efectos perniciosos para el mejora- 
miento social. 

« Si ' recordamos, dice Herbert Spcncer^ 
que toda la historia está llena de loe hechos 
y gestos de los Reyes, en tanto que los fenó- 
menos de la organización industrial, visibles 
como ellos son, no han logrado sino reciente- 
mente atraer un poco de atención ; si recor- 
damos que todas las miradas y pensamientos 
se dirigen á las acciones de los que gobiernan, 
que nadie basta estos últimos tiempos tenia 
ojos ni pensamientos para loé fenómenos 



6 VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT 

vitales de la cooperación espontánea, á los 
cuales deben las naciones su vida, su creci- 
miento y progreso ; no podemos dejar de ver 
cuan profundos han sido los errores pade- 
cidos en las conclusiones, que han deducido 
los hombres sobre las cuestiones sociales. » — 
Estas cuestiones son entre tanto las que mas 
interesan á los destinos de la América del 
Sud, porque, no son otras que las de su 
poblamiento, exploración, practicabilidad y 
explotación de su rico y desierto suelo, ¿Qué 
son sino • cuestiones sociales de vida ó 
muerte para Sud América, sus cuestiones tan 
traqueadas de inmigración, colonización, edu- 
cación pública, trabajo, riqueza, comercio, 
crédito, caminos, puertos, etc. ? 



La historia de Sud América solo ha sido la de sus 
guerras y guerreros. El progreso social espera 
sus historiadores. 

Todos convienen en que la civilización está 
representada en estos tiempos por el desar- 
rollo de los intereses materiales, es decir del 



INTRODUCCIÓN 7 

comercio é industria (agrícola ó manufactu- 
rera), de las vias de comunicación y trasporte, 
de la producción y riqueza. ¿En qué sentido 
es esto una verdad? En este sentido esencial- 
mente moral, que el efecto natural del mejo- 
ramiento material, es la elevación del nivel 
moral é intelectual del país. 

Es un hecho sin embargo que cada vez 
que se trata de escribir la historia de un país 
de Sud América, lo primero que se pone á 
un lado y deja en el olvido es la historia de 
su comercio, de su industria, de su condición 
y desarrollo económico, para uo recordar 
sino sus revoluciones políticas y militares, y 
los héroes de esas empíesas de destrucción, 
no de mejoramiento, á que se reduce la historia 
sud-americana. 

c< The political history of the South Ame- 
rican Republics (dice el Times del Í4 de 
oct. de 1874), has been one dismal record of 
rebeilions, revolutions, outrages on authority, 
and assassinations of Presidents, » Cuando 
no lia sido esto ha sido la historia de la guerra 
y de las campanas de la independencia. 



3 VIDA DE WILLUM WHEELWRIGHT 

Sin duda qm no es posible historiar i^ vida 
moderna de los Estados de América del Sjjd 
sin bflicer la histeria de la pevolucion á 
cambio que Qsa parte del mundo ha experi-- 
mentado en el siglo xíx. Es al roépas la parte 
mas interesante y útil de su historia política, 
pues si en la América del Norte la historia 
eolpnial es la de sus viejas libertades y antigua 
civilización o en la América del Sud no recuerda 
su pasado colonial sino la abyección y oscu- 
rantismo en que fué mantenida por el 
gobierno desacertado de su Metrópoli, Que 
ese sistema fuese común á las dos patrias, 
madrp é hija, no quita que él fué un hecho 
muy poco recomendable al interés de la 

historia. 

Pero la verdadera, la fecunda revolución, 
la ma¡5 digna de recuerdo, como escuela de 
gobierno, consiste, n'^ en la sustitución de 
un gobierno extranjero incapaz, por otro 
gobierno igualmente incapaz aunque ameri- 
oanp J gino en la 'sustitución del estado econó- 
mica de cpsas que lá tenia sumida en el atraso 
y la pobreza, por un nuevo régimen de. vida 



\ 



INTRODUCCIÓN 9 

caracterizado por el tráfico libre con todo el . 
mundo civilizado, al cual ha debido en poco 
tiempo mayor número de población, de capi- 
tales, de industrias, comercio, luces y bienes- 
tar Ift América antea española:, que á sus 
tres siglos de gobierno colonial- 

Sus guerras y guerreros, lejos de ser causa 
.de que todo esto se produzca, han sido las nía» 
veces sus obstáculos y remoras. Una historia 
de la revolución no podría prescindir de reco- 
nocer y consignar que el desarrollo del vapor, 
aplicado á la locomoción terrestre y marí- 
tima, ha sido el mas poderoso agente revolu- 
cionario de este siglo,* en Sud Aniérica, como 
en todas partes. Introduciéndolo en Sud 
América, Wheelwright ha completado la 
trasformacion mas grande, que hayan sufrido 
8\i política interior y exterior; su sistema de 
hftcienda, sus inedios de gobierno y de guerra 
á la yei que su población, producción, comer- 
cio y cultura. Libertando al hombre de sua 
dos tiranos naturales, que son el espacio y 
el tiempo, el vapor como el Rey de las fuerzas 
naturales ha hecho del hombre un semi-Dios, 



10 VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT 

con mas poder que tuvo el dios Marte de 
la Fábula. 

La historia de la revolución de Sud América 
en este sentido de progreso material, tiene 
sus héroes, como los tiene la de la guerra. — 
Vencer y suprimir esos dos enemigos del 
hombre americano, unir la América en sí 
misma, acrecentarla unidad de cada uno de 
sus Estados, unir ala América con la Europa, 
por la diminución del tiempo, del espacio, 
del peligro y del precio de los viajes, ha sido 
la tarea gloriosa de Wheelwright. Pronun- 
ciando la desaparición de los Andes, él y Meiggs, 
su compatriota, han merecido de la historia 
á ese titulo el rango y el derecho de ser consi- 
derados por ella como héroes de los Andes á 
la par de los Bolívar y San Martin. Cruzar 
sus cumbres con piezas de artillería lijera fué 
sin duda un esfuerzo extraordinario y digno de 
memoria ; pero cruzarlas con locomotivas de 
fierro con la rapidez del Cóndor, es casi igual 
al prodigio de Basco Nuñez de Balboa, que tres 
siglos antes las cruzó con los primeros bu- 
ques que navegaron el Pacífico. Esa es otra 



INTRODUCCIÓN 11 

de las glorias, que pertenece de derecho á la 
historia de la civilización de Sud América, 
poblada de la misma raza que supo alcan- 
zarla- La gloria de América tiene en su mano 
el poder de ensanchar sus limites y multiplicar 
sus héroes, si sabe ser agradecida á todos los 
servicios que la conquista de su civilización ha 
costado. 



Papel histórico de que es capaz el extranjero en 
el progreso social y material de la América del 
Sud, por su moderno derecho público. 

No todos los privilegios y honores de la his- 
toria deben ser adjudicados á ese patriotismo 
extraño que consiste y se prueba en vender á la 
patria por cien, v. g., los servicios que, en jus- 
ticia, valen diez. 

¿Cómo se explica ese patriotismo leonino? 
por el privilegio que solo tiene el ciudadano, ó 
mejor dicho el patriota de vender á su país 
por cien lo que el extranjero le venderia por 



12 VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT 

diez, de mejor calidad diez veces, si la consti- 
tución no le negase, como es natural que le 
niegue, el ejercicio de todo derecho político. 

Afortunadamente nó sucede eso sino con los 
derechos políticos. En cuanto á los civiles ó 
sociales tal privilegio no existe, porque la cons- 
titución los concede al extranjero á la par qué 
al ciudadano. De ahí esique el extranjero puede 
ser empresario, banquero, comerciante, inge- 
niero, médico, artista, agricultor, sin que su ca- 

T 

lidad de extranjero le impida hacer al país, que 
no es su país, beneficios de que no es capaz el 
patriota, con solo ejercer los trabajos de su ofi- 
cio por via de industria, sin recompensa alguna 
del tesoro nacional en forma de sueldo ó de sa- 
lario. Dos cosas son el resultado natural de este 
fenómeno : 1® que la sociedad civil, en países 
que han 6ido colonias de España , se halla 
mejor compuesta que no loestá ni puede estar 
la sociedad política en que consiste el Estado, 
porque la primera se compone de extranjeros 
superiores á los nativos cuando menos en 
cultura; industrial ; 2^ que eí progreso del 
país tiene que deber menos á sus patriotas 



INTRODUCCIÓN 13 

nativos que á lo& extranjeros desnudos de 
derechos políticos. Este fenómeno visible, se 
explica sencillamente por los precedentes histó** 
ricos y coloniales de los pueblos sud-américa- 
nos que fueron españoles* Privados desde el 
tiempo de su fundación y origen de la libertad 
de ejercer el comercio^ la navegación, la in- 
dustria fabril, la agricultura^ las arles y 
ciencias liberales, y de ganar, su vida por los 
trabajos de esas profesiones, prohibidas por 
interés ó error de la MelrópoH^ que se reservó 
su monopolio ; -— se han encontrado ios nativos 
de Sud América el dia de su emancipación y 
constitución en Estados soberanos- ante las ma- 
sas de inmigrados extranjeros, educados en todos 
las trabajos productores de la fortuna, que el 
. régimen de libertad traía á so suelo, sin poder 
sostener con ellos uma concurrencia victoriosa 
en muchos ramos de producción indu^rial. 

¿Qoé ban hecho entonces los favorecidos por 
su condición política t Se han refugiadlo en el 
nnico trabajo de quie la constitución les hacia 
©n monopolio y privilegÍH> exclnsivo de m cali- 
dad de ciudadanos, á saber : el trabajo ú oficio 



14 VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT 

de gobernar, de administrar, de legislar, de 
juzgar, — la política en una palabra, que natu- 
ralmente se ha convertido en la única industria 
y manera de adquirir fortuna, en que el extran- 
jero no puede hacer concurrencia al patriota 
nativo . 

De ahí el calor peligroso con que se buscan 

los empleos políticos, como si se buscase la 
participación en el gobierno por vía de 

libertad, cuando en realidad se buscan como 
medios de ganar su pan y su lujo, en cambio 
de servicios pagados á precios que no valen, 
adicionados todavía del honor de ser tenidos 
como virtudes patrióticas,' dignas de la gratitud 
y recompensas nacionales. Servicios que en 
política y gobierno son pagados á precios 
fabulosos, no tendrían compradores por su me- 
diocre 'calidad en otros ramos productivos del 
pan cotidiano. 

Bajó ese punto de vista y en ese orden de co- 
sas Wheelwright representa en Sud América 
esa porción eminente de su sociedad mixta que 
se denomina elemento extranjero; y ya puede 
por el diseno inferirse todo el bien que los inmi- 



INTRODUCCIÓN 15 

grantes de su clase pueden hacer al progreso 
y desarrollo de la civilización de Sud América, 
á pesar de no tener derechos políticos ni aspi- 
ración á títulos de patriotismo. Es el mejor 
ejemplo probatorio del bien que el extranjero 
puede hacer al progreso de la patria en mayor 
grado que «el mismo patriotismo de sus hijos. 

Si esto no fuese cierto, no lo seria tampoco 
este aserto recibido como principio en las mis- 
mas leyes fundamentales, á saber : — Que la 
inmigración debe ser promovida y fomentada 
por la buena política como el mejor y único 
medio de educación y progreso material y 
social de los nuevos Estados Sud-America- 
nos. 

Las constituciones que eso consagran admi- 
ten implícitamente que el país puede deber 
mas grandes servicios á los extranjeros incor- 
porados en su sociedad civil, que á sus mismos 
patriotas nativos; y el ejemplo de Wheelwright 
es un comentario victorioso de esa ley. 



16 VIDA DE WILLIAM WEEELWRIGHT 



Acción social de la industria y del industrial extran- 
jero en la mejora dé Sud América. 

Los que se ocupan de empresas de comuni- 
cación y trasporte son socialistas incpncientes, 
que hacen la sociedad sin saberlo, en el sentido 
que hacen y forman las sociedades sin preten- 
der hacer otra cosa que negocios de industria 
particular. 

El interés de ganancia que los mueve, no les 
impide de ser en realidad los autores de la con- 
solidación que la sociedad recibe de sus obras. 
. Wheelwrighl, uno de ellos, ha hecho por la or- 
ganización social y-politica de Sud Américaymas 
que muchos de sus hombres de Estado mas 
eminentes. No por eso se ha creido autorizado 
para reclamar la palma de un misionero , ni el 
honor de un apostolado de civilización ; ni ha 
pretendido tener parte en el gobierno, que con- 
tribuia á consolidar como institución por sus 
obras de viabilidad, como recompensa de sus 
servicios de orden social americano. 



su ORIGEN Y VOCACIÓN 33 

persona, porque fué hombre de ciencia y se 
ocupó de política. — Wheelwright , en efecto, 
no ha tenido vida pública en el sentido ique 
esta palabra tiene para la historia, que solo con- 
signa en sus anales como público lo que es del 

dominio de la política ó, mejor dicho, del go- 

> 

bierno. Pero las empresas que han absorbido 
su vida son de mayor interés público que lo 
han sido los actos de muchos gobiernos de Sud 
América. 

¡Cómo ! ¿No tendría vida pública ni derecho 
á una mirada de la historia un hombre que por 
sus numerosas obras de grande importancia ge- 
neraU ha contribuido mas que los gobiernos á 
unir la América consigo misma y con la Europa, 
y á consolidar, por decirlo así, el orden político 
y social de mas de una de sus Repúblicas ? 

No es extraño en efecto que una historia para 
la cual solo es público y digno de su resorte lo 
que es del dominio del gobierno, considere 
todo lo que no es oficial, como privado y ajeno 
de su dominio, incluso el público mismo , es 
decir la sociedad, que no es sino el público. 

Que bajo un César, tenido como el país hecho 

8 



34 VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT* 

hombre, la historia del gobierno, pase como la 
historia del país, se concibe perfectamente; 
pera que bajo la democracia ó reinado del 
país no sea considerado público, ni digijo de 
•la historia , es una inconsecuencia que pone á 
la democracia en ridiculo. Guando la historia 
Americana reciba en sus anales todo lo que 
realmente interesa en grande escala á la socie- 
dad, la guerra y los guerreros, la política y los 
políticos dividirán las plazas de honor, que mo- 
nopolizan hoy dia, con la industria y los indus- 
triales, con el comercio y ios comerciantes, que 
son los mas genuinos representantes del bien 
público moderno. 

Wheelwright no inventó el pararayo como 
Franklin , pero introdujo y aplicó el primero, 
en Sud* América , las invenciones de sus com- 
patriotas Fulton y Morcy , que son mas útiles 
que el pararayo, eclipsado por el seguro con- 
tra incendios. No hizo tratados internacionales 
como Franklin, pero ha hecho ferrocarriles 
y líneas de vapores, que ligan á las naciones en- 
tre sí, mejor que los tratados diplomáticos. 



OKIGEN DE NUEVA INGLATERRA SS^ 



/ 



s 

Felizmente mas que de la familia y del colé- 
gio, los hombres áon el producto de la sociedad 
en que nacen y se forman. Hemos dicho que 
Wheelwright fué nativo de la Nueva íngla-^ 
ierra, con cuyo nombre son designados los Esta- 
dos de Connecticut, ñodesland, MassachicssetSy 
Vermonty NeW'Hampsire y Maine. La socie- 
dad de la Nueva Inglaterra es la excepción sobre- 
saliente de los Estados Unidos. Son sus seis 
miembros y fueron desde su origen un mundo 

* 

aparte, dentro de ese gran país. 

« La fundación de la Nueva Inglaterra, dice 
Tocqueville, presentó un espectáculo nuevo : 
todo allí fué singular y original. .. Los emigra- 
dos que vinieron á establecerse en ella pertene- 
cían todos á las clases acomodadas de la madre 
patria... Las otras colonias habían sido funda- 
das por aventureros sin familia; los inmigran- 
tes de la Nueva Inglaterra traían consigo ele- 
mentos admirables di* orden y de moralidad... 
Loque sobre todo los distinguía de los otros e?'a 



36 VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT 

el fin mismo de su empresa. No era la necesi- 
dad lo que les forzaba á dejar á su país ; en él 
dejaban con dolor una posición social y medios 

de vivir asegurados Ellos querían hacer 

triunfar una idea. . . > 

Era esa una doble idea de libertad política y 
de libertad religiosa. Así los pobladores deMas- 
sachussels no fueron simples emigrados, sino 
peregrinos. No emigraron en busca de oro y 
de pan, sino impulsados y sostenidos poruña 
alta idea, — la de escapar á toda opresión y 
á toda impureza en la tierra nativa. Dos siglos 
mas tarde, Tocqueville ha encontrado vivo y 
palpitante ese distintivo original de los ameri- 
canos de Nueva Inglaterra. 

Esa es la sociedad á que Wheelwright debió 
su nacimiento , su educación primera , su 
carácter recto y su buen sentido superior para 
los negocios serios. Es de esas sociedades cuya 
complexión sana y robusta suple á la familia 
noble y á la escuela superíor como doble per- 
gamino de recomendación del que tiene la 
suerte de nacer en ellas. El mero hecho de ver 
la luz en ese medio equivale á ser de raza y 



su OKIGEN Y- VACACIÓN 37 

■ 

condición aparte, si, como Frankin repetía, 
la nobleza consiste en la virtud. La fecundi- 
dad de ese medio se ha probado por el grande 
ejemplo de los Estados Unidos, nacidos de esa 
cuna y origen, en cuanto á las ideas fundamen- 
tales de su orden social, y por la multitud de 
hombres superiores que cuenta Wheelwright 
entre sus compatriotas de localidad, tales como 
el estadista Webster, el poeta^ Longfellow, el 
filántropo Peabody, el ex-senador Summer, cé- 
lebre abolicionista, y por fin Benjamín Franklin, 
todos ellos de Massachtisseís , cuya capital, Bos- 
ton, llamada Nueva Atenas, ha eclipsado á la 

x 

Antigua en libertad. 



Si Wheelwright debió á ese origen los ele- 
mentos de su carácter superior y espíritu emi- 
nente, la circunstancia de haber nacido en un 
puerto de mar, decidirá de su oficio, vocación y 
destino de toda su vida. Su origen porteño lo ha- 
rá marino de profesión como hubiese sucedido 
áFranklin, por igual razón, si su padre no le 



38 VIDA DE WILLÍAM WUEELWRiGHT 

hace impresor, por distraerlo de su inclinación á 
la mar que podia ser causa de su alejamiento. — 
Lo que temia el padre de Franklin respecto de 
su hijo sucedió á Wheelwright. Dedicado á la 
marina á los 12 anos de su edad, y llegado á ca- 
pitán de buque mercante al cabo de diez años, 
su oficio de navegante le hará conocer el emis- 
ferio del Sud, donde hará naufragio, por falta de 
un puerto de mjir en un lugar que sin embargo 
de esa falta se llama puerto por excelencia. Ese 
contraste será un aviso que reciba de su destino 
de que su vida, renacida en Sud América, será 
invertida toda en mejorar la condición de sus 
costas, para servicio del tráfico marítimo que 
debe poblarla de hombres y capitales venidos 
del extranjero. 

En efecto, nacido en Newbury-Port^ es decir, 
en un puerto de mar, será portefto toda su vida 
y en todos los países de su destino. Anfibio, 
como el hombre de su raza, viviendo con un 
pié en la tierra y otro en el mar, se ocupará, 
dwante toda su vida, en mejorar las costas de la 
América del Sud, es decir, en obras de puertos, 
de faros, de diques, de boyas, de depósitos, de 



su VOCACIÓN Y DESTINO :>}í 

muelles, de dragas, para unir y dar enlace 
fecundo á dos cosas de que las costas son como 
anillos, á saber : los ferrocarriles continentales 
y las lineas internacionales de vapores, de que 
serán labores consiguientes la exploración y 
explotación del suelo, que le dará carbón de 
piedra para el vapor, salitres para fabricar la 
pólvora con que se exploten las minas de 
carbón y de inetales. 

Si se considera que la grande y capital 
necesidad de Sud América es poblarse por 
inmigraciones de la Europa, y que la llave de 
ese poblamiento es la buena condición de las 
costas para el desarrollo de las marinas tras- 
atlánticas, se convendrá en que la presencia de 
Wheelwright en Sud América ha sido como un 
regalo del cielo hecho á su civilización en el 
hombre que la América necesitaba y á la hora 
en que esa necesidad debia ser satisfecha. 

Consultad en efecto á Wakefield,á Merivale, 
á Roscher, á Jules Duval, á Paul Leroy- 
Beaulieu, á todos los economistas y hombres 
especiales que se han ocupado de estudiar el 
mejor medio de poblar por inmigraciones 



40 VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT 

extranjeras un suelo nuevo y despoblado, y 
veréis que todos señalan como el mas indis- 
pensable la multiplicación de los puertos, 
muelles, faros, valizas, el mejoramiento en fin 
de las costas, del país que debe poblarse por 
inmigraciones traidas por la Europa marítima. 

Se diria realmente que algo de providencial, 
habia en los destinos de Wheelwright, si se 
agregan otras circunstancias raras á las que 
dejamos señaladas. 

Llegó y naufragó en el llamado puerto de 
Buenos Ayres, cuando Rivadavia, á la cabeza del 
gobierno en 1823, se ocupaba de habilijar el 
puerto marítimo de laEnsenada, fundar colonias 
de inmigrados europeos en el país y construir 
grandes vias de comunicación y trasporte hacia 
los Andes . Era Wheelwright el hombre que 
un dia debía realizar esos grandes términos del 
programa de Rivadavia, pero ese dia distaba 
entonces 30 años, que eran los que Rosas debía 
emplear en retardar esos progresos. Wheel- 
wrigth tomó nota de ellos en su memoria y 
los guardó con el recuerdo de su naufragio* 

Hizo su aparición en el Pacífico, cuando 



su FELIZ ESTRELLA 41 

Bolívar acababa de destruir en Ayacucho el 
poder que habia mantenido por siglos á esos 
países aislados é incomunicados unos de otros, 
sin caminos, sin tráfico, sin industria, pobres, 
oscuros y secuestrados de todo trato directo 
con el mundo civilizado. Ese estado de cosas 
recibía en Wheelwright al hombre que la 
libertad victoriosa necesitaba para producir 
su transformación de progreso en cortos años. 
Reapareció al cabo de. ellos en el Plata, 
cuando el vencedor de Rosas rompía las leyes 
coloniales que por siglos habían tenido cer- 
rados los puertos fluviales argentinos al tráfico 
libre del mundo, y reinstalaba en la orden 
del dia de la nueva situación el programa de 
Rivadavia, interrumpido 30 ano& antes, sobre 
vías de comunicación, puertos, colonias, etc., 
del que Wheelwright guardaba copia. A los 
veinte años de ese cambio, 30 colonias flo- 
recientes son hoy el resultado de esa gran me- 
dida, y muchas de ellas son la obra inmediata 
del mismo Wheelwright. 



i'i VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT 



CAPITULQ III 

ORÍGEN DE WHEELWRIGHT EN SUD AMÉRICA. SU NAUFRAGIW 
EN BUENOS AYRES Y SU CAUSA. — CAMBIO Y DIVISIÓN QUE 
ESE SINIESTRO INTRODUCE EN EL DISCURSO DE SU EXISTEN- 
CIA. — SITUACIÓN DEL PLATA EN J 823, PROSPERA PERO IN- 
CIERTA. — WHEELWRIGHT TOMA EL PARTIDO DE. IRSE AL 
PACÍFICO. 

Se puede decir que nacido dos veces, Wheel- 
wright ha tenido dos orígenes, dos vidas y dos 
patrias. Su vida al menos puede dividirse en dos 
partes que forman como dos existencias sepa- 
radas : una que empieza por su nacimiento 
en los Estados Unidos de Norte América el 
año de 1798, y concluye á los 25 años de su 
edad; otra que comienza desde que escapa del 
naufragio en que hubo .de perecer en Buenos 
Ayres en 1823, hasta que muere en Londres, 
á los 50 años de habitar la América del Sud 
. en esta forma, 40 años en el Pacifico y 12 
en el Plata. Cosa al parecer extraña pero muy 
natural : este hombre de lasdos Américas, tenia 



su APARICIÓN EN SUD AMERICA i3 

SU hogar (home); en Londres, y con razón, 
pues Londres es un centro orgánico del pro- 
greso americano por no decir universal. Es la 
gran mina de oro, de libertad y de luz para 
todas las Naciones. 

Así Wheelwright fué un regalo que las olas 
del Plata hicieron á la América del Sud, despe- 
dazándole su buque en el Banco de Ortiz. Nuevo 
Hernán Cortés se quedó en el mundo de su 
naufragio, para conquistar su suelo, no por las 
armas sino por el vapor, no para España sino 
para la civilización , no para la absorbente Norte 
América, sino para asegurar á la misma Amé- 
rica del Sud la posesión soberana de sí misma. 

En sus dos existencias fué porteño de origen. 

« 

Nació en Norte América, en Newbury-Port, y en 
la América del Sud en el Puerto de Buenos 
AyreSy á cuyas playas salió descalzo y desam- 
parado, como el primero de sus abuelos los Pu- 
ritanos desembarcó en el suelo de Massachussets 

dos siglos antes, sin mas pertrechos ni equi- 
paje, que su genio y su gran voluntad. No tuvo 

necesidad de mas para alcanzar la opulencia y 
la celebridad, y recompensar la hospitalidad 



44 VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT 

que recibió de los habitantes de Quilmes inau- 
gurándoles 50 anos después el ferrocarril, que 
hace de esepueblito un barrio de Buenos Ayres. 

Para colmo de coincidencias ronáánticas, 
Wheelwright murió en un Puerto, Londres, de 
donde volvió otra vez su cuerpo inanimado á 
Newbury-Porty donde hoy descansa al lado de 
su cuna. ¿Qué extraño que en todas partes su 
destino haya sido ocuparse de puertos? Dio á 
Táboga^ en Panamá, el que hoy tiene; creó el de 
Caldera, en Chile ; dio faros, boyas, agua pota- 
ble, gas, telégrafos, y ferrocarriles á muchos 
puertos del Pacífico. Naturalmente el que mas 
fijó su atención y ocupó su actividad fué el puer- 
to que faltaba á Buenos Ayres, para justificar 
su nombre, y cuya falta le costó casi su vida. Por 
otra coincidencia rara, su último trabajo de in- 
terés público en Sud América, fué el de dar á 
Buenos Ayres como su puerto natural de mar, 
el de la Ensenada. 

La América del Sud tuvo, involuntariamente 
sin duda , para ese hombre tan benéfixío , una 
singular hospitalidad : en todos los países de 
ella, en que derramó el bien, fué víctima de 



TERRIBLES ACCIDENTES 45 

algún accidente mas ó menos grave, que expuso 
su vida, sin quitársela felizmente. En ^la tierra 
argentina escapó del naufragio ; en Chile de ser 
asesinado por un loco, que mató á su interlocu- 
tor en la calle ; en el Perú de tener el mismo fin 
en manos de los ladrones, que lo saquearon; 
en Panamá del vómito negro. Y como la vida 
(sobre todo la dolorosa) es un circulo, el Plata 
volvió á tomar su papel en la de Wheelwright, 
siendo el puerto en que naufragó en 1823, la 
causa ocasional del último de sus naufragios, 
— su muerte, ocurrida en el mismo año de su 
inauguración, — 1873, en el puerto de Lon- 
dres, desde donde volvieron sus restos por su 
voluntad teslamentaria, no al suelo de sus obras, 
sino al de su cuna en Newbury-Port, donde 
descansa al ruido de las olas como el porteño 
de San Malo, que cantó Los Natche: 



iZ. 



§ 



¿Qué hizo Wheelwright después que naufragó 
en Buenos Ayres y perdió el buque de que era 
capitán en 1 823 ? 



Añ VIDA DE WILLIAM WHEELWRIG HT 

Renacido milagrosamente en ese país ¿por 
qué no .se quedó en él^ cuando era el bello 
tiempo en que gobernaba Rivadavia que tanto 
quería á los extranjeros y á los Norte- Americanos 
sobre todo, que acababan de reconocer la inde- 
pendencia argentina enviando como su repre- 
sentante al ministro Rodney? Un agente inglés 
acababa de llegar también al grande y bello país, 
que se abría de nuevo al acceso libre del mundo 
comercial. ¿Qué tenia de preferible el Pacifico en 
ese tiempo para que Wheelwright dejase por él 
al Rio de la Plata? No se ve mas que una razón, y 
esa es tan grande^ que no se necesita de otra para 
explicar el partido que tomó. Buenos Ayres no 
era un puerto de mar y sino el puerto de un rio, 
como Londres y Payis, es verdad, pero sin tener 
bajo su dependencia puertos marítimos como 
Liverpool, Bristol, Marsella y Burdeos. Como 
puerto de rio, Buenos Ayres no podia tener ma- 
rina propiamente dicha, mi cabotaje marítimo, 
ni comercio marítimo en grande escala y digno 
de su nombre. No era, en fin, un puerto pro- 
pio para fijar los destinos de un marino joven, 
sano, bien educado, de lindo porte, que había de- 



POR QUÉ DEJO A BUENOS AYRES 47 

jadoá SU país mismo, el país marítimo por exce- 
lencia después de Inglaterra, no como emigrado, 
ni en busca de un hogar, pues dejaba el suyo ha- 
bitado por sus padres y sus hermanos que lo 
querían y recordaban vivamente — (una de 
ellas lo lloró soñándolo náufrago, como fué la 
realidad). 

« Yo estuve en el Plata, siendo joven, me dijo 
una vez en Nueva York el célebre armador 
Mr. Greenell, y juzgué sin vacilar que no que- 
darían* las cosas como estaban, con espléndidos 
ríos navegables y vastas costas maríliraas, todos 
cerrados y desiertos en obsequio de un mal 
puerto fluvial. » — ¿Por qué dudar de que ese 
estado de cosas impresionó del mismo modo á 
Wheelwright y lo dejó por el Pacífico para 
mejores tiempos? Lo cierto es que el curso ulte- 
rior de las cosas explica y justifica la elecíon 
del partido que tomó Wheelwright, de irse al 
Pacífico. 

Volverse á su país propio era el partidomé- 
nos admisible para un marino -pundonoroso, 
que habia perdido el buque de su mando en su 
primer viaje lejano. Hizo lo que .todo hombre 



48 VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT 

de juicio habría hecho en su caso : dobló el 
Cabo de Hornos, como sobrecargo de un buque 
americano, ocupación que no le impidió encon- 
trar su naufragio obvio y natural, se puede 
decir, en costas que se conservaban como las 
hallaron los descubridores españoles tres siglos 
antes. 



CAPITULO IV 

WHEELWRIGHT EN EL PACÍFICO DURANTE LOS PRIMEROS 
AÑOS. — SE OCUPA EN LA NAVEGACIÓN DE SUS COSTAS, EN- 
TRE VAPARAÍSO Y PANAMÁ . — ADQUIERE UN CAUDAL DE EX* 
•PERIENCIAY RELACIONES Y CRÉDITO. — HACE EL ESTUDIO 
DE LAS NECESIDADES Y RECURSOS DE ESOS PAÍSES^ CON 
QUÉ SE PREPARA Á SUS FUTURAS EMPRESAS . — SE FIJA EN 
GUAYAQUIL, PUERTO PRINCIPAL DE COLOMBIA Y DEL PACÍ- 
FICO ENTONCES. — ALLÍ EJERCE EL CO'nSULADO DE LOS ES- 
TADOS UNIDOS POR ALGUNOS AÑOS. PROVECHO PTJBUCO 
QUE DE ELLO SACA. 



Se ha notado que la fortuna es á menudo un 
elemento que entra por mucho en la composición 
del hombre superior. Pero mejor se explica este 



Sl^ LLEGADA AL PACIFICO 49 

fenómeno por la simple razón, que por cual- 
quiera causa sobrenatural. Es que la superio- 
ridad reside en la voluntad que sabe persistir, 
pues el que persevera acaba por ver claro. La 
fortuna es ciega, pero no es invisible, ha dicho 
Bacon. La de Wheelwright estaba en llegar al 
Pacífico á la hora en que su capacidad iba á ser 
una necesidad de la situación. Wheelwright en 
el Pacifico era Wheelwright en *su teatro, es 
decir, en el terreno que su buena fortuna le 
deparaba para teatro de las obras de transfor- 
mación y progreso de esas regiones. 

Dos grandes novedades ocurrían en el mundo 
entre los años de 1824 y 1825. Bolívar acaba- 
ba de destruir en Ayacucho el poder colonial 
español que había tenido incomunicados, ais- 
lados, ociosos y pobres á los países de Sud 
América, y Jorge Stephenson descubría en 
Londres su locomotora, é inauguraba el 27 de 
setiembre de 1 825 su pequeño ferrocarril de 
Darlington áuStockton, el primero y la primera 
vez en que los hombres osaron embarcarse pa- 
ra viajar á lai merced de una máquina. No hacia' 
sino once años que Wheelwright, siendo mucha- 



'i 



50 VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT 

cho, habia presenciado en su país nativo el des- 
Gubrimiento y primer ensayo del buque de va- 
por por su compatriota Fulton. Eran las dos in- 
venciones que debían dar ocupación á su vida de 
misionero y propagador del vapor naval y ter- 
restre en la América del Sud ; es decir, del ins- 
trumento que debia servir para acercar y unir 
entre si mismos á todos los pueblos. Érala hora 
de las grandes esperanzas en nuevos y mejores 
destinos, que esos acontecimientos señalaban 
como llegados para esa parte de la América del 
Sud. 

Todo estaba intacto en materia de negocios ; 
todo en germen y por hacerse. En cada cosa 
habia lugar á fundar esperanzas de grandes y 
seguros resultados. Esas situaciones que son un 
regalo de la suerte para el espíritu de empresa, 
tienen su lado negro : el de la lucha que á cada 
paso hay que tener con la rutina, con la pereza 
y la ignorancia conservadas en hábitos secu- 
lares de un régimen de atraso. No son nada las 
resistencias materiales, se ha dicho con ocasión 
3e Stephenson, en comparación de Jas resisten- 
cias morales. No hay obstáculo material, que 



COMPARADA CON SU TIEMPO 51 

no tenga por aliado á un hombre atrasado. — 
Wheelwright debia experimentarlo un dia. Su 
vida en Sud América debia de ser una campaña 
de incesantes batallas, aunque todas victoriosas 
á su vez. 

A cada paso tendremos que repetir en este es- 
tudio la siguiente observación : que no es po- 
sible apreciar con verdad la vida y valor de las 
obras de Wheelwright sin darse cuenta del 
momento -en que las concibió y llevó á cabo, es 
decir, sin compararlo con su tiempo. Sin ese 
método de apreciación histórica, que es el de la 
justicia, no hay jamas grandeza humana ni ver- 
dad completa en historia. Colon mismo se con- 
vierte en pigmeo si se juzga su primer viaje 
interoceánico por lo que hoy cuesta cruzar el 
Atlántico al mas vulgar piloto. Hay una regla 
de apreciación para no equivocar los casos : es 
en general grande hazaña, digna de memoria, 
toda empresa, que antes de ser un hecho, ha 
pasado por utopia. Los grandes hombres no son 
sino locos de la víspera. Todos las empresas de 
Wheelwright en Sud América se distinguen en 
una cosa : todas han sido tenidas cómo paradojas 



5f VJDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT . 

irrealizables antes de ser convertidas en hechos. 
En todas ha tenido por principal adversario, — 
la incredulidad. No porque sus concepciones 
no fuesen ya hechos practicados en otras partes, 
sino porque no lo eran en los países de Sud 
América en que la idea de introducirlas y apli- 
carlas, le pertenecia á él primero que á nadie. 
Si el mérito de esta importación, en circunstan- 
cias dadas, no igualase al de la invención mis- 
ma, no seria digno del privilegio con que lo 
premia la legislación de todo país civilizado. 
Estas reflexiones son un poco precoces en 
este lugar; pero ya veremos que se apUcan 
muchas veces á la vida de Wheelwright. 



Llegado á Chile, que fué el término de su 
viaje de Buenos Ayres, tampoco se quedó en ese 
país por entonces. Chile estaba como Buenos 
Ayres en este sentido, que teniendo el equiva- 
lente del gobierno de Rodríguez y Rivadavia en 
el de Freiré y Egaña, el comercio marítimo 
sin embargo estaba por nacer en ese país. Chile 



CHILE EN 1823 53 

no valia entonces para ocupar á un marino mas 
que Buenos Ayres. Valia, al contrario, menos, 
porque Buenos Ayres era Santiago y Valpa- 
raiso unidos en una misma ciudad, es decir, el 
Puerto y la Capital . 

La aduana estaba en Santiago, á 30 leguas 
del puerto de Valparaiso, simple desembarca- 
dero que no tenia entonces quince mil habi- 
tantes. Todavía estaba lejos de ser el emporio 
del Pacifico, como fué después, por la sencilla 
razón de que el comercio marítimo no habia 
nacido aun en esa región. Las casas de co- 
mercio en que Wheelwright debía apoyarse 
un día para fundar su línea de vapores, no 
existían todavía. 

Era eso cabalmente lo que recien se conquis- 
taba por la victoria de Ayacucho contra el colo- 
niaje español de comercio. Todavía el sud de 
Chile estaba en poder de los realistas, y el Callao 
en manos de los españoles aun después de Aya- 
cucho. Pero la iniciativa de ese cambio no 
estaba ya en las manos de Chile, que la habia 
perdido desde la retirada de San Martin del 
Perú. Toda esa gran reforma venia de Colom- 



54 VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT 

bia, que por la espada victoriosa de Bolivar, 
abría el Pacífico al libre acceso del mundo 
comercial. El puerto comercial de Colombia en 
los mares del Sud, era el de Guayaquil, ciudad 
entonces mas importante que Valparaíso por la 
razón dicha y como ciudad mas poblada, pues 
tenia entánces 22 mil habitantes. 

La vocación y oficio de marino que sacó á 
Wheelw^right de Massachussets para Buenos 
AyreSj y de este país para Chile, lo llevó en 
seguida á navegar en las costas del Pacífico de 
uno á otro délos nuevos Estados en formación. 
Era su mejor escuela preparatoria para los ul- 
teriores trabajos internacionales que debían de 
absorber su vida de empresario. 

Por algunos años Wheelwright ocupó su 
juventud en navegar por las costas del Pacífico 
entre Valparaíso y Panamá. Lámar presentaba 
entonces mayores seguridades al extranjero que 
el agitado continente. Las costas del Pacífico 
eran entonces teatro de los mas grandes acon- 
tecimientos de su historia. Estaban en faz unos 
de otros los escombros del viejo edificio colo- 
nial español y los materiales americanos del 



su NOVICIADO EN EL PACIFICO 55 

edificio moderno. Fué para'Wheelwright esa 
vida su curso de estudios económicos de las 
necesidades de esos países, de sus medios y 
recursos, de las costumbres, caracteres y apti- 
tudes de sus habitantes para la vida industrial 
y comercial. Así empezó á formar Wheelwright 
el gran capital preparatorio de la adquisición de 
los otros, á saber : — la experiencia y el crédito, 
de que hizo un gran caudal en pocos años, con 
el cual se hizo capaz de abrirse la gran carrera 
de empresario industrial que le dio renombre 
histórico . 

Pero, Wheelw^right no podia vivir indefini- 
damente en esos países como simple marino. 
El comercio marítimo no podia existir donde 
faltaba el comercio terrestre por falta de pro- 
ducción, de brazos, de capitales, de trabajo, de 
vías de comunicafeion, de seguridad. Era el 
deber y el interés del mundo extranjero comer- 
cial meter el hombro en la obra de suscitar 
y crear todo eso por conveniencia recíproca. 
La independencia de las Repúblicas de Cobm- 
bia, de Chile, del Perú, significaba la abolición 
del régimen que había mantenido cerrados 



56 VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT 

esos mercados al comercio no español. Su 
primer efecto debia ser la creación y formación 
de otros tantos mercados abiertos al libre 
tráfico de todas las naciones del mundo. Era 
necesario fijarse en algún punto importante á 
ese propósito. ¿Cuál otro habia entonces de mas 
importancia que Guayaquil^ el puerto prin- 
cipal de la Repüblica de Colombia^ tan influ- 
yente en ese tiempo, y sin duda alguna el 
puerto principal del Pacifico, mientras los 
españoles ocupaban militarmente el Callao? 

El mérito y valor que Wheelwright se habia 
granjeado ya en sus pocos años de residencia 
en el Pacífico no podia ser menos conocido de 
los Americanos del Norte, sus compatriotas, que 
de los Sud- Americanos. No tardó en verse 
revestido del papel de cónsul de los Estados 
Unidos en Guayaquil. 

Era una posición de inmensa importancia 
para ei desarrollo ulterior de su carrera indus- 
trial en esos países. 

Un cónsul en esos dias tenia la importancia 
de un Embajador. Lá diplomacia no tenia 
objeto ni existia en países que nacían recien á 



su CONSULADO EN GUAYAQUIL 57 

la vida política, y cuyos gobiernos rf^ hecho y 
no estaban reconocidos por las viejas naciones. 
El comercio que era el grande interés en que 
se concentraba su nueva existencia, se bastaba 
con sus ministros naturales, que son los cón- 
sules. Los consulados entre tanto se apode- 
raban, con asentimiento de los países de su 
residencia, de todas las inmunidades de la diplo- 
macia, siendo una de ellas el privilegio de 
exterritorialidad^ que de hecho les deferían 
todas las autoridades del país. El Consulado de 
la gran República délos Estados Unidos, debía 
ser el decano natural de todos los demás. Eso 
lo convertía en asilo ordinario de todos los 
perseguidos por motivos políticos. 

A poco tiempo de instalado Wheelw^right 
como cónsul de los Estados Unidos en Guayaquil, 
entraba Colombia en la crisis de su disolución 
sin haber concluido de constituirse. Esa situa- 
ción puso á Wheelwrigth en contacto estrecho y 
continuo con todas la» eminencias de la política 
colombiana en el Pacífico, á quienes trató casi 
de igual á igual, y convirtió en grandes amigos 
por esta otra razón. En su puesto de cónsul de 



58 VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT 

los Estados Unidos, Wheelwright tuvo frecuen- 
tes ocasiones de dispensar servicios insignes, á 
multitud de generales y jefes de partido, que 
en las alternativas de la guerra civil de Colom- 
bia, buscaron á su vez asilo y salud en los aus- 
picios de la bandera consular americana. Su 
casa neutral y hospitalaria, sirvió á la vez de 
refugio salvador á los jefes de todos los partidos 
que en ulteriores tiempos normales llegaron á 
ocupar los puestos mas altos é influyentes de la 
administración ecuatorial y colombiana. Esas 
relaciones fueron empleadas del modo mas útil 
á la causa del progreso, cuando llegó el dia 
de empeñar á los gobiernos del Pacifico en el 
establecimiento de una comunicación sistema- 
da y regular, entre esas Repúblicas y los mer- 
cados de Norte América y de Europa. No hay 
que olvidar que Guayaquil era el primer puerto 
de Colombia.k cuya República pertenecia enton- 
ces el Istmo de Panamá, como parte de Nueva 
Granada, lo mas vecino, geográficamente, que 
Sud América tenia con los Estados Unidos de la 
América del Norte, y el punto natural de con- 
tacto éntrelos dos Océanos Pacifico y Atlántico. 



DISOLUCIÓN DE COLOMBIA 59 

Toco estas cosas en la vida de Wheelwright 
porque no hay mejor medio de explicar la car- 
rera de un hombre que estudiar el medio en que 
su existencia se ha desarrollado; como basta 
estudiar el modo de ser de un territorio, para sa- 
ber la dirección en que correrán sus rios. Esto 
es lo que constituye en la vida como en la geo-* 
grafía, la lógica de las sinuosidades. 

La disolución de la República de Colombia, 
traia un cambio fundamental en la condición 
marítima y comercial del Pacífico. Guayaquil 
dejaba de ser puerto de la primera República 
de Sud América entonces y quedaba en simple 
puerto del estadito del Ecuador. Como puerto 
fluvial, no podia compararse con el puerto de 
Valparaíso, que era marítimo, como el eslado 
del Ecuador no era comparable en importancia 
comercial con el estado de Chile. Disuelta Co- 
lombia, Valparaíso, como el puerto del Pací- 
fico mas cercano del Atlántico por la vía del 
Cabo de Hornos, entraba en el camino de ser 
muy presto el emporio comercial del Pacífico 
por esa ventaja geográfica y otras, que no le ha 
quitado ni quitará la misma California, mién- 



60 VIDA DE WILLIAM WHEELWRGHT 

tras no se canalice el Istmo de Panamá. To- 
maba esa importancia Valparaíso, no á causa 
de la disolución de Colombia, sino porque 
coincidía con ella la asunción del rango que 
tiene por la geografía como el puerto del Pa- 
cífico mas cercano de la Europa, y que tomaba 
por la política inteligente y progresista de Chile, 
que lo hizo cabeza de una Provincia aparte, des- 
prendida de su provincia capital , que era la de 
Santiago, en provecho de ambas y de todo Chile, 
lejos de ser en diminución del poder de San- 
tiago : ejemplo que sin embargo no quiere imi- 
tar hasta hoy cierta capital tomando como suyo 
el único puerto marítimo que tiene todo el país 
de su vecindad oriental trasandina. Así Guaya- 
quil entraba en su decadencia, al tiempo en que 
Valparaíso empezaba su ascensión por esta 
principal doble causa : en Colombia desapare- 
cía la institución del gobierno nacional, que en 
Chile se constituia y vigorizaba con una ener- 
gía que no ha cesado hasta hoy de progresar. 
Donde no hay gobierno serio, no hay seguri- 
dad , ni paz, ni comercio, ni empresas de me- 
joramiento nacional. 



su VUELTA A CHILE 61 

De este modo explican las cosas mismas lo 
que ellas produjeron, — la traslación de 
Wheelwright, es decir, del espíritu de em- 
presa, de Guayaquil á Valparaíso. 



CAPITULO V 



WHEELWRIGHT DEJA AL ECUADOR Y SE FIJA ENCHILE. 



En 1829 llegaron á Chile dos hombres, que 
en lo ulterior ejercieron grande influjo en los 
destinos exteriores de ese país : Don Andrés Be- 
llo y Mr. Guillermo Wheelwright. Bello formuló 
su vida exterior como publicista y como profesor 

de derecho de gentes ; y Wheelwright hizo en 
parte, por sus obras de viabilidad y mejora- 
miento material, lo que el otro formuló. Lo 
curioso es que ambos fueron dos pérdidas que 
hizo Colombia, sin contar la de Bolívar, ocur- 
rida en el año siguiente de \ 830. 

La inaciativa de la evolución comercial del 
Pacífico quedó en manos de Chile ó, mejor 
dicho, de su grande emporio, — Valparaíso. 



62 VIDA DÉ WILLIAM WHELWRIGHT 

Fijado en él Wheelwright , se quedó por 
muchos años y fué teatro esa ciudad de sus 
primeros ensayos industriales, en que conti- 
nuó estudiando las necesidades de esos países 
en punto á tráfico y comercio y agrandando su 
caudal de experiencia de los hombres, costum- 
bres, idioma y cosas peculiares, que fué la base 
firme de sus empresas ulteriores de mejora- 
miento para Sud América y de provecho perso- 
nal para él mismo. No podia haber elegido 
mejor sitio para punto de partida de su gran 
carrera. Si los progresos materiales de Chile , 
en los siguientes tiempos no pueden explicarse 
sin Wheelwright, el buen éxito y progresos de 
Wheelwright^ no pueden explicarse sin la coo- 
peración de Chile. 

Vuelto á Chile en 1829, Mr. Wheelwright 
estableció un servicio de paquetes á vela entre 
Valparaíso y Cobija, puerto principal de Boli- 
via, y él personalmente, tomó el mando, como 
capitán mercante, de una goleta americana, — 
La Veloz Manuela^ — que gozaba de gran 
reputación por su rapidez, exactitud y buen 
trato que los pasajeros recibían, del mas popu- 



SITUACIÓN DEL PACIFICO 63 

lar, amable y querido capitán que navegó jamas 

las costas del Pacífico. 

En ese tiempo un hermano suyo, hombre 

instruido, de bellos modales, cortés, paciente y 

como de cuarenta años de edad, instituyó y 

mantuvo un colegio particular de señoritas, en 

el cual se educaron las que podemos mencionar 
por su papel ulterior en el mundo distinguido, 

en honor del colegio en que tan bien se educa- 
ron, y fueron entre otras, las señoritas de La- 
marca, de Hobson, de Urmeneta, de Browne, 

y tantas otras, que recuerdan con gratitud y ve- 
neración el nombre de su honorable maestro 

del colegio de Valparaiso. 



La condición en que Wheelwrighl encon- 
traba las ciudades del Pacífico, tal como venia 
formada por su antiguo régimen colonial espa- 
ñol, estaba en oposición, lejos de corresponder 
á su moderno papel y destino en la vida comer- 
cial á que la libertad las introducía. Eran ciu- 
dades sucias, insalubres, mal alumbradas, mal 



64 VIDA DE WILLIAM WHELWRIGHT 

empedradas, escasas de agua, y faltas de todo lo 
que una ciudad requiere para poblarse rápida- 
mente por inmigrados de países civilizados. 
Wheelwright hizo de sus necesidades de mejora- 
miento otros tantos objetos de empresas tan útiles 
como brillantes para el país y para él. En sus mi- 
ras extensas, que abrazaban el mejoramiento so- 
lidario de todos esos países del Pacífico, no se li- 
mitó para esos trabajos á Valparaíso. Organizó 
en esa ciudad la provisión de agua potable en 
toda casa que quiso tenerla, por cañerías de 
fierro en la forma conocida en ciudades de 
Europa y América. Introdujo y estableció el 
alumbrado por gas en la ciudad de Copiapó. 

Plantificó en la ciudad del Callao, en el Perú, 
el mismo sistema de provisión de agua potable 
que en Valparaíso. En esta misma ciudad de 
su residencia favorita, introdujo también y or- 
ganizó el alumbrado por gas. En ciudades ex- 
puestas á incendios por los materiales infla- 
mables con que se edifica en previsión de los 
estragos del temblor de tierra, la introducción 
de agua abundante al alcance de todas las ca- 
sas, era un doble servicio de salud y de seguri- 



sus OBRAS DIVERSAS 65 

■ 

dad. Introdujo en lugares desiertos de la costa 
del Pacífico, máquinas para destilar agua po- 
table, que han hecho casi confortable la vida 
ulteriormente donde horrorizaba el encontrarse 
en otro tiempo. Plantificó en varias partes de 
la costa la fabricación de ladrillos de cons- 
truccionpor máquinas poderosas. Llevó á cabo 
la localizacion de boyas ó valizas en muchos . 
puertos del Pacífico. Hizo infinitos viajes de 
exploración á países vecinos y conexos con 
Valparaíso, con el objeto de verificar ó descu- 
brir la existencia de productos naturales del 
suelo , capaces de servir al comercio de expor- 
tación, tales como el carbón de piedra, salitres, 
boraj, cal, y otras sustancias que son hoy obje- 
tos ordinarios de comercio, gracias á Wheel- 
wright, en mucha parte. 

En Valparaíso se dio á infinitas empresas 
secundarías, pero tales por su grande utilidad, 
que contribuyeron al desarrollo de la prospe- 
ridad material de Chile, varias de las cuales 
son hoy mismo productivas de los mas satisfac- 
torios resultados. A menudo él sugirió y propuso 
lo que otros hicieron, y lo que otros sugirieron 



.n 



66 VIDA DE WII.LIAH WHEELWRIGHT 

él lo ejecutó, habiéndose identificado en esos 
términos con el movimiento progresivo de Chile. 
Baste decir que por muchos años en ese feUz 
país no hubo empresa de interés material en que 
el nombre y la mano de Wheelwright, no es- 
tuviesen mezclados de algún modo. Su nombre 
popular y venerado hasta hoy en Valparaíso, 
es un testimonio de ello. Pero todo eso no era 
sino el prefacio de las grandes empresas en que 
debia servir al interés de toda América, por no 
decir de los dos mundos, puestos en contacto 
inmediato y sistemado en mucha parte por la 
obra de Wheelw^right. 



CAPITULO YI 

ORÍ GEN DE LA LÍNEA DE VAPORES DEL PACÍFICO. 

Pero la gran prosperidad de Chile, dejaba 
subsistente un vacio difícil de remediar, pues 
venia de su situación geográfica, tan distante de 
la Europa. — Entrando al Pacífico por el Cabo 
de Hornos cuando lo conoció por primera vez, 



VAPORES DEL PACIFICO 67 

Wheelwright llegó armado de la prueba mas 
duramente convincente para él, de que la gran 
calamidad de esa región del mundo consistía 
en la distancia remota que la separaba de la 
Europa y de la América mas civilizada. Eman- 
cipadas de Kspaña esas Repúblicas nominal- 
mente libres, quedaban bajo el yugo de otros 
tíranos no menos desastrosos, á saber, el tiempo 
y el espacio inmenso que en cierto modo los 
mantenia en su viejo aislamiento respecto 
del mundo mas libre y mas civilizado. 

El mas natural de los resultados de la inde- 
pendencia, que era la apertura de esos países 
su transformación en otros tantos mercados 
para el tráfico del mundo fabril y comercial, 
quedaba esterilizado por su situación antípo- 
da y por la nulidad de los medios de tras- 
porte. Cómo vencer ese obstáculo mas fuerte 
que el de la dominación de España, era el po- 
blema de vida ó muerte de esa redon después 
de refuelto el de su independencia política. 
Su solución era la suprema necesidad de esa 
bella parte del mundo, y debia ser la primera 
de sus glorias industriales. Pero el problema 



68 VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT 

estaba ya resuelto en parte desde la inven- 
ción con que Fulton suprimió en cierto modo 
el espacio y el tiempo , en la superficie del 
mar. ¿Quién sino el compatriota de Fulton, esta- 
blecido en el Pacifico, era el llamado á importar 
y aclimatar en la América del Sud la navegación 
por vapor , en el interés de su aproximación á 
la del Norte y á la Europa, de un modo continuo, 
permanente y sistemado? La fiebre de raza que 
inspiró á un Americano la invención del buque 
de vapor, inspiró á su compatriota la impor- 
tación y aplicación de ese invento de un modo 
tan audaz y nuevo como fué su concepción pri- 
. mera. Prueba de ello es la impresión de para- 
loxismo que causó su simple mención primera. 
Ya hemos dicho que para juzgar y apreciar el 
genio de Wheelwright es preciso compararlo á 
su tiempo ó, mejor dicho, á la situación del teatro 
de sus empresas. Hace treinta y cinco años que 
sucedia lo que aquí recordamos. Crear lineas de 
vapores, hacer ferrocarriles, construir telégrafos 
eléctricos, alumbrar á gas las ciudades, es y será 
siempre el honor de todo empresario. Pero la 
gloria propiamente dicha, no es, en esas con- 



LINEA DE VAPORES ¿9 

quistas, sino del que primero convierte la utopia* 
en realidad. No merece estatuas sino el que es 
llamado loco por las aspiraciones que le valen el 
titulo de grande, después de realizadas. — Vea^ 
mos como llegó Wheelw^right á la concepción ^ 
ejecución de su mas grande empresa en el Pa- 
cifico, que fué la instalación y organización dh 
la línea de vapores entre Valparaíso y Panamá^, 
que hoy es entre el Pacifico y Europa por él Es- 
trecho de Magallanes^ sin perjuicio del ttófióó 
por Panamá como antes de ahora. * '^ 

> - > 

No bastaba concebir la idea. Era necesario 

■ * • 

buscarle acogida en el público, es decir, enlosgoi- 
biernos y en los capitalistas. Para ello era pre- 
* ciso convencerlos, no tanto de su conveniencia^ 
que todos comprendian, como de su practicábi- 
lidad, en que nadie creia. La verdadera origi- 
nalidad de Wheelwright consistía en ser el pri- 
mero que vio la posibilidad de esa obraren el 
Pacifico. Era sin embargo el tiempo en que la 
navegación á vapor se introducía y extendía erí 
todos los mares del mundo. La idea de su apli^ 
cacion algrande Océano Pacífico, aunque nue- 
va y atrevida por entonces, no tenia nada de ih-¿ 



70 VIDA DE WILLIAM WHKELWRIGHT 

sensata , como lo probó el resultado. Eso no 
impidió que Wheelwright fuese tenido por vi- 
sionario no solo entre el vulgo de Sud América 
sino por ingleses mismos. Un ministro británico 
residente en el Perú llegó á dar por consigna á 
sus sirvientes de negar su presencia en casa to- 
da vez que el loco Wheelwright preguntase por 
él. Los muchachos de la calle en Lima, befaron 
mas de una vez al maniaco que soñaba en acer* 
car la costa del Pacífico á la Europa por Pa- 
namá. 

Y entre tanto es la verdad que no se trataba 
únicamente de introduir un nuevo agente mo- 
tor en la navegación del Pacifico, sino también 
un cambio de su geografía política y social. 

No debemos pasar adelante, para fijar bien 
el valor del hombre que historiamos, sin dejar 
establecido que Wheelwright no es el mero re- 
presentante de una empresa mas ó menos con- 
siderable en los países occidentales de Sud Amé- 
rica. Representa en realidad toda una revolu- 
ción económica en el sistema de tráfico y de co- 
municación internacional y doméstica ; y damos 
á ese cambio expresamente el nombre de revo- 



Sü REVOLUCIÓN ECONÓMICA 71 

lucion, en sentido metafórico, porque en rea- 
lidad es y forma p.arte, y la parte mas sana y 
útil de la revolución americana de esos países 
contra su viejo régimen colonial español. En 
este sentido es nuestro hombre un continuador 
de Bolívar, el Cochrane de la paz en los mares 
libres del Pacífico. 

Dos cosas formaban el viejo régimen de esos 
países : 1^ su dependencia del gobierno de Es- 
paña como territorios pertenecientes á esa Me- 
trópoli, y 2^. el orden interno que habian recibido 
eñ el interés de hacer perpetua esa dominación. 
Consistía en esto último lo peor del régimen co- 
lonial. Una colonia puede ser fehz, civilizada y 
libre con el régimen que tienen el Canadá y la 
Australia. Pero la mas completa independencia 
exterior no le quita su atraso y servidumbre ai 
país organizado interiormente como lo estaban 
las ex-colonias de España en América. Su re- 
volución, por tanto, debió ser y fué doble como 
fué su despotismo, y su doble objeto consistió en 
romper la dominación española y constituirse 
independientes, y en cambiar el orden colo- 
nial interno en el sentido del progreso y de la 



72 VlOA DE WILLIAM WHEELWRIGHT 

libertad, es decir del gobierno de América por 
América y para América. , 

Vamos á ver que de esta revolución interna 
forma parte la de progreso que Wheelwright 
representa por su obra complexa, de que no son 
sino detalles los diversos trabajos que forman un 
sistema, porque todos propenden á un fin, — la 
viabilidad. Su revolución abraza no solamente 
un nuevo sistema de navegación sustituido á otro, 
el buque de vapor en lugar del buque de vela, en 
mares sujetos á calmas y corrientes contrarias 
permanentes, sino también una revolución geo- 
gráfica por la cual quedan las Repúblicas del 
Pacífico, que antes ocupaban un extremo re- 
moto del mundo, en el centro mismo de la gran 
ruta comercial que liga directamente á la Eu- 
ropa con el Asia comercial (India, Chinay Aus- 
tralia), por -la rehabilitación de la via que buscó 
Cristóbal Colon para aproximar la Europa del 
Asia cuando sin saberlo dio con las Indias 
Occidentales. 

Compatriota de Prescott, de Washington 
Irbing y de Motley, Wheelwright se guardó 
de imitar á los Sud- Americanos en su desprecio 



su REVOLUCIÓN GEOGRÁFICA 13 

por toda fuente española de infamación solo 

por ser española. Interrogó al contrario sus 
anales Americanos y en sus respuestas halló la 

bella idea de ligar á la Europa con el Pacifico 
y la Australia, por la via de la América central ; 
pues no era sino un camino que habia practi- 
cado España mucho tiempo, procediendo de 
Cádiz á Vera-Cruz, de allí á Acapulco en el 
Pacifico, y de allí á sus Filipinas, del Asia 
Austral. 

Wheelwright debió ser conducido á la con- 
cepción de su cambio, por la observación y la 
experiencia paciente de muchos años emplea- 
dos en la navegación á vela del Pacífico. Lu- 
chando con las calmas persistentes de ese mar, 
aprendió, á su costa, á conocer la dilapidación 
de tiempo y de dinero que ese terrible incon- 
veniente originaba al comercio general del 
mundo. Fiel al ejemplo de sus antepasados los 
Puritanos, que al llegar á Machassussets por 
la primera vez, de cada desventaja del suelo 
hicieron un recurso, Wheelwright comprendió 
que si las calmas eran un mal para la nave- 
gación á vela, también eran un tesoro para la 



74 VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT 

navegación á vapor. Así combinados el nuevo 
motor con la nueva geografía, ponían entram- 
bos al Paicífico á un tercio de la distancia de 
espacio y de tiempo en que estaba respecto de 
la Europa por las tradiciones coloniales com* 
binadas con las condiciones físicas de esa 
región. 

La adopción de la vía de Panamá, sin el 
empleo del vapor, no adelantaba mucho la 
condición actual de cosas. El vapor sin la vía 
de Panamá, en tugar de la del Cabo de Hor- 
nos, quitaba á la empresa la cooperación del 
ínteres europeo de aproximarse del Asia por 
una vía al través de la América central . Acer- 
carse de Panamá, que está vecino de las 
Antillas, era para los países meridionales del 
Pacífico, aproximarse de la Europa, pues la 
Europa, en cierto modo, empieza en las 
Antillas. 

Concebida esa gran mira, estaba en cierto 
modo resuelto el problema de su ejecución ; 
pero de seguro que las cosas no podían que- 
dar como estaban. Después de vencida y arro- 
jada España de esos países, quedaba el sistema 



RESISTENCIAS REACCIONARIAS 75 

colonial español en toda su vigencia coexis- 
tiendo con la independencia obtenida por los 
triunfos de la espada. 



CAPITULO YII 

« 

LUCHA DE WHEELWRIGHT CON LOS RESTOS DEL ANTIGUO 
RÉGIMEN COLONIAL EN EL TRÁFICO. 

Se puede decir que todo el sistema colonial 
español estaba consignado en el sistema de 
comunicación y de tráfico, ó mejor dicho en 
la falta sistemada de comunicación y de 
tráfico; 

En la incomunicación y el aislamiento de 
las poblaciones unas con otras y de los países 
americanos con los países extranjeros ; 

En la ausencia de todo comercio, y de toda 
industria; 

En la falta de caminos y de puentes ; 

En la elección de malos puertos, mante- 
nidos por sistema en mal estado^ como para 
hacer efectivas aquellas prohibiciones; 



r 



76 VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT 

En la exclusión de toda inmigración libre 
de extranjeros ; 

En la ausencia de todo trabajo productor y 
de capitales ocupados en producir ; 

En la aduana exclusiva y prohibitiva de todo 
comercio libre ; 

En la inseguridad, lentitud y carestía de la 
posta ó de los correos. 

Esta situación era servida por las leyes 
coloniales, mantenidas en las costumbres for- 
madas por ellas á las poblaciones indígenas ó 
naturales. Pero mejor que por las leyes era 
mantenida por su misma .condición física, ó 
mejor dicho por la geografía política creada 
para excluir el tráfico y la circulación, que 
podían hacer nacer el comercio, la riqueza, el 
poder, la libertad, la independencia. 

Así fué que la victoria militar de Bolívar en 
Ayacucho, derrocando la autoridad española 
en Sud América y dejando en pié todo el orden 
interior de cosas del tiempo colonial, solo 
destruyó la dependencia en que América 
estaba respecto de España, pero no su gobierno 
interior colonial que seguía coexistiendo con la 



RESISTENCIAS DE LA RÜTINiV 77 

independencia y produciendo los mismos malos 
efectos que anteriormente, no ya en servicio 
del gobierno español, es verdad, sino en el 
mal entendido interés de los gobiernos patrio3, 
establecidos en nombre de la libertad ame- 
ricana. 

Nada es mejor prueba de esto que las resis- 
tencias oficiales, que Wheelwright encontró 
en los nuevos gobiernos, para introducir y esta- 
blecer su método de tráfico libre, rápido y 
seguro, que á nadie servia mejor que á ellos 
mismos, como lo probó la experiencia ulte- 
riormente. 

De ahí es que Wheelwright, para buscar 
apoyos á su empresa tuvo que empezar por 
apelar á los suyos , es decir, al comercio 
extranjero de que él era miembro en las 
plazas de Chile, Perú y Ecuador; y como era 
la expresión y órgano de ese comercio extran- 
jero en las miras de su plan trasatlántico, 
fácilmente la hizo recibir de todos como su 
propia empresa en sus simpatías, como lo 
fué bajo cierto aspecto por su cooperación, 
y sobre todo por los frutos reportados. 



78 VIDA DE WILUAI WHEELWRIGHT 

¿Qué mejor prueba que esa, en favor de los 
beneficios, que á esos países de Sud América 
traen las inmigraciones de europeos? Se veia 
en ese ejemplo á la inmigración produciendo 
la inmigración de capitales y de elementos 
europeos de progreso. Se ha dicho, con razón, 
que el mejor agente de colonización y de emi- 
gración, es él mismo colono, el mismo emi- 
grado, que llama y atrae a los suyos con mas 
eficacia que el mas seductor de los agentes. 
La Europa, según eso, atrae á la Europa en 
América mejor que la América misma. Y tal 
cual es la Europa que llama, así es la Europa 
que acude : lo cual enseña dos verdades útiles 
á Sud América, á saber : que se debe atraer 
artificialmente la primera inmigración y que 
no se debe atraer sino la mas selecta y exce- 
lente. 

Empezó en efecto en los círculos comer- 
ciales el movimiento de opinión, que Wheel- 
wright silscitó en fayor de su grande empresa 
de progreso general, para acabar por encontrar 
sus grandes recursos pecuniarios en Inglaterra, 
donde los encontró la empresa de la indepen- 



EN QUÉ ESTABA SU PODER 79 

dencia política de esos mismos países. Las dos 
causas económicamente formaban una sola. 

Es difícil entraren este estudio sin hacerse la 
reflexión siguiente. Introducir, fundar una no- 
vedad como el vapor marítimo en países donde 
era desconocido por lo remoto y oscuro de su 
situación, era ya una grande empresa; pero 
empezar por fundar una línea de vapores era 
una empresa mas que atrevida ; era una especie 
de locura, como muchos la calificaron. Era de 
esas empresas arduas en todo tiempo. Lo seria 
hoy mismo para el hombre mas poderoso en el 
Pacífico. 

¿Quién eraWheelwright, qué tenia Wheel- 
wright cuando acometia ese negocio? ¿Era un 
gran comerciente, un propietario millonario, 
un hombre poderoso por su situación? Nada de 
todo eso. Era un extranjero en esos países, y 
todo su capital consistía en lo que tenia Colon, 
en España, cuando concibió el proyecto de atra- 
vesar el mar Atlántico. Todo su caudal era su 
idea, una grande i3ea que derivaba su poder de 
su propia importancia intrínseca, es decir, 
de ser la idea de un cambio que á todos con 



80 VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT 

venia grandemente. Wheelw^right se hizo el 
brazo de esa idea, el instrumento y órgano 
de ese gigante que se llama todo el mundo ^ 
á cuyo poder nada resiste, desde que un desig- 
nio importante conquista la sanción de su opi- 
nión. Procurar á su proyecto esta sanción 
era todo el nudo de la dificultad, dificul- 
tad en cuya solución empezó por probarse la 
capacidad excepcional . de Wheelw^righl como 
empresario,la cual consiste, como hemos dicho, 
no solamente en concebir una grande empresa, 
sino en tener la grandeza y perseverancia de 
esa voluntad que tiene la fuerza de una ley. 



CAPITULO VIII 

COOPERACIÓN QUE WHEELWRIGHT PIDE PARA SU EMPRESA Á 

LOS GOBIERNOS DEL PACÍFICO. 

Examinados y discutidos todos los elemen- 
tos del plan de Mr. Wheelwright, en méetings 
públicos tenidos en las plazas comerciales de 
Valparaiso y Lima, y con vista del parecer dado 
por comités de personas competentes para inda- 



OBSTÁCULOS DE LA RUTINA 81 

gar la practicabilidad y conveniencia de dicho 
plan, obtuvo Wheelwright la mas unánime y ca- 
lorosa sanción de lodo el comercio extranjero 
dé esos países, que era en realidad todo su co- 
mercio. 

Apoyado en ese movimiento de opinión inte- 
ligente, acudió el empresario á los gobiernos de 
los Estados del Pacifico en busca de una coope- 
ración en cierto modo indispensable por la ha- 
bitud de esos países de deberlo todo á su inicia- 
tiva oficial , y por la naturaleza casi pública de 
las empresas de comunicación y trasporte. Era 
ésta una tarea menos sencilla dQ lo que debia 
esperarse. Aunque gobiernos libres por divisa 
y espíritu , se componían de hombres educados 
en el sistema colonial arriba descrito. La liber- 
tad estaba en sus deseos, pero el coloniaje en sus 
hábitos. No se entendían entre sí, con respecto á 
su política comercial, no obstante la necesidad 
de su causa americana. Acabados de insta- 
larse vivían ocupados de defender su propia 
existencia, disputada y amenazada y destruida 
á menudo por los suyos. Baste decir que eran 
gobiernos en formación. 



99 VIDA DE WILLUM WHEELWRIGHT 

De 1835 á 1845 en que Wheelwright con- 
cibió y ejecutó su empresa, fué cabalmente el 
periodo mas crítico de la formación de esas 
Repúblicas del Pacífico. La primera dificultad 
para obtener las concesiones, que la empresa 
necesitaba, era saber á quién pedirlas. Todos 
los Estados del Pacífico en ese período de su 
historia vieron en problema su propia existen- 
cia. No bien Colombia habia creado á Bolivia, 
cuando ella misma cesaba de existir como Union 
federal. Bolivia misma después de existir, se 
vio anexada al Perú para formar una confedera- 
ción, que Chile miró como una amenaza á su 
propia existencia, por cuyo motivo desnudó su 
espada y disolvió la Confederación Perü-Bo- 
Üviüna. No hacia mucho que el mismo Chile 
habia escapado á la anarquía, por la consolida- 
ción de su gobierno interior. 

Todo eso se pasaba mientras Wheelwrright 
se ocupaba de organizar su empresa, que se 
formó, puede decirse, junto con esos Estados, 
y fué tal vez la parte no menos .esencial de su 
organización. Esa situación de cosas afectaba á 
la empresa en todos los. terrcMs, pues hasta 



DIFICULTADES CON QUE LUCHA 83 

para formar la Compañía, que debía levantar 
el capital en Europa, la instabilidad é incerti- 
dumbre de los gobiernos del Pacífico era la ob- 
jeción mas embarazosa. 

El gobierno de Chile como mas establecido, 
empezó por dar todo su apoyo al sistema de 
comunicación, que debía taerle mas ventajas 
que á los demás, por la situación geográfica de 
su país, y por la naturaleza de sus productos. 
Por una ley de 25 de agosto de 1833, concedió 
á Mr. Wheellwright los privilegios y exenciones 
que solicitó para su navegación excepcional. 

Para obtener iguales concesiones del go- 
bierno de Bolivia, que era el Estado inmediato, 
Wheelwrighl tuvo que cruzar la cordillera de 
los Andes y buscar al gobierno en Potosí, donde 
se encontraba á la sazón. Se halló de testigo, 
con ese motivo, en la batalla de CarabobOj en 
que el general Santacruz venció y tomó pri- 
sionero á Salaverry. Fué una de las muchas 
aventuras que Wheelwright tuvo que contar 
de su vida en Sud América. Salaverry, que le 
conocía, le hizo depositario de sus últimas pa- 
labras y papeles privados. La neutralidad pro- 



84 VIDA DE WÍLLIAM WHEELWRIGHT 

bada de su conducta leal y circunspecta- en 
Jas disensiones civiles de esos países, valió á 
Wheelwright el respeto de todos los partidos. 

El Estado del Ecuador le hizo su concesión 
en 1837, solo por cuatro años, de un privi- 
legio de navegación á vapor sin derecho á par- 
ticipar de la navegación de cabotaje. 

La República de Nueva Granada, que tenia 
en el Atlántico sus mejores puertos, como los 
de Cartagena y Santa Marta, no mostró el mismo 
afán que sus vecinos del Pacífico por favorecer 
una empresa cuyo principal mérito para estos 
era el de ligarlos directamente con la Europa 
por el Istmo de Panamá, es decir por el territo- 
rio granadino. Ese Panamá que hospedó al Pri- 
mer Congreso americano reunido en vista de 
unificar la América política, se mostraba menos 
hospitalario para la unidad mercantil de la 
América occidental. 

La resistencia ó apatía de esos gobiernos era 
inconcebible cuando se piensa que las conce- 
siones que Wheelwright les pedia se reducían á 
favores que les rogaba él hacerse á sí mismos, 
es decir, al interés de los países de su mando. 



CONCESIONES SOLICITADAS 85 

Esto parece increíble , pero es el hecho mas 
notorio. Lo que Wheelwright les pedia, en 
efecto, le dejasen fundar en el remoto y so- 
litario mar del Pacífico, ño era otra cosa que un 
servicio de pública administración, que en 
todas partes es del resorte, del interés y del de- 
ber de los gobiernos progresistas promover y 
establecer; tal es el del establecimiento de vias de 
comunicación y trasporte de correspondencia, 
de personas y de mercancías. Los gobiernos de 
Holanda, de Inglaterra, de Estados Unidos, 
dieron siempre un ejemplo confirmatorio de lo 
que dejamos dicho, y lo dan hoy mismo. 

Bastará examinar una por una las cuatro con- 
cesiones principales, que Mr. Wheelwright les 
pedia, para convencerse, con asombro, de lo 
que dejamos aseverado. 

Consistía la primera en el privilegio exclusivo 
de navegar las costas del Estado, con buques de 
vapor, por diez años, con el goce de todos los 
favores de la marina nacional mercante*. El 
vapor hasta entonces era desconocido en el Pa- 
cífico, en tal grado que pasaba por paradojal la 
idea de establecerlo. Privilegiar un buque de 



86 VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT 

vapor aislado y solo , en un paraje apartado ptídía 
significar la exclusión de una concurrencia po- 
sible y útil. Pero privilegiar una linea que debia 
establecer en una costa de tres mil millas, no 
solamente el vapor, sino por el vapor una comu- 
nicación continua^ rápida y segura entre los 
países vecinos y entre todos ellos y la Europa 
pot el Istmo de Panamá^ es decir, por una di- 
rección desconocida hasta entonces, era hacer á 
esos países, dejados en el mas vergonzoso aisla- 
miento por un coloniaje abyecto de tres siglos, 
el don mas grande que su imaginación podía 

concebir y apetecer su condición. Tal privilegio 
á nadie excluía porque no había ni sombra de 
concurrentes. 

La segunda concesión consistía en la libertad 
que debia dejarse á los vapores de hacer escala 
en los puertos de la República para recibir y 
dejar pasajeros ó carga, sin pagar derechos de 
tonelaje, anclaje, etc., etc. Esa simple demanda 
moslraba la vigencia persistente, en plena repú- 
blica libre , del sistema colonial de tráfico que 
había mantenido cerrados al comercio los puer- 
tos del país. Pedir el goce de una libertad á 



GOxNGCSlONES A LA EMPRESA DE VAPORES 87 

goBieriios que se decían nacidos de la libertad 
para fundar la libertad de tratar con todo el 
mundo, era de tomarse como ironía, pues sin 
la libertad de traficar con los puertos de la Re- 
pública, venia á ser mera comedia la preten- 
dida abolición del régimen colonial español. ¿No 
era en realidad como pedir al país la libertad 
de hacerle el mayor beneficio ? 

Consistía la tercera concesión que pedía Mr. 
Wheelwright en el permiso de establecer ponto- 
nes para depósitos del carbón con que debían 
navegar los vapores , sin pagar por ello dere- 
chos á la aduana. Tal permiso era una condi- 
ción tan obvia y esencial de la navegación á va- 
por, que se trataba de establecer, que negarlo 
habría sido equivalente á negar la libertad de 
navegar á vapor en esos países víctimas de la 
navegación á vela, pues el carbón es el vapor. 

La 4* concesión solicitada, era que el gobier- 
no "se obligase al pronto despacho de los buques 
y á que no sufran retardo alguno en su viaje, 
para cargar ó descargar, entrar ó salir, siendo 
la exactitud, en tales comunicaciones, un punto 
del mas esencial y general ínteres. Semejante 



68 VIDA D& WILLIAH WHEELWRIGHT 

demanda dirigida al gobierno regular de un país 
liabituado al libre tráfico, hubiera sido incom- 
prensible, ó tenido por una burla, pues era equi- 
valente á pedir al gobierno que cumpliese su mas 
rudimental deber por via de concesión ó favor. 
Pero Mr. Wheelwright , sabia por experiencia 
que era tal el poder de la rutina colonial en 
esos países , entrados de improviso al régimen 
de la libertad, que se necesitaba de todo el poder 
del gobierno para removerlo. 



CAPITULO IX 

LO QUE WHEELWRIGHT PROPQNIA EN CAMBIO DE LAS CON- 
CESIONES. 

¿Qué proponía Wheelwright como causa y 
razón justificativa de esas concesiones? ¿Qué 
valor tenia su plan para los intereses generales 
del público ? ¿ Qué lo hacia digno del apoyo y 
cooperación que solicitaba de los particulares y 
de los gobiernos ? Nada menos que un cambio 
de progreso y de mejoramiento, equivalente á 



LO QUE ÉL proponía ^9 

toda una revolución económica contra el viqjo 
régimen colonial de comunicación y tráfico en 
todos esos países del Pacífico, no menos impor- 
tante qup la completada por Bolívar en la batalla 
de Ayacucho contra la dominación española en 
América. Y no es mera exageración de retórica 
esta manera de presentar las cosas. Lo que 
Wheelwright emprendía era realmente una re- 
volución completa en el sistema de comunica- 
ciones y de tráfico de esos países ; y esa revolu- 
ción constituía la mas bella y saludable faz de la 
revolución de Sud América contra su antiguo 
régimen colonial. La esencia de ese régimen, lo 
repetimos, consistía en dos cosas principales : 
una era la dependencia en que estaba Sud Amé- 
rica del gobierno de España, en virtud de la fic- 
ción que hacia de América una tierra integrante 
del suelo español : otra era su orden interior y 
doméstico de cosas, fundado en el principio del 
aislamiento, de la incomunicación, de la pro- 
hibición, de la exclusión de todo tráfico y co- 
mercio con el extranjero. Bolívar terminó la 
revolución que acabó con la primera. Wheel- 
wright comenzaba la que debía concluir con la 



90 VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT 

segunda. Viniendo tras de Cochrane en los 
mismos mares y en la misma empresa de 
fundar un nuevo régimen de libre contacto con 
el mundo, Wheelwright era el Cochrane de la 
campaña pacifica contra el viejo régimen colo- 
nial de tráfico y comercio en esa parte consi- 
derable de Sud América. 

Bajo el simple aparato de una grande em- 
presa industrial, lo que en realidad proponía 
era cambiarla condición de todo un mundo en 
este sentido : — en lugar de un estado de cosas 
debido al sistema colonial mas abyecto y atra- 
sado de que ofrezca ejemplo la historia, fundar 
un nuevo orden de tráfico, organizado con los 
medios y elementos mas perfectos y poderosos 
que presenta la civilización industrial del 

siglo XiX. 

Él no se sirvió de este lenguaje ciertamente. 
Era demasiado prudente y circunspecto para no 
saber que dirigiéndose á los gobiernos en nego- 
cio tan serio, la sobriedad y moderación de sus 
ofertas confirmaba su capacidad de llevarlas á 
cabo. 

Los argumentos y razones de que se sirvió 



PETICIÓN A LOS GOBIEUNOS 91 

para buscar á su obra el apoyo de todo el mundo 

serán objeto de un examen que de ellos haremos 

ahora, al través de la prensa inglesa, la mas 
positiva en negocios de ese género , en cuyos 

principales órganos, encontró la mas simpática 
y calorosa acogida. 

Y desde luego el interés hislórico de las tex- 
tuales palabras con que Wheelwright se dirigió 
á los gobiernos del Pacífico, justifica la reprodu- 
cion literal que haremos aquí, aunque par- 
cialmente. Presentóse á esos gobiernos, lla- 
mando su atención « á un asunto de eminente 
importancia y ligado con los mas caros inte-^ 
réses del país, cual es la navegación por bu- 
ques de vapor en el mar Pacifico. Por la expe- 
riencia que he adquirido en los muchos años 
de mi residencia en estos países, estoy conven- 
cido íntimamente de la inmensa utilidad que 
el comercio y la agricultura recibirían, por 
una continua, rápida y segura comunicación 
entre los países vecinos y particularmente como 
ruta de tránsito para Europa por la vía de Pa- 
namá.; y su establecimiento, ha sido objeto de 
mi constante anhelo. » 



92 VIDA D£ WILLIAM WHEELWRIGHT 

« Los rápidos progresos de los países marí- 
timos son mayormente debidos á la grande 
ayuda del vapor ; todos los estados de Europa 
han experimentado su benéfico y poderoso in- 
flujo, y los Estados Unidos del Norte han des- 
plegado un comercio gigantesco por medio de 
este grande descubrimiento. Viajes que en el 
dia ocupan en esla costa 18 y 20 dias por 
motivo de las calmas y corrientes, con el vapor 
podrían hacerse en dos dias, gozando, ademas 
de la náayor comodidad. » 

« La prueba mas obvia de la importancia 
del vapor, es su empleo general en casi todo el 
mundo mercantil ; y si en Europa donde la co- 
municación ha sido excelente y rápida por sus 
infinitos y hermosos caminos carriles por tierra, 
y sus paquetes cómodos y veleros por mar, se 
ha probado tan útil, ¿ cuánto mas importante 
debe ser su uso, en estas costas, que no gozan 
de ninguna de estas ventajas ? » 

c< Entre los países marítimos mas celosos del 
progreso de su cabotaje, se cuentan Inglaterra 
y Norte América, donde la comunicación por 
vapor, ha tenido una mano protectora, en tal 



MOTIVOS DE SUS PETICIONES 93 

grado que su influjo ha abierto nuevos ramos de 
comercio y de agricultura, y producido grandes 
V benéficos resultados. Es un bien entendido 
principio, que mientras mas fácil es la comuni- 
cación, mayores ventajas resultan para todos. » 

c( Para principio de las operaciones medita- 
das, Emo. Señor, propongo ahora poner en 
carrera dos buques de vapor, abrazando todos 
los puertos principales de la costa, desde Val- 
paraiso hasta Panamá. » 

c( Para llevar á cabo esta empresa, es mi 
intención formar una Compañía, de tal modo 
que todos puedan tomar en ella las acciones 
que gusten, y así evitar celos y que nadie 
pueda quejarse de monopolio. » 

ce Como es costumbre de toda nación pro- 
teger empresas que ofrecen ventajas al Estado 
y á sus habitantes y particularmente á las de 
esta naturaleza, tan importante como difícil 
para llevarse á efecto, por motivo de la dis- 
tancia tan grande del lugar donde es necesario 
fabricar los buques y máquinas, el riesgo del 
viaje, la fácil descompostura de la máquina 
y sin recursos para componerse, la falla de 



94 VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT 

carbón de piedra, de mecánicos, de operarios 
y una multitud de dificultades y obstáculos 
inherentes á una clase de empresas de esta 
naturaleza : » 

« Por lo tanto, pido se me conceda, etc, » 
(Siguen ahora los concesiones, que dejamos 
mencionadas.) 

Para apreciar el contenido de este docu- 
mento no hay que olvidar su data 1833, y el 
lugar de su data, la costa occidental de la 
América antes española. 

Las propuestas que en cambio de esas 
concesiones hacia Wheelwright, eran lo que 
se veiüy como dice Bastiat ; pero lo que no se 
veía, sino por el ojo trascendente del empre- 
sario, era la gran revolución de que su 
empresa así no mas presentada, constituia 
apenas el camino de llegar al cambio de los 
destinos modernos del tráfico comercial y 
social en esa parte rica del mundo civilizado. 

Y, sin embargo, este era su soberano 
recurso, el recurso de sus recursos, el verda- 
dero motor de sus vapores, por decirlo así. La 
concepción de un plan tan vasto era en efecto 



PRECURSOR DE ASPINWALL 95 

lo que le constituía grande empresario. Ser 
capaz de acometer tal empresa, en tal época y 
en tal medio, era ya un rasgo de un hombre 
superior. Pero tener la energía y el poder de 
voluntad para perseverar veinte años en su 
ejecución disputada, resistida y heroica, era el 
complemento de su capacidad de verdadero 
grande empresario. 

Parece indudable que por los mismos años 
de 1835, Mr. Wheelwright solicitó del go- 
bierno de Nueva Granada un privilegio, que se 
concedió, no á él, sino á Biddle, para esla- 
blecer una comunicación acuática ó terrestre 
del Atlántico al Pacífico, por el Istmo de 
Panamá. — Como ese trabajo interesaba á 
su plan y formaba parte de él , es de presumir 
que fué suya la iniciativa. Ignoramos por qué 
causa quedó en nada la concesión hecha á 
Biddle, hasta 1842, en que el gobierno gra- 
nadino dispuso que vencido el término de la 
concesión de 1835, sin realizarse, se recibiesen 
propuestas para un nuevo privilegio. Wheel- 
wright dice en una apuntación privada que no 
recibió este decreto de 1842, sino en setiembre 



96 VIDA DE WI^LIAM WHEELWRIGHT 

de 1843, Pero es fuera de duda que la idea 
realizada por Aspinwall, fué de Wheelwright, 
y no puede creerse otra cosa, siendo el ferro- 
carril de Panamá la integración de la linea de 
comunicación á vapor entre el Pacífico y la 
Europa, y habiendo sido Panamá, como pro- 
vincia de Colombia, un país familiar á Wheel- 
wright desde que fué cónsul de los Estados 
Unidos en Guayaquil. 



su VIAJE A LONDRES EJH 1838 97 



CAPITULO X 

Wheelwright en Londres con el objeto' de formar la 
compaíñíía de vapores del pacífico. — opiniones de 

LA PRENSA. INGLESA SOBRE EL PLAN DE WhEELWRIGHT. 

— Auxilio que recibe del libro de M. Scarlett 
SOBRE SuD América. 



Armado de sus concesiones oficiales , si no 
grandes, absolutamente indispensables, de sus 
recomendaciones populares, y de su grande idea 
desenvuelta en un luminoso folleto , con in- 
finitos documentos en su apoyo, y coronado el 
todo con un mapa de la costa del Pacífico, 
se presentó en Londres y en Glasgow, por los 
años de 1838. Wheelwright tendría entonces 
la edad de cuarenta años, y su persona misma 
no era su menor recomendación. Grande, bien 
hecho, sano, corpulento, ágil, abierto, digno y 
grave de semblante, no le faltaba ni la posesión 
de la lengua española, para hablar en el inte- 



98 VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT 

res de las dos Américas en el país de su idioma 
propio, que era el ingles. 

Un economista insigne, un diplomático con- 
sumado, un político profundo no habría conce- 
bido, formulado, organizado y desenvuelto en 
el terreno práctico con mas habilidad y tacto, 
que probó Wheelwright, en la misión que se 
dio él mismo tan relacionada con el comercio , 
con la economía, con la industria, con el orden 
social y político. 

Tuvo la buena fortuna de empezar su cam- 
paña bajo el auspicio de un libro científico 
recien aparecido con el nombre autorizado 
del Honorable P. C. Scarlett, que trataba nada 
menos de South America and the Pacific^ 
— era su título, — y en particular de la 
comunicación posible de ambos Océanos por 
intermedio de la América Central , hecha 
practicable por un canal ó un ferrocarril. En 
conexión con los resultados comerciales y polí- 
ticos, que serán resultado de una comunica- 
ción por el Istmo de Panamá, Mr. Scarlett había 
agregado al fin de su obra en dos volúmenes, 
un Memorándum^ que dirigió al Foreing Of- 



EL LIBRO DE M. SCARLETT 99 

fice (poco después de su regreso á Inglaterra 
de su viaje al través de las Pampas y de los 
Andes^ desde Buenos Ayres á Valparaíso, Lima 
y Panamá), — sobré la ventaja de usar del Istmo 
de Panamá, como un conducto mas rápido de 
comunicación entre Europa y los Puertos del 
Pacífico. Las ideas de Mr. Scarlett coincidian 
de tal modo con las de Mr. Wheelwright sobre 
este último punto, que no halló mejor medio 
de completar su Memorándum^ que anexará 
él, como pieza justificativa, el folleto titulado 
Statements and Plans de Mr. Wheelwright. 
A cual de^ los dos si á Mr. Scarlett ó á 
Mr. Wheelwright pertenecía la sugestión ori- 
ginal del plan, es cuestión bien secundaria. El 
hecho de estar agregado á la obra del primero 
el plan de Wheelwright, prueba al menos 
que no lo tomó este de ese libro. Lo que es 
indudable, es que en ese libro de Mr. Scarlett 
tuvo Wheelwright el mas oportuno y decisivo 
apoyo en la opinión del público y del gobierno 
ingles. Si supo él propiciarse la cooperación 
de ese personaje importante no seria sino mas 
honroso para Wheelwright elTiaber empezado 



100 VIDA DE WILLIAM WliEELWRlGHT 

por conquistar á favor de su idea el apoyo de 
la ciencia. 

El hecho es que toda laprensa.de Londres 
se ocupó de los dos trabajos, discutiendo la gran 
cuestión de la comunicación de Europa con 
Asia y el Pacifico por el Istmo de Panamá. La 
reproducción de sus palabras autorizadas que 
haremos aquí por el interés histórico, será de 
paso el mejor modo de conocer á la vez el 
plan de Wheelwright y la opinión que de él 
formaron los primeros órganos de la prensa 
británica. 

Son del caso los siguientes detalles, tomados 
por el Times, del 6 de febrero de 1 838, en el 
Memorándum de Mr. Scarlett, sobre la dura- 
ción, en aquel tiempo, de los viajes de Inglaterra 
á los Puertos del Pacífico, en buque á vela 
por el Cabo de Hornos. 

A Valparaíso, 100 días. 
A Lima, 110 

A Guayaquil, 120 

Mientras que el pasaje por Panamá, debía 
ser ejecutado fácilmente en los siguientes pe- 



OPINIONES DEL TIMES lOI 

ríodos desde el Pacífico á Inglaterra, por buques 
de vapor, y por la via de Panamá. 

De Valparaíso, 62 días. 
De Lima,. 51 

•De Guayaquil, 46 

Diferencia en favor de la ruta por las Indias 
Occidentales, de Lima á Inglaterra, 59 días. 

Según el Plan de Mr. Wheelwright (apre- 
ciado por el mismo Times ^ del 6 de febrero de 
1838, de que son extraídos los siguientes datos), 
tenia el cambio propuesto toda esta importancia. 

c< El tráfico británico en esas costas (decía 
Mr. Wheelwright en su Plan anexado por 
Mr. Scarlett á su Memorándum pasado al /b- 
reing Office) asume ya un carácter é impor- 
tancia, que justifican y demandan desde ahora 
el cuidado y protección del gobierno de S. M. 
La comunicación propuesta no puede dejar de 
aumentar sus facilidades y seguridad, en una 
extensión sin paralelo en los anales del ínter- 
curso comercial. La reducción del tiempo en la 
comuniciacion entre la gran Bretaña y las costas 
del Pacífico, de cerca de cuatro meses á cuarenta 



102 VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT. 

dias, debe ofrecer al comerciante y al manu- 
facturero la incalculable ventaja de tener cons- 
tantes y frecuentes avisos, que les permitan 
reglar sus cargamentos según las demandas de 
los mercados extranjeros. Entrarán ademas en 
el goce de los productos de sus mercancías, tres 
ó cuatro meses mas temprano que hoy le tie- 
nen ; sus agentes podrán sacar partido de los 
precios corrientes en mercados que. abrazan 
una extensión de costa de tres mil millas, sin 
incurrir en los presentes riesgos y demoras; 
una demanda creciente de manufacturas in- 
glesas se verá producirse ; se gozará de mayor 
seguridad para las personas y propiedades ; y 
las escuadras de su Majestad estacionadas en 
esos mares recibirán infinitamente mayores 
medios de llenar eficazmente sus propósitos. » 

« La Isla de Jamaica, situada en posición 
geográfica que por los arreglos propuestos será 
la joya del Pacifico, podrá reasumir su lucra- 
tivo tráfico anterior con esos países, y vendrá á 
ser un depósito de abastecimiento. 

c< Poco mas de un mes bastará á un pasajero 
de Australia para tocar las costas del Perú ó de 



PLAN I^E SU. NAVEGACIÓN 103 

Chile, y una ó dos semanas mas para embar- 
carse en el Atlántico, de modo que^l favor del 
vapor, de Jamaica á Inglaterra todo el viaje 
sera hecho en el periodo de 60 á 70 dias. 

c< Si la India tiene títulos para reclamar de 
Inglaterra el establecimiento de navegación S, 
vapor (como lo tiene realmente) no obstante los 
innumerables obstáculos que hay que vencer y 
los enormes gastos requeridos para efectuarlo, 
ciertamente que las Colonias occidentales del 
imperio de Su Majestad algún derecho tienen 
á participar del patrocinio del gobierno, parti- 
cularmente cuando no hay obstáculos que 
afrontar, y el subsidio requerido producirá 
indudablemente una remuneración de lo gas- 
tado. » 

« El oeste de Méjico destinado probablemente 
á formar un Estado separado, enviará el pro- 
ducto de sus ricas minas á ese punto que 
parece haber sido destinado por la naturaleza á 
ser la gran ruta de comunicación con Europa» 
California, al presente tan aislada del mundo 
civilizado, gozará igualmente de su influjo re- 
juvenecedor (esto era escrito en 1836). Las 



104 VIDA DE WILLIAM WHEELWRKiHT 

ricas pieles del Noroeste de América, encontra- 
rán un nuevo camal para su tránsito al gran 
Emporio de Europa y aun las distantes regio- 
nes de Kamschatka, no serán excluidas de sus 
beneficios. » 

Ese escrito de Mr./Wheelwright estaba 
acompañado de un plan general de las opera- 
ciones de la proyectada Pacific Síeam Navi- 
gation Companyy y de observaciones sobre el 
pasaje del Istmo de Panamá, el tráfico del Pa- 
cífico/ etc. , etc. En este plan estaban consig- 
nados todos los arreglos y prospectos de la 
Compañía tenida en mira. Se exhibían allí cua- 
dros estadísticos y aritméticos y documentos en 
que se daba particular cuenta délos pasos dados 
por los comerciantes y residentes ingleses en un 
público meeting tenido en Lima, en la casa 
misma del consulado general de su Majestad, en 
el mes de agosto de 1836, y un informe de un 
Comité nombrado para examinar y verificar la 
practicabilidad y coveniencia de establecer un 
periódico intercurso entre Inglaterra y la costa 
occidental de Sud América por la vía de Pa- 
namá, 



PALABRAS DEL TIMES 105 

Patrocinando estas grandes miras del plan 
de Wheelwright, con la mas calorosa simpatía, 
decia el Times ^ot su parte lo siguiente : « Con 
respecto á los beneficios de una navegación á 
vapor en mares no navegados hasta hoy por ese 
sistema, no puede haber mas que una opinión 
entre personas acostumbradas á reflexionar en 
asuntos de comunicación internacional, ó que 
se han dado la pena de ver un mapa del mundo. 
Pero suponer que esas reflexiones, hechas á las 
de la presente administración de este país, las 
induzcan de algún modo á separarse de la ras- 
trera pohtica que es el instinto de su existencia^ y 
tender sus brazos en socorro de un proyecto de 
que son harto miopes para percibir su grande 
y glorioso alcance, seria lo mas pueril. El plan 
sin embargo no puede dejar de realizarse al fin, 
pero no será con el apoyo ni asistencia de los 
pulperos pohticos que al presente desgobier- 
nan el timón del Estado. » The Times del 6 de 
febrero de 1838. 

El color de opositor, que resalta en ese len- 
guaje -del Times^ no le impedia ser exacto en 
su presentimiento, pues no fué sino cinco años 



!06 VIDA DE WILLIAM WUEELWRIGHT 

mas tarde que el plan de Wheelwright obtuvo 
la cooperación del gobierno ingles. 

Poco después, el 30 de mayo de 1838, el Mor- 
ning-Post , se ocupaba del mismo asunto , 
bajo el título de Navegación á vapor en el Pa- 
cifico. Sostenía como el Times ^ con todo su 
vigor, el plan y las miras de Mr. Vheelwright. 
Era el tiempo en que se trataba de establecer 
una línea de vapores entre Inglaterra y el 
Brasil. « Pero una de las mas prometedoras é 
importantes empresas de esta especie al presente 
ante el público, decia, es la que se ha puesto en 
pié por Mr. Wheelwright, de Boston. » 

Aludiendo con ese motivo á la obra del Ho- 
norable P. Campbell Scarlett, titulada South 
America and the Pacific^ toma del folleto de 
Wheelwright, inserto en esa obra, las siguien- 
tes palabras, llenas de interés hoy mismo por 
la sanción que han recibido del tiempo y la 
aplicabilidad de que son todavía capaces : — 

« La relación en que está la Gran Bretaña, 
respecto de los países comprendidos en la 
influencia de las propuestas operaciones no 
puede ser mirada con indiferencia. Millones 



PALABRAS DEL MORNING-POST 107 

y millones de capital británico se han compro- 
fnetido en la causa de esos nuevos Estados, 
sin que hasta hoy se haya hecho retorno alguno. 
Al contrario, una acumulación de intereses 
ha elerado su monto á una suma casi increible. 
Los clamores de los tenedores de bonos son 
estrepitosos y repetidos, y están haciendo soli- 
citudes al gobierno para que apoye su demanda 
de justicia de esos países. Entre tanto la guerra 
y las disensiones civiles han continuado su de- 
soladora carrera, y una postración completa de 
su crédito público ha sido la natural conse- 
cuencia. 

c< Las causas que han traido el presente es- 
tado desastroso de cosas, pueden atribuirse prin- 
cipalmente al desgraciado sistema de gobierno 
adoptado por España para sus colonias y á la 
desastrosa influencia de la guerra que ha crea- 
do un espíritu militar, sin sujeción á ningún 
limite moral. Cada jefe ha ambicionado el 
poder ; extensos y mal poblados territorios han 
favorecido á los demagogos revolucionarios, 
cuyos designios han madurado á menudo al fa- 
vor de la ausencia tolal de medios de comuni- 



108 VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT 

cacion pronta, y así se han mantenido esos paí- 
ses en un estado de distracción y de insegu- 
ridad política en completa oposición con su 
bienestar y prosperidad, y los inmensos depó- 
sitos de riquezas con que la naturaleza los ha 
dotado tan abundantemente, han permanecido 
improductivos. » 

« Ningún plan puede ser mejor imaginado 
para corregir eficazmente esos males y traer en 
su lugar un orden mejor de cosas, que el esta, 
blecimiento de una estrecha y constante comu- 
nicación por vapor, que es el mas deseable, 
por la casi entera ausencia de medios de loco- 
moción por tierra, y lo largo y tedioso de la 
navegación á vela. Por tal establecimiento, las 
autoridades ejecutivas del Estado serán vigori- 
zadas , y recibirán un impulso y moral fuerza 
que no han tenido hasta aquí ; los gérmenes de 
revolución no tendrán tiempo de desenvol- 
verse ; su riqueza mineral y agrícola será des- 
arrollada y aumentadas las entradas de su 
renta pública ; el espíritu de social y comercial 
intercurso , tan íntimamente relacionado con 
el progreso moral y político de las naciones, 



EXTRACTOS DE S'ü MEMORIAL 109 

será infundido ; los intereses de la sociedad 
serán mejor entendidos y fortificados por el 
intercambio que se produzca, y su abatido 
crédito, muy pronto restaurado. » 

¿Cuál de estas memorables palabras de 
Wheelwright , no ha sido sancionada por 
los resultados de su empresa, treinta años 
después que las repetía el Morning-Post? Se 
descubre bien en ellas al hombre, que es la 
unidad elemental de esa sociedad en que 
Tocqueville y Chevalier se inspiraron, al 
empezar su carrera, de las doctrinas que los 
han hecho celebres. 

El Morning-Post terminaba su transcripción 
con estas palabras de Mr. Wheelwright que 
no tienen hoy mas valor que el de una simple 
pero conducente reminiscencia histórica : — 
a Los gobiernos del Perú, Chile y Bolivia han 
demostrado -un espíritu de largueza por el 
logro de un objeto tan deseable como la 
navegación á vapor en sus costas, por la 
concesión que han hecho al empresario, de un 
privilegio exclusivo por el término de. diez 
años con exención de toda carga en los puertos 



lio VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT 

(excepto de una meramente nominal respecto de 
Chile), que Jiubiese montado bajo el reciente 
sistema, á mas de 20,000 libras anualmente; 
un libre uso de pontones para depósitos de 
carbón; una exención de derechos de puertos 
en el Perú á los buques que lleguen con 
cargamentos de carbón, y una obligación 
general de facilitar por todos los medios las 
operaciones de tos vapores. » 

Después continuaba y concluía el Morning- 
Post con las siguientes palabras que no dejan 
de servir á nuestro estudio : — « Los comer- 
ciantes ingleses residentes en el Perú y Chile 
han celebrado en' público varios meetings 
sobre el mismo objeto, y el resultado de sus 
gestiones demuestra que ellos están igualmente 
ansiosos del éxito del proyecto de Mr. Wheel- 
wright. Por sus informes y varios otros detalles 
conducentes á la cuestión, debemos referirnos 
á la muy interesante publicación de M. Scar- 
letl, y todo lo que tenemos que añadir en 
conclusión es, que Mr. Wheelwright, que 
es un caballero de bien conocida inteligencia y 
respetabilidad, ha pasado unos quince ó diez y 



PALABRAS DEL MORNING CHKONICLE 111 

seis años de su vida en Sud América, los 
mas de los cuales han sido empleados en 
investigaciones de la costa, preparatorias de la 
organización de su Compañía y en solicitar de 
los gobiernos las concesiones, que le han 
hecho recientemente como una garantía para 
sus accionistas. » {The Morning-Post , del 
30 de mayo de 1838.) 

Al fin de ese mismo año de 1838, el 
Morning Chronide del 10 de noviembre, ocu- 
pándose del proyecto de Mr. Wheelwright, 
en su artículo Money Market and ciíy News, 
daba estas noticias que hoy mismo vuelven á 
tener un lugar interesante en la historia de 
Mr. Wheelwright y de la Compañía de nave- 
gación á vapor en el Pacífico que le .debió su 
creación. < En estos dias se ha distribuido en 
la City el prospecto de una nueva Compañía 
de paquetes á vapor bajo la denominación 
de Pacific Steam Navigation Company^ que 
ha despertado una considerable atención por 
cuanto la empresa tiene la apariencia de ser la 
mas importante, siendo su objeto el estable- 
cimiento de una línea de buques á vapor en la 



11^2 VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT 

costa occidental de Sud América, de Valpa- 
raíso á Panamá^ en conexión con una linea de 
Inglaterra á las Indias Occidentales y al Istmo 
de Panamá. La Compañía de vapores del 
Pacífico pretende acortar el intercursó con la 
costa occidental de Sud América de dos tercios 
del tiempo que ahora se requiere para hacer el 
dilatado y tempestuoso pasaje al Océano Pacífico 
por la ruta del Cabo de Hornos. La presente 
empresa por lo tanto formará un precioso anillo 
de un extenso proyecto de navegación á vapor, 
y como se han concedido importantes privi- 
legios al respetable é infatigable empresario, 
Mr. Wheelwright, es de esperar que el proyecto 
encuentre el apoyo que merece bajo un punto 
de vista comercial y público. Es incuestiona- 
blemente un hermoso campo de empresas 
remunerativas; pero el mayor obstáculo con 
que la Compañía tendrá que luchar, será la 
notoria conducta desleal de los gobiernos Sud 
Americanos, y los celos de los nativos. » 

A propósito de esta empresa, decía el Mor- 
ning Chronicle^ lo siguiente : — « La cues- 
tión de navegación á vapor en el Pacífico habia 



PRECEDENTES DE L\ VIA DE PANAMÁ 113 

ocupado largamente la atención de ujuchas 
personas* y excitado, en efecto, considerable 
interés, no solamente con la mira de tener 
mas fácil y expedito intercurso con las Indias 
Occidentales y el Pacífico, sino también como 
an medio de comunicar rápidamente con las 
diferentes Presidencias de las Indias Orien- 
tales y el Océano indiano, en general, China, 
Australia, etc. Una empresa semejante á la 
presente, fué proyectada hace largo tiempo 
por M. Fairburn; pero en aquella época sus 
vistas fueron consideradas como visionarias 
y del todo insostenibles ; sin embargo, vemos 
ahora que la idea ha sido restablecida y 
apoyada por hombres de grande habilidad 
y elevado rango. Todos ellos^ sin embargo, 
andan por las huellas de Colon mismo, cuyo 
principal objeto fué descubrir un pasaje para 
las Indias Orientales por la ruta que ahora 
se propone. Los Españoles, por siglos, han 
hecho su comercio con China, Filipinas y 
otras Islas al través del Pacífico, Acapulco^ 
y de ahí á Vera-Cruz, el Atlántico y 'los 
varios puertos de España. » 

8 



114 VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT 

Hablando del costo inicial de la empresa 
decia el Moming Chronicle : c< Mr.* Wheel- 
wright calcula el gasto anual de cuatro 
vapores de 450 á 500 toneladas cada uno, 
quedando uno de ellos en reserva, en 
236,000 pesos, ó Libras 47,326 ; y la entra- 
da de tresbuquesde vapor en 466,950 pesos, 
ó Libras 93,390 : dejando en consecuencia 
un provecho de Libras 46,000 por año, sobre 
los negocios de la Compañia en el Pacífico.., » 
« El capital de la Compañía debe ser de 
250,000 Libras en 5,000 acciones de 50 
Libras cada una, reservándose 1,000 accio- 
nes para colocarse en Sud América. » 

Otra publicación periódica* de Londres que 
dio al proyecto de Mr. Wheelwright un opor- 
tuno y fuerte apoyo fué The Railway-Times. 
en cuyo n"" del 29 de diciembre de 1838, 
encontramos un artículo lleno de ínteres, que 
es como la confirmación y repetición elo- 
cuente de lo que hemos leído en el Times, 
en el Morning-Post y en el Morning Chro- 
nicle, sobre el grande apoyo público que 
merecía la empresa proyectada por Mr. 



MEETING DE PROPAGANDA DE LONDRES lU 

Wheelwright. Como sus colegas, The Rail-- 
way-Times reproduce textualmente varios tro- 
zos del folleto de Mr. Wheelwright, como la 
expresión mas elocuente y clara de su plan. 
A la publicidad de la prensa, se siguió la 
del Meeting como medio de obtener la forma- 
ción de la Compañía que debia llevar á cabo el 
plan de navegación representado por Wheel- 
wright. El 1^ de abril de 1840, tuvo lugar en 
Londres, en la Oficina de Sir Edward Parry, 
un meeting al que asistieron, bajo la presidencia 
del mismo Sir Edward Parry, muchas perso- 
nas de alto rango en el mundo comercial, figu- 
rando entre ellas Robert Fitz Roy, mas tarde 
celebridad científica de la marina inglesa. Mr. 
Wheelwright, uno de los asistentes, presentó un 
memorial, que leyó el Presidente, para ser 
elevado al gobierno de la Reina, si su importan- 
cia le valia la suscripción que debia buscár- 
sele en el' público, una vez adoptado por el 
meeting. En la apariencia solo indirectamente 
interesaba ese memorial á la empresa de 
Mr. Wheelwright; pero no pedia emplearse 
mejor medio de obtener el apoyo oficial britá- 



116 VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT 

nico á la nueva empresa que tocar el interés 
mismo del gobierno de S. M. Británica respecto 
de sus colonias de la Asia austral. 

En efecto ¿ quién hacia la petición contenida 
en el memorial? — Comerciantes británicos 
y otros interesados en el comercio con los colo- 
nos de S. M. en Australia. ¿Qué contenia el 
memorial ? — En él se exponia que eran dignas 
de la mayor gratitud las medidas adoptadas 
por el gobierno de S. M. estableciendo una 
comunicación por vapor con las colonias ingle- 
sas de las Indias occidentales y de la América 
del Norte. Que sus colonias de Australia y 
Nueva Zelandia, acreedoras á participar.de esa 
protección por su importancia adquirida su- 
frian á causa de su remota distancia de la Madre 
Patria, por falta de una comunicación regular 
y pronta, y que alguna medida capaz de mejo- 
rar ese estado de cosas seria altamente deseable : 
que el intercurso occidental con esas colonias, 
aunque nuevo, era el mejor medio de obte- 
ner lo deseado; y como ya el gobierno de 
S. M. tenia una línea de vapor hasta Pa- 
namá, solo faltaba á S. M. para completarla 



AMBOS CABOS Y EL ISTMO DE PANAMÁ 141 

establecer paquetes portadores de la Mala 
Real al través del Océano Pacífico, para re- 
ducir de la mitad, los viajes, que se hacen 
hoy por el Cabo de Buena Esperanza. 

¿ En qué servia esa medida al proyecto 
de Wheelwright? Nada mas visible que el 
interés de ese cambio para su empresa. Traer 
á Inglaterra á comunicar con sus Colonias 
de Asia por la via de Panamá, era hacer 
el negocio de Wheelwright. Se puede decir 
que su empresa estaba embarcada en ese 
cambio de ruta que debia ahorrar á la mala 
inglesa los retardos y molestias no solo del ' 
Cabo de Hornos sino también del Cabo de 
Buena Esperanza. Tener la mala inglesa en 
Panamá, és decir, en la ribera occidental del 
Istmo, era tenerla en las cinco Repúblicas 
del Pacífico, ligadas por la línea de vapor 
proyectada por Wheelwright. 

Seguido ese memorial de otros en que los 
comerciantes británicos de esas plazas del 
Pacífico, peticionaron por lo mismo en su 
interés propio y en el público de la Gran 
Bretaña en esos mercados, la cuestión, quedó 



118 VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT 

colocada en el camino en que obtuvo al 
fin el coronamiento que merecía, pero no sin 
nuevas contrariedades y luchas que Wheel- 
wright tuvo que arrostrar todavía para su 
logro definitivo y completo, que solo tuvo 
lugar años mas tarde. 



CAPITULO XI 

FORMACIÓN DE LA COMPAÑÍA DE NAVEGACIÓN DEL PACIFICO. 
— CONSTRUCCIÓN DE LOS PRIMEROS VAPORES, Y SU PAR- 
TIDA PARA €HILE. — SU LLEGADA AL LACÍFICO. 

Por de pronto los trabajos iniciados en Lon- 
dres dieron por resultado la formación de 
la sociedad de navegación á vapor en el Pa- 
cifico, con el nombre • que lleva hasta hoy 
mismo de, Pacific Steam Navigation Comr 
pany, previo el otorgamiento por el go- 
bierno inglés, de la Royal Ckarter ó patente 
sin la cual no podia, conforme al derecho 
británico, formarse en Londres. 

Entre tanto los . vapores de la Compañía 



£XITO DE LA EMPRESA U9 

habian sido ya construidos en Bristol, se- 
gún las indicaciones hechas por Wheelwright 
para servir en la navegación trasatlántica de 
mares, y en costas que él conocia roejor que 
nadie. 

Nombrado Wheelwright por el Directorio 
de la Compañía Superintendente de sus 
vapores en el Pacifico, se dirigió con ellos á 
los mares de. su destino, en que eniró por el 
Estrecho de Magallanes (siendo este hecho 
mismo, como se ha notado, un precedente im- 
portante en los anales de la navegación), por 
el mes de octubre de 1840. 

Es preciso leer en la prensa del Pacifico, 
de ese tiempo, la descripción de su aparición 
en los puertos de Valparaíso y del Callao. 

« Ayer tarde (decia el Mercurio de Val- 
paraíso del 16 de octubre), á las tres una salva 
de artillería de los buques fondeados en este 
puerto, anunció la llegada de los buques de 
vapor Chile y Perú, que para la navegación 
del Pacífico acaban de llegar de Inglaterra. 

a Se les ha hecho una recepción digna del 
objeto que los conduce : las músicas militares 



120 VIDA D£ WILLIAM WHEELWRIGHT 

de esta ciudad, embarcadas en varias lanchas, 
les han salido al encuentro, junto con mul- 
titud de botes de los buques de guerra fondea- 
dos en este puerto y pertenecientes á . varias 
naciones. Entre ellos se confundían un sin- 
número de lanchas, cargadas de curiosos, que, 
sin embargo del viento que reinaba, querían 
yermas de cerca la fuerza expansiva del agente 
poderoso que sin auxilio de vela ni remo mo- 
vía tan enormes moles. Ambos vapores, des- 
pués de haber cruzado esta rada en diferentes 
direcciones y recibido los saludos de la mucha 
gente que habia atraído este nuevo, para este 
puerto, espectáculo, han fondeado el uno cerca 
del muelle y el otro frente á la Cruz del Rey. 
« Siendo iguales las dimensiones de ambos 
vapores, nos limitaremos á dar las del Chile : 
tiene 180 pies ingleses de quilla, 30 de manga 
y 15 de puntal, midiendo 100 toneladas. Está 
forrado y clavado en cobre, con dos palos de 
bergantín, y sus máquinas son de la fuerza de 
100 caballos cada una; las calderas montadas 
á baja presión, con el condensador y sus má- 
quinas en reserva . En las dos cámaras pueden 



LLEGADA DE LOS VAPORES AL PACIFICO 1-21 

conducir cómodamente, con camarote por per- 
sona, 150 pasajeros, y en la cubierta puede ir 
un número mayor. Puede recibir á flete 300 to; 
neladas de mercaderías. » 

Describiendo el mismo evento, decia no ha 
mucho un testigo ocular, lo que tiene aquí su 
lugar mas natural : — « Vimos por la pri- 
mera vez á Mr. Wheelwright en Valparaíso el 
día que entraron á aquel puerto en medio del 
asombro y entusiasmo de mas de 4,000 almas 
que desde la cúspide de los cerros que circun- 
dan su bahía, hasta el borde de la plaza, pre- 
senciaban la entrada de los dos primeros va- 
pores, -— el Chile y el Perú^ — de la Hnea 
perteneciente á la llamada Pacific Steam 
Navigation Company. — El señor Wheel- 
wright, desde la toldilla del vapor Chile ^ que 
entró dando una vuelta á la bahía para que el 
pueblo apreciara su elegante y magnífica ar- 
quitectura, saludaba, sombrero en mano, á 
aquella delirante concurrencia, que en me- 
dio de las salvas de artillería de los castillos 
y buques de guerra, repiques de campanas y 
bandas de música, contestaba á los hurras! 



12á VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT 

estrepitosos, dirigidos al enérgico empresario 
que abria para los estados libres del Pacífico 
una nueva era de progreso y prosperidad. 
Aquel dia fué sin duda el gran triunfo de 
Mr. Wheelwright. Habia vencido el mayor 
obstáculo, y desde entonces su reputación (su 
gloria j quiso decir) » quedaba asegurada. — 
{La República y de Buenos Ayres, de noviem- 
bre de 187a.) 

Es indudable , á nuestro ver : la toma de 
posesión solemne de las aguas del Pacífico por 
Basco Núñez de Balboa, en nombre de España, 
y las victorias de Gochrane y Bolívar contra Es- 
paña, por la libertad de esos mismos mares, 
no valieron á sus héroes aplausos mas legítimos 
que al noble soldado de la industria libre la 
instalación solemne que hizo del soberano do 
los agentes de la civilización de este siglo — el 
vapor— -en esos mares que, de remotos que 
eran , se incorporaban desde ese dia en el seno 
del mundo civilizado. 



EL VAPOR PERÚ EN EL CALLAO 123 



CAPITULO XII 

LLEGADA DEL VAPOR PERÚ AL CALLAO. 

Las pompas que el vapor Perú encontró 
en el Callao no fueron menos dignas de me- 
moria . 

c< Ayer domingo (decia El Comercio, de 
Lima), el movimiento y agitación de la ciudad 
ofrecia el aspecto de uno de aquellos dias de 
fiesta civioa en que se toma mucho interés ; á 
caballo y en carruaje toda persona que pudo 
' marchó al Callao. Los ómnibus, coches de alqui- 
ler, y hasta los ya casi jubilados balancines , 
fueron tomados, y á las nueve de la mañana no 
se encontraba un asiento que poder comprar. 
El Perú estuvo constantemente lleno de visi- 
tadores, sin que desde las once de la mañana 
á ninguna hora hubiese menos de 200 personas. 

ce Ojalá se trabaje con tesón para hacer el 
ferrocarril hasta el Callao » • . . (decia El Comer- 
ciOy en ese mismo dia , sin sospechar que el 



124 VIDA DE WILLIAM WHEELWRÍGHT 

mismo Wheelwright, sería el iniciador de ese 
trabajo.) 

Una visita del Presidente de la República 
al vapor Perú, era el rasgo prominente de la 
solemnidad. Merece recordarse la descripción 
que de ella hacia El Comercio de Lima, un 
dia después. « Sabido por los agentes de la 
Compañía de navegación por vapor en el 
PacificOy que S. E. se proponía visitar el vapor 
Perú el sábado último, convidaron á los Mi- 
nistros diplomáticos^ Comandantes de las esta- 
ciones extranjeras, prior y Cónsules del Con- 
sulado, y á muchas otras autoridades y perso- 
nas de distinción, para que acompañaran al Pre- 
sidente de la República. A las 12 y media del dia 
se embarcó S. E. con toda la comitiva en medio 
de salvas que hacia la plaza del Callao, y los 
dos cañones del vapor ; recibidos con la música 
de á bordo, pasearon las cámaras, y examina- 
ron la maquinaria, quedando sumamente com- 
placidos con el majestuoso aparato de esta 

Mayor fué el agrado cuando el buque se puso 
en movimiento por la maquinaria , en medio 
de salvas de artillería que en ese momento prin 



BANQUETE EN EL VAPOR PEUU 1¿.» 

cipiaron á hacer los buques extranjeros de 
guerra. Gran concurrencia llenaba en aquel 
momento el muelle, balcones, azoteas y aun 
la muralla de la plaza de tierra, desde donde 
admiraban la facilidad , desenvoltura y pres- 
teza con que el vapor, á razón de 9 y 1/2 
millas por hora, se fué voltejeando hasta la 
cabeza de la Isla de san Lorenzo ; mientras 
tanto se servia un lucido banquete en el sa- 
lón principal, al que se sentaron ciento dos 
caballeros. » 

Naturalmente hubo brindis y discursos. Se- 
gún El Comercio, el señor Wheelwright, dijo : 
— « Que lleno de alborozo como estaba por 
la honra de tener á la mesa del vapor Perú 
á S. E. el Presidente dé la República, quien 
habia proporcionado á la empresa de nave- 
gación por vapor en el Pacífico toda clase 
de facilidades y protección, no podia menos 
que proponer un brindis por la salud de 
S. E. el General G amarra y á la prosperidad 
del Perú, » — « Caballeros, conlinuó, seis 
anos hace que plenamente convencido de que 
en todo el globo no hay una parle que con- 



126 VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT 

vide mas á la navegación por vapor que las 
costas del Pacífico, por lo manso de sus marea, 
ni una parte donde sea mas necesaria ; porque 
lo fragoso y vasto de los terrenos hace difíciles 
las comunicaciones por tierra, me consagré á 
promover la empresa, que hoy vemos lograda 
por los esfuerzos de la Compañía de nave- 
gación por vapor. » Después de exponer 
rápidamente las ventajas pohticas, y comer- 
ciales, -que traerá á la América esa navegación 
(habldi El Comercio)^ observó M. Wheelw^right, 
ce que debe tenerse presente que por ella van á 
situarse estos países en medio de la civiliza- 
ción de Europa y Asia, desde que se ha 
admitido en Londres por personas de consi- 
deración, y entre otras, el respetable Sir Robert 
Parry, que el camino mas corto de Inglaterra 
á Australia, es por el Callao, lo que hace 
muy probable el apoyo de Inglaterra para 
extenderla navegación por vapor á su Colonia, 
y entonces el cambio mas prodigioso y favo- 
rable esperimentará la América, viniendo á 
quedar en el medio de las dos partes civili- 
zadas del mundo. » 



BRÍNDIS DEL PRESIDENTE GAMARRA 127 

« El Presidente inmediatamente se levantó 
y en un discurso sentido y elocuente dijo, 
que, admirador de la constancia, decisión y 
esfuerzos del señor Wheelwright para plantear 
la navegación por vapor en el Pacífico, deseaba 
á esta empresa los mas prósperos resultados, 
para que sirviese así de estímulo á fin de que 
los extranjeros introduzcan entre nosotros, 
con otras empresas nuevas, todos sus medios 
de civilización. » 

(De El ComerciOy de Lima, de noviembre 
de 1840.) 



DIFICULTADES CON QUE LUCHA LA EMPRESA EN SU PRLMER 
ESTABLECIMIENTO. — LA VIDA DE WHEELWRIGHT ES 
EL PROCESO DEL SISTEMA COLONIAL ESPAÑOL. — FALTA 
DE CARBÓN QUE DA LUGAR Á LA EXPLOTACIÓN DE SUS 
MINAS EN CHILE. 



Así quedó establecida la navegación á vapor 
en el Pacífico en 1840. Pero todo no lacabó 



128 . VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT 

ahí. Establecida la comunicación por los dos 
vapores de la Compañía solamente entre 
Valparaíso y el Callao, faltaba llevarla hasta 
Panamá para completar el prospecto con que 
fué concebida la línea de comunicación con 
Europa por el Istmo; pero este complemento 
debía costar todavía á la perseverancia de 
Wheelwright cinco años mas de esfuerzos, 
empleados en vencer las resistencias que 
encontraba para establecer • la navegación á 
vapor entre Panamá y el Callao. No fué sino 
en 1845, que pudo vencerlas por arreglos 
conciliatorios de conflictQS industriales nacidos 
en parte del ínteres de una línea francesa 
de paquetes á vela, que aspiraba á monopo- 
lizar la navegación sistemada de ese trayecto, 
entre Panamá y el Callao, al favor de la 
indiferencia que Nueva Granada, Estado Atlán- 
tico á la vez que occidental, mostraba por la 
línea de vapores, que tanto interesaba á sus 
vecinos del Pacífico. 

El Ecuador entonces estaba gobernado por 
la influencia de Bogotá. 

Pero ese tiempo no fué del todo perdido 



sus TRABAJOS ORGÁNICOS 129 ^ 

para los designios «de Wheelwright. Él lo 
invirtió en organizar y reglamentar el servicio 
de la nueva comunicación á vapor, que no era 
tarea de un dia, en países y costas tan mal 
preparados para responder á las exigencias 
del sistema de comunicación mas perfecto, que 
haya producido la civilización moderna. Asi 
en su calidad de principal Superintendente 
de la Compañía en el Pacífico, daba Instru- 
dones y Reglas á los Agentes de la misma en 
los puertos intermedios, por su circular del 
10 de Diciembre de 1840. Era el primero de 
muchos actos de su género que expidió ulte- 
riormente, para dar la organización que hasta 
hoy mantiene en el servicio interior de sus 
vapores la Compañía del Pacífico; Pero nuevas 
y grandes dificultades le esperaban todavía en 
el curso y desarrollo final de su empresa. 



La vida de Wheelwright, es el proceso del 
sistema colonial español en Sud América y de 

9 



130 VIDA DE WILLIAM WEEHLWRIGHT 

SUS reliquias mantenidas en las costumbres y 
preocupaciones de los mismos americanos que 
se pretenden liberales. Es que en Wheelwrighl 
sé personifica la influencia y la acción del 
espíritu civilizador de los Estados Unidos, 
mejor y mas eficazmente ejercida que por las 
obras de Tocqueville y Chevalier, inspiradas 
en ese gran país. Es el poder de la doctrina 
puesta en obra ; es la economía liberal, tradu-^ 
cida en medidas prácticas ; es el progreso en 
acción , no en teorías . 

La carrera de Wheelwright en Sud América 
presenta esto de característico, que no bien ha 
vencido una dificultad cuando se encuentra en 
faz de otraiiueva y tiene que seguir luchando 
como antes. Es que las obras de que se com- 
pone su carrera de empresario, — que son 
otras tantas mejoras públicas para Sud América, 
nacen unas de otras, tienen su lógica, forman 
un sistema, dan á su vida la unidad de un 
drama clásico, y obedecen á-un interés, que 
se puede formular llamándola, una reforma 
^continuada del estado de cosas que dejó el 
régimen colonial español en esa parte del 



PRIMERAS CONTRARIEDADES iSf 

mundo americano, con respecto á tráfico, á 
comunicación doméstica é internacional, á 
comercio y navegación, en una palabra á 
viabilidad. En este sentido no tiene Sud Anié-' 
rica un patriota ó un guerrero que haya tra- 
bajado mas que Wheelwright por la supresión 
pacifica del sistema colonial de aislamiento y 
de incomunicación, que dejó España en esos 
países. 

Las contrariedades con que luchó la empresa 
después de llegados los dos primeros vapores 
al Pacífico, en 1840, fueron numerosas y 
graves. Pero de cada contratiempo resultó para 
ella una nueva ganancia, gracias al genio 
fecundo y perseverante de Wheelwright. 

Se hizo sentir desde luego la escasez ó falta 
de carbón en tales términos que llegó á temerse 
el insuceso completo de la empresa, pues por 
tres meses quedaron los hermosos buques sin 
moverse de los puertos. 

Atenerse al carbón de Inglaterra, con el 
precio que tiene á esa distancia casi antípoda, 
era comprar la rapidez por mas del doble de 
su valor. Sabíase que en toda la costa del Pa- 



132 VIDA DE WILLIAM WEEHLWRIGHT 

cífico existían depósitos naturales de carbón 
mineral , en Panamá , en Guayaquil ', en el 
Callao, y sobre todo en el sud de Chile. Pero 
su calidad era desconocida por falta de experi- 
mentos. Ninguna necesidad práctica habia exi- 
gido su experimentación. En climas tropicales, 
bastó para los usos domésticos el carbón vege- 
tal, que allí es abundante. No se empleó en la 
industria, por la razón sencilla de que nada 
se fabricaba en Sud América ; ni en la locomo- 
ción, pues no se conocia todavía por allá la 
máquina de vapor aplicada á la navegación, ni 
?il ferrocarril; ni á la fabricación del gas, 
cuyo alumbrado era todavía desconocido. La 
ciencia y el testimonio práctico del país mismo 
estaban inclinados á dudar de su calidad para 
usos industriales. Se atribuía á Darwin, gran 
geólogo de este siglo, que habia estudiado el 
suelo de Chile, una opinión que lo conde- 
naba como inútil. La crisis, que amenazó la 
vida de la empresa de vapores vino á resolver 
todas las dudas, de este modo referido por el 
mismo Wheelwright, autor de la gran descu- 
bierta, en carta de 20 de octubre de 1841. 



eARBON MINERAL DE CHILE 133 . 

« Lia falta de carbón fué el primer mal con 
que tropezó la empresa á la llegada de nues- 
tros buques en el Pacífico. Después del mas 
brillante comienzo, tuve el dolor de ver esos 
hermosos buques fondeados por cerca de 
tres meses. Me dirigí inmediatamente al sud 

de Chile, donde al cabo de tres meses de la- 

« 

bor, tuve la fortuna de obtener buen car- 

m 

bon á bajísimo precio. Las minas no habían 
sido nunca trabajadas anteriormente, y el poco . 
carbón que se había tomado era superficial y 
de mala calidad. » 

« No tengo la menor duda do que én- 

contraremos tan bueno como el que se explota 
en Inglaterra. Todo el país meridional de 
Chile contiene carbón en cantidad ilimitada. » 

Sobre esto mismo escribía Wheelwright en 
seguida al Instituto nacional de Washington 
(de que era miembro), esta noticia de un valor 
permanente. <:< Desempeñando mis ocupa- 
ciones de principal Superintendente de la 
Compañía de navegación á vapor en el Pacífico 
fui inducido á trabajar minas en esta vecindad 
(escribía de Talcahuano)^ ahora 18 meses, con 



134 VIDA DE WILLIAM WEEHLWRIGHT 

el propósito de obtener carbón para el uso 
de los vapor es. » 

« . . . . Elegí el Morro de Talcahuano como 
el mas preferible para el logro del objeto y 
comencé la explotacioa del carbón, que se ha 
empleado con el mejor éxito en nuestros 
vapores durante los últimos 18 meses, ha- 
biendo extraido hasta hoy (1 1 de set. de 1842), 

* 

4,000 toneladas. »... « Este carbón no es tan 
fuerte como el ingles. Arde libremente, 
produce mucha escoria, que es de un liviano 
carácter, y no se adhiere á las barras. » 

Desde entonces figura ese producto entre 
las primeras riquezas naturales de Chile ; pero 
mas que una riqueza superior á sus minas de 
plata como menos aleatoria, es un grande 
elemento de poder, una gran fuerza de civi- 
lización, que puede hacer la grandeza, no solo 
de Chile, sino de toda la porción de América 
solidaria de sus destinos. Aunque no debiese 
Chile á Wheelwright otro servicio, ese solo 
bastaría para deber contarlo entre sus' hom- 
bres mas beneméritos. Esa riqueza ejn el Pací- 
fico combinada con la calma característica de 



NUEVAS CONTRARIEDADES 135 

SUS aguas, ofrece á la locomoción por bapor 
un porvenir tan grande en esa mitad de nues- 
tro planeta que la geografía moderna tiene 
tal vez razón en llamar á la Oceania, el mundo 
marítimo y ó el Mundo definitivo. 



CAPITULO XIV 



ACCIDENTE DEL VAPOR " CHILE, QUE HIZO CONOCER LOS 
RECURSOS DEL PUERTO DE GUAYAQUIL, COMO ARSENAL. 
— OTRAS DIFICULTADES CON QUE LUCHA EL TRÁFICO 
MODERNO. 



No bien salidos de la crisis de carbón y 
reasumidas las operaciones de los vapores, un 
nuevo contratiempo descubrió á la Compañía 
lo arduo de su empeño de fundar vapores en 
un medio tan mal preparado ; pero el espíritu 
y la constancia de Wheelwright, convirtió la 
nueva contrariedad en ocasión de un nuevo 



13(5 VJDA DE WILLIAM WEEHLWRIGHT 

suceso. A diez leguas de Valparaíso, el vapor 
Chile escapó por milagro de perecer por 
un choque violento contra un arrecife , que 
lo averió no obstante y obligó á buscar un puerto 
para repararse. Desgraciadamente el de Val- 
paraíso carecía de recursos para ello. Wheel- 
wright que conocía todos los puertos de la 
costa sabia que el de Guayaquil era el único en 
que podia repararse el vapor. De allí escribía 
al poco tiempo : u Estoy en Guayaquil ocupado 
en la reparación del vapor y espero comple- 
tarlo en pocos días. Este es el solo puerto en 
qi;e puedan repararse los vapores, y tal vez 
ofrece tantas facilidades como no las presenta 
puerto ninguno del mundo donde no hay Arse- 
nal marítimo. » Era esto como un descubri- 
miento consolador, debido á un accidente, de 
un refugio con que los vapores no debían 
contar en mares y países que salían de un 
atvaso tan grande en punto á navegación. En 
esa ocasión escribía Wheelwright á su corres- 
ponsal estas palabras de un valor perma- 
nente : — a Para dar á Vd. una idea de cuan 
apropiados son estos mares para la navega- 



EL PUERTO DE GUAYAQUIL 137 

cion por vapores, le diré que hemos hecho 
viajes á lo largo de la costa, de 1 ,700 millas^ 
tocando en diez .puertos, sin discrepar de un 
cuarto de hora del tiempo prefijado para su 
llegada á cada puerto. » 

Sin embargo, el puerto de Guayaquil que- 
daba hasta entonces emento del trayecto nave- 
gado por los vapores, que era el comprendido 
entre Valparaiso y el Callao. Este hecho cons- 
tituia un contratiempo mayor que los anterio- 
res, porque dejaba truncado el plan primitivo 
de la empresa, que era navegar desde Valpa- 
raiso á Panamá con la mira de comunicar con 
Europa, por el Istmo. Cuatro años de esfuerzos 
debia costar todavía á Wheelwright esta parte 
complementaria de la linea. Pero esta contra- 
riedad misma no era estéril en otras ventajas, 
que la actividad inteligente de Wheelwright 
no descuidó de aprovechar. 

Limitado por algún tiempo el servicio de 
vapores á los puertos de la costa comprendidos 
entre el Callao y Valparaiso, sirvió esa cir- 
cunstancia para introducir, plantificar y acli- 
matar, por decirlo así, el nuevo sistema, en 



138 VIDA DE WILLIAM WEEHLWRIGHT 

países educados en el régimen de comunica- 
ción mas opuesto; ó mejor dicho, en la falla 
absoluta de comunicación regular y veloz, de 
un modo gradual y sucesivo. Las mejoras se 
ligan y producen unas á otras, pero no vienen 
de un golpe tras un estado de supino atraso. 

Introducir el vapor y la electricidad en 
países que nunca tuvieron idea del valor pecu- 
niario del tiempo, era empezar por el fin, 
un progreso que tiene sus leyes naturales de 
desarrollo. El vapor y la electricidad, como 
agentes de comunicación, son de tal modo un 
resultado del estado del progreso general de un 
país, que su aplicación brusca en un medio 
atrasado y primitivo, es completamente nega- 
tiva en sus efectos benéficos. Un telegrama que 
ha puesto un minuto en recorrer mil leguas, 
pone ocho dias en andar diez metros, desde la 

oficina postal á la casa del desünario. Hoy 
mismo en Valparaíso, se tienen noticias de 
Paris en seis y ocho horas, y de Caldera ó de 
Concepción, no se consiguen sino en seis ú 
ocho dias por los telégrafos del Estado. 
El vapor y la electricidad son, como la líber- 



£L VAPOR NO BS TODO 139 

tad, una educación, un estado de cultura, un 
progreso nacido de la necesidad sentida de 
grande rapidez. Asi se explica su invención 
debida á la raza que antes de ella tenia por 
proverbio, — Times is money. Esta expre- 
sión que para un latino de América es una 
metáfora, para un ingles es ecuación mate- 
mática. 

La tiranía del tiempo y del espacio, como 
todas las tiranías, vive encarnada en las cos- 
tumbres del país, que han tiranizado por 
siglos. Bien puede la ciencia suprimirlos por 
un invento feliz, quedarán viviendo en las 
costumbres que ellos han formado. Cada 
hombre es la eternidad en sus movimientos. 
El vapor traído allí de un golpe, se pierde y 
disipa como en una caldera abierta, esperando 
eternamente la hora de ponerse en movi- 
miento. 



UO VIDA DE WILLIAH WCEHLWRIGHT 



CAPITULO XV 



MEJORAS VARIAS QUE INTRODUCE WHEELWRIGHT EN LOS 

PUERTOS DEL PACIFICO. 



Dado el vapor en el Pacífico como agente de 
locomoción, tenían que ser consecuencias na- 
turales de su establecimiento la prontitud en 
el despacho de las oficinas del tráfico, la exac- 
titud en las operaciones y servicios, la mejora 
de los puertos y de las costas, su estudio y la 
producción de buenas cartas para su navega- 
ción, la instalación de faros, de valizas, de dra- 
gas, de muelles en los puertos, la provisión fácil 
de carbón y de agua dulce para servir á los vapo- 
res, la reforma de las postas, de las aduanas, de 
la policía en sus relaciones con el tráfico y el in- 
tercurso comercial. Wheelwright no desconoció 
nada de eso, y con su paciencia y prudencia 
habituales, se contrajo á promover graduales y 
profundas mejoras, que debían asegurar los 



MEJORAS EN EL PACIFICO 141 

efectos benéficos de la nueva comunicación á 
vapor. 

Se le vio así durante los primeros años de 
introducidos los vapores en el Pacifico, promo- • 
ver los siguientes trabajos de mejoramiento 
material , que no obstante su diversidad concor- 
daban todos en este propósito común : garan- 
tizar la duración y fecundar los efectos benéficos 
del nuevo sistema de navegación internacional 
introducido en el Pacifico* 

Mantenidos inaccesibles á los vapores los 
puertos menores del Perú, no podian entrar y 
descargar en el de Iquique, que estaba en ese 
caso, contra el interés de sus habitantes y del 
comercio en general, pues la exportación nueva 
y reciente de los salitres hacia de ese puerto uno 
de los primeros del Perú. El Superintendente 
de los vapores lo representó al gobierno - pe- 
ruano y obtuvo la habilitación del- Puerto de 
Iquique, para todo buque extranjero. 

El puerto de Valparaiso, emporio del Pací- 
fico, tenia á su entrada un pésimo faro, que lo ' 
hacia el mas oscuro de toda la costa v natural- 
mente muy peligroso para su acceso nocturno. 



I4!¿ VIDA DE WILLIAM WEBRLWRlGflT 

En el interés general del país, tanto como de 

los vapores, Wheelwright lo representó á la 

autoridad Chilena y obtuvo la colocación de un 

faro espléndido. 

El servicio expedito de los vapores requería 

una abundante provisión de carbón en los 

puertos de la costa. Como los puertos carecian 

de muelles para facilitar la provisión de ese 
combustible á los vapores, Wheelw^right tuvo 

que suplir á ese defecto depositando el carbón 
del servicio en buques pontones que colocó en 
los puertos faltos de muelle. Como la falta de 
muelle, no impedia que hubiese una contribu- 
ción de ese nombre, en el Puerto de Coquimbo 
exigió la Aduana que los vapores pagasen de- 
rechos de muelle por el carbón tomado de sus 
pontones, que subian á enormes sumas. Una 
representación de Wheelwright obtuvo que los 
pontones de la compañía no fuesen conside- 
rados como muelles públicos, ni el carbón su- 
plido como deudor de derechos de póliza de 
reembarco. 

En el Callao, obtuvo del gobierno peruano 
en 1842 el arrendamiento de un terreno y el 



MEJORA DE LOS PUERTOS • Uli 

permiso de construir en él un edificio para 
trabajar fierro y maquinaria, hacer depósitos del 
carbón que los vapores tomarían sin pagar de- 
recho del muelle que no usaban. Obtuvo así que 
el carbón depositado en tierra, gozara de los 
privilegios concedidos para el de los pontones, 
que la compañía necesitaba emplear en el acar- 
reo marítimo de sus carbones. 

Solicitó y obtuvo también del gobierno del 
Perú otro cambio de ínteres general, á saber : 
— Que el puerto menor de Lambayeque fuese 
habilitado para exportar plata pina en los tér- 
minos que lo había sido el de Iquíque. Fué tamr 
bien resuelto a su pedido, que las toneladas que 
deben pagar los vapores en el Puerto del Callao, 
solo se entiendan las que carga el buque, no 
las que mide en atención á que la maquinaria 
y el combustible ocupan una gran parte del 
vapor. 

Raro es el puerto del Pacífico en que no hu- 
biese promovido la colocación de valizas y de 
faros. En los del Callao y Valparaíso promovió 
el establecimiento de cañerías de fierro para dis- 
tribuir el agua potable que no solo interesaba á 



HA VIDA DE WÍLLIAM WEEHLWRIGHT 

la sanidad y limpieza de esas ciudades comer- 
ciales, sino también á su seguridad contra los 
incendios, á que las expone su construcción de 
material combustible como medio de dismi- 
nuir el estrago de los temblores de tierra. En 
muchos lugares de la costa en que el agua po- 
table faltabqi del todo, como en Atacama, hizo 
montar máquinas para destilar el agua nece- 
saria á los vapores y a los usos de las pobla- 
ciones que el tráfico hacia nacer. 



CAPITULO XVI 



DIFICULTADES PARA LLEVAR LA LINEA HASTA PANAMÁ, 
NACIDAS DE LA CONDICIÓN EXCEPCIONAL DE NUEVA GRA- 
NADA. 



Con todas esas ventajas la empresa estaba 
detenida en la mitad de su obra. No se habia 
formado una Compañía de navegación para 
que solo comunicasen entre sí por vapor los 
dos puertos lejanos de Valparaíso y el Callao. 



NUEVAS DIFICULTADES 145 

Era preciso llevar k línea hasta Panamá para 
comunicar con Europa, que era el propósito 
capital de la empresa, sin lo cual la empresa 
quedaba en lá mas critica posición y en riesgo 
de disolverse. Iban ya corridos dos años desde 
el desembolso del capital, y los vapores nada 
producían á la Compañía eri proporción de sus 
gastos. Los accionistas podían pedir á los 
Directores, que retirasen los vapores de 
regiones en que nada producían. Los accio- 
nistas de Londres no eran filántropos que sé 
contentasen con la sola idea de servir al pro- 
greso del Pacífico, aunque fuese con pérdida de 
su tiempo, es decir de su propio dinero. Ellos 
querían percibir dividendos ó réditos de algún 
género de su dinero invertido para poner en 
comunicación á vapor, no dos puertos ó dos 
países extranjeros y lejanos, sino dos mundos. 
Wheelwríght veía la inminencia de ese peli- 
gro extremadamente posible, y para conju- 
rarlo de pronto apeló al interés que los gobier- 
nos del Pacífico tenían en el bueií éxito de la 
empresa, pidiéndoles la protección remunera- 
toria que estaba en su mano dar á la empresa 

10 



146 VIDA DE WILLIAH WHEELWRIGHT 

disminuyendo de uqe mitad el derecho 
impuesto sobre la plata embarcada en los 
vapores. 

Entre tanto era preciso llevar los vapores 
hasta Panamá, lo que no era fácil, aunque 
parezca increible cuando se estudian las resis- 
tencias, No es necesario decir que ellas venian 
de los gobiernos del Pacífico, situados en 
capitales que estaban al lado orieiital de los 
Andes, en altísimas planicies que no eran 
por lotanto dej Pacífico sino de un modo nomi-^ 
nal : tales eran Chuquisaca ó Sucre, capital de 
Bolivia., Quito 9 capital del Ecuador, y Bogotá^ 
capital de Nueva Granada. Habitando l8« 
regiones del cóndor en las alturas de los Andes ^ 
esos tres Estados, creado* por Bolívar, veiañ^ 
como él, la libertad que enriquece á las Naciones 
no en los mares, sino en las cumbres de los 
Andes, es decir, no en la comunicación, sino 
en, el aislamiento, que solo diferia del colonial, 
en ser un aislamiento patriótico. Un curioso 
brindis de Bolívar, pronunciado en un ban-r 
quete dado en lo alto del cerro de Potosí, desi 
pues de Ayacucho^ descubre el espíritu .eco-^ 



BRINDIS DE BOLÍVAR ^ iSl 

hómico dejado hasla hoy á esas regiones por su 
Libertador. « La gloria de haber traido hasta 
estas regiones frias los estandartes de la 
libertad, deja en nada todo el oro que tenemos 
bajo nuestros pies. » En la lengua del econo- 
mista, esa poesía se traduce en esta prosa. La 
gloria de haber traido á estas alturas, los 
estandartes de la libertad, deja en nada ala 
libertad misma, que tenemos bajo nuestros 
pies. — El oro en efecto es la libertad, porque 
^s el poder. Pero á su vez el oro es un poder 
simbólico, del poder de la riqueza, es decir de 
la producción de lo que es útil á la vida ; pero 
no hay producción donde no hay tráfico, inter- 
cambio, vias de comunicación, nivel en ana 
palabra. Quien dice nivel, habla del mar; que 
es el camino universal. Metrópolis y autorida- 
des situadas á quince mil pies sobre el nivel del 
mar, es decir sobre el rey de los caminos, y to- 
davía separadas del mar por la muralla de los 
Andes, están como fuera de la América mo- 
derna, como estaba España por la distancia, 
equivalente á la altura. Propiedad anómala de 
tino de esos Estados de las nubes, el Istmo de 



148 VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT 

Panamá, que es como un pasaje obligado del 
mundo, ha tenido que ser un campo de ba- 
talla entre el progreso moderno y el viejo régi- 
men pasado. 

Como soldado del progreso allí Wheelwright 
tuvo que luchar contra el monopolio de una 
mala navegación entre Panamá y Callao, dado 
por ^ el gobierno de Bogotá á una compañía 
francesa de paquetes á vela,, que ponían 40 
días en hacer el trayecto, que Wheelwright 
ofrecía efectuar en ocho. Esa compañía explo- 
taba esta otra circunstancia, que siendo Nue- 
va Granada un Estado Atlántico en su njiayor 
parte, no participaba del ínteres entusiasta de 
sus vecinos del Pacifico por el establecimiento 
de una comunicación directa con Europa y 
Estados Unidos, en que ya estaba, por sus 
puertos de Cartajena y Santa Marta : senti- 
miento un poco impropio del país en que se 
reunió el primer congreso americano de 1826. 

Felizmente la resistencia de la Compañía de 
paquetes á vela» no podía disputar largo tiempo 
al vapor la navegación de un mar en que las 
calmas permanentes son tan aciagas á la nave- 



su NUEVA CAMPAÑA Í4» 

gacion á vela, como favorables á la de vapor; 
así fué que un arreglo conciliatorio de los 
intereses encontrados vino á poner fin al con- 
flicto, que estaba ya resuelto en cierto modo 
por otra via. 

La anexión de California á los Estados Uni- 
dos y la descubierta del oro que á esa sazón 
ocurrían en ese lado del Pacifico, vinieron á 
servir al plan de Wheelwright, trayéndole la 
cooperación interesada y poderosa de los Es- 
tados Unidos, cuya integridad reclamaba la 
comunicación directa con su nuevo Estado 
del Pacífico por la via de Panamá. A poco de 
existir el nuevo Estado Americano de Califor- 
nia, tuvo lugar en Bogotá la negociación de 
un tratado entre Nueva Granada y los Estados 
Unidos, que aseguraba el pronto y regular 
trasporte de la correspondencia de los Estados 
Unidos al través del Istmo de Panamá.. Ya no 
eirajusto negar auna compañía inglesa loque 
se habia concedido al gobierno de los Estados 
Unidos. 

Era pues llegado el momento de que AVheel- 
wright abriese su nueva campaña para ter- 



Xm VIDA DE WILLIAH WflEELWRIGHT 

minar el establecimiento de la linea de vapores 
entre Valparaiso y Panamá por esfuerzos 
nuevos requeridos en América y en Europa. 



CAPITULO XVII 



NUEVOS AUXILIOS QUE WHEELWRIGHT ENCUENTRA. EN LA OPI- 
NIÓN PÚBLICA PARA VENCER SUS NUEVAS DinCULTADES. 



En efecto, tan inesperadas é inexplicables 
resistencias producidas en América para com- 
pletar una empresa que á nadie mejor que á 
la misma América servia, era capaz de com- 
prometer en cierto modo la opinión y la posi- 
ción de Wheelwright á los ojos de los accio- 
nistas situados en Europa, y hasta de hacerles 
dudar de la competencia del grande empresa- 
rio para terminar la obra comenzada. La crisis 
de su posición, como principal Superintendente 
de la línea de vapores se agravaba por una 
medida de neutralidad, que Wheelwright 
tomó con aplauso de todos, pero que no faltó 



HONORES Y RECOMPENSAS 151 

quienes la interpretasen en sentido inverso* 
Respondiendo al llamamiento de Wheel- 
wright y de la situación de ese gran negocio, 
el comercio extranjero del Pacífico y sus 
grandes representantes consulares y diplomá- 
ticos, tomaron la actitud inteligente que les 
correspondia , promoviendo en honor de 
Wheelwright, la víspera de su nueva campaña^ 
las manifestaciones de que dan testimonio Iob 
tres documentos que insertamos aquí literal- 
mente, no menos en obsequio de sus signatarios 
que de Wheelwright mismo. — Los trabajos 
de Wheelwright son de tal modo interesantes 
al público, que no parecen hechos por via de 
industria privada, sino en desempeño de los 
deberes de un Estado. 



Recomendación que el cuerpo diplomático y con- 
sular en Lima, hace de Hr. Wheelwright, como 
principal Superintendente de los Vapores en el 
Pacifico. 

Nos, los abajo firmados del cuerpo diplo- 
mático y consular, residentes en esta ciudad, 



15S VIDA DE WILLIAH WHEELWRIGHT 

conociendo muy bien ya personalmente, ya 
por reputación al señor Don Guillermo 
Wheelwright, Superintendente en jefe de los 
vapores al presente en esta costa, pertene- 
cientes á la Paxnfic Steam Navigation Com^ 
pony y podemos otorgar y otorgamos por la 
presente el mas amplio testimonio acerca de 
su recta y honorable conducta en todos res- 
pectos y á su bien conocida y acreditada capa- 
cidad para el desempeño del importante cargo 
que la Compañía le tiene confiado. 

Las concillantes y oficiosas disposiciones 
del señor Wheelwright y su total prescindencia 
de la política y de los partidos políticos en estos 
países, lo califican de ün modo especial para 
la superintendencia de estos vapores. Su larga 
residencia en los países situados en la costa, 
y sus numerosos é influyentes amigos, le dan 
ventajas, que muy pocos poseen, y estamos 
convencidos de que no podía haberse hecho 
elección de un Agente principal por los que 
han invertido capitales en la empresa de 
navegación por vapor en el Pacífico, que 
hubiese dado mas general satisfacción ni que 



REGOMENOAGIOM£S OFICIALES 153 

reúna al mismo tiempo de un modo mas com* 
pleto, la capacidad de llevar á bueíi éxito el 
ínteres que les concierne. 

Y es con la mas sincera satisfacción que 
damos testimonio del bien conocido nombre 
y capacidades de Mr. Wheelwright, teniendo 
como tenemos el mas cordial deseo del éxito 
completo de esta empresa, en que todo el 
mundo ci\dlizado está tan profundamente in- 
teresado y mas particularmente los diferentes 
países á que respectivamente pertenecemos. 

Lima, octubre 1841. 
Ventura Lavalle, ministro plenipotenciario 

* 

de Chile. A. Le Moyne, encargado de Nego- 
cios de S. M. el Rey de los Franceses. Ma- 
nuel CEaouEiRA Lima, encargado de negocios 
de S. M. el Emperador del Brasil . J. C. Pic- 
KETT, encargado de negocios de los Estados 
- Unidos. J. BoscH Spencer, encargado de ne- 
gocios de S. M. el Rey de los Belgas. José del 
Carmen Freunfo, cónsul general de la Repú- 
blica de Nueva Granada. Antonio J. Ferreira, 
cónsul general del imperio del Brasil. Ramón 



154 VIDA DE WILLIAM WBEELWftIGHT 

DE GüZMAN Y Quimones, cónsul general de la 
República del Ecuador. Christian Hellman, 
cónsul de la República y ciudad libre de 
Hamburgo. Stanhope Prevost, cónsul de los 
Estados Unidos. H. Wist, cónsul de Dina- 
marca. José A. Menendez, encargado de 
negocios de Méjico. 



Espléndido y público homenaje del comercio 
de Valparaiso á W. Wheelwright por elmé-- 
rito de sus empresas. 

En reunión general de la Bolsa Comercial y 
otros residentes de la ciudad de Valparaiso, que 
tuvo lugar en 15 de febrero de 1842, convo- 
cada por el Directorio de dicha comunidad y 
presidida por el honorable John Walpole- en- 
cargado de negocios de Su Majestad Británica 
en Chile, acompañado de los SS. Hénry Wi- 
lliam Rouse, cónsul general de dicha nación y 
Henri Blanchard, cónsul de Francia se toma- 
ron las siguientes resoluciones, adoptadas por 
unanimidad : 



EL COMERCIO DE VALPARAÍSO 155 

Considerando que Don Guillermo WheeK 
wright, Superintendente en jefe de la Compañía 
de navegación á vapor en elPacifico, va á ausen- 
tarse de este país y es llegado el caso que la co- 
munidad comercial y demás ciudadanos de esta 
localidad, manifiesten de la manera mas explí- 
cita y decisiva la alta opinión que tienen for- 
mada de su mérito por haber promovido una 
empresa tan útil é importante, resuelven : 

1"* Que esta reunión confiera á Don Gui- 



Uermo Wheelwright por el espíritu emprende- 
doY con que ha iniciado y por el zelo infatigable 
y perseverante con que ha vencido los obstáculos 
casi insuperables para poder establecer la nave- 
gación á vapor en el Pacífico : 

2"* Que esta reunión manifieste á Don Gui- 
llermo Wheelwright la bien merecida y justa 
admiración que le asiste por el buen manejo de 
los vapores desde su llegada á esta costa y muy 
especialmente por la línea de'conducta que ha 
observado para con los gobiernos de las diferen- 
tes Repúblicas de este Océano, ejercida con 
tanto juicio y de una manera tan conciliadora é 
imparcial como para granjearse la protección y 



156 VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT 

respetos de que con tanta justicia ha sido ob- 
jeto : 

. 3"" Que esta asamblea es de opinión que en 
vista de los frecuentes disturbios políticos que 
tienen lugar en algunos de estos países y en 
que miles de sus habitantes se ven comprometi- 
dos de una manera ú otra, debe considerarse 
justa la medida adoptada por Mr. Wheelwright 
de recibir á bordo de los vapores esa clase de 
pasajeros sin distinción, siempre que se pre- 
senten premunidos de pasaportes en forma, 
expedidos por las Autoridades del punto de su 
embarque, captándose por este medio cada 
vez mas la aprobación de los ciudadanos de 
estos países, desde que la exclusión de partida- 
rios en general ó particular no solo perjudica- 
ría los intereses de la Compañía, sino que $e 
acarrearía impopularidad y la odiosidad de to- 
dos los partidos : 

4® Que esta reunión recomiende á todos los 
tejedores de acciones que no posean agentes 
propios en Inglaterra, el otorgamiento de po- 
deres á favor de Mr. Wheelwright para que 
vote por ellos en las reuniones de accionistas 



su RETRATO £N LA BOLSA 157 

que tengan lugar en aquel país, por cuanto los 
miembros de la presente reunión están persua- 
didos de que las vistas manifestadas por él 
hasta el presente son de tenor que deben lle- 
varse á efecto, pareciéndoles como de lo mas 
conducente al éxito favorable de la em- 
presa : 

5* Que se nombre una comisión compuesta 
de cuatro individuos para que se encargue de 
una manifestación al Señor Wheelwright que 
sea de lo mas inequívoca y duradera, mandán- 
dose hacer el retrato de él para ser colocado en 
el salón de esta Bolsa y se le presente un obse- 
quio con los respetos y estimación que le pro- 
fesa esta reunión, para que esta muestra de dis- 
tinción se tenga por tributo justo del aprecio 
que merece y sirva á la vez de estímulo para 
aquellos que después de él se dediquen á la in- 
troducción de inventos de Europa , útiles y 
ventajosos en el Nuevo Mundo. 

6"* Que la comisión quede autorizada para 
emplear la suma que se colecte en la realiza- 
ción de la precedente resolución, debiendo 
efectuarse esta colecta por suscripción entre 



15t VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT 

los que componen la presente reunión y otrctó 
que deseen prestar su concurso. 

7** Que el obsequio que se presente al Se- 
ñor Wheelwright lleve una inscripción indi- 
cando el objeto de la ovación. 
- Se convino en seguida que la comisión aludi-* 
da en el artículo 5 se compusiese de los siguieur 
tes Señores : E. Linch, — José Wadington, • — 
Enrique Ward, — Vicente Sánchez, á quienes 
se suplicase el cumplimiento de las disposicio- 
nes precedentes, enviando una copia de ella al 
Directorio de la Compañía en Londres. 

(Firmado) John Walpolé, 

Presidente. 
(Firmado) J. M. Bascünan, 

Secretario. 



Rec(y¡mndacio7i que todo el Comercio extrcm- 
jero de Lima hace de Don Guillermo 
Wheelwright y como primer Superinten^ 
deníe de los vapores del Pacifico. . 

Los abajo tirmados, comerciantes extran- 
jeros residentes en esta ciudad, conociendo 



EL COMERCIO DE LIMA 159 

perfeciamenteal señor Guillermo Wheelwright, 
Superintendente en jefe de los vapores de esta 
Costa, pertenecientes á la Compañía de Nave- 
gación á vapo»^ en el Pacífico, nos encontra- 
mos en aptitud y otorgamos por la presente el 
mas amplio testimonio acerca de su recta y 
honorable conducta en todo sentido, como 
asimismo de su muy versada é inteligente 
idoneidad para el desempeño del importante 
cargo que dicha Compañía le tiene conferido. 
' El persistente celo y tino de Guillermo 
Wheelwright en la estricta observancia del 
cur§o progresivo, recta y honorable Admiais- 
tracion, obviando todo compromiso en diversos 
casos difíciles ocurridos, — su buen sentido 
y discerpimiento práctico para imprimirle esa 
marcha, — sus conciliadoras y cultas maneras, 
— s,u abstención absoluta de la política y par- 
tidos militantes en estos países, — ^ nos facultan 
para declararle sin hesitación como el mas 
idóneo, por los dotes peculiares que reúne, 
para el desempeño de la superintendencia de 
esa línea de Vapores, concibiendo á nuestro 
entender que , el ^acierto de esta, empresa y 



160 VIDA DE WILLIAM WHEELWKIGHT 

desarrollo próspero de ella hasta el presente^ 
es debido exclusivamente á su incesante y bien 
dirigida Administración . 

• 

Su larga residencia en la costa de estos 
países, las numerosas é influyentes relaciones 
con que cuenta, le acuerdan ventajas que están 
al alcance de muy pocos, y abrigamos la con- 
vicción de que no podría haberse hecho una 
elección de Agente general, de parte de los 
que han invertido capitales en la Empresa de 
Navegación á Vapor en el Pacífico, que con- 
sultase mayores garantías de satisfacción gene- 
ral, ni que reúna mejores aptitudes para pro- 
mover con acierto y cautela el interés que les 
concierne. 

Y es con la mas franca sinceridad que deci- 
mos que la continuación del Señor Wheel- 
v^right en calidad de Superintendente en jefe, 
la consideramos de vital importancia para el 
éxito de esta lejana y azarosa empresa. Es bajo 
la impresión de estos sentimientos y animados 
del mas sincero deseo por el completo éxito 
que atestiguamos el notorio carácter y habili- 
dades del Señor Wheelwright y su honorabk 



ALTO COMERCIO DEL PERÚ f«í 

y recta manera de proceder en toda oca- 
sión . 

Lima, Octubre de 1841. 

Gibbs, Crawley y Compañía. — Maclean, 
Rowe y Compañía. — Alsop y Compañía. 

— Templeman y Bergmann. — Fred. Huth 
Gruning y Compañía. — John Mackie. — 
Swayne, Reíd y Compañía. — W. Dickson 
Price y Compañía. — William Hodgson. 

— Lang, Smith y Compañía. — Naylors, 
Bourdman y Oxley. — Peter Conroy. — 

Oreen, Nelson y Compañía. — Henry Se- 
verin. — Ad. Zachariese y Compañía. — 
Henry Read y Compañía, — Wheelvek. — 
Dalidon y Larrabure. — Hegan, Hall y 
Compañía. — A. Roux. 



11 



163 VIDA UE WILLIAM WHEELWRIGHT 



CAPITULO XVIII 

ALLANAMIENTO DE LAS DIFICULTADES. — LA LÍNEA LLEGA 
HASTA PANAMÁ, Y ESTA NUEVA VIA QUEDA ESTABLECIDA. 
— EFECTOS BENÉFICOS DEL CAMBIO EN EL PACIFICO. 



Coronada por el mejor resultado la serie 
de sus nuevos trabajos, un dia vio la luz en 
el Morning-Post (del 29 de mayo de 1844), 

la siguiente carta de Mr. Wheelwright, diri- 
gida á ese periódico , ó mas bien al público, 
por conducto de ese periódico de primer 
orden : 

oc Londres, mayo 1 de 1844. 

c< Señor : Me permito informar á usted que 
he celebrado arreglos para el establecimiento 
de una comunicación á vapor mensual entre 
Panamá, Guayaquil y Lima, y que se tomarán 
medidas para obrar de concierto con los va- 
pores que coiiducen la Real Mala á las Indias 



LA VIA DE PANAMÁ INAUGURADA 163 

Occidentales, y con los del Océano Pacífico, que 
ahora navegan entre el Perú y Chile. 

<f He creído conveniente hacer desde ahora 
este anuncio, á fin de que pueda ser trasmi- 
tido á Australia, Nueva Zelandia y las Islas 
que forman el A^rchipiélago del Este, para 
que los residentes en esos distantes parajes 
se preparen á sacar inmediato provecho del 
intercurso que al presente existe entre ellas y 
la costa occidental de América, y encontrar 
asi la via para Europa por esta expedita y 
cómoda ruta. 

c< La inauguración de la propuesta línea 
llamará indudablemente la atención de muchos 
que tienen ocasión de visitar la China. Se 
hallará que es el mas agradable viaje, y aunque 
la comunicación al través del Istmo de Suez 
fuese alguna vez interrumpida por causas polí- 
ticas ó reglamentos sanitarios, se sacaría siem- 
pre partido de esta ruta. 

« El vapor que será colocado entre Panamá 
y Lima, tendrá comodidades para cien pasaje- 
ros y para dosciejitas cincuenta toneladas de 
flete. Una oficina será establecida en el Istmo á 



164 VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT 

propósito de facilitar los trasportes de merca- 
derías y tesoro. 

« Es entendido que esta comunicación em- 
pezará á tener efecto desde principios de 1845. 

« Para mayores detalles debo referirme k los 
estatutos que se publicarán próximamente so- 
bre precios de trasporte en el Istmo, tarifas de 
flete y pasaj e , en mo neda del Pacífico . 

« Soy^ Señor, su muy obediente servidor. 

T 

« W. WflEELWRIGHT. » 

Así quedó en 1845 establecida aunque no 
del todo la empresa de comunicación á vapor 
entre Chile y Europa via Panamá, que Wheel- 
v^right empezó en 1835, empleando diez años 
de trabajos inteligentes y pacientes, que son su 
primer título al respeto del mundo. 

No era poco establecer una línea de vapores, 
donde no existía un solo vapor, donde ni dé 
vista habían sido conocidos *. Pero establecerla 

i Cuando pasó el primer vapor por Cobija, . puerto de 
Bolivia, su autoridad local avisó por parte ofícial á su jefe, 
que esa mañana se divisó á lo lejos un buque incendiado, 
en auxilio del cuál, decia, mandé un bote con ocho rema- 



CONSECUENCIAS DEL CAMBTO lOí 

en mares lejanos y solitarios, y convertirla en 
correo del primer poder marítimo del mundo, 
poseedor de la India y de la Australia, era un 
portento de habilidad; eso es lo que Wheel- 
wright obtuvo cuando consiguió que la Mala Real 
de Inglaterra fuese conducida por los vapores 
de la nueva Compañía del Pacífico revestidos de 
todos los privilegios y prerogativas inherentes 
á ese encargo honorable. Las mas grandes y 
benéficas consecuencias debían seguirse de esa 
conquista en el orden social y económico de 
las Repúblicas del Pacífico. — Era introducir 
en ellas junto con el vapor marítimo, la posta 
moderna con toda su santidad, disámoslo así, 
con toda su regularidad y exactitud, en países 
educados en el régimen colonial español, que 
nunca sospechó que la correspondencia privada 
pudiera ser inviolable para los Agentes del Rey, 
Uno de los primeros efectos de ese beneficio 
. se hizo sentir en Panamá desde luego. Después 
de establecida la comunicación por el Istmo, el 

dores, pero la corriente era tan fuerte que no fué posible 
alcanzarlo. £1 parte concluiaencoínéndaiido á Dios las vic- 
timas. 



166 VIDA DE WILLIAM WüEELWRIGHT 

gobierno libre de Bogotá, glorioso de enarbolar 
á 15 milpiés sobre el nivel de ambos mares 
Jos estandartes de la libertad conquistados por 
Bolívar, exigia desdeñoso, que las banderas de 
las otras naciones se arrastrasen al través de su 
suelo del Istmo, como tributarias de un enorme 
impuesto sobre su correspondencia, por el 
mero hecho de transitar su suelo. Las cartas 
debian pagar un fuerte impuesto como si en- 
trasen ó saliesen del territorio de nueva Gra- 
nada. Así el rancio derecho de tránsito, abo- 
lido en todas partes para las mercancías, seguía 
existiendo para la correspondencia internacional 
que cruzaba el Istmo, por la pohlica fiscal del 
libre gobierno de Bogotá. Servido por los legí- 
timos clamores del comercio extranjero del Pací- 
fico y por la influencia inteligente del gobierno 
británico, no le costó á Wheelv^right hacer des- 
aparecer esa aduana postal equivalente á una in- 
terdicción indirecta del Istmo de Panamá, y las 
cartas de Europa destinadas al Pacífico y vice 
versa pasaron en lo futuro sin ser timbradas ni 
pagar derechos en el Istmo, que quedó como 
suelo neutral en ese punto. 



MEJORAS PRODUCIDAS 167 

La posta pasó por una reforma en todos lo6 
países del Pacífico, con respecto á sus tarifas, á 
su seguridad, á la regularidad y exactitud de stt 
despacho y distribución, modelada en el régi- 
men de la posta inglesa y europea. 

Por la primera vez fué conocida en esos Es- 
tados continuamente en guerra unos con otros, 
la neutralidad^ que sabe hacerse respetar, gra- 
cias á la bandera y prerogativas inglesas con 
que navegaron los vapores de la Compañía del 
Pacífico. Mas de una vez exigieron sus gobier- 
nos y sus partidos en lucha, que sus enemigos 
políticos no fuesen admitidos como pasajeros 
en los vapores. Wheelwright como Superinten- 
dente rechazó con firmeza esa pretensión bár- 
bara, y mantuvo el principio que quedó respe- 
tado hasta hoy de la inviolabilidad y seguridad 
de las personas embarcadas bajo la bandera 
neutral sin faltar á ningún uso de policía in- 
ternacional. Wheelwright consiguió hacer de 
los vapores de su mando, lo que hizo de su con- 
sulado americano en Guayaquil, el asilo de los 
perseguidos por el crimen de no pensar como el 
gobierno. En países cuya vida ordinaria y normal 



t168 VIDA DE WILLIAH WflEELWRIGHT 

6fi el estado de guerra ó de revolución, jr donde 
la evasión es una garantía impracticable por 
falta dé caminos, la felicidad de tener á sus 
puertas el asilo de una gran bandera neutral, es 
de un valor inapreciable. 

No hay mas que imaginar lo que sucedería, 
si en lugar de los vapores ingleses de la Compa- 
ñía estuviese desempeñado su servicio, por pa- 
quetes privados, con banderas de esos países ó 
de países secundarios de Europa. 
" La seguridad para la conducta de valores, 
que trajo el establecimiento de la línea de vapo- 
res, fué otro grande beneficio que le debió el co- 
mercio de esos países, pues ella fué razón de 
que bajase el cambio y la prima del seguro. 
"En países de origen español, educados en un 
régimen colonial de vida enteramente extraña á 
los usos rígidos del comercio, la exactitud en el 
• despacho y en los dias señalados para la salida 
de los correos, era cosa desconocida, pues el 
capricho de un capitán de buque, ó el influjo de 
una entidad poderosa, y sobre todo la voluntad 
puray simple del gobierno, era causa frecuente 
de retardos y esperas indefinidas. La exácti- 



COMODIDADES NUEVAS 169 

tud inglesa se inició en las costumbres de esos 
países, por la organización de los vapores de la 
Compañía, no sin las grandes y persistentes 
dificultades que opuso la pereza ó indolencia 
tradicional de sus ha^bitantes. 
, El confortable ó comodidad en la manera 
de viajar por mar, que trajo el establecimiento 
de los vapores, fué de un interés mayor que 
el deun simple gus*to ó ahorro de molestias 
físicas, pues él sirvió grandemente á la salud 
de los pasajeros en costas tropicales, donde 
las mojaduras, el sol, los malos alimentos y 
las camas desaseadas son origen de fiebres 
y otras enfermedades. 

No hay que hablar de la economía de dinero» 
de tiempo, de molestias de espíritu y de 
cuerpo^ y por fin de peligros, que esos países 
debieron á la adquisición del vapor en la 
forma espléndida que desde su primer estable- 
simiento le dio Mr. Wheelwright. 

El respeto y la confianza naturales que ins- 
piró el gobierno de la poderosa Compañía in- 
glesa, extinguió poco á poco las impertinentes 
exigencias de la vieja policía marítima. Con 



170 VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT 

sorpresa de muchos, el cabotaje á v.ela re* 
cibió un grande desarrollo á influjo de la 
línea de vapores en que se temió la causa in- 
minente de su ruina. Se repitió allí por la 
milésima vez una prueba de que las grandes 

vías de comunicación á vapor, terrestres ó 
marítimas , llaman á otras menores en su 
servicio y alimento. 



CAPITULO XIX 



INFLUENCIA DE WHEELWRIGHT EN LA CONSOLIDACIÓN Y 

DESARROLLO DEL CAMBIO. 



Pero todos esos beneficios, que vinieron 
como consecuencias naturales de la comunica- 
ción á vapor introducida en el Pacífico, se 
produjeron y debían seguir produciéndose 
á una condición, la de una dirección inteli- 
gente y vigilante en el gobierno económico de 



CONSOLIDACIÓN DEL CAMBIO 171 

Ja grande empresa. Todas las ventajas obte*- 
nidas eran insuficientes para garantir su esta- 
bilidad, contra otras causas mas bien rutina- 
rias que naturales, quéi trabajaban por una 
disolución retrógrada , si la capacidad de 
Wheelwright dejaba de asistir al desarrollo 
ulterior de la empresa apenas plantificada. 
Wheelwright lo comprendió, no menos bien 
que el Directorio de la Compañía de Londres ; 
y después de los diez años que empleó en plan- 
tificar la línea de vapores, de 1835 á 1845, 
todavía empleó diez años mas en servir á su 
consolidación por su dirección leal, inteligente 
y enérgica. Persistió no por cálculo de ganan- 
cia, sino por honor y buena fe de empresario 
superior. 

La empresa no hizo sino pérdidas durante 
los primeros diez años de su establecimiento, y 
hace extremo honor á sus fundadores la fe inte- 
ligente con que arrostraron la natural adversi- 
dad de toda empresa naciente, contando con los 
beneficios que el tráfico futuro les traería ine- 
vitablemente. Wheelwright sabia que las gran- 
des creaciones de la industria absorben á veces 



172 VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT 

1oda una existencia, porque su desarrollo gra- 
dual es lento é indefinido. Él tenia el tempera- 
mento que la moral de la industria requiere en 
el grande empresario* Solo la moral sabe ser pa- 
ciente en la adquisición de la fortuna por las 
obras de la industria ; tiene horror á la preci- 
pitación con que la especulación perezosa y fe- 
bril busca el fruto que desea, porque sabe que 
soló es productivo el trabajo verdadero y aca- 
bado. 

Está era la situación de la empresa, después 
de colocados los vapores entre Valparaiso y Pa- 
namá, en 1845 : el sistema de comunicación 
colonial estaba enterrado, pero el nuevo no 
hacia sino nacer. Poner cuatro vapores en una 
costa de 1 ,300 millas, no era dotarla de una 
comunicación regular y perpetua. La nueva 
creación necesitaba formarse, crecer, educarse, 
y convertirse en establecimiento permanente y 
definitivo. 

Creada la línea era preciso alimentarla, 
darle medios de vivir, es decir darle materia- 
les de tráfico , de nutrición y desarrollo. Pero 
no hay tráfico, por falta de objeto, donde no 



MEJORAMIENTO DE LOS PUERTOS 173 

hay producción , ni producción donde el producto 
no tiene salida, por falta de vias de comunica- 
ción terrestre, fácil, rápida, regular y barata. 
Así el vapor marítimo una vez instalado en el 
- Pacífico, llamaba como su resultado lógico al 
vapor terrestre, ó los ferrocarriles, que debían 
sacar del interior los productos del suelo, que 
los vapores debían recoger en sus puertos. 



CAPITULO XX 

Establecida la línea de vapores, Wheelwright se ocupa 

DE los puertos Y DEL VAPOR TERRESTRE Ó FERRO- 
CARRILES. — Puerto de Caldera. Ferrocarril de 
Copupó. — Ganangus y desinterés de Wheelwright. 



Pero como los puertos son los anillos que 
unen á las líneas de vapores con los ferrocar- 
riles, Wheelwright comprendió que debía con- 
sagrar su actividad á promover . todo lo que 
podía mejorar la condición de los puertos, 



174 VIDA DE WILLÍAM WHEELWRIGHT 

antes de separarse de la empresa de vapores, 
para contraerse á empresas de ferrocarriles. 
El puerto señalado por la naturaleza de la 
producción Chilena para dar principio á esa 
obra de mejoramiento, era el de Copiapó, pues 
la mas rica producción de Chile por los años 
de 1845 á 1850, era la de sus minerales de 
plata y cobre situados en su provincia de Ata- 
cama, cuya ciudad capital era Copiapó. Esos 
minerales distaban de la costa y del puerto de 
su exportación 30 leguas mas ó menos. El mal 
camino de acarreo que ligaba el puerto al país 
minero y la mala condición del puerto mismo 
empobrecian y encarecian la producción. El 
doble medio de obtener el mejoramiento de 
ambas cosas á la Vez era dar al puerto de Co- 
piapó mejor colocación, y .ligar á esa ciudad 
con su nuevo puerto por un ferrocarril. Wheel- 
wright lo comprendió así y acometió ambas 
empresas con la competencia que le daban su 
papel de representante de la línea de vapores^ 
y la de accionista de la Compañía anglo-chilena 
de minas en Copiapó, valoradas en 750,000 L. 
que él debía representar también poco después. 



EL PUETRTO DE CALDERA 175 

Un relojero de Valparaíso, Mr. Moit, obtuvo 
concesión para construir un ferrocarril entre 
la ciudad de Copiapó y su viejo Puerto, pero 
habiendo ido Moit á Copiapó á proponer la 
empresa no le fué aceptada. 

Mr. Wheelwright hizo visitar con uno de 
sus vapores la costa norte de Chile y recibió 
informe de que Caldera era un puerto muy 
superior al llamado Puerto viejOy de Copiapó, 
situado en la embocadura del Rio de su nombre 
y practicado hasta entonces, á pesar de sus in- 
convenientes. Wheelwright complementó esta 
noticia interesante por una inspección que hizo 
él personalmente (á caballo), desde la ciudad 
de Copiapó hasta el puerto de Caldera, del ter- 
reno intermedio, que halló ser perfectamente 
adaptable para localizar un ferrocarril entre 
Caldera y Copiapó. Halló también que el 
puerto de'Caldera permitiría construir un gran 
muelle en que todos los buques pudiesen des- 
embarcar sus cargamentos en los wagones 
mismos del ferrocarril prolongado sobre el 
muelle. Para improvisar la población del puerto 
de Caldera, concibió que el medio mas sencillo 



176 VIDA DE WILLIAU WIlEELWRIGHT 

era el de trasladar á él la población del viejo 
puerto, mediante las facilidades que para ello le 
^ daba la posesión de los vapores. Aceptada la 
idea por las personas pudientes de Copiapó, á 
quienes la propuso, quedó formada la Compañía 
del ferrocarril de Copiapóy con un capital de 
cien mil pesos, y nombrado Mr. Wheelwrigíit su 
administrador principal. La Compañía compró 
á Mr. Móit su concesión por 30 mil pesos, y 
Wheelwright pidió inmediatamente á los Esta- 
dos Unidos, un cuerpo de ingenieros, que tra* 
jeron los Campbel (Alan y Alejandro), ellos 
mismos ingenieros de primer orden, con el 
cual vinieron artesanos y mecánicos de toda es- 
pecie, las locomotivas y tren rodante. Los rieles 
fueron traidos de Inglaterra. Principiada la obra 
en 1851 , quedó el ferrocarril terminado y dado 
al servicio del público en todo el ano de 1852. 
Ese ferrocarril, que determinó la for- 
mación de la ciudad de Caldera, llenó de mejo- 
ramientos á la ciudad misma de Copiapó, gra- 
cias á la actividad infatigable y solicita de 
M, Wheelwright. Siendo nociva el agua de 
Copiapó para las calderas que producen el 



FERR*OGARRILES ANDINOS 177 

r 

yápór por contener mucha cal, mandó Wheel- 
wright construir grandes y poderosas máqui- 
nas para destilar toda el agua necesaria para 
las locomotivas, para los talleres y para los 
habitantes mismos. Construyó hornos para íár 
brícar la cal y para fundir los cobres, y estar 
Heció el alumbrado por gas en toda la ciudad 
de Copiapó, El éxito de ese primer trabajo deter- 
' minó poco después la prolongación del ferro- 
carril de Copiapó, hasta los minerales de Tres 
Puntas y dé ChañardltOy situados muchas mi- 
llas al sudeste y nordeste del pueblo de Co- 
piapó. Una estación, situada en Pabellón^ 
7 leguas al interior del valle hacia los Andes, 
recibió por la Compañía el nombre dé San 
Guillermo , en honor de Wheelwright \ que 
lleva hasta ahora. — Visitando con D. M. Del 
Carril el camino que partia de San Guillermo^ 
viá MoUes, al mineral de Chañarcillo, y almor- 
zando sobre una roca, « ahorayle recordó su 
amigo j — ha llegado el tiempo de ir á *la 
República Argentina por el ferrocarril de los 
Andes. — Es un hecho que esa idea formada 
en él por los ferrocariles chilenos hacia los 

18 



178 VIDA DE WILLIAM WHEBLWRI6HT 

Andes, fué la que poco después lo devolvió á 
la República Argentina por donde etúpetó su 
vida de Sud América en 1823. 

Volviendo al puerto de Caldera, se operó en 
él le traslación de las autoridades y de las ofici- 
nas de la aduana del Puerto Viejo, de muchas 
casas y de los habitantes mismos, formando el 
nuevo pueblo de Caldera, cuyas calles, espa- 
ciosas y animadas, llevaron los nombres de 
Wheelwright , Edwards , Carril , Carvallo , 
Vallejo, etc., etc., accionistas de la Compañía 
y promotores principales del cambio. 

La Compañía inglesa de minas en Copiapó, 
representando un capital de 750,000 Libras 
esterlinas, confió á Wheelwright la dirección 
absoluta de sus operaciones, y poco después en 
meetings públicos, tenidos en Londres, fué 
aplaudido y cumplimentado por la rectitud y 
habilidad de su desempeño, habiendo reducido 
él gasto anual de la Compañía y concentrado 
sus operaciones á los puntos que ofrecían in- 
mediato y permanente beneficio. 



su DESINTERÉS INDUSTRIAL 179 



No 3e puede leer un capítulo cualquiera de 
la vida de Wheelwright, sin imaginarse uno 
que lee la Memoria en que algún gobierno 
benéfico y patriota da cuenta al país de las 
obras de mejoramientos que ha llevado á cabo 
en desempeño de los deberes* de su cargo. Y 
sin embargo es la simple historia de los traba- 
jos de un empresario, hechos por su iniciativa 
privada, como arbitrios industriales, con la 
mira de ganar. Así escomo la industria, cuando 
es inspirada y asistida por la moral, se con- 
. funde con las virtudes del patriotismo y de la 
filantropía. 

La ganancia no excluye la moral, el desin- 
teress y la gloria del empresario de nobles 
trabajos , sino que lejos de excluir esas 
calidades, las producen los inventos felices 
y útiles para lá humanidad que hace la indus- 
tria, aunque por via de ganancia. 

Wheelwright fué, como Fránklin, un modelo 
de desinterés, aunque, como Fránklin, hubiese 



480 VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT 

hecho una fortuna^ que no excluía su desinte- 
rés. La industria no deja de merecer la gloria 
porque sus servicios sean lucrativos. Los ser- 
vicios del soldado y del sacerdote no lo son 
menos, pues el salario que encubre el bene- 
ficio, no los priva de su brillo. No serian 
dignos de gloria los servicios útile? de toda 
género si no fuesen esencialmente provechosos 
al género humano. Excluir de este provecho 
tan solo al que lo ha creado, seria castigarle 
por via de privilegio renumerativo. Mejor es 
la sinceridad candorosa de la industria, que 
confiesa el provecho que busca, que no la hipo- 
cresía de los oficios en que el egoísta pretende 
que sirve al país cuando en realidad se sirve 
del país para hacerse servir su pan cotidiano. 
Un zapatero, un arquitecto, un comerciante 
hacen tanto bien á la salud del género humano; 
como un soldado, un orador, un escritor*, pero 
estos aspiran al privilegio de tener dos recom- 
pensas, á saber : — el salario de su oficio, no 
menos industrial que cualquier otro, y además 
la gloria adicional de ese salario. Es esta clase 
de desinterés el que tiene, asco, del am^mb 



LOS HÉROES DE LA INDUSTRIA íl81 

del empresario, que se enriquece á si mismo 
enriqueciendo á los dernás. Los provechos del 
trabajo no impiden que la industria tenga 
sus héroes, como la guerra. Los héroes de 
la paz tienen de bueno la ingenuidad honesta 
de. sus miras de ganancia. Hacen el bien sin 
pretenderse apóstoles ni misioneros. Su inte- 
rés generoso y desinteresado por decirlo así, 
de que Wheelwright v. g. era un dechado, 
es la condenación de esa abnegación hipó- 
crita y falsa de los que escriben ó militan 
• ó predican para vivir y enriquecer, al mismo 
tiempo que se dan por misioneros en ocu- 
paciones que se hacen pagar con laiireíéjs 
y honores el duplicado inmoral de un precio 
ya pagado y recibido en dinero. Hemos insis- 
tido en estas reflexiones, porque interesa á los 
destinos de la sociedad moderna de Sud-Amá- 
rica fijar y definir los tipos de hombres y de 
servicios que merecen de su parte la predilec- 
ción que la vieja sociedad; fundada en otras 
bases, acordaba á las artes de la guerra y de 
la retórica. ' • ^^ x 



i«r VIDA DE WILLIAH WHEELWR16HT 



CAPITULO XXI 



WMEELWR6MT SE SEPARA DE LA EMPRESA DE VAPORES. 

— SE OCUPA DE DIFERENTES MEJORAS EN VALPARAÍSO.. 

— DASE EN ADELANTE Á EMPRESAS DE FERROCARRILES. 

— PROYECTO DEL DE VALPARAÍSO Á SANTIAGO. 



§ 



En 1855, á los veinte años de haber conce- 
bido y emprendido la fundación de la linea de , 
vapores del Pacífico, coronada del mas com- 
pleto suceso en esa fecha, M. Wheelwright cedió 
sus derechos en la empresa, que conservaba 
como su concesionario original y se separó de 
ella, después de vanos esfuerzos que ensayó 
para prolongarla hasta Chiloe, con tendencia 
á comunicar ulteriormente con Europa por la 
via de Magallanes, como hoy lo hace la misma 
compañía. De las empresas del vapor marítimo 
Wbeelwreight se trasladó del todo á las -em- 
presas del vapor terrestre ó de ferrocarriles. 
Pero, como hizo en el Puerto de Caldera, 



HEJORAMIENTO DE VALPARAÍSO i83 

teniendo presente el papel intermedio de los 
puertos entre ambos sistemas de comunica- 
ción á vapor de mar y tierra, Wheelwríght vol- 
vió á su cuartel general^ que era Yalparaiso, 
y consagró su actividad industrial á la mejora y 
desarrollo de ese puerto importante del Pací- 
fico. 

La ciudad de Valparaíso era escasa en agua 
potable. Esa falta afectaba vivamente á la in- 
dustria y al tráfico, tanto comoá la salubridad 
de la población. El agua dulce era esencial para 

« 

la locomoción á vapor de los vehículos terrestres 
y marítimos ; para la seguridad de los edificios, 
sumamente combustibles, como hechos de 
madera en gran parte, que guardaban inínen- 
sos depósitos de mercancías, y para la salud y 
comodidad de la población misma. M. Wheel- 
v«rright obtuvo una concesión del gobierno local 
para reunir én grandes recipientes y distribuir 
por cañerías de fierro á la parte de Valparaíso , 
que quisiese proveerse de agua á domicilio. 
También intentó proveer de gasa la ciudad, por 
un sistema análogo, para mejorar su alumbrado^ 
pero no dependió de él, que otro mas feliz si 



184 VIDA D£ WILLIAM WHEELWRIGHT 

po mas competente^ obtubiesé la concesión dé 
la obra que él proyectó : le quedó solamente d 
laurel de la iniciativa. Lo peor es que otro tanto 
Je pasó con otra colosal mejora de que intentó 
dotar á Valparaiso, á saber : el ferrocarril qué 
debia ligar su puerto con la ciudad de San- 
tiago, capital de Chile y centro de la riqueza 
agrícola que produce el valle inmenso en que 
está situada. 

La concepción del ferro-carril entre Santiago 
j Valparaíso hará siempre honor al genio de 
Wheelwright. Él fué el primero que la tuvo. 
Aprovechando del cuerpo de ingeniei'os que 
hizo venir de los Estados Unidos, para construir 
el ferrocarril de Copiapó, hiza estudiar ciénti- 
ficapaente el terreno y trazar el plano del ca- 
mino deyapor, que debia traer á Santiago y cor 
locaurlo en la costa del Pacífico. Cuando obtuvo 
la certeza de su practicabilidad, en vista de los 
jestudios hechos por ingenieros de primer rango 
len los mismos Estados Unidos, Wheelwright 
solicitó del gobierno de Chile la concesión dé 
psaobra, en que nadie había pensado antes que 
él. El escrito en que solicitó esa concesión, fué 



FERROCARRIL DE VALPARAÍSO A SANTIAGO m 

una página luminosa de economía política, que 
abrió los ojos del gobierno y del país sobre \6s 
progresos que el ferrocarril propuesto debía 
producir en todo Chile. Las condiciones de la 
concesión eran menores que las admitidas en 
riiuchas obras análogas de que presenta ejem- 
plos Sud-América. Las montañas, que separan 
á Valparaíso de Santiago, hacían esa obra de 
una dificultad excepcional ; pero no inaccesible 
al poder de la ciencia, como Wheelwright 
decía. Que la obra era factible, lo probó el he- 
cho de su ejecución, llevada á cabo mas tarde. 
Pero el gobierno de entonces no pudo creer 
posible el bello proyecto de Wheelwright, y 
tuvo el sentimiento de desecharlo. De tal escep- 
ticismo parece estar formada la trama del hom- 
bre de Estado en todas partes. Lord Palmerston, 
no creía en la practicabilidad de un canal nave- 
gable al través del Istmo de Suez. M. Thiers, 
mas conocedor de la sociedad que de la nátu- 
raleza, dudó de la posibilidad del ferrocarril 
á vapor. Lo cierto es que el fenómeno del va- 
por aplicado á la locomoción tiene de curioso; 

* ■ 

que no solo su invención primera fué juzgada 



18$ VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT 

eomo una paradoja, sino que cada aplicación 
de ese invento, en via ó en país poco conocido^ 
ha encontrado el mismo escepticismo. En el 
Museo deKensington, en Londres, existe un nú* 
mero de la Quarterly ñeview de 1819, en que 
se leen e^as palabras sobre el proyecto del pri-^ 
mer camino de fierro. — « No somos partida- 
rios de proyectos fantásticos, relativos á institu- 
ciones útiles, y nos reimos como de una idea 
impracticable de esa que consiste en construir 
un camino de fierro en que se podrá hacernos 
viajar á vapor. ¿Hay cosa mas absurda y risible 
que la idea de un wagón arrastrado por el 
vapor y marchando con doble velocidad que 
nuestros diligencias? » — Eso era en 1819, y 
seis años después, en 1825, hacia marchar 
Stebenson á su Locomotion^ como llamó á la 
locomotiva de su invención inmortal. 

La idea de Wheelwright no fué perdida, y 
tuvo al menos el consuelo de verla puesta en 
obra por el gobierno mismo de Chile, años mas 
tarde, en provecho de su querida Valparaíso 
y del tráfico sobre todo de los vapores del Pa- 
cífico, que le debian su fundación. 



LA PEOR CONCURRENCIA EN SUD-AMÉRICA 187 



CAPITULO XXII 



CONCURRENTES CON QUE LUCHO WMEELWRIGHT^ QUE SON 

UN ESCOLLO DEL PROGRESO. 

Los peores concurrentes con que luchó 
Mr, Wheelwright en sus empresas no fueron 
los gobiernos, cuyos dominios parecia invadir 
con ellas por su carácter casi público, como son 
siempre las vias de comunicación. Los concur- 
rentes que encontró en su carrera de empresario, 
son los mismos con que tendrá que luchar toda 
grande empresa de obras de viabilidad mo- 
derna en la América que fué colonia de España.. 
Es la lucha del espíritu nuevo y progresista 
con el espíritu estacionario, que dejó el sistema 
colonial de siglos en los usos de los Sud-Ame- 
ricanos. Por lo mismo que este hecho es triste 
es preciso remediarlo en el interés de Sud- 
América, y para remediarlo, toca á la historia 
señalarlo. Un orden de cosas en que el trabajo 
industrial, fuente de toda riqueza, estuvo por 
siglos prohibido y degradado sistemadamente. 



188 VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT . 

y en que las funciones del gobierno exótico ó 
metropolitano fueron el medio favorito de acu- 
mular fortuna y honores, debia producir al 
fin lo que ha producido, el dia que esa sociedad 
ha tomado en sus manos la dirección de sus 
destinos. Los que no se educaron en el trabajo 
industrial no tienen razón ni motivo de cono- 
cerlo. No puede ser el trabajo cuya ignorancia 
forma su tradición secular, lo que constituya 
su fuente ordinaria de riqueza privada. Dueños 
y poseedores de su propio gobierno, lo natural 
es que lo usen como siempre fué usado por los 
gobernantes españoles, es decir, como el trabajo 
mas fácil, cómodo y brillante para producir la 
fortuna, venida á ser mas necesaria que nunca 
por las exigencias crecientes y suntuarias de la 
vida moderna. 

Y como en este género de industrialismo 
oficial ó gubernamental, por liial que lo ejerzan 
á fuerza de no haberlo conocido ni usado .mas 
que al industrialismo común y ordinario, ño 
tienen sus beneficiarios la necesidad de luchar 
con la concurrencia del extranjero, (excluido 

• . " • • • • 

naturalmente, por su carácter de tal, de las 



m^ 



INCONVENIENTES DE LA INDUSTRIA-GOBIERNO 189 

fujiciones políticas, en virtud del gobierno in- 
dependiente del país), el privilegio de vivir de 
las funciones del gobierno, las convierte en la 
industria favorita de los que tienen la suerte de 
ser ciudadanos y patriotas nativos. 

Én efecto, la industria privada como medio 
de ganar y de vivir, tiene que poseer para los 
nativos mas que este doble inconveniente : que 
además de no entenderla ni tener costumbre, 
de practicarla, es practicada por el extranjero 
revestido del derecho social ó civil, que le da, 
el nuevo régimen del país, con toda la supe- 
rioridad que deriva de la civilización industrial 
de su país nativo, envejecido en la práctica del 
trabajo industrial. De ahí ese género de riva- 
lidad, ó antipatía ó concurrencia para con el 
empre3aria extranjero, resucitada en forma de 
patriotismo americano. E3 la industria-go- 
bierno, que concurre; con la industria de los 
particulares mas industriosos, en daño de la 
riqueza y progreso del país mismo. ; 

Pero como no puede haber patriotismo en 
excluir de la patria la industria adelantada que 
nos trae el inmigrado extranjero, tiene entonces 



190 VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGUT 

que hacérsele este otro género de concurrencia, 
por los recursos de que dispone la industria 
oficial ó gubernamental. Queremos hablar del 
traficó de concesiones ; de la expropiación de 
las empresas extranjeras por causa de utilidad 
pública, de buen servicio, de conveniencia na- 
cional, como se dice; mediante cuyos expe* 
dientes vemos aveces transformado al gobierno 
en productor industrial, es decir, en Banquero, 
en explotador de ferrocarriles y telégrafos, 
que no sabe manejar, haciendo tan mal la 
industria como el gobierno. Con estas conse- 
cuencias inevitables del mal régimen colonial 
pasado de esos países sud-ameri canos, tendrá 
que luchar el progreso y desarrollo del régimen 
moderno. Pero la garantía suprema de su 
triunfo definitivo está en los derechos civiles y 
sociales dados al extranjero inmigrado en el 
país de cuya sociedad se hace un miembro 
igual á cualquier otro, en la libertad civil del 
trabajo industrial, desde que pisa su suelo. £1 
progreso de la inmigración inteligente, tendrá 
estos dos resultados, uno inmediato, otro ulte- 
rior : primeramente agravará el mal; mas tarde 



su IDEA DEL FERROCARRIL TRASANDINO 191 

será el remedio del mal. Esperando ese estado 
dé cosas, no siempre los patriotas serán un be- 
neficio de la patria* 

Estas reflexiones son como la explicación 
anticipada de otras dificultades en que vamos á 
ver á Wheelwright luchando por hacer el bien 
áSud-América, hasta el fin de su carrera, glo- 
riosa en sus reveses mismos. 



CAPITULO XJLIII 

CONCEPCIÓN Y PLAN DE UN FERROCARRIL TRASANDINO. — 
CARTA DE WHEELWRIGHT AL PRESIDENTE DE CHILE SOBRE 
ELLO. 

Ligar al Pacifico con la Europa, su fuente 
de recursos y de civilización como lo ha sido 
para la América mas civilizada y libre en 
que nació Wheelwright, fué siempre para 
este grande americano su idea conductora, 
desde que dobló el cabo de Hornos en su 
primera juventud. 

La via de Panamá era mas corta que la 



198 VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT 

del Cabo, y la de Magallanes mas cómoda 
que la de Panamá; pero otra mas corta y 
mas cómoda í era todavía posible al través 
de los Andes y del Plata, y es la que con- 
cibió al terminar en los Andes el ferrocarril dp 
Copiapó. Todos los trabajos, que en lo suce^vo 
absorbieron su actividad en la República Ar- 
gentina, fueron trabajos accesorios é integran- 
tes de su gran plan del ferrocarril trasandino 
é interoceánico , que debiá aproximar á Chile 
de la Europa, diez dias mas que lo está hoy 
por Panamá y por Magallanes. Así es como 
la lógica de sus empresas hizo terminar su car- 
rera de . empresario Sud-Americano , en las 
márgenes del Plata en que dio principio en 
1823. 

Nadie es mas capaz de escribir la historia de 
esa idea, que lo fué el mismo Wheelwright en 
la siguiente carta que dirigió al Presidente de la 
República de Chile en 1867, solicitando la coo- 
peración de su gobierno á la ejecución de la 
grande empresa ; y que vamos á reproducir 
aquí por el interés que hasta hoy mismo en- 
cierra como prospecto de una gran vía por 



I^U CARTA AL PRESIDENTE D1& CHILE : 193 

coíistrüiTse, y además, por su interés Histórico. 
Como su concepción data de 1850, no es faltar 
á la cronología de sus obras el hablar primero 
de ésa que de las realizadas en la República 
Argentina durante los últimos diez años- de su 
vida. , - 

<c A su excelencia, Don José Joaquin Pérez, 
Presidente de la República de Chile. 

a En la audiencia que V. E. tuvo la bondad . 
de concederme, tuve el honor de entrar en 
algunos detalles respecto á un camino, de fierro 
al través de los And§s^ y ahora me permito so- 
meterle algunas observaciones mas sobre esta 
gigantesca empresa. 

« Llamando su atención al proyecto de un 

« 

ferrocarril del Pacífico al Atlántico, ligando el 
puerto de Caldera, en Chile^ con el. estuario del 
Plata, recordaré brevemente las circunstancias 
que me sugirieron su idea, y los pasos qué he 
dado con este íin. . • 

ce La importancia y practicabilidad de.Ja 
empresa, fueron atentamente^ estudiadas por 
mi en 1850, y cuatro años más tarde resolví 
una exploración del paso de San Franci$cp,ien . 

13 



t94 VIDA J)£ WILLIÁM WHEELWRIGUT 

la Cordillera, como, el menos expuesto á cer- 
rarse por ía nieve, viendo que por nueve años 
consecutivos^ no habia sido interrumpido el 
fráfico entre . Capiapó y las Provincias argen- 
tinas. Supe ademas que en. el tiempo de Qui- 
roga, cuando los argentinos de las Provincias 
de Cuyo se refugiaron en Chile, vinieron ellos 
por el paso de San Francisco en medio del in- 
vierno, 

« Mi primer paso fué enviar á Don Nicolás 
Naranjo , inteligente minero , á reconocer los 
portillofi de la Cordillera y trazar informes so- 
bre los distritos mineros de la vecindad. Llenó 
esta tarea de un modo admirable y sus infor- 
mes fueron publicados. 

ce Entonces organicé un cuerpo de ingenie- 
r^s^^ bajo la dirección de Mr. Alejandro Camp- 
heW^ con la intención de acompañarlos yo 
mismo, pero en ese momento se habia com- 
prometido Mr. Alian Campbell con el gobierno 
argentino para estudiar y trazar la ruta de un 
ferrocarril del Rosario á Córdoba, y á su pe- 
dido le facilité mi cuerpo de ingenieros, pospo- 
niendo mi propia empresa para otro tiempo. 



FfiftROGARRIL TRASANDINO 49^ 

<x En 1858, mandé una expedición encar- 
gada á los Señores Rolfe y Flint para ir otra 
vez sobre el terreno inspeccionado por Na- 
ranjo, y me informaron que el paso era practi- 
cable por un ferrocarril. 

a Sometí todos esos informes cen los cálcu- 
los al hoy finado Almirante Filz-Roy, entonces 
jefe del departamento del Almirantazgo en el 
consejo del tráfico, en Londres, y él presentó 
el proyecto el 23 de enero de 1860, á la Real 
Sociedad geográfica, dándole .su apoyo y sosten. 

c< En 29 de agosto de 1 863, sometimiproyecto 
de ferrocarrü al través de los Anded , á ,un 
meeting de la Briíish Somal Science^ ^como 
apasece de los anales del Instituto. 

€c Los informes demostraron que la distan- 
cia de Caldera á Fiambalá, ^ra de 322 mi* 
Has, .siendo la altura del lugar mas elevado 
5,764 pies sobre el nivel del mar. 

« El año pasado envié á M. Edwin Hudson á 
estudiar y trazar una línea de Fiambalá á la 
Punta (cerca de la Horqueta), donde s¡e uniese 
al Gran Central argentino como á 466 mi- 
llas N. de Córdoba. Sus informes muestran 



m VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT 

que. puede construirse un ferrocarril entre los 
dos puntos con una longitud de 200 3/4 mi- 
Uias,' hallándose Punta 255 metros sobre el 
mar. Las distancias serian : 

De Caldera á Punta. . . . 521 millas. 
De Punta al Rosario. • . . 413 — 
Total del Pacífico al Paraná. 934 — 

a Tales son el origen del proyecto y los 
pasos dados á mis expensas hacia su realiza- 
ción. Espero colocar en breve en manos de 
i\'. E^ todos los planos, informes y documen- 
tos relativos á la empresa, que tanto interesa 
á Chile, y tengo que suplicar á V. E, se sirva 
ordenar que se hagan reconocimientos en la 
Cordillera, con el objeto de ver si hay mejor 
paso que San. Francisco. En tan importante 
empresa se debe escoger sin embarazo el punto 
reconocido mejor, por el. lado de la economía 
y del interés público. 
. « Una dé sus mas inmediatas -ventajas, será 
lo barato y expedito del trasporte : de ganado 
de las Provincias argentinas á los mejcados de 



FERROCARRIL INTEROCEAiNICO • 197 

Chile y Perú^ conduciendo animales, en 30 ho- , 
ras, al costo máximo de ps. 10, y reduciendo el 
precio de la carne á la mitad de su presente cifra. 

« Surgirán también nuevos ramos de comer- • 
cío; Bolivia y las Provincias argentinas del 
norte enviarán sus productos tropicales á las 
Provincias del Sud, y déla junción de los dos 
ferrocarriles (cerca de Horqueta) fluirán dos 
grandes canales de tráfico hacia el Atlántico, y 
Pacifico, abriendo salida á los recursos de los 
rjcos: minerales de Chile y á las fértiles Uanu- - 
ras situadas eiitre los Andes y el Plata.; Tam-- 
bien verificarán esos caminos, la predicción 
del Almirante Fitz-Roy que, « un ferrocarril, 
por los Andes está llamado á ser la mas corta 
ruta entre Europa y el nuevo Imperio iánglo^ 
sajón, q^e tan rápidamente progresa en el: 
vasto continente de Australia. » 
~ << En una palabra, esta línea producirá 
resultados que np pu^de .medir la .humanal 
comprensión. Diez años de tráfico, no solo pa- j 
garán el. costo de construcción, sino .qué tam- 
bién abrirán riquezas hasta aquí desconocidas- . 

cí En una obra de estai clase importa tener 



198 VIDA DE WILLIAH WHEELWAIGHT 

abundancia de madera : del lado argentino se 
encuentran inmensas florestas, al paso que el 
carbón de piedra abunda en el lado chileno, 
de una calidad que, por muestras remitidas 
por mí á Inglaterra, se ha juzgado ser excelente 
para el uso de las locomotivas. 

« Sé bien que este proyecto es considerado 
generalmente como visionario; pero tal ha 
sida siempre la suerte de las grandes empresas. 
La navegación á vapor en el Pacifico fué con- 
siderada una quimera citando la propuse en 
1833^ pero felizmente se llevó á cabo 7 años 
iM» tarde. 

« En 1842 tuve el honor de someter al Pre- 
sidente Bulnes j su consejo de Ministros un 
proyecto para hacer un ferrocarril entre San- 
tiago y Valparaíso, pero ellos resolvieron que 
era impracticable. Y en despique de lo que 
Darwin y otros geólogos decian contra el car- 
bou del Sad de Chile, que tan usado es hoy 
por los vapores, yo lo introduje en uso cuando 
escaseó la provisión de carbón .inglés y la 
Compañía iba á retirarse por falta de combus- 
tible para sus vapores^ 



UNION ]>E CHILE CON EL PLATA 199 

« Fuera del incremento del comercio, debe- 
mos considerar también cuánto ganarian Chile 
y la República Argentina, con estrechar sus 
relaciones é intercurso. — La barrera entre 
ambos países puesta por la naturaleza (los 
Andes), será vencida, y las Repúblicas herma- 
nas quedarán como si fuesen un Estado, para 
su defensa contra el extranjero y para su mutuo 
desarrollo. 

a Cualquiera que se fije en los 50 años 
pasados, no será pronto á juzgar mi proyecto 
una quimera. Cada año que tránscure acelera su 
realización, y lo que algunos pueden al pre- 
sente considerar como un sueño, vendrá muy 
pronto á ser un hecho ; a]go mas, una nece- 
sidad. 

« Mis trabajos no serán estériles á mis ojos, 
si ellos sirven como base para llevar á efecto 
la empresa. 

« Soy de vuestra Excelencia humilde ser- 
vidor, 

« William Wheelwright. » 



20a. VIDA DE WILLIAM "WHEfiLWRlGH 



I 

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CAPITULO XXIV 



f I 



EL FERROCARRIL TRASANDINO ¡TRAE DE NUEVO A WHEEL- 

WRIGHT ÁL I^LATAV 1 ' í 

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. "> ■ • . ' ' , '. ' ' • i • • > ' ' 

,.É1 que así sentía, interpretaba y deseaba 
servir las necesidades de civilización de esos, 
países, no era siquiera un ciudadano suyo. Y . 
sin embargo, á juzgar de su papel, por su leji- 
gjiaje, se le hubiese podido tomar por un 
Rivadavia ejerciendo la presidencia de. esos ^ 
países. Las ideas,, en efecto, que él servia por 
via de industria^ eran las mismas que Riva- . 
d?ivia habia querido realizar por via de patrio- . 
tismo, como lo haremos ver mas adelante 4 ' 
El hecho es que el ferrocarril trasandino ó 
de Chile al Plafa^ sin pasar de proyecto sirvió 
cuando menos para traer al Plata á Mr. Whee]- ; 
wrright. El plan de esa empresa fué en efecto él 
motivo con que dejó Mr. Wheelwright á Chile, 
por la República Argentina . No dejó un país 
por el otro sino con la nlira de unirlos en un 
común fin de civilización material por un vín- 



ERA AMIGO DE AMBOS PLISES m. 

culo más fuerte y durable que* el mejor tratado 
dp comercio. Una lección moral resulta de ese' 
paso de su vida, por la cual se ye que no er^i: 
una de esos civilizadores nómadjas, que dejan el 
país que ya no le sirve, para hostilizarlo idesde 
su: nueva residencia. Wheelwright dejaba en. 
Chile serios intereses, que sü familia conserva . 
hoy mismo. 
; Guando Wheelwright dirigió al gobierno de 
Chile el memorial que dejamos reproducido, 
pidiéndole la cooperación de aquel país para Ja 
obra del ferrocarril interoceánico al través de : 
los Andes chileno-argentinos, ya la tenia del 
gobierno de la Confederación por la ley de con- ; 
cesión del. Gran Central, cuyo artículo 7: ae ; 
la daba como prolongación trasandina dé. 
esta via. 

Tácitamente negó Chile por entonces su 
cooperación, pues no se conoce ley alguna suya 
que haga de Wheelwright la responsabilidad 
de que esa grande obra haya dejado de acome- 
terse entonces. 

Esto nos conduce inmediatamente á la his- 
toria de las obras de Mr. Wheelwright en la 



sos VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT 

República Argentina, que se refieren todas á la 
de un gran plan de ferrocarril interoceánico, 
al través de Chile, de los Andes y del vasto 
suelo argentino. No son sino fragmentos de esa, 
línea los ferrocarriles de Rosario á Córdoba y 
Rueños Ayres al puerto atlántico de la Ense* 
nada. El empresario , que habia ligado á las 
Repúblicas del Pacifico con la Europa, al través 
del Istmo de Panamá, por una inmensa línea 
de vapores, no podía traer por toda ambición 
al Plata ia de construir por vía de ganancia 
retazos aislados de ferrocarriles. Edto es lo 
que aparece de la simple historia del GpUh 
Central argentino, que es el mas aparenté 
de esos precedentes por su extensión de i- 
246 millas. o 



HISTORIA DEL GRAN CENTRAL 203 



CAPITULO XXV 

HISTORIA DBL GRAN CENTRAL ARGENTINO. — SU ORÍGEN, SU 

PLAN, SU INTERRUPCIÓN. 

* 

El conocido banquero Buschentall, de Monte- 
video, habia hecbo gruesos préstamos de dinero 
al gobierno argentino del Paraná, durante la 
separación de la Provincia de Buenos Ayres de 
la Union de las otras Provincias argentinas, por 
los años de 1853. Para fomentar el comercio 
y la riqueza del país que era su deudor, como 
hombre inteligente en cosas económicas, se 
apoderó de la idea de hacer del Rosario el 
nuevo puerto favorito, no solo de las Provincias 
argentinas, sino también de Chile y de los 
países del Pacífico en el Atlántico. Con este 
fin cruzó los Andes y fué al país en que estaba 
el autor de la idea, la gente facultativa que 
debía estudiar y realizar la idea, y el colabo- 
rador de esa vía internacional, que era el mismo 
Chile. Llegado á ese país en 1854, contrató 
al ingeniero Alian Campbell, en los momentos 



204 , VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT 

en que Wheelwright meditaba enviarlo de su 
cuenta con el objeto de practicar los mismos 
estudios, que le preocupaban desde 1850, en 
que tocó los Andes con el ferrocarril de Cal- 
dera á Cópiapó . 

< 

Conocedor de las ideas de Wheelw^right, 
D. Mariano Fragueiro, que habia residido en 
Copiapó y era á la sazón ministro de hacienda 
del gobierno argentino, indujo á su jefe, el 
general Urquiza, á ofrecer la obra del ferro- 
carril á Wheelwright, en el mismo año de 1854^ 
en que Buschentall trajo de Chile al ingeniero 
Campbell, buscado en los Estados Unidos para 
hacer el ferrocarril de Copiapó por él mismo, 
WhQelw^right. Campbell hizo sti reconocimiento ; 
científico del terreno y trazó los planos del 
ferrocarril, en 1855, en virtud del contrato 
con Buschentall, que el gobierno argientino 
hizo suyo propio, mediante la suma de 40 mil 
pesos que pagó á Campbell. En ese mismo' año, 
el congreso argentino del Paraná, concedió la 
obra á los que ya se habían ocupado de ella ofi- . 
ciosiament^, — á Buschentall y á Wheelwright. 
Por la ley de esa concesión, la obra debiá: 



CONCESIÓN DEL GRAN CENTRAL 205 

«star concluida en el término de 5 años. Pero 
la división del país, consistente en la separa- 
ción de Buenos Ayres del cuerpo de la Confe- 
deración, que hasta entonces no habia sido 

r 

conocida en Europa sino por intermedio de 
aquella provincia, paralizaba su crédito en los 
mercados europeos, y se agotó el término fijado 
para la conclusión de la obra, sin que sus 
concesionarios hubiesen podido formar la 
Compañía ni levantar el capital requerido. A 
esa causa de descrédito se agregaba el del 
mismo Buschentall en Europa, por causas 
ajenas de esta narración. 

Habiéndose renovado la concesión á los di- 
chos señores, un acuerdo pasado entre ellos 
en Londres, con la intervención amigable del 
representante argentino, dejó toda la gestión 
del negocio en las manos exclusivas de Wheeí- 
wright, no solo sin perjuicio sino en provecho 
del mismo Buschentall. Pero después que des- 
apareció esa dificultad, quedó la déla guerra 
civil entre Buenos Ayres y la Confederación, 
que se renovó hasta que terminó de hecho por 
Ja batalla de Pavoriyevenlo quQ cambió de raíz 



206 VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT 

el gobierno de la República Argentina. De 
resultas de eso, Wheelwright que estaba en 
Londres en ese año de 1861, se encontró para- 
lizado y vacilante. El cambio de cosas era tan 
completo, que oscurecía su posición en ese 
arduo negocio á punto de no saber qué hacer. 
Fué entonces cuando aceptó el consejo, que 
recibió de su viejo amigo el ministro argen- 
tino en Londres, de ir al Plata para saber de 
un modo positivo á qué atenerse con el gp- 
bierno, que habia reemplazado al que le hizo 
las primeras concesiones. El nuevo presidente 
habia contrariado siete anos esa empresa, 
que se consideraba hostil á Buenos Ayres 
porque era favorable á las provincias, ^ero 
no quitó que se honrara en prohijar tan noble 
trabajo, como en efecto lo hizo, mejorando 
tal vez sus condiciones. Efectivamente , el 
5 de setiembre de 1862, promulgó una ley 
del Congreso argentino reunido en Buenos 
Ayres, que le autorizaba para contratar de 
nuevo esa obra con una empresa que la^tomftse 
de su cuenta. Siendo Wheelw^right concesio- 
nario de ella por leyes argentinas anteriores, 



SOCIEDAD PEL GRAN GENTAAL Í07 

hubiera sido inicuo á mas de impolítico, qui- 
tarle lo que estaba dado por la ley á su ^compe- 
tencia indisputable. Asi el gobierno del gene- 
ral Mitre celebrando un nuevo contrato tuvo 
el buen tino de celebradlo con el mismo Wheel- * 
wright, el 16 de marzo de 1863, sobre las mis- 
mas bases y condiciones anteriores. 

De sus cláusulas, las que interesan á la his- 
toria, fueron las siguientes. El gobierno nacio- 
nal autorizaba al señor Wheelwright para for- 
mar una sociedad anónima bajo el titulo de 
Ferrocarril Central argentino^ con el objeto 
de construir y explotar por locomotiva á vapor 
un ferrocarril de una sola via, que partiendo 
desde la ciudad del Rosario, en la Provincitt de 
Santa Fe, termine en la ciudad de Córdoba, se- 
gún la traza proyectada por el ingeniero 
D. Alian Campbell y contenida en su informe 
y planos de fecha 30 de noviembre de 18S5, 
cuyo trabajo facultativo seria cedido á la Com- 
pañía sin renumeracion alguna. 

Es digno de notar en vista.de esta cláusula, 
que el primer ferrocarril argentino, aunque 
confirmado y ratificado en Buenos Ayres, fué 



2Ó8 VÍDA DE WÍLLIAM WHEELWRIGHT 

•4 

Gojicebido en el Paraná, y localizado en las 
provincias de Santa Fe y Córdoba. 

Por otra cláusula el domicilio legal de la 
Compañía estaría necesariamente en la Repú- 
blica Argentina, y su capital seria de ocho mi- 
llones dé pesos fuertes, dividido en ochenta 
mil acciones de cien pesos fuertes cada una. 

Todos los terrenos ya sean nacionales, pro- 
vinciales ó del dominio privado, requeridos 
para el camino, estaciones, muelles, depósitos 
de carbón, almacenes para carga, oficina de 
fábrica, depósitos de agua y demás dependen- 
cias del ferrocarril, serian donados por el go- 
bierno á la Compañía. 

Los materiales, útiles y artículos importantes 
del exterior para la construcción y uso del 
ferrocarril , serian libres de todo derecho de 
introducción durante el período de cuarenta 
años. De igual exención gozaría la propiedad 
misma del ferrocarril. Todas las personas em- 
pleadas en la construcción y tráfico de la línea, 
estarían exceptuadas de cualquier servicio mi- 
litar. ' 
^ El gobierno concedía á la Compañía el deré- 



TÉRMINOS DE LA CONCESIÓN 209 

cho de extender la línea hacia la Cordillera de 
los Andes , usando de aquella ruta que se 
encuentre más favorable; acordándose á dicha 
prolongación los mismos derechos, privilegios 
y exenciones, que el contrato conferia al tra- 
yecto del Rosario á Córdoba, con excepción de 
la garantía. Esta cláusula es de tenerse presente 
por las tristes consecuencias á que mas tarde 
da lugar su violación, en perjuicio del país, 
mas que del concesionario. 

El gobierno, en efecto, garantizaba á la 
Compañía en la explotación del ferrocarril un 
7 0/0 anual sobre un costo fijo de 6,400 Libras 
esterlinas por milla, cuyo exceso, si lo hubiese, 
seria aplicado al reintegro de las cantidades 
pagadas por el gobierno. El término de efeta 
garantía seria de cuarenta años, contados desde 
la fecha en que comience á correr. 

El gobierno concedía á la Compañía en plena 
propiedad una legua de terreno á cada lado 
del camino en toda su extensión. Estas tierras 
así dadas además de las concedidas por otro ar* 
tículo anterior, eran donadas á la Compañía 
en plena propiedad á condición de poblarlas; 



14 



tiO YIBA DE WILLIAM WHEELWRIGHT 

La noticia de estar firmado este contrato en 
Buenos Ayres, fué celebrada en el Rosario el 
23 de marzo de 1 863, con las demostraciones 
públicas de un entusiasmo que haría honor á 
la mas culta de las ciudades de los Estados 
Unidos ó de Inglaterra. 

£1 Congreso dio su aprobación y sanción á 
ese contrato, que fué en consecuencia reducido 
á escritura pública el 26 de mayo de 1863. 



CAPITULO XXVI 



INAUaURAaON I>E LOS TRABAJOS DEL GRAN CENTRAL AR- 
GENTINO, EN EL ROSARIO. — DISCURSO NOTADIS DE 
WHEELWRIGHT. — FORMACIÓN DE LA GAMPAÑÍA DEL 
GRAN CENTRAL EN LONDRES. 



Pero ya el 20 de abril de ese mismo año se 
habían inaugurado en el Rosario los trabajos 
anticipados por Wheelwright, sobre la fe de 
la primera estipulación de marzo. La solem* 



INAUGURACIÓN DE LOS TRABAJOS Sil 

nidad con que fué celebrado ese acto merece 
no ser pasada en silencio por su interés histó- 
rico. El Presidente de la República se trasladó 
de Buenos Ayres al Rosario con el objeto de 
inaugurar el gran trabajo por sus propias 
manos. Le acompañaban los mas de sus minis- 
tros. Una plataforma habia sido erigida en el 
punto de partida^ en torno de la cual se des- 
plegaba un circulo inmenso de espectadores, 
asistidos como de gala á la noble escena. Ban« 
deras, colgaduras vinosas, arcos de triunfo, 
músicas, y columnas militares, nada faltaba 4 
la festiva solemnidad. A la hora señalada, ce ék 
Presidente (dice un diario de ese tiempo), des- 
cendiendo de la plataforma, empuñó la carre* 
tilla, y á sus primeros pasos el pueblo pro- 
rumpió en frenéticos aplausos; las bandas 
militares tocaron la música compuesta para 
ese objeto, y tronó la artillería haciendo una 
salva que fué contestada por la guardia nacio- 
nal del Rosario. £1 Presidente dio unos cuantos 
golpes con el pico, tomó la pala, levantó alguna 
tierra y fué á depositarla carretilla en la misma 
línea» » — Toda la hoga de servicios del general 



212 VIDA DE WILLIAM WHJEELWRIGHT 

Mitre no vale la gloria de esa jornada para su 
carrera de hombre público. Hacia tanto mas 
honor á su política esa conducta, cuanto , que 
la concepción de esa obra, nada le debia á su 
cooperación anterior sino resistencias de espí- 
ritu de partido. Apropiándose el patrocinio de 
esa empresa como se apropió el de la constitu- 
ción nacional, sin ser obras suyas ni una ni 
otra, dio una gran prueba de sentido político 
en su posición de Presidente de la Nación ar- 
gentina. Pero no debia impedir eso que desde 
que el Gran Central encontrase una sombra 
de rivalidad, la obra y el autor, cediesen su 
lugar en las simpatías del antiguo localista al 
proyecto de un nuevo ferrocarril entre Bue- 
nos Ayres y Chile, por el Planchón, al través 
de la Pampa ocupada por los indios salvajes. 

El empresario Meigs, á quien nadie conocía 

• . * 
en el Plata, tuvo el honor de ver repetido su 

recado personal dirigido al Presidente argen- 
tino, en un mensaje oficial de este dirigido al 
Congreso nacional, anunciándole la próxima ve- 
nida al Plata del empresario á cuya voz brotan 
de la tierra legiones de obreros. Sin descono- 



DISCURSO DEL PRESIDENTE MITRE 213 

cer el mérito del señor Meigs, no hay que olvi- 
dar que entre él y Wheelwright había esta 
diferencia : Meigs, ha ejecutado trabajos pro- 
yectados por Wheelwright en Chile y el Perú, 
con el dinero salido á torrentes del tesoro pú- 
blico de esos Estados, mientras que Wheel- 
wright se valió de capitales particulares, 
levantados por su gran crédito, para llevar á 
cabo su línea de vapores del Pacífico, sus 
ferrocarriles de Copiapó, su Gran Central 
argentino y su ferrocarril de la Ensenada. 
El ferrocarril trasandino del Planchón, no 
sirvió sino para disminuir el entusiasmo por 
el desarrollo trasandino del Gran Central; ó 
mejor dicho^ para continuar aislados del Pací- 
fico, en nombre de la unión con Chile. Que el 
presidente . Mitre conocía y creía posible el 
alcance trasandino úGran Central lo prueban 
estas palabras de su discurso de inauguración 
del mismo 20 de abril. Dijo « que todos de- 
bían felicitarse por la apertura de los trabajos 
(del Gran Central), pues irá á poblar las sole- 
dades, á dar riqueza donde hay miseria, y or- 
den por adelantos, donde reina el desorden. 



su VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT 

Ál medio de los Llanos mismos irá el ferro- 
carril y trepará por último la cordillera de 
los Andes para ser mas tarde el ferrocarril 
americano. » 

Pero nada exhibió esa fiesta mas digno de la 
historia, que las siguientes palabras, que to- 
mamos del discurso, que pronunció Whed- 
wright.... € Hemos establecido ya una nueva 
era en la historia de este país : su objeto es dar 
una nueva vida á las Provincias, su último 
destino es el mar Pacífico »....« Después del 
largo intervalo de 41 años, he vuelto á visitar 
á Buenos Ayres, y he quedado sorprendido de 
su transformación ».... « Pero lo interesante 
para nosotros es notar la época que ha produ- 
cido esté cambio. Casi toda esa transformación 
es debida á los últimos diez años, ik^ha, Se- 
ñores, de la apertura, de la navegación de los 
rios; esta es la fuente de donde ha venido ésta 
prosperidad, y la historia futura hará la jus- 
ticia al hombre que ha roto las cadenas del 
monopolio, rompiendo los cerrojos de los rios, 
rati0cáñdolo por tratados con la Inglaterra, 
Francia y Norte América; pasó, Señores, digno 



DISCUKSO DE WHEELWRIGHT 215 

de un pueblo grande. » « (Aplausos) 

« Momento glorioso para todo tiempo. Grande 
época de la regeneración de las Provincias, 
vehículo para satisfacer á las necesidades de 
los pueblos mas distantes de este vasto terri- 
torio y llevar á los mercados del mundo sus 
ricos productos agrícolas; desarrollar sus pin- 
gües minas de oro, plata y cobre, y mas que 
todo, promover el fomento de pueblos aislados, 
sembrando el país de colegios y escuelas; 
educando las masas para gozar de una verda- 
dera libertad cuyo fruto, Señores, será la paz 
y el orden »..*. a Este dia, Señores^ es la inau- 
guración de una nueva época para las Pro- 
vincias, á cuyos territorios va á penetrar el 
ferrocarril, llevando todos los elementos para 
establecer un estado social mejor y feliz entre 
gentes que hasta ahora han permanecido ais- 
ladas ».... ce Permitidme algunas observa- 
ciones sobre las últimas consecuencias de tan 
vasta empresa ».... << La ruta qué deberá ser 
mas ó menos adoptada, será : de Córdoba á 
Chañar : de Chañar á la Horqueta, en Cata- 
marca : de la Horqueta al pueblo de lá Rioja : 



216 VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT 

de la Rioja á Copacabana^ ál pié de la Cordillera 
de los Andes, subiendo por su falda y tomando 
el paso de San Francisco 16,023 pies, y bajando 
por el poniente hasta Copiapó y Caldera > . • ¡ • 
c< Nada extraño es, Señores, que un proyecto 
tan estupendo, sea mirado como ilusorio, pero 
no es así : es un ; proyecto serio, practicable, y 
será realizado* Es puramente cuestión de 
tiempo ; pero como envuelve intereses de suma 
importancia para todos los países de la Amé- 
rica del Sud, tal vez no esté su realización tan 
distante como parece. Europa está también 
interesada en esta obra grandiosa. La Gran 
Bretaña sumamente interesada en aproximarse 
, lo mas posible á sus grandes colonias de la 
Australia, aprovechará el momento, prestando 
sus caudales para facilitar un camino que el 
muy distinguido almirante Roberto Fitz-Roy, 
ha declarado públicamente que no solo es 
realizable sino que una vez realizado, será el 
camino real entre Inglaterra y dichas cóIo- 
ñias. » 

Así Wheelw^right quería llevar la locomo- 
tiva de civilización no solo' á Córdoba, sino ál 



TRASCENDENCIA DEL GRAN : CENTRAL* 217 

país del Chacho y de Quiroga, traer los mine- 
rales de Famatina á las puertas del Plata, 
pasar sus locomotivas de fierro por encima de 
esos Andes que San Martin cruzó con piezas 
de artillería ligera, dar á. las Provincias ar- 
gentinas de occidente como suyos los puertos 
y los mercados del Pacífico, hacer del suelo 
argentino el caipino real del intercurso entre 
el Asia y la Europa, unir á Chile con la Re- 
pública Argentina por vínculos de oro, mas du- 
rables que todos los lazos de la diplomacia; 
pero su competencia probada por gigantescas 
empresas, por su origen del país mas culto y 
positivo del universo, por la disponibilidad de 
capitales particulares extranjeros, que hubieran 
enriquecido á la Nación sin endeudarla, no 
tuvo la suerte de hacerse comprender de po- 
líticos argentinos, que presumen habitar' con 
su genio las alturas de la poesía del progreso 
y de la civilización. 



Sia * VIDA BE WILLUM WHEELWai«HT 



§ 



Vuelto Wheelwright á Londres en julio de 
1863, la confianza que el Plata y su situación 
inspiraban en ese mercado de las grandes 
empresas, no era mayor que 4ntes á pesar del 
restablecimiento de la Union y de la paz entre 
Buenos Ayres y las Provincias en que estaba 
el Gran Central. Un hombre menos ventajo^ 
sámente conocido que Wheelwright habria es- 
collado tal vez en esa situación. Pero como en 
realidad era mejor el estado de cosas del Rio 
de la Plata, no le costó á Wheelwright per- 
suadir de ello al mas importante de los em* 
presarlos de ferrocarriles, que tenia la Europa, 
á M. Tomas Brassey, con sus socios, al favor 
de cuya cooperación poderosa, se pudo formar 
la Compañía, y el 10 de marzo de 1864, fué 
registrada, en esa ciudad, siendo su capital, 
como lo requería el contrato, de un millón y 
seiscientas mil Libras esterlinas, ú ocho mi- 
llones de pesos fuertes. 



TERMINACIÓN DE LA OBItA 219 

Publicado el prospecto en el mes de mayo, 
fué cubierta la suscripción de 50 mil acciones á 
20 L. cada una, es decir, la suma de un millón 
de Libras, quedando las 600 mil restantes para 
suscribirse ulteriormente, á medida que fuese 
necesario el capital- 
Las primeras diez millas del Gran Central 
estuvieron construidas el 26 de mayo de 1864; 
pero pasado con exceso el término de cinco 
años fijado para la conclusión de la línea 
hasta Córdoba, á causa de la guerra del Pa- 
raguay, solo vino á tener lugar la inauguración 
de su servicio el 17 de mayo de 1870, con una 
solemnidad no menos digna de mención que 
la pasada, por varias circunstancias de interés 
histórico y social. 



210 VIDA DE WILLIAM WHEELWRI6HT 



CAPITULO XXVII 



INAUGURACIÓN DEL SERVICIO T TRAFICO DEL GRAN CENTRAL 
EN CÓRDOBA. -^ PUNTOS NEGROS EN EL HORIZONTE PARA 
WHEELWRIGHT Y PARA EL PLATA. — SUS OBRAS SON 

NECESARIAS PARA UN EMPRÉSTITO DE 30 MILLONES. 

SU DISCURSO MEMORABLE DIRIGIDO Á CÓRDOBA. — TRAS- 
CENDENCIA D^. LA EXCLUSIÓN INMINENTE DE WHEEL- 
WRIGHT. 



Terminar una obra es mas que empezarla ; 
inaugurar su servicio es mas que inaugurar 
sus trabajos. ¡ Se han visto tantos trabajos inau- 
gurados que nunca llegaron á 3ü fin 1 La solem- 
nidad por lo tanto debia ser mayor en Córdoba, 
donde terminaba el Gran Central, que lo fué 
7 años antes en el Rosario, donde dio principio* 
Ya no era un pensamiento, sino un hecho con- 
quistado lo que se celebraba. El gobierno na-^ 
cional establecido en Buenos Ayres lo com- 
prendió asi, y el 16 de mayo de 1870, expidió 
un decreto Concebido en estos términos. « Con- 



SOLEMNIDADES OFICIALES 221 

siderando que la inauguración del ferrocarril 
Gran Central argentino, debe tener lugar el 
17 del corriente en Córdoba, y que este es el 
mas grande acontecimiento de la época, que 
haya presenciado la República y un triunfo 
de civilización obtenido por los pueblos ar- 
gentinos, al favor de sus esfuerzos, mediante 
la Proyidencia divina, — el Presidente de la 
República, decreta: 1^ Que será enarbolada 
la bandera nacional en todos los edificios pú- 
blicos el dia de mañana. 2^ Cuando el telé- 
grafo anuncie que el acto de la inauguración 
ha pasado, una salva de 21 cañonazos será 
hecha desde el Fuerte; 3^ El obispo de Córdoba 
trasmitirá por telégrafo su bendición á toda la 
República con ocasión de tan fausto evento. 
4^ Los gobernadores de Buenos Ayres y Santa 
Fe, serán invitados á tomar parte en esta de- 
mostración. » 

Parecia natural que el Presidente que fir- 
maba ese decreto, decidiese trasladarse él mismo 
á Córdoba, para tener el honor de inaugurar la 
grande obra ya concluida, como se trasladó al 
Rosario el Presidente Mitre para inaugurar sus 



2S2 VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT 

trabajos. Pero eso no sucedió. El artículo 5 del 
decreto dispuso que el ministro del Interior, de* 
legado para representar al gobierno en la inau- 
guración , diese cuenta del hecho d^pues de 
sucedido. Así no todos los deberes que se 
comprenden bien y se ejecutan del mismo 
modo. * 

El gobierno que inauguraba el primer ferro- 
carril construido en la República Argentina, no 
era el que lo habia empezado, como el que lo 
empezó no fué el que lo concibió y decretó. Con- 
cedida tres veces la ejecución de la obra por 
S anos, no habia tardado 7 años solamente en 
Uevarse á cabo, sino 17. Cuatro presidencias 
habían tomado parte en ella, la del general Ur^ 
quiza, la del Dor. Derqui, la del general Mitre y 
tocaba á la de Sarmiento inaugurar una obra 
ajena en cierto modo á su cooperación directa. 
Pero no era esta la causa principal de la tibieza 
que el gobierno dejó traslucir bajo la pompa 
de su retórica oficial^ que en cierto modo era 
de rigor en un gobierno que se preciaba de 
progresista . La ausencia del Presidente Sao 
miento revelaba que no estaba su entusiasoio i 



ÜN PUNTO NEGRO 

la altura del de la Nacían en la solemnidad de 
ese grande evento. Pero mejor lo reveló el dis- 
curso de su delegado el ministro del Interior, 
Dor. Velez Sarsfield, que á pesar de su difusión 
intemperante, tuvo el cuidado de no nombrar 
una sola vez al hombre que habia empleado 
diez y siete años de su vida en dotar á la Re* 
pública Argentina de esa obra gigantesca de ci- 
vilización y progreso. Muchos presidentes se 
sucedieron en ese largo período ; el que no dejó 
de ser el empresario infatigable del Gran Cen- 
tral» fué siempre el mismo Wheelwright. El 
tamaño de la solemnidad, probaba el mérito de 
la obra, y el de la obra el mérito del autor. Sin 
Bmbai^o, en un país donde todo principio se 
personaliza ; en que la libertad , hecha carne y 
huesos se llama San Martin ó Belgrano, el Mi- 
nistro delegado del Presidente, hizo de Wheel-^ 
wright una abstracción, y pasó en silencio 
absoluto, su nombre que era todo el símr 
bolo de ese grande evento. ¿Por ingratitud 
ó animosidad personal? Tal motiv^o no y^h 
dría la pena de una mención histórica. Hechos 
ulterioras de grande consecuencia, han dejad© 



m VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT 

presumir otros que la historia no puede si- 
lenciar. El motivo presumible de - la reti- 
cencia escandalosa del gobierno para con el 
empresario del Gran Central, era un motivo de 
emulación ó concurrencia. El gobierno del pre- 
sidente Sarmiento quería suceder á Wheel- 
wright como empresario de la parte restante de 
la gran construcción. Hacerse empresario de 
esa obra, queria decir para el gobierno argen- 
tino, levantar un empréstito de 30 millones de 
pesos fuertes en Londres, para invertir en esa 
y otras obras de su talla. Sin un motivo tan 
grande, tan digno, tan popular, como era la 
obra del ferrocarril trasandino ó interoceá- 
nico en el país y en Londres, era imposible ne- 
gociar un empréstito de tanta magnitud. Pero 
la obra estaba concedida á Wheeíwright por 
una ley. Fuerte en su derecho por esa ley ar- 
gentina y por su gran nacionalidad de ciuda- 
dano de los Estados Unidos, WheeMright podia 
no querer dejarse reemplazar en el goce de ese 
gran negocio. Para alejar esa eventualidad se 
le dejó creer que el dinero procedente del em¿ 
prestito seria puesto á su disposición para la pro- 



— ^ 



EMPRÉSTITO PARA OBRAS PUBLICAS dS5 

secucion del Gran Central en la doble dirección 
de Tucuman y de los Andes/ 

Una vez conseguido el empréstito, el primer 
obstáculo para su inversión real, era la per- 
dona de Wheelwright ó la Compañía por él 
representada, por esta razón evidente y sen- 
cilla : que Wheelwright quería invertirlo en 
las obras públicas para que fué tomado^ es decir, 
en el desarrollo del Gran Central, y lo que 
necesitaba el gobierno era invertirlo en buques 
blindados y en otras aplicaciones que importa- 
ban á su mantenimiento • El gobierno necesi- 
taba de ese dinero como de uñ recurso financie- 
ro para gobernar. Hay estadistas que van á los 
>Estadbs Unidos, para aprender á copiar á la 
Turquía. Conocida es la historia de los emprés- 
titos recientes del gobierno otomano. Negocia- 
dos en Londres, para ferrocarriles y otras obras 
públicas, fueron empleados, en vez de eso, en 
comprar buques blindados y satisfacer vanas 
necesidades de la corté. Wheelwright quería 
remachar la Union de la República Argentina 
con Chile por el fierro de los caminos trasan- 
dinos; lo que necesitaba el gobierno era un 



tl6 VIDA HE WILLIAM WHE£LWitlGHT 

temor de guerra con Chile para justificar la coiii'- 
pra de buques blindados y armamentos, con 
el dinero lomado para caminos trasandinos. 
-Wheelwright ofreció encargarse de levantar el 
empréstito, sin interés de comisión alguna, ala 
"fiola condición de tener una seguridad de* que 
el producto seria empleado en las obras invo- 
,cadas €omo objeto de su negociación. 

Esa limpie insinuación acabó de enajenar 
á Wheelwright la confianza del gobierno, que 
' -deseca reemplazarlo en sus empresas. La 
-manera de negociarlo hacia parte de la idea 
4é su inversión. Wheelwright no hubiera ne- 
gociado de un golpe treinta millones de pesos 
para obras que debian consumirlos en largo 
numero de años. Recibiendo simultáneamente 
esa suma desproporcionada á las necesidades y 
recursos del país, el gobierno autorizó la creen- 
m de que no eran destinados á obras públicas, 
que ni empezadas estaban al tiempo de su per- 
c^doni. Los hechos ulteriores justificaron esa 
furéisuncion. Fueron públicas las aplicaciones 
4e ese diaero á la compra de buques blindados y 
aniiKne&tos en Londres Grandes sumas reci^ 



G#NS£€12ENGIA1? BR Sü EXCLUSIÓN 2St 

bidaí antes de ser neceátadas, mostmon que 
eraíi tomadas ea préstamo pjará darse ¿ préstamo 
coa miras presumibles de un favoritismo equi- 
vocado^ pues si los acreedores de un gobierno 
son sus auxiliares naturales, sus deudores no 
tienen por qué llorar su ruina. Estos hechos me¿ 
receb la atención de la historia, porque ellos 
explican los males que han sido sus consecuen- 
cias en perjuicio no de Whéelwright personal- 
mente sino de lasgrandes obras de mejoramiento 
que le tenian por instrumento y represéntame. 

Es verdad que sin, Whéelwright sé ha pro- 
longado el Gran Central en la dirección de Tu- 
euman con el dinero procedente del empréstito. 
Pero cambiando la trocha anclia que quería 
Whéelwright, para ese camino, por la angosta^ 
se ha invertido en esa obra menos dinero del 
que le tocaba, y se ha roto de paso la unidad dé 
trocha, que debia s»vir para dar á las provin- 
cias del Norte la uniíMi que debe fortificarlas.' 

El hecho es que la exclusión de Whéelwright 
de la obra del Gran Central en sus desárolioar 
uhefiores ha destruido la parte náas esencial de 
su plan priinitivo, que fué iinir al Pacífico cotí 



928 VIDA BE WILLIAM WHEELWRIGHT 

el Atlántico al través de Chile, de los Andes y 
del suelo argentino. Que nunca tuvo esa obra 

9 

un alcance menor á los ojos de Wheelwright y 
de sus asociados, es lo que resalta del modo 
mas prominente de sus discursos y de todps los 
pronunciados en las dos fiestas de inauguración 
de los trabajos y del servicio del Gran Central. 
Como en su discurso de 7 años antes en el 
ÍKosario, Wheelwright repitió 7 afios después 
en Córdoba, inaugurando el Gran Central que 
inauguraba el primer trozo del ferrocarril 
trasandino ó del Pacífico. 

El venerable Don Tomas Armstrong, con- 
fidente y cooperador poderoso de las obras de 
Wheelwright en el Plata, dijo estas palabras que 
(Jescubren lt)s horizontes americanos y vastos 
del Gran Central : — ^ c< Este es el dia mas feliz 
de mi vida, pues me regocijo al contemplar 
está empresa ala que tanto tiempo y penuria 
he consagrado como Director Residente (miem- 
bro del Directorio de Londres, en el Plata), y 
que está llamada á ser la mas grande empresa 
en Süd- América. En despecho del cólera y de 
la guerra del Paraguay, no obstante las pérdidas 



DISCURSO I>E Mr. ARMSTRONG 929 

de buques y las revoluciones que han contra- 
riado nuestros progresos, la hemos llevado 
hasta lograr un éxito feli?. 

« En todo tiempo será este ferrocarril un 
recuerdo honroso para el gobierno dei ge- 
neral Urquiza, bajo el cual tuvo origen, píira 
el general Mitre, que cavó el primer surco en 
1863, y para la administración de Sarmiento, 
bajo la cual termina hoy día, » 

El honorable Señor Kirk, ministro de los 

Estados Unidos, y confidente de las miras de 

, ^ . • . .... 

Wheelwright, dijo en esa solemnidad del 17 de 
mayo de 1870, estas palabras : « No pasará 
mucho tiempo antes que la locomotiva del Gran 
Central escalará los Andes en la manera misma 
en que el great Pacific Railway atraviesa hoy 
dia el continente de Norte-América- » 

Pero nada mas terminante en este punto 
que el discurso que en esa solemnidad de 
inauguración del Gran Central, dirigió al pue- 
bió de Córdoba el mismo Mr. Wheelwright, 
en ftiérito de lo cuál creemos servir á la his- 
toria de su vida reproduciendo su texto iioliable 
íntegramente. • ^ 



aao VIDA DE Wll^LIAtt IVflBELWRÍGlT 

A Córdoba,- 

, r - 

(Con ocasión de la inauguracon del Gran 
Central, el 17 de mayo de 1870.) 

c< Señores y Señoras : 

ce Permitidme tener el honor de saludaros y 
ofreceros mis mas expresivas felicitaciones por 
la llegacja del F. C. C. A. á esta ciudad; re- 
corriendo las inmensas llanuras que la áepa- 
ran del Litoral, y formando en la historia del 
pai^ una nueva era de progreso digna del jú- 
bilo cqn que lo estamos celebrando . .[ . . 
V. « No es fácil, desde luego, comprender los 
ioniensQS bienes que este camino está llamado 
á producir, acercando y reuniendo poblaciones 
que han permanecido separadas hasta hí>y por 
tan largas distancias, que solo el gran poder de . 
la locomotora puede vencer. 

a Habiendo ocupado una gran parte de ifÁ 
vida' en el establecimiento de la navegación á 
vapor ^ en^ el mar Pacifico, y en la apertura 
del Istmo de Panamá, para fajcilitar la comu- 



su DISCURSO EN CQRDraBA.; 281 

nicaeión con los países atlánticos^ fae intrechi-^ 
cido caminos de fierro en Chile y el Peni ;' su 
Excelencia el General Urquiza, Presidente de 
la Confederación. Argentina me invitó en el 
año 4854, por intermedio de su ilustrad* 
Ministro el Señor D. Mariano Fragueiro, para 
hacerme cargo de la construcción del. ferro* 
carril del Rosario á Córdoba. Acepté su pro- 
posición, y desde entonces dediqué todos mis^ 
esfuerzos á la realización de esta grande obra • 

«El estado d^l país, sus guerras interiores, . 
fueron al principio obstáculos insuperables, 
á pesar de mis mas asiduos esfuerzos, para 
inspirar confianza á los capitales en un país 
donde el órderi político sé encontraba tan jpoco . 
afianzado. 

a En i 862, cu^do la República Argentina 
sé encontró completancieiite unida y el horizonte 
político se habia despejado, me embarqué piará 
el Rio de la Plata, con el objeto de entrar en 
negociaciones con el Gbbieirno Nacional, y poco . 
tiempo después, tuve la fortuna de celebrar un 
contrató para la realización de esta obra con el 
ilustrado Señor ministro del. Inlerior Doctor 



23ft VIDA ])£ WII.L1AH WHEELWRI6HT 

Rawsson que tanto lamento no ver aquí pre- 
sente. 

« Los trabajos fueron inaugurados por S. E* 
el Presidente de la República General Mitre, 
el 20 de abril de 1863, quien removió la pri- 
mera palada de tierra, dejando asi empezada 
la obra. 

« Al regresar á Europa en julio de 1863 
para formar la Compañía y encontrar el capital 
necesario, encontré el espíritu de especulación 
en ferrocarriles muy decaído, pero tuve la 
fortuna de conseguir las simpatías del Señor 
Don T43mas Brassey y sus socios que son los 
primeros contratistas de ferrocarriles en el 
mundo, y á su prestigio y capital, debemos en 
gran parte la obra que hoy estamos celebrando. 

« Hace seis años. Señores, que por la pri- 
mera vez he visitado^esta hermosa ciudad, y no 
olvidaré nunca el magnífico espectáculo de la 
recepción que Vds. me hicieron, manifestán- 
dome una confianza ilimitadar^ de que sus de- 
seos serian realizados. — Es, pues, con el mas 
supremo placer, que hoy día tengo la felicidad 
de presentaros la grande obra concluida. — 



US PALABRAS A CÓRDOBA . 2$á 

M Gibadlas sean dadas al Señor Supremo que me 
ha concedido su protección durante los diez y 
seis años que me he ocupado de esta obra y 
que me ha protegido con su providencia, para 
ver coronados mis esfuerzos y me ha ayudado 
á vencer los grandes obstáculos que á veces 
la han paralizado. . . » 

« En el mismo Córdoba, Señores, recibí la 
funesta noticia de la guerra con el Paraguay, 
causa de infinitos y muy graves males que han 
continuado casi hasta la conclusión de la obra, 
privándonos de peones, de los terrenos, y cau-- 
sando revoluciones que tanto nos han perju- : 
dicado, agregándose á todo esto, los estragos 
causado^ por el cólera, cuyos efectos, Vds., 
Señores, jamas podrán olvidar. 

« Señores, mi edad y mis enfermedadeiy no ; 
me permitirán tal vez tomar una parte activa é 
inmediata en la ejecución de los trabajos para 
continuar este camino al Norte y al Pacífico, 
como lo tengo proyectado, pero esperó que mis 
servicios en Europa procurando los capitales 
que estas obras requieren, serán mas efectivos 
que aquí. 



93i VIDA DE WILUAM WHBELWAIGHT 

a Pueden Vds. contar. Señores, con roí fide-» 
lidad y nii constancia y con los importanteg 
auxilios de mis socios, con sus capitales y su 
prestigió para completar las ol)rás que nos seam 
confiadas, pues creo, que debemo» mereceír la 
confianza del Gobierno y del público. 

<c No me atrevo á hablar del telégrafo elec* 
trico, porque por mas que estudio en este 
asombroso agente su relación con las vtóceA* 
dades de la familia humana, mas enmudecido 
quedo delante de él. Parece que el gran Dios 
ha prelado este misterÍQ30 elemento, para que, 
se cumplan las palabras de la Sagrada Escri- 
tura, donde habla de la fi-aternidad de todas 
1^ naciones de la tierra en paz y unión. 

<c El grande y malogrado Linéoln coúmovi- 
do, y contemplando á un tiempo la pequenez de 
lá humanidad ante las grandes maravillas del 
Hacedor, solo pudo Contestar estas memorabíe^ 
palabras á la Reina Victoria, con motivo de la 
inauguración del cable trasatlántico que (mía 
los dos mundtó : 

« ¡ ¡ Hé aquí los prodigios de Dios ! ;! » 



SENTIDO BF SU SEPARACIÓN 285 

« Probablemente no pasará el año próximo 
sin quB puedan Vds. comunicarse con sus ami- 
gos, viajando por Europa, Asia ó África, salu- 
dándolos casi instantáneamente, y avisándoles 
el estado en que se encuentran sus familias; asi- 
mismo el comerciante puede pedir de los mer- 
cados de Londres, de París y demás centros 
conierciales del globo, los efectos que necesite, 
y anunciar sus remesas correspondientes. 

a El pueblo de Córdoba, casi aislado ayer del 
mundo exterior, hoy se encuentra por medio 
del ferrocarril y el telégrafo en contacto con 
los demás pueblos del UniversOé » 

Quitar á Weelwright de enfrente de esa obra 
era la mismo que abandonar para medio siglo 
la ejecución de un ferrocarril trasandino ; 
era quebrar esa gran línea y reducir á un ca- 
mino doméstico, como es hoy el Gran Central 
argentino, lo que según el proyecto oríginal 
debia de ser un camino interoceánico é inter- 
nacional. Para que eso fuese así era presiso 
que el trabajo saliese de sus manos fecundas y 
poderosas, como sucedió en consecuencia del 
acto oficial que puso en almoneda la concesión 



236 VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT 

de la obra que por una ley y por un contrato 
legalizado estaba dada desde muchos años al 
empresario qué habia concebido y creado esa 
idea gigantesca como él, y el único capaz de 
llevarla á cabo por entonces. Pensar que otro 
hombre sin sü prestigio en los dos mundos y 
sin su preparación de medio siglo en trabajos 
de ésa magnitud ha de ejecutar esa obra con 
capitales levantados en Inglaterra, nos parece, 
más que problemático, si no presenta al menos 
garantías de que la obra será ejecutada con- 
forme ál plan mismo trazado por Wheelwright. 
El trabajo de la prolongación del Gran 
Central argentino en la doble dirección de los 
Andes de Chile, y de Tucuman y Bolivia, es- 
taba en manos de empresarios y capitalistas 
conocidos entre los primeros del mundo entero 
(conio Tomas Brassey , por ejemplo, que ha 
construido los primeros ferrocarriles de Ingla- 
terra y Francia), y la concesión para esa obra 
les estaba hecha por una ley, que hemos ci- 
tado mas arriba : doble razón de dejarla respe-, 
tadá en sus manos hábiles y respetables. Nada ; 
justificaba ni sombra de duda acerca de su ca- ^ 



PROLONGACIONES DEL GRAN CENTRAL ^37 

pácidad de realizar tales trabajos, con sus capi- 
tales particulares. Habisin ejecutado ya el 
ferrocarril Central entre Rosario y Córdoba, 
verdadera novedad llenado audacia para su 
tiempo, pues era el primero que se construia 
en la República Argentina. Los concesionarios 
habian hecho hacer los exámenes y reconoci- 
mientos técnicos para los ferrocarriles de 
Tucúman y de los Andes, por los ingenieros 
mas competentes y del modo mas formal. El 
estudio relativo al de Tucuman, está contenido 
en un libro de cien páginas grandes compren-^ 
diendo la orden dada por los SS. Brassey, 
Wythes y Wheelwright, en su calidad de conce- 
sionarios y empresarios de dicha obra, al inge- 
niero del Estado Don Pompeyo Moneta, para 
practicar ese estudio por medio de una carta que 
es todo un programa científico ; y el Informe en 
que ese ingeniero dio cuenta á sus comitentes^ 
los tres dichos señores, del resultado de su tra- 
bajo sabio. No era en efecto un simple estudio 
del suelo que debia recibir los rieles. Era un es- 
tudio del terreno comprendiendo noticias infi- 
nitas sobre el tráfico, población, aptitud indus- 



^9S . VIDA DC WILl.IA}« 1¥HC£LWR1GHT 

trial y productiva de las tierras , productos 
niiu^alés, maderas» s^uas potables, ríos» car* 
bon mineral, acompañado de mapas y de 
cuadros numerosos estadísticos. Ese plan de 
estudios revelaba que los empresarios im con* 
taban con el tesoro argentino, sino con el j)4-* 
hlico de accionistas para la ejecución de sií 
obra. Ese estudio asi desempeñado constitúia 
ya ün valor, que les pertenecía ; y el gobierno 
mismo reconoció, su importancia cuando or- 
deñó $u publicación en interés del pais, como 
se hizo en 1867. Los empresarios no aguar- 
daron á terminar el Gran Central hasta Cór^ 
doba, para ocuparse de sus prolongaciones. 
Empezaron á dar su atención á esos trabajos 
ulteriores, que les estaban concedidos, desde 
principios de 1866, es decir, desde cinco años 
antes de terminar el ferrocarril de Córdoba. 
Yo vi en Londres en manos de M. Wheélv^^right 
una colección de muestras de maderas de Tu- 
euman, de que yo mismo nativo de esa Pro^ 
vincia, no tenia idea. Él habia escrito á Bóli- 
via, á uií hombre importante de esp país, el 
señor D. Avelino Afamayo, encargándole de 



EXCLUSIÓN DEL CAPLTÁL PRIVADO 2S9 

.suministrarle datos , que obtuvo , isoBre las 
:c0ndiciones del suelo por donde debía llevar él 
ferrocarril del Norte, hasta Potosí. 

Pues bien :)en esa situaeíbn de cosas y de 
ésjis manos fué arrancada la obra de que nece- 
sita el gobierno de entonces para hacer valer 
como razón de ser de un empréstito de treinta 
millones de pesos fuertes, aplicables en parte 
k ese trabajo, que el gobierno tomó á su cargo 
con ese objeto sin duda. 
'..■> En la historia de un empresario de obras 
públicas, no están quizas fuera de su lugar las 
ságuientes reflexiones, que nos sugiere el caso 
que acabamos de citar menos raro infelizmente, 
que pudiera creerse. En países nuevos en 
qiíe lá habilidad abunda mas que el juicio, se 
4a. frecuentemente el nombre de empréstitos 
para obras públicas^ á lo que en realidad son 
obras públicas para empréstitos. Así tan 
pranto como el empréstito es conseguido la 
obra pública queda sin objeto. Cuanto mas 
irrealizable mejor sirve la obra á su objeto, que 
es el empréstito en sí mismo, no la obra; 
CoasidQ ésta n6 es icreáüzable, el dinero del 



%3» VIDA Off W^LIAft IVHBELWRiGHT 

A Córdoba, 

(Con ocasión de la inauguracon del Gran 
Central, el 17 de mayo de 1870.) 

c< Señores y Señoras : 

a Permitidme tener el honor de saludaros y 
ofreceros mis mas expresivas felicitaciones por 
k llega4a del F, C, C. A. a esta ciudad; re- 
corriemio las inmensas llanuras que la depa- 
ran del Litoral, y formando en la historia del 
paii» una nueva era de progreso digna del jú- 
bilo con que lo jestamos celebrando. 
.. « No es fácil; desde luego, comprender los 
inmensos bienes que este camino está llamado 
á producir, acercando y reuniendo poblaciones 
que han permanecido separadas hasta hpy por 
tan largas distancias, que solo el gran poder de 
la locomotora puede vencer. 

a Habiendo ocupado una gran parte de i^i 
vida^ en el establecimiento de la navegación á 
vapor^ en el mar Pad&co, y en la apeirtura 
del Istmo de Panamá, para fajcilitar la comu* 



9Ü DISCURSO EN CQRBraBA.; 2Sl : 

nieaeión co« los países atlánticos^ he mtFoén*^ 
cido caminos de fierro en Chile y el Perú; 'su 
^xcelei^cia el General Urquiza, Presidente de 
la Cdlíféderacion. Argentina me invitó eu el . 
aflo 4854, por intermedio de su ilustrad* 
Ministro el Señor D, Mariano Fragueiro, para 
hacerme cargo de la construcción del. ferro- 
carril del Rosario á Córdoba. Acepté su pro- 
posición, y desde entonces dediqué todos mis^ 
esfuerzos á la realización de esta grande obra • 
: <c El estado d^l país, sus guerras interiores,, 
fueron al principio obstáculos insuperables, 
á pesar de mis mas asiduos esfuerzos, para- 
inspirar confianza á bs capitales en un país 
donde el órderi político sé encontraba tan poco . 
afianzado. 

«En 4862, cu?«ido la República Argentina 
sé encontró eompletaniente unida y el horizonte : 
político se habia despejado, me embarqué para 
el Rio de la Plata, con el objeto de entrar en 
negociaciones con el Gobierno Nacional, y poco . 
tiempo después, tuve la fortuna de (alebrar xin 
contrató para la realización de esta obra con el 
ilustrado Señor ministro del inlerior Doctor 



342 VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT 

del vapor terrestre y marítimo aplicado á la 
locomoción. 

¿ Prefieren los gobiernos patriotas dotar á su 
país de obras de progreso sin sombra de humi- 
llación ? Es cabalmente lo que está mas en su 
mano. Les bastará para ello no cambiar su 
papel de gobiernos por el de empresarios in- 
dustriales, y dejar toda la libertad y la inicia- 
tiva • de esas obras de mejoramiento, al capital 
privado y á Ja actividad de los particulares. 



El resultado del cambio de plan en la obra 
dál Gran Central argentino, fué la explosión 
de la crisis nacida del empréstito de 30 millo- 
nes, á que esa obra sirvió en parte de pretexto, 
y de las condiciones con que fué negociado y 
conducido. Hacer del suelo argentino el camino 
obligado de intercurso entre Europa y Asia, es 
lo que significaba en sus consecuencias prácti- 
cas el ferrocarril trasandino imaginado por 
Wheelwright desde Chile, y confirmado por 



£L PU£RTO DE LA ENSENADA ¿43 

el almirante Fitz-Roy, como presidente de la 
sociedad geográfica de Londres. 

A pesar de las últimas palabras mas modes- 
tas que de tomarse á la letra, pronunciadas por 
Wheelwright en su discurso dirigido á Cór- 
doba, inaugurando el Gran Central, él no estaba 
incapaz de terminar sus grandes trabajos pen- 
dientes. Su mero crédito era un poder suficiente 
para terminarlos sin su acción inmediata. Pero 
sus fuerzas no estaban agotadas. Aunque vie- 
jo en años, no estaba envejecido en sus facul- 
tades, y la prueba de ello es que tres años des- 
pués de pronunciar esas palabras ejecutó é 
inauguró el ferrocarril de la Ensenada, uno 
de sus mas arduos trabajos de Sud- América, si 
no materialmente considerado, al menos por su 
alcance social y político, pues sabido es que ese 
trabajo significa una revolución, ó mejor dicho 
una reforma radical en lo económico y político 
del organismo constitucional argentino. El solo 
proyecto de esa obra contribuyó á impopula- 
rizar á Rivadavia, ante la rutina colonial, que 
se considiró amenazada por ese cambio. La cues- 
tión del puerto de Buenos Ayres trasladado á la 



244 



VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT 

'I I 

Ensenada envuelve las dos mas grandes cues- 
tiones orgánicas de la República Argentina : la 
cuestión de la renta de aduana, de que se com- 
pone principalmente el teroso federal ó nacio- 
nal, y la cuestión de una apital cpara'la Repú- 
blica. Wheelwright puso su mano en esas dos 
cuestiones ardientes y las colocó en el camino 
de su solución espontánea, con el candor de un 
enfant terrible y ó por mejor decir, con el can- 
dor del genio. 



i. 



FERROCARRIL DE LA ENSEMA^DA S45 



CAPITULO XXYIII 



FERROCARRIL Y PUERTO DE' LA ENSENADA. — ORIGEN 
£ IMPORTANCIA DE ESA EMPRESA. — CARTA DE WHEEL-" 
WHIGHT SOBRE LA ENSENADA. 



¿Con qué motivo y desde cuándo se ocupó 
Whcelwright del ferrocarril y puerto á Ense- 
nada, empresa tan secundaria en sí misma si se 
conápara con la del ferrocarril trasandino que 
lo absorbia i — Precisamente con motivo de 
esta grande obra y desde que contrató su cons- 
trucción en 1863. Fiel á su plan de ligar los dos 
Océanos al través de Chile,, los Andes,, y el suelo 
argentino, él comprendió que el camino que 
partia del puerto marítimo de la Caldera en el 
Pacífico debía terminarse en un puerto marí- 

timo del Atlántico, y no en puertos fluviales, 

<- ^ 

como los que tenia en servicio la República 
Argentina. 



246 VIDA DE WILLIAM WflEELWRlGHT 

E[ puerto llamado á tener ese papel era el de 
la Ensenada, situado doce leguas al sud de Bue- 
nos Ayres y relegado en el mas completo olvido 
á causa en parte de esa distancia misma. Supri- 
mir esa distancia por un ferrocarril y hacer de 
la Ensenada el puerto marítimo de Buenos 
Ayres fué el pensamiento conque Wheelwright 
emprendió esa obra, que debia formar la extre- 
midad mas oriental de su gran ferrocarril in- 
teroceánico. A ese fin, desde 1863 en que ob- 
tuvo la concesión del Gran Central, después de 
restablecida la Union entre Buenos Ayres y las- 
Provincias argentinas, compró á Mr. Le Lelie- 
vre, la concesión que el gobierno provincial de 
Buenos Ayres le habia hecho para la construc- 
ción de esa línea, y empezó ese trabajo al mismo 
tiempo que , el del Gran Central, que procedía 
del puerto del Rosario en virtud de la conce- 
sión para e^a obra, que tuvo lugar durante 
la separación de Buenos Ayres. El ferrocarril 
entre Buenos Ayres y el Rosario estaba ya 
previsto y determinado por la lógica de las co- 
sas, y su concesión hecha mas tarde á Don 
Mariano Billinghurst hubiera tenido por ce- 



PAS£0 OFICIAL A LA ENSENADA 247 

sionario á Wheelwright si su vida hubiese sido 
mas larga : era el obrero natural de esa línea, 
llamada á realizar el sueño dorado de Rivada^ 
via, la unidad que necesita la República Ar- 
gentina para ser mas fuerte que lo son sus ve- 
cinos por razón de su unidad misma. 

En el mes de marzo de 1870, poco antes 
de inaugurar en Córdoba el tráfico del Gran 
Central, quiso Wheelwright hacer visitar el 
puerto de la Ensenada á los miembros de 
ambos gobiernos provincial y nacional, resi-. 
dentes en Buenos Ayres, para ver si conseguía 
estimular su cooperación por la inspección 
ocular de sus ventajas, tan maravillosas como 
desconocidas. A ese fin combinó una excursión 
de recreo por un vapor que fletó al efecto, 
á la cual fueron invitados y asistieron el Presi- 
dente Sarmiento y su ministro Velez Sarsfield, 
el señor Castro, gobernador.de Buenos Ayrc^ 
(que ya estaba en la Ensenada), y muchas 
personas distinguidas é influyentes de la socie- 
dad de Buenos Ayres* La visita tuyo lugar el 
25 de marzo de 1870, y su mejor historiador 
es el mismo Mr. Wheelwright,, que. dirigió al 



U^ VIDA DE WILLIAM WHEELWRlGHT 

Standard^ de Buenos Ayres, la interesante 
carta que repetiremos aquí parcialmente sobre 
el Puerto de la Ensenada. 

Buenos' Ayres, marzo 26, 1870. 

c< La excursión de ayer á la Ensenada tuvo 
por objeto hacer ver á SS. EE. el Presidente y 
el gobernador de la Provincia y á sus minis- 
tros respectivos y amigos cuan hermoso puerto 
poséia la República Argentina : ni el Presi- 
dente ni el gobernador lo hablan visto antes 
jamas. Ignoro qué efecto ha producido en ellos 
la vista de esta espléndida bahía : haber en- 
contrado á doce leguas de esta ciudad un 
puerto natural capaz de alojar un millar de bu- 
ques y susceptible de mejoramientos respecto 
de su barra hasta hacerle el canal de los bu- 
ques ordinarios que visitan el Rio de la Plata, 
en tanto que su anclaje exterior no tiene tal vez 
superior en Europa para lo que es seguridad 
contra* los vientos peligrosos para los mas 
grandes buques mercantes y para los buques 
de guerra. 

« El capitán de la Decidée^ que ha hecho 



su CARTA SOBRE LA ENSENADA/ 21» 

un estudio reciente de la Ensenada por orden 
de su gobierno, hizo últimamente al gobierno 
nacional la observación siguiente : <«'Apéiías 
puede creerse que no teniendo Buenos Ayres 
un puerto suyo propio, haya veiiido su- 
friendo por siglos pérdidas enormes por la 
inseguridad y peligro de su anclaje ó fondea- 
dero, el inmenso gasto, riesgo y pérdida de 
¡tiempo, en las maniobras de su comercio, y 
permanecido asi indiferente á este bello puerto 
deja Ensenada. » 

« Tal es el testimonio de un eminente y 
autorizado comandante francés, el resultado 
de sus propias observaciones y de su propio 
trabajo. 

a ¿Qué mas puede desear el gobierno de 
esta República que el complementario testimo- 
nio dado al señor Rivadavia hace cerca de 
medio siglo por el distinguido ingeniero M. Be- 
vans (y tantos otros no menos competentes) 
con respecto á la Ensenada y su capacidad 
para la comodidad de un enorme comercio; 
un puerto el mas cómodo y seguro, tan tran- 
^ qiiiló, quietó y Suave como el Paraná, capaz 



250 VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT 

en extensión ilimitada de muelles, almacenes, 
diques y que solo requiere ún poco de ayuda 
del gobierno para darle todas las facilidades, 
que pueden obtenerse en cualquier puerto de 
Europa?,... 

<( ¿Permanecerán indiferentes y apáticos los 
gobietnos Nacional y Provincial al tesoro que 
poseen eñ el puerto y anclaje de la Ensenada? 
¿Seguirán ellos viendo con apatía é indiferencia 
el miserable estado de cosas que grava al país 
con pérdida de buques, disipación de tiempo, 
robos, etc., á lo menos en cinco millones de 
patacones anualmente?. ... 

« ¿No revivirán las ilustradas vistas de Riva- 
davia , que sin la ayuda de los ferrocarriles 
(desconocidos en su tiempo) sostuvo con todo 
su poder el Puerto de la Ensenada, aun con 
el auxilio lento de un canal?. . • • 

« Que la Ensenada está destinada á 3er el 
puerto de Buenos Ayres, no es mas dudoso 
que saldrá, el sol mañana, pue& solo es ^o 
una cuestioo de tiempo y ese ti^po no está 
distante. 

m Es digno de notar q«e. no necesitamos 



EL PUERTO DE BATEMAN 251 

almacenes fiscales, desde que el plan es des- 
cargar las mercancías desde el buque á un 
muelle de suficiente anchura y cubierto, lo 
cual será toda la protección requerida en la 
carga y descarga de los buques á los trenes y 
de los trenes á los buques. 



í< De usted, etc. 

c< W. Wheelwright. » 

Todo esto era vferdad : el puerto de la Ense- 
nada era un tesoro, que el país tenia sin sa- 
berlo y sin aprovecharlo. Pero la revelación 
que Wheelwright hizo de ese tesoro, sirvió á 
nuestra política, no para habilitarlo, sino de 
espectro aterrador para producir esa grande 
ilusión que se llamó puerto de BatemaUy in- 
vento que consistía en cavar un rio dentro del 
Rio, en frente de Buenos Ayres. El puerto 
de Bateman tenia para la política aludida, 
además de Ib, ventaja de ser impracticable, la 
de poder servir de excelente razón para tomar 
prestados en Londres doce millones de pesos, 



ii52 VIDA DE WILUAM WUEELWUIGHT 

invertibles en esa obra, y de servir en seguida 
de mejor razón todavía para no invertirlos 
en su quimérico objeto. Destinado el emprés- 
tito de treinta millones, de que esos doce fore- 
ra aban parte, á obras que Wheelwright tenia 
entre manos, es imposible dejar sin mención 
ese empréstito en la historia de Wheelwright 
. y de sus obras. 

Es interesante para la verdad de la historia 
ver como un empréstito levantado para obras 
públicas puede venir á servir, no para hacer- 
las sino para impedirlas. Una de ellas era el 
puerto dicho de Bateman, aplicándose el dinero 
tonáado para esta obr?i, en tanto que no 3e,eje- 
cuíába, á la compra de una marina de guerra, 
y á la vez, á mantener cerrado, el único puerto 
dé mar que tenia el país, capaz de abrigar esa 
marina. Vamos á ver por qué circunstancias 
ajenas del empréstito, tocó á Wheelw^right har 
liarse en Londres, cuando se negociaba, ese 
empréstito, tan coñejLO con sus obras pen- 
dientes en el Rio.de la Plata; y cuál fué la 
actitud que á su credulidad honrada dejó tener 
la habilidad con que nuestra política sabe frus- 



HALLASE EN LONDRES DURANTE, ETC. 253 

Irar el progreso en nombre del progreso, y 
producir terribles crisis queriendo realizar 
grandes mejoras. 



CAPITULO XXIX 



WHB6LWRIGHT EN LONDRfeS DURANTE EL EMPRÉSTITO, -^ 
MUERTE DE BRASSEY ESTANDO EL EN VUJE. 



Después de inaugurar el tráfico del Gran 
Central hasta Córdoba en 1870, Wheelwright 
volvió á Londres en ese misino año, en busca 
del restablecimiento de su salud, que consi-. 
guió en efecto al favor de las aguas minerales 
de' Kissengen, en Alemania; y de nuevos 
elementos para la prosecución de sus trabajos 
pendientes en la República argentina. 

Como de ésos trabajos habia dos que el 
gobierno dé ese tiempo necesitaba tomar á su 
cargo para dar parlé de su razón de ser al 



254 VIDA DE WILLIAM W£EHLWR1GHT 

empréstito de 30 millones de pesos fuertes 
que buscaba en Londres, allí se encontró 
Wheelwright con un doble concurrente para 
la construcción de las mismas obras y para la 
demanda de capitales. Una de esas obras era 
la prolongación del Gran Central en su doble 
dirección de los Andes y de Tucuman; la otra 
era el ferrocarril que debia hacer del puerto 
de la Ensenada el puerto de Buenos Ayres, 
dejando sin objeto al puerto de Bateman. 

Bastaba esto solo para que Wheelwright, sin 
quererlo y con solo proseguir una obra de 
que se ocupaba hacia ocho años, estorbase al 
gobierno de Sarmiento destinar diez millones 
del empréstito de obras públicas á la obra de 
un puerto fantástico en la misma Buenos Ayres 
según el plan reciente de Bateman. Este plan 
tenia un doble mérito para el gobierno pre- 
citado, : I"" que halagaba la preocupación ru- 
tinaria é inconcebible, que se opone á que 
Buenos Ayres cambie su actual puerto fluvial, 
por su puerto marítimo de la Ensenada : 
2^ que siendo el plan de Bateman una com- 
pleta quimera, los diez millones tomados á 



EL 80FISflA DE OBRAS PUBLICAS 9Si 

préstamo para realizarla quedarían indefinida- 
mente al servicio de necesidades ficticias, como 
la de buques blindados y armamentos. 

Emprender la obra del puerto de Buenos 
Ayres según el plan de Bateman era para el 
gobierno . empresario, estorbar á Wheelwright 
de encontrar capitales para habilitar de hecho 
el puerto de la Ensenada, venido á ser inútil y 
redundante por el de Buenos Ayres, según la 
idea de Bateman. Este era un medio indirecto 
de producir ese estorbo ; el otro era impedir 
á Wheelwright hallar cooperadores y capitales 
en Londres por menejos innombrables, ya que 
no se podia quitarle la concesión por el método 
empleado en la del Gran Central, á causa de 
que la concesión para el ferrocarril de la 
Ensenada era hecha por el gobierno provincial 
de Buenos Ayres. Callar estos hechos es dejar 
la verdad de la historia de Wheelwright en el 
tintero, ó mejor dicho la historia de los inte- 
reses materiales argentinos, — Donde ellos han 
naufragado una vez, pueden naufragar veinte* 
Es deber de la historia señalar el escollo. En 
este estudio, el nombre y la personalidad de 



SS6 VIDA DE WILLIAM WEEHLWRIGHT 

Wheelwright simbolizan la industria moderna 
en sus tribulaciones con las rutinas rancias del 
sistema colonial, simbolizado por castellanos 
viejos, disfrazados con trajes parisienses, 

' Estando Wheelwright en el mar de caminó 
para Londres, tuvo lugar la muerte de su emi- 
nente colaborador en las obras argentinas, 
M. Brássey, el mas grande empresario del 
mundo entero, pues no hay parte de él en que 
no haya hecho mas de un ferrocarril impor- 
tante. Si su fortuna ganada en esas obras, 
puede dar la medida de su capacidad y valor^ 
baste decir que ha dejado á sus hijos una he- 
rencia de cien níiillones de pesos fuertes, sin 
contar el valor de su crédito que representaba 
dos veces esa suma, y el valor de su talento 
incomparable dé empresario, Como argentino 
yo me confieso deudor de -este homenaje al 
hombre que nos ayudó á construir el Graií 
Central. 

Moralmente y por bien calculado interés^ 
estaban sus hijos obligados á proseguir la coo- 
peración de su padre en las obras argentinas de 
Wheelv^right. Pero ante la concurrencia de un 



LOS HIJOS DE BRASSEY SS7 

gobierno que aspiraba á hacerse constructor, 
se concibe fácilmente que los herederos de las 
obligaciones de Brassey, deseasen evitar esa 
concurrencia : ellos que estaban acostumbra- 
dos á ver solicitado, no repelido su nombre y 
su concurso por los grandes gobiernos. Quien 
perdió perdiendo la cooperación de los Bras- 
sey no fué Wheelwright , sino el país , que 
necesitaba de sus capitales particulares dis- 
puestos á emplearse en obras, que no nece- 
sitaba ni sabia hacer el gobierno con dinero 
tomado á préstamo. Wheelwright tuvo noticia 
de gestiones practicadas para quitarle esa coo- 
peración importante imposibles de aplicarse 
á otro origen que la concurrencia de un em- 
presario oficial. 



17 



SS8 VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGUT 



CAPITULO XXX 



QUISN SERVIA MEJOR EL INTERÉS ARGENTINO, SI WHEEL- 
WRIGHT Ó EL PRESIDENTE SARMIENTO. — LAS OBRAS DE 
WHEELWRIGHT ERAN IDEAS DE RIVADAVIA. 



Pero contrariar á Wheelwright en sus obras 
argentinas era dañar al país en sus mas caros 
intereses según los han entendido sus mejores 
hombres; era contrariar á Rivadavia en los 
trabajos que quiso llevar á cabo y cuyos sim- 
ples proyectos forman su gloria mas legitima. 
Todas las obras que Wheelwright ha realizado 
ó intentado realizar en el Plata por via de 
industria privada, son ideas que Rivadavia 
sirvió con la mira patriótica, de constituir á su 
país en Estado unitario y fuerte en razón de 
esa unidad misma, que hace ser fuertes á sus 
dos vecinos, Chile y el Brasil : los dos Estados 
que circundan al Estado argentino y que deben 



sus OBRAS SON ISCAS DE &IVADAVIA SS9 

á la unidad la estabilidad que los asemeja^ no 
obstante su diversidad de forma de gobierno. 
Interesa á nuestro prepósito hacer notar que 
esos dos países deben su centralización k su 
capacidad de viabilidad ó de comunicación. Los 
dos están formados á lo largo de la Reina de 
las vias, que es el mar ; Chile es una zonamari- 
lima, y el Brasil empezó por ser un perfil, 
una costa marítima^ poblada, según observa 
Malte-Brun, como los mismos Estados Unidos 
empezaron : no se han poblado en lo interior 
sino después y poco á poco. Pues la República 
Argentina (sin contar con su inmensa costa 
marítima desierta), ea mas capaz de unidad por 
la viabilidad de todo su suelo nivelado natural- 
mente, que lo son su s^dos vecinos con sus terri- 
torios montañosos y fragosos. 

En busca de la homogeneidad, que dan las 
vías de comunicacien, quería Rivadavia para 
su país lo& mejoramientos, que Whéel'vrright 
ha realizado ó comenzado á realizar con las mi- 
ras altas de su industria honrada. Tales son : 

1*^ El Puerto de la Ensenada, ó mejor dicho 
el puerto marítimo que Ri#davia y Wheel- 



260 : VIDA DE WILLIÁM WHEELWRi^HT 

cwright han querido dar á Buenos Ayres, como 
su puerto propio y natural, que es. 

2^ El cancU de los Andes y que quería Riva- 
davia cuando no había ferrocarriles ; ó su 
equivalente el Gran Central^ que Wheel- 
•wright ha comenzado entre el litoral y los 
Andes. 

3® Las colonias que tanto quiso Rivadavia, y 
que Wheelwright ha comenzado á realizar á 
los lados del Gran Central. No hay coloniza- 
ción posible donde el colono no puede sacar 
y vender lo que produce, por caminos buenos, 
fáciles y baratos. 

4® La cuestión de una capital para la Nación 
en que, según Rivadavia, estriba toda la orga- 
nización argentina, hecha posible por el ferro- 
carril de Wheelwright, que hace de la Ense- 
nada el puerto marítimo de Buenos Ayres, 
para la exportación de nuestra infecta riqueza 
compuesta de cueros, lanas, cuernos, carnes, 
sebos, cerda, etc., guardando Buenos Ayres 
la limpieza y confortable que conviene á la 
Capital de un gran país. . . . .. 

Todo eso quería Rivadavia,. y Wheelwright 



LA UNIDAD DE SUS OBRAS 2Q1 

há dado todo eso al país argentino en la forma 
mas adelantada y perfecta. Basta esto solo para 
estimar el valor social y moral de Wheelwright 
como empresario, y el de Rivadavia como 
estadista. Por la índole de sus trabajos taa 
nobles y tan útiles para el Rio de lá Plata,> 
Wheelwright ha sido el Rivadavia de la in-: 
dustria argentina. 

Esas obras no son inconexas , no son trabajos 
sueltos y aislados emprendidos á la casualidad, 
por el estadista para ganar opinión, por eí 
empresario para ganar fortuna. Son obras^' 
que se dan lá mano, que forman un sistema y 
ceden á un proposito común, á saber : el pro- 
gresó del país, que interesa tanto al patriota 
como al industrial eminente. 

Todas las obras de Wheelwright en el Ptata 
se refieren al plan y pensamiento de una sola^ 
que es él ferrocarril délos Andes, destiqado.á 
unir los dos océanos Atlántico y Paéífico^ y 
hacer del suelo argentino la ruta internacional 
mas corta y mas cómoda del Asia y de la 
Europa. De esa grande via son fragmentos ó 
pedazos constitutivos el actual Gran Central 



96t VIDA DE WiLLlAM WHEELWRIGHT 

entre Rosario y Córdoba, y el ferrocarril de 
Buenos Ayres al puerto marítimo de la Ense- 
nada, en el Atlántico (porque Buenos Ayres 
puede ser y será un puerto de mar, en lugar 
de ser un puerto de Rio ó de Riachuelo, desde 
que asi lo quiera una ley inteligente). Hablar de 
inmigración, de colonización, de población, y 
querer fomentar esas cosas por otro medio que 
dotando al país de un puerto de mar digno del 
comercio que forma su Tocación, es hablar de 
lo que no se entiende. Aspirar á tener una 
marina y una marina de guerra, á ser un 
país marítimo y tener un comercio marítimo, 
y empeñarse en mantener cerrado el único 
puerto de mar que tiene él país, es propio de 
un empirismo abyecto y vergonzoso. 

En la mente de Wheelwright, la Caldera y 
la Ensenada debían ser los dos puertos marí- 
timos, que formasen los extremos occidental 
y oriental del ferrocarril internacional de los 
Andes, No comprende á Wheelwright ni sus 
obras el que mira de otro modo la unidad de 
su labor. No le prestamos aquí concepciones 
que no le pertenezcan; concebidas y mante* 



LA UNIDAD DE SUS OBRAS 263 

nidas por él desde mucho tiempo, no hubo 
ocasión solemne en que no las diese á conocer; 
cuando mandó sus ingenieros desde Chile, es 
decir desde la Caldera, cuando inauguró los 
trabajos del Gran Central en el Rosario, y 
cuando inauguró su tráfico después de termi- 
üdsáo hasta Córdoba. Por fin está eso previsto 
en el contrato mismo de su concesión obtenida 
por tercera vez en 1863. 

Esa es la obra frustrada por la política que 
sacó su dirección y ejecución de manos del 
único hombre capaz por su importancia rara 
de llevar á cabo tan importante empresa. Siga- 
mos el liilo de esa transformación deplorable, 
no por un 'estéril espíritu de crítica, sino con 
el interés histórico de señalar el punto en que 
se rompió esa especie de cable interoceánico, 
para saber como en otro, donde buscarlo 
cuando se trate de concluirlo. 



8 

Wheelwright llegó á Londres á fines de 1 870, 
durante la invasión de la FranQÍa por los Ale- 



264 VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT 

manes. Esa guerra oscurecía el horizonte pBv^ 
las especulaciones de la industria europea, 
pero Ib abría para las de América, en cuya 
dirección llevaban sus ojos los capitalistas inti- 
midados. Esa situación favoreció grandemente 
la negociación del empréstito ai^eñtino de 
treinta millones de pesos fuertes, como hubiera 
servido á Wheelwright para encontrar capi- 
tales privados si se hubiera dejado que reali- 
zara con ellos, como podia y deseaba, las obras 
qiie tenia pendientes á su cargo por conce- 
ciones solemnes. Para que esas obras, invo- 
cadas como objeto de un empréstito superfino, 
ayudasen moralmente al éxito de su negocia- 
ción, se dejó creer en Londres que el construc- 
tor de ellas seria el mismo Wheelwright; y para 
facilitarla formación de esa creencia, se le dejó 
creerlo así á él mismo. Mr. Wheelwright pensó 
en efecto que el dinero procedente del emprés-^ 
tito, sería puesto en parte á su disposición para 
la construcción de sus obras. Habría sido 
al menos un modo de compensarlo moralmente 
del despojo de negocios que íe estaban conce- 
didos. Cuándo ún amigo lie decía, que en el 



su INCAPACrDAD DE rNTRlGAR ' 265 

ínteres de sus obras y del país argentino, 
deseaba que el empréstito fallase; la rectitud 
de Wheelwright se sentia como escandalizada. 
Por ese su modo de ser, otro amigo y coope^ 
rador suyo, no menos recto que ¿1 pero mejor 
conocedor del país, solía decirle irónicamente; 
que nunca haría gran cosa como empresario 
porque no entendía de intrigas. Sin embargo 
ese hombre que no conocía mas que el camino 
recto, no tuvo necesidad de intrigas para llevar 
á cabo las mas grandes empresas industríales 
de que se honre la América del Sud. 

Para ese doble juego, de servirse de Wheel- 
wright en contra del mismo, usó el gobierno 
que aspiraba á suplantarlo, de sus agentes 
oficíales. No había empréstito posible, lá 
Wheelwright abría la boca para contrariarlo ; 
no lo había tampoco, sí conservaba intacta su 
capacidad de obtener capitales por sí mismo, 
aplicables á una parte de esas obras, qué le 
estaban ya concedidas. Fué con estas dos miras 
contradictorias que el gobierno empresario, fué 
servido por sus agentes que frecuentaron á 
Wheelwright, para aprovecharlo por una 



S08 VIDA DE WILLIAM WHEELWR16HT 

parte, y para descartarlo por jotra en el ínteres 
del empréstito, ya que no de las obras públicas 
y del país. La actitud de Wheelwright fué siem- 
pre digna y circunspecta. No contrarió el em- 
prestito^ pero tampoco lo ayudó de otro modo 
que por su neutralidad inevitable. Mientras el 
agente deplomático cultivaba al empresario 
ilustre (que no conocia), el agente financiero 
del empréstito para obras públicas (que lo co- 
nocia), no visitaba al presunto constructor de 
esas obras (que yo sepa). 

Entre tanto no se hablaba sino de dos gran- 
des y portentosas superfluidades : el puerto de 
Bateman en Buenos Ayres — antitesis del de 
la Ensenada, — y el survey del ferrocarril 
trasandino de Buenos Ayres á Chile por el paso 
del Planchan, — antítesis del ferrocarril tras- 
andino de Wheelwright por el paso de San 
Francisco. Eran las quimeras puestas en cam- 
paña contra las realidades por la habilidad de 
los políticos. Desgraciadamente el resultado de 
esas habilidades sin juicio ni patriotismo, ha 
sido al fin : l%dejar á la República Argentina en- 
deudada en treinta millones de pesos, en cuyos 



FERROCARRIL DE LA ENSENADA' W¡ 

intereses tiene que invertir gran parte de su 
renta ordinaria : 2% para dejar el Haber nacio- 
nal^ exhausto de lo mas de esos millones : 3^", 
para dejar á la Nación sin la ventaja de la obra 
del camino trasandino, que debia convertirla 
en ruta real del intercurso entre el Asia europea 
y la Europa misma : 4^, para dejarla sin la coo- 
peración de Wheelwright y de sus poderosos 
amigos en obras imposibles para empresarios 
de menor talla : para crearle por fin la tre- 
menda crisis que quiera Dios no degenere en 
dolencia crónica. 



CAPITULO XXXI 



cmauNSTAffcus accidentales, que fagiutaron la ter« 

MINAGION del FERROCARRIL DE LA ENSENADA. 



Lo Único que esas habilidades no alcanza- 
ron, fué frustrar la obra del ferrocarril de la 
Ensenada, por esta razón sencilla, que su con&- 



268 VIDA DE WIULIAM WflEELWRlGflT 

trucion no necesitó del gobierno argentino ni 
concesión, ni privilegio, ni garantía, ni subven- 
ción alguna estimulante ó auxiliar. 

Después de hacer una excursión á los Estados 
Unidos, para visitar por la última vez á su país 
nativo y á su familia originaria, Mr. Wheel- 
wright regresó al Rio de la Plata en 1871. 

No tardó mucho en verse excluido de la obra 
del ferrocarril de Tucüman, prolongación del 
Gran Central, que le estaba concedida por una 
ley, y para la cual hábia hecho hacer á sus ex- 
pensas un estudio profesional y científico de 
proyección, con los primeros ingenieros del 
país. Pero le quedaba otra obra, que no podía 
quitarle por artificios legales el gobierno que 
no se la había concedido. Esta obra era la del 
ferrocarril y muelle del puerto marítimo de la 
Ensenada. Esta obra al parecer pequeña ba&- 
taba para hacer inolvidable á su autor en el 
Rio de la Plata, si otras obras gigantescas no 
llevasen su nombre. 

La obra del ferrocarril y puerto de la 
Ensenada tiene el valor y sentido de una revor 
lucion política, social y comercial en la Repú- 



ESTUDIOS FRANCESES DE LA ENSENADA 269 

blica Argentina, sin que Wheelwright al em- 
prenderla hubiese tenido en mira estas fases de 
su empresa, puramente industrial para' él. 
Estas condiciones de la obra, explican^ sin em- 
bargo, la lentitud con que marchó su construc- 
ción, empezada la cual en 1863, casi al mismo 
tiempo que la del Gran Central, no concluyó 
sino dos años después de esta última. ¿Cómo se 
explica la especie de tregua ó suspensión que 
Jiizo la resistencia con que Wheelwright luchó 
por años, en la ejecución del ferrocarril de 
la Ensenada? Empezado en 1863, todavía 
en 1871 , estaba como en principios ese camino 
de 30 millas. Se explica su terminación ines- 
perada por dos circunstancias casuales, sin las 
cuales sabe Dios si no hubiese Wheelwright 
concluido su existencia antes que esa obra : 
IVlá noticia que se obtuvo en 1870, de los 
estudios hechos por la marina francesa del 
Puerto de la Ensenada, según los cuales hu- 
biese sido escandaloso continuar teniendo cer- 
rado un puerto de primer orden, de que todas 
las marinas del mundo carecian allí para su 
seguridad y reparación : 2* la otra circunstan- 
cia fué la explosión de la epidemia espantosa 



270 VIDA DE WILLIAM W£EHLWA1GHT 

de 1871 y qu^ llegó á hacer 600 victimas por 
dia^i Buenos Ayres, y se atribiiy<i i loa Mata* 
derós y Saladeros de que estaba rodeada esa 
ciudad, cuya sanifícacion requería su aleja- 
miento á otro puerto de exportación menos 
poblado.. Esa via, fué la via sacra de Wheel- 
w^right. Cada paso fué un suplicio. Baste decir 
que en el término de ella estuvo el de su 
vida misma« Allí en efecto acabó su carrera 
donde mismo dio principio para Sud-Améríca, 
50 años antes, por su naufragio en Quilmes. 
Es que en esa obra, el ferrrocarril es lo acce- 
sorio, el puerto es lo principal. Toda la impor- 
tancia inmensa de ese corto ferrocarril con- 
siste en que él suprime la distancia que separa 
á Buenos Ayres de su puerto de mar. Es como 
esos caminos que suprimen los istmos, cortos 
pero inmensos por el valor de los términos 
que ponen en contacto . 

Para acabar de comprender las resistencias 
y la Jucharen que ha caido Wheelwrighl, aun- 
que gloriosamente, interesa al sentido de su 
vida estudiar el significado económico y poli- 
tico del ferrocarril y del muelle que hacen de 



CUESTIÓN ARGENTINA DE UN PUERTO 271 

la Ensenada el Puerto de Buenos Ayres y el 
mejor puerto de esa región de Sud-América, 
sin excluir el de Montevideo. Este estudio es 
además de general interés, porque él hace cono- 
cer lino de esos escollos que ha dejado el régi- 
men colonial, en que pueden sucumbir nueras 
empresas de progreso, por no decir el progreso 
entera del Río de la Plata. La cuestión de 
puerto en la República Argentina, envuelve la 
cuestión de una capital para residencia de su 
gobierno general, con poder inmediato^ local 
y exclusivo en ella. Así la cuestión de una capi- 
tal viene á ser toda la cuestión del gobierno en 
ese país, no solo en la opinión de Rivadavia, 
su mas grande hombre de estado, sino según 
su constitución presente, para la cual el poder 
mas esencial del gobierno nacional es el de 
legislar y administrar la capital de su residencia 
de un modo inmedialOj exclusivo y local. . Así 
la cuestión de capital, no es cuestión de resi- 
dencia del gobierno, sino de la parte mas esen- 
cial del poder del gobierno. Esa cuestión está 
sin resolverse. Y como ella comprende en ese 
país, la de su de^da pública, sistema de ha- 



!¿7S V VIDA D£ WILLIAM WEEHLWRIGHT 

cienda, ferrocarriles, telégrafos, bancos, trata- 
dos extranjeros, dejar sin solución esa cuestión 
es mantener en crisis permanente la política, 
el comercio, las relaciones extranjeras, la vida 
entera del país. Ahora bien : el puerto de la 
Nación en la Ensenada, es la constitución vir- 
tual é implícita de la República Argentina con 
Buenos Ayres por capital, es decir con el go- 
bierno nacional investido del poder inmediato^ 
exclmivo y local^ que le da la constitución en la 
ciudad capital de su residencia obligada, y que 
hoy no tiene^ como es sabido, en la ciudad de 
Buenos Ayres. 

A esa necesidad fundamental de orden co- 
mún responde admirablemente la obra indus- 
trial de Mr. Wheelwright en la Ensenada, y 
de ahí la resistencia que ha encontrado en la 
política, que consiste en mantenerla indecisa 
ó en dejar su solución al tiempo, como si el 
tiempo bastase para que la provincia de Bue- 
nos Ayres se canse de poseer la ciudad de su 
nombre y quiera cederla á la Nación ^ á medida 
y por razón de que esa ciudad se hace mas 
grande, mas bella y mas interesante ! 



La capital £1S allí el gobierno 273 

La sensatez de Buenos Ayres tendrá un 
dia que tocar con la mano esta verdad del 
mas simple buen sentido : si esa ciudad no 
quiere ser la capital de los argentinos, es decir 
gobernada por ellos con poder inmediato^ local 
Y exclusivo en su ciudad, tendrá que ser capi- 
tal de Buenos Ayres y de las Provincias argen- 
tinas, la ciudad de Rio de Janeiro; pues está 
la capital de un país en realidad allí donde está 
el ascendiente predominante, que gobierna sus 
consejos y sus destinos, aunque sea bajo la 
apariencia de un país independiente y extran- 
jero. La República Argentina sin capital, e& 
una dependencia virtual del Brasil, con todo 
su exterior de Nación independiente. Si yo pu- 
diese hacer leer este aserto á Rivadavia, estoy 
cierto de que le tendría por testigo de su verdad. 
Libre de toda otra preocupación, Wheel- 
wright contrajo su actividad á la conclusión 
del ferrocarril y del muelle de la Ensenada. 
Puestos por él en manos de los contratis- 
tas SS. Simpson y Ariagno s los trabajos 
marcharon con tanta rapidez, como habían 
sido lentos antes de eso. 

18 



274 VIDA BE WILLIAM WEEHLWRIGHT 



Inanguracion del tráfico hasta Qnilmes. 

El 18 de abril de 1872, tuvo lugar la inau- 
guración solemne de la linea hasta la estación 
de Quilmes. Mas de cuatrocientas personas 
venidas de Buenos Ayres por un tren especial, 
se unieron á la población de Quilmes para 
solemnizar el evento . Entre ellas descollaban el 
señor Obispo Aneiros, los ministros del Pre-* 
sidente (menos este personaje, que brilló por 
su ausencia), el señor Castro, gobernador de 
Buenos Ayres y otras notabilidades del país» 
Después de la ceremonia de inauguración 
fueron pronunciadas algunas palabras dignas 
de recordarse. Él gobernador de Buenos Ayres 
dijo que de las muchas líneas de ferrocarril 
que se habían construido en esa Provincia era 
ésta la primera que lo había sido sin subven- 
ción ú otra clase de ayuda del gobierno. Cuando 
ésta compañía necesitó de tierra, la compró ú 
obtuvo sin auxilio alguno del Estado, lo que 



EL PUEBLO DE QUILMES 275 

mostraba el espíritu de progreso, que diaria- 
mente se desenvolvía, y el cual tenia su mas 
grande representante en la persona de su 
amigo el señor Wheelwright. » Respondiendo, 
á estas palabras dijo Mr. Wheelwright que 
agradecido como estaba del cumplimiento del 
señor gobernador Castro, él nada ambicionaba 
sino á ser un hombre esencialmente de trabajo. 
Recordó que habia llegado náufrago en ese 
lugar, casi sin zapatos; que los argentinos lo 
habian recibido cordialmente, y, se aprove- 
chaba con orgullo del camino inaugurado en 
parte en ese dia, para ofrecérselo como re- 
compensa de su inolvidable hospitalidad. — 
El D'. Velez Sarsfiel, ministro del Presidente, 
celebró la obra de Wheelwright, cuidando de 
no pronunciar su nombre. — El pueblecito de 
QuümeSj situado en la margen del Plata, sobre 
una altura que domina sus aguas, á diez 
millas al sud de Buenos Ayres, estaba poblado 
de 2,500 habitantes en 1872. Colocado á 
media hora de Buenos Ayres por el ferro- 
carril, se puede decir que hoy forma un lindo 
barrio de esa ciudad. Mas de la mitad del 



276 VIDA DE WILLIAM WEEHLWRIGHT 

distrito de Quilmes pertenece á residentes in- 
gleses, pero su población abunda de vascos, 
italianos y canarios, y en especial de Ameri- 
canos del Norte. 

Mientras se inauguraba el ferrocarril hasta 
Quilmes, seguian activamente los trabajos 
hacia la Ensenada, y al terminar ese mismo 
año de 1872, toda la via estaba construida 
hasta tocar el puerto de mar que Buenos Ayres 
debia desde ese dia, á Dios primero, y en 
seguida á M, Wheelwright. 



CAPITULO XXXII 

INAUGURACIÓN DEL FERROCARRIL DE LA ENSENADA PARA 
EL SERVICIO PÚBLICO. — SE AGRAVAN LOS MALOS AU- 
GURIOS DE CÓRDOBA. PARA WHEELWRIGHT. — DIS- 
CURSO HISTÓRICO DE WHEELWRIGHT SOBRE EL PUERTO 
DE LA ENSENADA. — DESDE ESE DIA EL PRESIDENTE 
SARMIENTO SE ABSORBE EN LA OBRA ^ DEL PUERTO DE 
BATEMAN. — EXPLICACIÓN DE ESTA ANOMALÍA. 

La inauguración del ferrocarril de la Ense- 
nada, para el servicio público, tuvo lugar el 



INAUGURACIÓN DE LA ENSENADA 277 

31 de dicembre de 1862. Se habia inaugurado 
su trabajo por la mano misma de Wheel- 
wright, en 1863, el aniversario del natalicio 
de Washington. En setiembre del año de 1865, 
se abrió la línea hasta Barracas, y poco des- 
pués una rama hasta la Boca. La prolongación 
de esta línea á la Ensenada, una distancia 
de 30 millas, era lo que se celebraba el 31 de 
diciembre de 1872, oficialmente. En la rea- 
lidad se celebraba un hecho inmenso, — la 
inauguración de un puerto. Era el secreto de 
tanto entusiasmo. Todo cuanto Buenos Ayres 
contenia de personas importantes se encon- 
traba en la Ensenada en ese dia, por invita- 
ción de Mr. Wheelwright. La obra y la em- 
presa como se sabe eran del todo privadas, sin 
embargo de ser del mas público interés. Sen- 
tados los invitados á la mesa^ empezó á Uover 
á torrentes. Una imaginación supersticiosa hu- 
biese crecido que caian lágrimas del cielo. Lo 
cierto es que no faltaron en el corazón de 
Wheelwright. Mas de un destino se inauguraba 

en ese dia. Era una fiesta hermosa y triste á 

« 

la vez, como fué la del Gran Central en Cor- 



278 VIDA D£ WILLIAM WHEELWRieHT 

doba. Pero si entonces delegó el presidente 
Sarmiento en su ministro Velez Sarsfiel el 
papel de lastimar á Wheelwright por el silencio 
ultrajante de su nombre benemérito, el dia y 
en el acto mismo en que un trabajo suyo era 
un triunfo de la civilización para la República 
Argentina; esta vez se encargó de ese papel 
el mismo presidente en persona, por su dis- 
tjurso en que no habló sino de sí mismo, y no 
calló sino el nombre de Wheelwright, en el 
festejo de una obra que era toda de Wheel- 
wright, y en nada del gobierno. No nombró 
á Wheelwright sino para decir que dos años 
antes habia venido con él por agua á la Ense- 
nada. Sin embargo él empezó su discurso con 
estas palabras : c< Este es un gran dia para la 
República Argentina : otro nuevo ferrocarril. » 
Y el grande hombre á quien la República 
Argentina era deudora de ese gran dia, recibía 
por cumplimiento 'solemne del órgano de esa 
Nación, el silencio ofensivo de su nombre 
glorioso. — Según el Presidente la grandeza 
del dia, consistía en un ferrocarril de 30 millas. 
El señor gobernador Acosta, que enmendó 



SV ULTIMO DISCURSO S79 

honorablemente la falta del Presidente, no pro- 
nunció sin embargo la palabra puerto ; y era 
un puerto entretanto, todo lo que se celebraba, 
¿Quién lo dijo asi? El autor mismo de la obra 
inaugurada y de la fiesta. 

El discurso de Mr. Wheelwright está lleno 
de enseñanza y merece no olvidarse porque fué 
el último que pronunció en su vida. 

.•.ct El principal objeto, dijo, que nos reúne 
aquí en este dia, es inaugurar para el tráfico 
público el ferrocarril que une este magnífico 
puerto de la Ensenada con la capital. En este 
año cabalmente se cumple medio siglo desde 
mi primera visita á la Ensenada, en que por 
primera vez comprendí sus naturales ventajas 
y su inmensa importancia comercial, que 
nunca he olvidado desde entonces. Hará cosa 
de diez años que compré á M. Le Lievre, la 
concesión que le habia hecho el gobierno pro- 
vincial para la construcción de esta línea, y di 
principio al trabajo. No me detendré á enume- 
rar todos los impedimentos y dificultades que 
encontré, j á no ser por la firme convicción que 
siempre tuve y la moral certidumbre de los in- 



tío VIDA DE WILLIAM WHEEtWR GHT 

calculables beneGcios que esta linea aseguraría 
á este país, no hubiese tenido bastante resolu- 
ción para persistir hasta ver concluido el tra- 
bajo. 

a La espléndida expansión de agua que 
desde aquí vemos, puede ser utilizada para 
los bajeles que trafican con el Rio de la 
Plata, dándoles protección contra los vientos 
y tempestades á que hasta ahora están expues- 
tos. . . « No necesitamos ponderar las ventajas 
de este puerto, que tanta admiración causó al 
célebre patriota argentino D'. D. Mariano Mo- 
reno, que usó de todo su influjo para hacer de 
él el verdadero puerto de Buenos Ayres. Por si- 
glos la Ensenada atrajo la atención de los ma- 
rinos, especialmente de los oficiales navales de 
esta República , de España , Francia é Ingla- 
terra; y sus ventajas para un arsenal han sido 
siempre altamente apreciadas. Si el ilustre ar- 
gentino Don Bernardino Rivadavia, á quien 
tuve el honor de conocer en 1822, cuando se 
exploraba el puerto, hubiese tenido á su dispo- 
sición tan poderosos elementos como el buque de 
vapor y el ferrocarril, no es mucho decir que 



su DISCURSO EN LA ENSENADA '281 

hace tiempo que esta Ensenada hubiera sido 
un puerto favorito y seria hoy el emporio ma- 
rítimo de Buenos Ayres, lo cual hubiera dado 
al tráfico toda clase de conveniencia y protec- 
ción, sin necesidad de establecer fuertes dere- 
chos de puerto, salvando así para el país millo- 
nes, que la falta de un puerto ha hecho perder 
por tantos años. Este conocedor profundo de 
las conveniencias del comercio y del progreso, 
ansioso de acrecentar el tráfico extranjero con 
este país, porque sabia que de ello depende su 
prosperidad, estaba convencido de que la me- 
jor via para obtenerlo, era conceder al comer- 
cio y á la navegación toda la posible convenien- 
cia. No olvidando al mismo tiempo, que la En- 
senada presentaba elementos poderosos para 
proteger las aduanas y el tesoro nacional, cor- 
tando de raíz el contrabando, conocía la mate- 
ria por todos sus aspectos. 

« La construcción del muelle en la Punta de 
Lara, que como habéis visto, Señores, ha sido 
ya comenzada, tiene por objeto presentar al 
tráfico un servicio inmediato, mientras se lle- 
van á cabo los trabajos del puerto de la Ense- 



282 VIDA BE WILLIAM WHEELWfilGHT 

nada. Dentro de cuatro ó cinco meses, espero 
ver los buques amarrados á este muelle y des* 
cargando su cargamento en los carros del ferro- 
carril, que los conducirá á la papital, en dos ó 
tres horas, y á un precio de dos patacones mas 
ó menos por tonelada , es decir la mitad del 
costo presente en lanchas descubiertas, y las 
mercancías conducidas á la ciudad en wagones 
cubiertos y tal vez á cargo de un oficial de 
aduana ^ no estando asi expuestas en adelante 
al tiempo, deterioros y robos, y las aduanas 
vencedoras del contrabando. 

c< Cuando las mejoras propuestas para la 
Ensenada estén terminadas, las conveniencias 
serán todavía mayores... Con esas convenien- 
cias en los muelles, yo creo que el movi- 
miento puede ser estimado en mil á dos mil 
toneladas cada 24 horas, y que una igual can- 
tidad de producto puede ser embarcada de 
allí. 

c< Es de esperar que el gobierno nacional 
en vista de la importancia de la Ensenada, 
no tardará en dar su poderoso apoyo para la 
ejecución de los trabajos señalados en mi peti- 



MEJORAS REQUERIDAS EN LA ENSENADA Í83 

cion y en el informe de M. Coghlan, ingeniero, 
como igualmente ana estimación del costo, 
que ha sido elevado por la Oficina de inge^ 
nieros nacionales^ á docientos mil patacones, 
(200,000), recomendando los trabajos á la 
especial atención del gobierno. M. Coghlan 
cree que con la. ayuda de una draga , será 
bastante un año para poner al puerto en con- 
dición capaz de admitir bajeles de ultramar de 
ordinaria dimensión, pero cuando llegue á 
ser necesario tener mayor profundidad de agua 
ó nuevos diques, será necesario trazar nuevos 
planos y nuevos cálculos. 

« Terminando estos breves reparos, yo 
apelo fervientemente á S. E . el Presidente de 
la República para que quiera darme todo el 
apoyo y asistencia que reclama una obra tan 
importante para este pais, obra destinada á 
dar á esta República uno de los mas seguros y 
mejores puertos del mundo, y que está llamado 
á ser y será el orgullo de la Nación. » 

Se ve que Wheelwright pedia el apoyo del 
gobierno, no para su obra del ferrocarril de 
que el muelle de la Punta de Lara era tm coro- 



284 VIDA DE WILLIAH WHEELWRIGHT 

lario, sino para la obra del puerto. Él era dueño 
del ferrocarril y del muelle, su prolongación 
hidráulica, pero no del puerta, que era pro- 
piedad del Estado. Luego el apoyo que Wheel- 
wright pedia al Presidente Sarmiento, se resol- 
vía en una súplica de que llenase los deberes 
de su oficio en favor del país. Pero ese apoyo 
que Wheelwright le pedia fervientemente para 
habilitar el primer puerto de la República, 
lejos de dárselo, el presidente pedia fervien- 
temente á Bateman, que lo aceptase para cons- 
truir su puerto de las Mil y una Noches en 
la ciudad de Buenos Ayres, que el presidente 
dañaba pretendiendo halagar. Mientras ne- 
gaba dosientos mil pesos para habilitar mate- 
rialmente el puerto de la Ensenada, daba esa 
misma suma á un empresario* residente en 
Londres, por los planos de un puerto imposible 
en Buenos Ayres y le ofrecia doce millones 
para la construcción de esa obra. Es de admi- 
rar que nunca dio el gobierno de Sarmiento 
mayor y mas solícita atención al proyecto 
de Bateman que al fin de 1872, es decir, 
cuando se terminaba el ferrocarril y el mué- 



EL MÓVIL DE LAS RESISTENCIAS 28S 

He del puerto de la Ensenada, y cuando un 
puerto eñ Buenos Ayres dejaba de ser indis- 
pensable 

Es justo reconocer que en esa actitud no 
servia el presidente Sarmiento ningún odio 
personal contra Wheelw^right. Él servia sim- 
plemente dos intereses : el de su propio 
egoísmo en este sentido, que el puerto de Ba- 
teman en lugar del puerto de Wheelwright, 
quería decir doce millones de pesos fuertes 
en manos de su gobierno, tomados á préstamo 
para esa obra imposible, y destinados, por lo 
tanto, á quedar indefinidamente en ellas para 
aplicarse á otras necesidades de su poder. 
Le servia de paso esa resistencia á la obra 
de Wheelwright, para afianzar su poder en 
la ciudad del viejo puerto en que él resi- 
día, halagando la rutina, que prefería el puerto 
de Bateman aunque fantástico, porque estaba 
en Buenos Ayres, al de Wheelwright, aunque 
real, porque estaba fuera de esa ciudad. Tal 
actitud no venia de un designio de dañará 
Wheelwright, ni en el presidente ni en sus 
ministros, es nuestra opinión. Wheelwright 



t80 VIDA DE WILLUM WHEELWRIGHT 

era incapaz de inspirar enemistad á nadie. Na- 
cia meramente de ausencia de un patriotismo 
elevado, como el de Rivadavia y Moreno, 
cuyas ideas pon ia Wheelwright en obra. 

Wheelwright se ha hundido en el abismo en 
que sucumbió Rivadavia, por servir la misma 
causa del progreso de la República argentina, 
contra la rutina colonial, explotada por un egoís- 
mo sin escrúpulos. Es la tumba gloriosa de 
todas las nobles intenciones. Los dos han caido 
con gloria, pero Wheelwright ha unido á la 
suya, la felicidad de dejar concluidas unas y 
empezadas otras, las grandes obras de mejora- 
miento argentino, que llevarán á cabo los que 
en lo futuro aspiren al honor de esos grandes 
en los anales de la historia americana. 

Esto no es decir que la mala pohtica haya 
conseguido enterrar al progreso argentino. Es 
presiso admitir que los países del Plata tienen 
causas que los hacen prosperar con indepen- 
dencia de sus gobiernos, cuando se ve que su 
progreso no ha cesado de proseguirse de un siglo 
á esta parte aun con sus peores gobiernos, sin 
excluir el gobierno mismo colonial. Este es un 



LA ENSENADA SEGÚN EL PILOTO PETTY 287 

techo que la hisloria confirma y que la razón 
concibe y demuestra, desde luego por las venta- 
jas del suelo y de su geografía, y en seguida, y 
sobre todo, porque el progreso de esos países 
no es en cierto modo sino el progreso trasalán- 
tico de la misma Europa. Esto hace que las 
crisis de esos países americanos tengan su re- 
medio natural y pronto en ese doble (Jrdcn de 
causas naturales de vida y progreso general y 
solidario, como se ve confirmado todos losdias. 

Estas consideraciones de carácter personal, 
no son impropias de este estudio, en que in- 
porta dejar bien señaladas las responsabilidades 
en que Wheelwright no incurrió jamas por acto 
alguno imprudente, que dañase el éxito de las 
obras confiadas á su celo y capacidad por sus 
numerosos comitentes; y que pesan y deben 
pesar sobre una política sin altura, sin luz y 
sin patriotismo^ mas dañina para el país, que 
el odio del enemigo extranjero. 

Un año después de la muerte de Mr. Wheel- 
wright en agosto de 1874, Mr. William Petty, 
piloto de los vapores ingleses de la Royal Mail 
del Plata, á invitación de Mr. J. G. Simpson 



288 VIDA DE WILLIAM WHEELWRI6HT 

practicó una visita de examen á la Bahía y 
Puerto de la Ensenada, auxialado por nume* 
rosos oficiales competentes, y su resultado 
(contenido en un Informe, inserto en el Stan* 
dard de Buenos Ayres del 14 de agosto de 
1874), confirmó en todo los anuncios de 
Mr. Wheelwright. — Mr. Petty dice, que en- 
contró al puerto de la Ensenada con agua sobra- 
da para fondear cerca de sus muelles, el diaque 
el de Buenos Ayres estaba casi seco, y barada 
y encallada una mitad de los buques allí estan- 
tes. Según su Informe, el anclaje y la descarga 
en los muelles de la Punta de Lara y de la 
Ensenada, para los vapores de la Línea y en 
general para todo vapor grande, ofrecen estas 

ventajas sobre el puerto de Buenos Ayres : I'' 
que el viaje de los vapores se acorta de 40 mi- 
llas : 2° que en estado de mal tiempo los bu- 
ques podían atracar á los muelles de la Punta 
de Lara y de la Ensenada para descargar, sin 
el menor riesgo para las mercancías, para los 
pasajeros y para la correspondencia : S'^que el 
muelle de la Punta de Lara, de 1845 pies de 
largOy tenia á lo laisgo rieles para vv^agones^ 



SUSULTIMOS DÍAS EN EL PLATA ^2^9 

distaba 31 millas de Buenos Ayres para donde 
el viaje por ferrocarril, era de poco mas de 
una hora y cuarto : 4** que el desembarco de 
pasajeros y mercancías en el puerto acttial de 
Buenos Ayres requería tres trasbordos, uno del 
Vapor de la Línea á un vaporcito menor, otro 
á un bote abierto, otro á una carretilla, y de 
ahí al muelle en que no entraban coches. 



CAPITULO XXXIII 



EL ULTIMO TIEMPO DE WHEELWRIGHT EN EL RIO DE LA PLATA. 
— SU ÚLTIMO VLAlJE Á INGLATERRA Y SU MUERTE EN 
LONDRES £N EL MISMO AÑO DE 1873. 



Si la inauguración del Gran Central en Córr 
doba señaló el dia en que comenzó la caída de 
Wheelwright como grande empresario, la del 
ferrocarril de la Ensenada fué la de su desapa- 
rición del drama argentino y Sud-Americano. 

19 



890 VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT 

Su salud, minada ya por los años, no pudo 
resistir á los sinsabores de esa vida de lucha ^ 
Todavía tenia mucho que hacer en el Piala 
con solo ocuparse de terminar y desenvolver 
sus obras ya realizadas. Le faltaba terminar 
ese grande y bello trabajo del muelle de la 
Punta de Lara en el puerto de la Ensenada; 
Las colonias plantadas por él en los flancos 
del Gran Central, debian crecer bajo su vista 
fecunda, hasta formar un estado modelo en 
el Estado argentino. Visitándolas á principios 
de 1873, fué obsequiado con un almuerzo* que 
se le dio en la Estación de la Canadá de Gómez. 
a En aquella ocasión, dice un escritor que 
asistió á esa fiesta, el señor Wheelw^right hizo 
votos por la prosperidad del país, que, según sus 
vistas, tenia que alcanzar muy pronto á gran- 
des destinos. Entusiasmábase él mismo al 
calor de sus propias ideas, diciendo que antes 
de 20 años el trayecto del Central, no seria 
mas que una prolongada Alameda, un Boule- 
vard de 80 leguas, á cuyos flancos se alinearían 
los mas hermosos planteles de agricultura, por 
.métodos perfeccionados. » Dejó esos lugares, 



su ULTIMO VIAJE A LONDRES S91 

que le debían el ser^ para volver á BíieDós 
Ayres, con el presentimiento triste de que no 
volverían sus ojos á ver a aquellas vírgenes y 
hermosas praderas, que su genio había transa- 
formado en centros coloniales de vida y moví* 
miento industrial » — dice el escritor citada. 
Los consejos de sus médicos le indujeron á 
dejar á Buenos Ayres por Europa casi á 
mediados de 1873. Se embarcó en un estado 
lamentable de salud, sostenido casi en los 
brazos de los que le acompañaban. Su medió) 
el Doctor Olguin, llegó á temer que no llegase á 
Eurojia. Mejorado un tanto en el mar, pudo 
tener fuerza para desembarcar en Southampton 
y dirigirse á Londres, donde tenia su casa 
propia, en Regenta Parck, Gloucester Lodge. 
Asistido por los mejores médicos de Londres, 
rodeado de los mas exquisitos cuidados de 
su amante familia, visitado todo el día por 
site mejores amigos, su salud no cesó de • 
declinar, hasta que terminó su cara existencia 
el 26 de seliembre de 1873. Su cuerpo fué 
conducido á Norte América por su hijo político 
Mr. Krell, y enterrado entre los suyos^ en 



29S VIDA DE IWILLIAM WHEELWRIGHT 

iNewbury-Port, MassachussetSy — país de su 
nacimiento. Él- mismo lo dejó asi dispuesto en 
su testamento. Aunque consagró toda su vida 
^1 mejoramiento de la América del Sud, en 
<¡ue la Providencia le preservó del naufragio, 
nunca olvidó su honor de ser ciudadano de los 
Estados uñidos. Un amigo suyo, el capitán 
Aulick, de la marina Americana, escribia estas 
palabras en 1845, d\ Instituto Nacional de 
Washington, relativas á Wheelwright, que 
interesan á su historia : « Aunque Mr. Wheel- 
wright ha tenido que permanecer por muchos 
años en tierras extranjeras, y se Jia visto 
compelido á recurrir á capitalistas extranjeros 
por los medios de llevar á cabo sus empresas, 
.después de haber fallado en sus esfuerzos para 
inducir á los de su propio país á comprome- 
terse en ellos, riada ha perdido de su notorio 
amor ál país. Ligado cou él por una larga é 
intima amistad personal , puedo decir €on 
toda seguridad, que mas ardiente y patriota 
Americano, no existe en la tierra de su naci- 
miento. » 

^e han sobrevivido de su familia' propia^ bu 



ÍNFLÜENCÍA SOCIAL DE SUS OBRAS 293 

digna señora y respetable viuda Mrs. MarthaG. 
Wheelwright, nativa de los Estados Unidos, 
que fué su compañera inseparable en todos los 
movimientos de su vida^ activa, y su hija, Mrs. 
Augusta Krell, tan distinguida por su grande 
instrucción^ amable carácter y ^virtudes cris- 
tianas. Habitan ambas la Inglaterra* 



CAPITULO XXXIV 

CONSIPERACIONES Y ESTUDIOS Á QUE DA LU6AA LA VIDA DE 
WHEELWRIGHT. — INFLUENCIA SOCUL Y POLÍTICA DE 

I 

SUS OBRAS EN SUD AMÉRICA. ELLA CARACTERIZA X 

DEFINE EL PAPEL CIVILIZADOR DE LA INMIGRACIÓN EN'LA 
AMERICA ¿ATINA* 

De las obras que de ordinario son objeto de 
empresas para la industria particular, las que 
mas influjo ejercen en el orden político y social 
de las naciones, á pesar de su carácter esencial- 
mente neutral, son los trabajos que consisten 
en.vias de comunicación y trasporte, como 
v^ g. los ferrocarriles, muelles, puentes, telé- 



^4 VIDA DE WILUAM WHEELWRIGHT 

grafos, y por fin, los bancos, que en cierto 
modo son también de ese gremio, como esta- 
blecimientos monetarios, en cuanto las mone- 
das, según la expresión de Adam Smith, son 
caminos por donde los capitales viajan de 
mano en mano y de país en país. Son los reyes 
de los caminos de fierrOy pues lo son de oro y 
plata. Las onzas, las libras y los soberanos, son 
las ruedas en que el mundo viaja al rededor 
de sí mismo. 

Este movimiento de comunicación y tras- 
porte, forma la esencia del comercio, de cuya 
industria son como los brazos y órganos indis- 
pensables los trabajos sobredichos. El comer- 
cio los apoya y fomenta porque ellos fomentan 
y apoyan al comercio. No se necesita mas que 
esto para demostrar que el comercio es el lla- 
mado á poblar, enriquecer, aproximar, unir, 
constituir y civilizar á la América del Sud. Esa 
es su misión en todas partes, pero lo es doble- 
mente en Sud América, por esta razón especial 
confirmada por su historia: que su personal 
se regimenta y ensancha con inmigrados que 
vienen al país, armados de capitales, desde 



REPRESENTA LA INMIGRACIÓN EDIFICANTE 895 

países qué son los mas libres, á saber : Ingla* 
térra, Bélgica, Suiza, Holanda, etc., etc. De 
esa inmigración selecta y distinguida se com- 
pone lo mas del comercio eri Süd-América^ por 
cuya razón su composición misma es ya la pri- 
mera garaiitia de sus progresos sociales y polí- 
ticos del carácter mas espontáneo y ajieno del 
gobierno. En cierto modo el comercio mismo 
forma una especie de gobierno aparte, que con- 
duce las cosas de Sud-América hacia sus altos 
destirios, mientras sus gobiernos propiamente 
, dichos, se ocupan de su propia regeneración y 
existencia, tomada á menudo como ihdustria 
particular (y mas particular á veces que lo es 
el comercio mismo). 

Las empresas de comunicación y trasporte 
esencialmente neutrales á la política, como lo 
es la industria de que son objeto, tienen sin 
embargo tal influjo en el orden político y 
social, que á menudo los gobiernos sienten la 
necesidad de apropiarse esas obras y hacer de 
ellas los instrumentos de su acción oficial. 
Vemos todos los dias repetirse este hecho con 
respecto á los ferrocarriles, telégrafos; correos 



296 VIDA DE WlLLiAH WUEELWRIGHT 

marítimos y bancos. Los gobiernos los toman 
en sus manos porque son realmente medios de 
gobierno; pero no dejan de serlo porque queden 
en manos de la industria privada, en cuyo caso 
siguen obrando con la eficacia que les es pecu- 
liar, en ejercicio de ese gobierno ó poder dé 
las cosas, ajeno dé todo carácter oficial, que se 
llama progreso espontáneo y natural ; y no 
solo sin perjuicio de servir al gobierno mismo, 
como á cualquier otro, sino mejor que se servi- 
ría con ellos el gobierno si fuesen su propiedad. 
Gobiernos tan sólidamente establecidos como 
el de Bélgica pueden construir y administrar 
ferrocarriles con utilidad del país y del comer- 
cio; pero los gobiernos sud-americanos, en 
formación, que imitan ese ejemplo^ sedan una 
tarea que no es para ellos, en daño del país y 
del comercio. 

Wheelwrijght, su vida y sus obras, son la 
confirmación y la prueba en Sud América del 
influjo que ejercen las empresas de comuni- 
cación en los progresos sociales y políticos, 
y del influjo que en esas empresas tiene la in- 
migracito de los hombres selectos que los 



INMIGRACIÓN DEL NORTE 297 

países del Norte envían á los del Sud del nuevo 
mundo. La experiencia ha demostrado hasta 
aquí en Sud-América, que cada inmigrado del 
Norte vale por tres de la Europa del Sud, sin 
que por ello eslos tres, dejen de serle tan 
esenciales como los otros en su esfera, para lo 
que es formar la masa der pueblo moderno y 
regenerado de la Aniérica que fué española. 
La vida de Wheelwright en este sentido y la 
historia de sus obras en la América meridio- 
nal, nos han parecido objeto de un estudio tan 
conexo con la política, como lo son económi- 
camente las vías de trasporte, el comercio y 
la inmigración de poblaciones civilizadas, es 
decir, los objetos mismos de esa Economía que 
por esta excelente razón se apellida politica. 

La vida de Wheelwright es todo un estu- 
dio social para Sud América. Ocuparse dé élj 
es estudiar el tipo de la unidad individual á& 
que debe formarse el agregado ó conjunto de lo 
que se llama nuestra sociedad moderna en Sud 
América, como está formada de él la sociedad 
de la Nueva Inglaterra, en los Estados Unidos, 
Estudiar los hombres de ese molde, imitarlos, 



m VIDA 1>E WILLIAU WHEELWHIGHT 

repetirlos, asemejarse á ellos, proceder como 
ellos., oóuparse como ellos, es el modo de intro- 
ducir y aclimatar en la América del Sud la 
sociedad de la América del Norte, es decir, la 
libertad y el progreso de la raza sajona en pro- 
vecho, lejos de ser en detrimento, de la raza 
latina. — Es el método de transformación, de 
educación y de mejoramiento, que conviene al 
progreso real de Sud América, mucho mas 
que la educación dada meramente por la ins- 
trucción primaria, que es, de ordinario ine- 
ficaz y nula. La instrucción no educa el alma 
ni el carácter sino muy secundariamente* Deja, 
coij frecuencia, al hombre en la plenitud de su 
barbarie primitiva, visto por esos dos aspectos 
. que son los que interesan á la vida social. 
Alguna vez se ha tomado en el Plata esta 
doctrina, como mera hostilidad dirigida á los 
hombres que ganan su vida y su reputación 
con la profesión de enseñar á leer, ó mejor 
dicho de hacer enseñar á leer, ó mejor dicho 
aun, de multiplicar las escuelas y los maestros 
de escuela, mas que los escolares y que la lec- 
tura misma. Es entretanto la persuacion de 



MODELO DEL INMIGRADO NECESARIO .^ 

eminentes filósofos socialistas, como Hérbert 
Spencer, en quien tiene la ciencia social uno 
de sus mas grandes representantes. 

En esa reforma ó sustitución de un tipo in- 
ferior por otro mas perfeccionado de la uni- 
dad elemental de la sociedad americana \ 
consiste y reside la verdadera, la grande y 
fundamental revolución social de la América 
del Sud. Encontrar el mejor y mas eficaz 
método de completarla, es el meollo de su 
política y de su gobierno. Ese método es el 
de la naturaleza, la imitación, la costumbre, 
en una palabra la educación ó cultura del 
tipo moderno de unidad elemental del cuerpo 
social americano. 

Si Wheelwright no es el ideal de ese tipo, 
es al menos el tipo de hombre que Sud-Amé- 
rica necesita si quiere emular los progresos de 
esa sociedad norte Americana de que Wheel- 
wright era nativo y ciudadano : el héroe de la 
paz, que representa el progreso, porque repre- 
senta el vapor, la electricidad aplicados como . 
fuerzas al servicio del hombre. Pero representa 
ademas de esa, otra fuerza superior, sin la cual 



300 VIDA BE WILLIAM WHEELWRIGHT 

las obras poco valen, á saber, lá probidad, la 
honradez, el honor en la industria : está es la 
fuerza que hacia de Washington, lo que es 
de excepcional entre los hombres : la hombría 
de bien en el servicio de la humanidad. Tam- 
bién la industria tiene sus Washington, que 
saben ejercerla, como él ejerció la política, 
con la verdad del hombre de bien ; sin explo- 
tar á los pueblos en su provecho egoísta. Lo 
común de los empresarios como de los mihta- 
res se compone del tipo contrario de carac- 
teres, y la industria como la guerra, son de 
ordinario un mecanismo de explotación desleal 
y ruinosa, para la sociedad que se pretende 
servir. Wheelwright representa la salud en la 
industria, la honradez en las grandes empre- 
sas industriales, la moral en los medios de 
adquirir la riqueza. Ganar su bienestar es 
hacer el. bienestar de todo el mundo, es el 
colmo de la moralidad en la industria. La con- 
ducta de Wheelwright como empresario fué 
un dechado de esa manera de practicar el 
trabajo industrial. Él ganó su fortuna haciendo 
la fortuna de todos. Es de esos hombres mo- 



su SENTIDO ECONÓMICO 801 

deles, que ía biografía, como elemento de 
educación debe poner de bulto en pedestales 
elevados, á los ojos de las nuevas genera- 
ciones, que se trata de formar para hacer la 
grandeza de la América del Sud. 

Wheelwright era el modelo de los empresa- 
rios que sud América necesita. A las cualida- 
des morales de obrero eminente, unia. Wheel- 
wright las del saber superior y sólida y variada 
instrucción en materias económicas. Era un 
verdadero economista sin las pretensiones ni 
fórmulas de tal. Era como lo general de los 
hombres de su país, en que Tocqueville y 
Chevalier fueron á estudiar la democracia 
ilustrada que se da leyes dignas de la imi- 
tación del mudo. 

Sin su gran sentido de las cosas económicas 
Wheelwright no hubiera podido elevarse á la 
< concepción de ideas tan grandes y complexas 
como las de sus empresas, ni hubiese Jogrado 
convencer á los capitalistas europeos de la 
necesidad y conveniencia de tomar parte en 
la ejecudon de sus grandes trabajos para 
asegurar los intereses del comercio general en 



302 VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT 

esas regiones nuevas y desconocidas en cierto 
modo. Esto es lo que no tienen presente los 
que al favor de sus privilegios de nativos re^ 
lacionados con lo mas influyente de la so^ 
ciedad en Sud-América se hacen otorgar con- 
cesiones de grandes trabajos creyendo que 
basta poseerlas para llevarlos á cabo. Obligados 
por su inexperiencia á cederlas á los verdader 
ros empresarios, se contentan con la ganancia 
que les produce ese tráfico desairado. Este 
abuso ha tomado proporciones, que compro- 
meten la causa del progreso material Sud-Ame- 
ricano. En algunos Estados se han visto 
ejemplos de empleados subalternos de go- 
bierno mezclados á ese abuso do este modo. 
Peticiones hechas para obtener la concesión de 
tal ó cual trabajo importante de mejoramiento 
material, han quedado sin despacho en las 
oficinas de gobierno por tiempo indefinido, 
hasta que verificada clandestinamente su cesión 
en Europa por terceras manos á terceras per- 
sonas, han recibido los autores .originales de la 
petición un rechazo del gobierno, fundado 
simplemente en que la concesión estaba ya 



EL TRAFICO DE CONCESIONES 303 

hecha de antemano á terceras personas. De ese 
modo el tráfico ó comercio de concesiones ha 
venido á ser un escollo para los empresarios 
de capacidad y buena fe, y una vergüenza 
para las Administraciones de América. Hay 
trabajos que por su índole noble ennoble- 
cen al empresario, tales son entre otros los 
que tienen por objeto las vias de comunica- 
ción y trasporte. Esta consideración es sufi- 
ciente para que la hipocresía, cuando no el 
deseo de lucro los acometa á menudo en busca 
de un prestigio inmerecido, de concierto con 
otras miras codiciosas que son propias del 
vicio inteligente. Es triste recordar que 
Wheelwright fué rara vez concesionario pri- 
mitivo de sus obras. La del ferrocarril de 
Copiapó la compró á un boticario de Valpa- 
raíso. La del Gran Central argentino, á un 
banquero desacreditado, antes de obtener por 
tercera vez la concesión de lo que ya era suyo. 
La del ferrocarril de la Ensenada la compró á 
un ex-notario francés. Wheelwright no entró 
jamás en negocio que tubiese aire de sociedad 
con individuos del poder. 



304 V)DA DE WILLIAH WHEELWRIGHT 



CAPITULO XXXV 



LA PERSONALIDAD DE WHEELWRIGHT ES LA EXPRESIÓN DE 

LA INMIGRACIÓN SANA Y HONESTA EN SUD AMERICA. -^ 
DESCRIPCIÓN DE WHEELWRIGHT EN SU PERSONA, HÁBI- 
TOS, MANERA DE SER PRIVADA. 

Por el carácter y dirección de sus empresas, 
por su espíritu activo, perseverante, desinte- 
resado, progresista, Wheelwright representa 
esa clase preciosa de hombres de que mas 
necesita y de que mas escasea la América del 
Sud, cuyo principal enemigo es el vasto terri- 
torio despoblado, que tiene aisladas y estériles 
á las raras poblaciones que lo habitan. No será 
el humo de las batallas, sino el humo de las 
locomotivas, el que liberte á la América de ese 
enemigo. . 

Wheelwright no era interesado. Todos los 
que trabajaron con él ganaron mas que él. Era 
sobrio por temperamento, y el lujo hubiese 



r" 



DESGRIPG.IO PERSONA 305 

sido un tormento para sus hábitos simples 
de vida. Sus gastos de lujo consistían en hacer 
el bien de sus semejantes. La religión cris»- 
tiana estaba en cada uno de sus procederes.^ 
Será tal vez el único americano, que haya gas»* 
tado grandes sumas en hacer traducir los 
Evangehos al idioma de los Turcos, con la 
mira de extender el cristianismo en Oriente. 
Hay en Manachussets una institución de cari- 
dad en favor de los ancianos desvalidos. Entre 
sus donantes vemos á Wheelwright por la 
suma de quince mil francos. Todas esas dádivas 
eran hechas á gentes distantes miles de leguas, 
sin sombra de mira interesada, ni aun de va- 
nidad. 

No tuvo mas casa propia el que pudo tener 
palacios, que la especie de choza elegante, — 
Glaucesíer Lodge, en el Parque del Regente de 
Londres, en que reposó de vez en cuando por 
instantes, y en que murió rodeado de la vene- 
ración apasionada de su familia. Su dignísima 
hija, que era como un confidente en sus gran*- 
des negocios, antes de ser la señora de Krell, 
solia quejarse amablemente del modo de exis- 

20 



306 Yi1>A DE WILLIAH WHEELWRIGHT 

tencia, que imponía á su familia la actividad 
industrial de su ilustre padre, diciendo que 
vivían en stís baúles. Ocupado en ligar á las 
JMaciones, y á los países de la misma nación, su 
patria, su domicilio, el centro de sus opera- 
ciónes, estaba en todas partes. No iba á un paíé 
que no fuese como el suyo, por el número de 
las gentes que le pertenecían por la amistad y 
el respeto. Apenas habrá notabilidad en Sud 
América con quien no haya tenido contacto ¿ 
.Wheelwright ha conocido personalmente á 
Rivadavia, á Portales, á Prieto, á Freiré, á 
Pinto, á Ruines, á Montt, á Rlanco Encalada, 
á Rolívar^ á Sucre, k Flores, á Gamarra, á 
Santa Cruz, á Rallivian, á Urquiza, á Carril, 
á Fragueiro, á Mitre, á Rosas ya bautizado por 
la libertad en Londres. En casa del que esto 
escribe se encontraron impensadamente de 
visita estas dos celebridades que han llenado 
de su nombre la América del Sud, el uno cómo 
.el representante mas ingenuo del atraso ame- 
^ricano, y- el otro como el apóstol igualmente 
conocido de su progreso^ Tranquilo cada uno 
dé sus convicciones, su porte respectivo en ese 



sus RELACIONES EN LONDRES. 307 

contacto fué simple y benévolo/Gediendo á los 
hábitos de su papel respectivo en la vida, el 
ex-dictador argentino tuvo siempre la palabra, 
y el puritano del MassachusseLs, no hizo sino 
escuchar con el silencio atento del hombre libre. 
Se pasaba esto en Ja plaza ó Sj'war* que lleva el 
nombre de Cávendishy tan ligado á la historia 
de las i5fo/^;^V^a^ y del Mar del Sud, qué tanto 
han ocupado á su vez á las dos notabilidades 
americanas, reunidas casualmente á poco» 
pasos de la estatua del célebre almirante ingles- 
--En^ lÁSndres gozá.W trato y 

aprecio de lord Abinche, del Almirante Fitz- 
Roy, del famoso empresario Brassey, que fué 
su^ocio en la empresa del Gran Central argen- 
tino, del Rosario á Córdoba; y los jefes dé las 
casas comerciales mas eminentes de Inglaterra 
y Estados Unidos ,'^n Londres, con relaciones en 
la América del Süd, fueron á menudo sus rela- 
ciones de particular amistad. Su nombre era 
conocido y respetado én los Estados Unidos* 
Yo vi su retrato colocado cojí honor en la 
Oficina de Patentes^, la Santa Croce^^ el Pan-^ 
feoñy áé Washington. Una sio^ite carta suya 



SQg VIDA DE WILLIAM WHEELWR16HT 

de recomendación para el honorable Mr. Galeb 
Cusching, ministro del Presidente Pierce/nos 
valió como de una credencial para negociar, 
(hallándonos de paso en Washington con ca- 
rácter diplomático para Londres), la traslación 
de Mr. Peden de Buenos Ayres al Paraná, 
en 1856, residencia entonces del cuerpo diplo- 
mático extranjero, cerca del gobierno argen- 
tino. La naturaleza de las empresas de comu- 
nicación y trasporte, que tanto se ligan con 
i a administración y gobierno, puso á menudo 
á Wheelwrright en contato con los hombres 
públicos, que también lo es á su vez el que se 
ocupa de grandes empresas de interés general . 
Esos contactos necesarios no fueron sin incon- 
venientes para él y para sus negocios, á causa 
de la instabilidad de los gobiernos y partidos, 
en países en que viven persiguiendo y desha- 
ciendo lo que hicieron sus rivales en el poder. 
Wheelwright era de estatura regular, de 
considerable corpulencia, sin que esto le qui- 
tase la agilidad de su raza. Su cara llena, 
abierla y noble, era en extrenio simpática, é 
infundía confianza desde la primera vista. Ante 



Sü VIDA PRIVADA 30gf 

cualquier contacto, por encumbrado que fuese, 
su actitud-era simple, grave, digna. Tenia esa 
urbanidad sin estudio ni afan^ que viene de 
la bondad y honestidad del corazón. Hablaba 
poco aun en su idioma. Parecia tener mas 
gusto en escuchar que en hablar. Conocia bien 
la lengua española, y aun la escribia con faci- 
♦lidad y no poca corrección. Tenia ese buen 
gusto, que es como una cualidad del buen sen-- • 
tido superior. Frecuentaba poco el mundo ele- 
gante. 

El retiro de su vida era necesario á sus 
arduos y numerosos negocios, y no contrario á 
sus gustos simples y tranquilos que eran los ^ 
del hogar. Aunque su vida entera fué una 
campaña de lucha con toda clase de resis- 
tencias, no tuvo lances con nadie y jamas des- 
cargó una arma de fuego. Esa audacia inocente 
y sereña que no sospecha el riesgo, lo distin- 
guía en las situaciones difíciles de la vida. No 
usaba bigotes, ni bastón. No fumaba en pú- 
blico. Bébia muy poco y dormía méuos. Su 
níodo habitual de vestir era siempre serio^ 
decente. 



310 VIDA DE WlLLUM MTHEELWRIGHT 



CAPITULO XXXVI 

> 

IDEA ¿ENERAL Y SINTÉTICA DE LAS OBRAS DE WHEELr 

WRIGHT. 

I Wheelwright ha respondido por todos loi^ 
. trabajos de su vida de empresario, á dos nece- 
sídades capitales de la América del Sud : la 
viabilidad marítima y terrestre del vasto y mal 
poblado suelo, y su aproximación respecto de 
la Europa. No hay uno de sus trabajos que no 
haya tendido á ese doble fin, no por un cálculo 
formado á priori, ni por un plan preconcebido, 
sino por un instinto sano y bien inspirado de 
su raza inteligente. Debió, en ofecto su voca* 
cion para el desempeño de ese papel al genio 
de su raza y del país de su origen, engrande- 
cido él mismo por la vialibilidad y por la 
afluencia de la Europa mas civilizada y mas 
libre. Quiere decir que el papel de >Vheel- 
wright se resuelve en el de su país, .como 
agente intermediario d.e la Europa mas ade- 



LA síntesis DE SUS OBRAS íü 

lantada en la América ménoa ádelanlads, sí no 
para el suplemento de sus pobladores y ca- 
pitales, al menos para el de sus empresarios 
y SU9 ingenieros; para la aplicación misma 
de la ciencia europea, pasada por el tamiz de 
la •experiencia americana. 

Dotando á los países de Sud América de 
vías de trasporte, y sacándolos de la incomu- 
nicación colonial en que los dejaba todavía 
el triunfo de sus armas contra España, Wheel- 
wright sirvió á los intereses de la América dei 
Sud y de los otros países que debían comunicar 
con ella. Por sus empresas internacionales, 
como son las líneas de vapores y los ferrocar- 
riles Wheelwright sirvió el ínteres universal 
de todos los países. Sirvió á la consolidación 
de cada Estado uniendo sus provincias y acer- 
cando sus extremos por el auxilio del vapor*. 
Contribuyó por la misma vía á la unificación ó 
unión de toda la América por la supresión de 
las distancias iiicomensurables, que separaban 
y aislaban á sus Estados. Acercó por fin á la 
América toda respecto de la Europa, su fuente 
de recursos y progresos, disminuyendo el 



8lf VIDA DE WILLiAV WHEELWRIGHT 

tiempo, el precio y el riesgo de los viajes 
intercontinentales. 

Para sus obras de interés internacional pnso 
á contribución la actividad de todas las nacio- 
nes. De Inglaterra sacó los capitales y la coope- 
ración oficial y científica con que llevó á cabo 
sus empresas. De los Etados Unidos sacó sus 
ingenieros y maquinistas, superiores á los in- 
gleses en trabajos americanos, por la economía 
y exigüidad de medios á que están acostum-* 
brados por la condición de su suelo. Y de los 
Estados que eran teatro inmediato de sus obras 
de mejoramiento, sacó la carne y sustancia de 
ellas, por decirlo así, que era el suelo, el capi- 
tal, el brazo, la cooperación gubernamental^ 
sirviendo el interés recíproco de todos por las 
facilidades dadas á su producion y á sus cam- 
bios, en provecho de la civilización general- 

Sin ser todo esto de la incumbencia de la 
diplomacia y de la política, un simple empre- 
sario superior, ha hecho por la tínion de las 
naciones lo que docenas de diplomáticos y de 
políticos no habrían llevado á cabo, por leyes 
y tratados infinitos. 



LO QUE AMERICA LE DEBE 813 

Wheelwright ha aumentado el producto y 
el haber de cada hombre, en los países de sus 
obras, encareciendo el valor de su trabajo, por 
la facilidad que sus empresas de comunicación 
bandado á la extracción de la riqueza nativa; y 
ha abaratado los consumos de cada habitante 
multiplicando la importación de los productos 
extranjeros por las facilidades que sus obras 
de mejoramiento en los puertos han dado al 
comercio marítimo. En una palabra, por sus 
nobles y fecundos trabajos ha enriquecido de 
algunos pesos el presupuesto anual de entradas 
de cada habitante de la América beneficiada 
por sus obras. Nadie ha contribuido más que 
él á darle la aptitud de poblarse por inmigra- 
ciones de la Europa, promoviendo y mejorando 
puertos cómodos, muelles, {)uentes, estable- 
ciendo faros, valizas y otros trabajos destinados 
á. disminuir los peligros de la navegación. En 
todos los países llamados á poblarse de inmi- 
grados extranjeros, después de la viabilidad, 
nada es mas indispensable, que la multipli- 
cación de buenos puertos, muelles, faros, va- 
lizas, como trabajos preparatorios de la inmi- 



3U VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT 

gracion y colonización. En este sentido Wheel- 
wright ha hecho raas por la índole y carácter 
de sus trabajos, que todos los agentes de emi- 
gración establecidos en Europa por los go- 
•bierrios ignorantes del arte de poblar. El 
puerto del Rosario ha sido el foco de las 33 co- 
lonias que pueblan las provincias de Santa Fe 
y Entre-Rios, y lo será de la colonización del 
Sud de Buenos Ayres el puerto de la Ensenada, 
cuando esa Provincia se libre de maniacos 
que q uieren agrandarla á fuerza de mantenerle 
bloqueado su mejor puerto marítimo. 

En su carrera tan bien trazada por su genio, 
Wheelwright ha dejado señalado á los que ten- 
gan envidia de su gloria, el camino seguro de 
salir de la oscuridad y de la pobreza, prosi- 
guiendo su tarea todavía pendiente de sacar de 
la oscuridad y de la pobreza á la América del 
Sud. De ahí el interés histórico de su vida. 
Si la biografía ó historia de la vida de un hom- 
bre superior, tiene por objeto promover la re- 
novación de su ejemplo, ó lo qu6 vale decir 
renovar su existencia en otras de su especie, en 
ninguna parle la biografía de WheelM^right, és 



815 



. FUÉ EL HIJO DE SUS ^BRÁS 

mas nesesaria^ que en los países que fueron 
teatro de las obras que lo recomiendan á la 
historia, porque esos trabajos son apenas el 
prefacio de los muchos que reclaman las nece- 
cidades de su progreso y mejoramiento. Como 
Franklín, su compatriota, otro catecismo ani- 
mado, Wheelwright pudo decir, que nacido 
pobre y oscuro, se elevó á la opulencia y á la 
celebridad por la energía de su genio y la pu- 
reza de su vida.. Su figura es tipo délos que ne- 
cesita Sud América para ver florecer la riqueza 
de su suelo, pues ella representa el juicio, la 
honradez, y la energía, que las grandes em- 
presas requieren en sus conductores para ob- 
tener la corona del éxito. 



31S VIDA OE WILLIAM WHEELWRIGHT 



CAPITULO XXXVII 



DEUDA DE SUD-AMÉRICA Á LA MEMORIA DE WHEELWRIGHT^ 

La tumba de Wheelwright está donde estuvo 
su cuna, en el suelo de Washington y de Fran- 
klin, de Fulton y de Murfy. La América del 
Sud no tendría mas que un medio de domici- 
liarlo en su historia, seria levantarle estatuas 
en los lugares poblados, enriquecidos, hermo- 
seados por sus grandes obras de civilización. 
Las estatuas de Wheelwright serian monumen- 
tos levantados á las victorias de la civilización 
americana, obtenidas por las armas dignas de 
ella, que son el ferrocarril, el buque de vapor, 
el telégrafo eléctrico, el gas, es decir, la supre- 
sión del espacio y de las tinieblas. Seria un ho- 
menaje tributado á la hermandad de las nacio- 
nes, por la erección de la estatua del que lanto 
la ha servido, acortando las distancias del suelo 
y de los mares. El que ha disminuido el espacio 
y el tiempo, ha disminuido el precio de las 



SUD-AMERIGA LE DEBE ESTATUAS di7 

cosas necesarias á la vida, puesto en el bolsillo 
de cada uno su sobrante anual en piezas de oro. 
Seria como un culto secular rendido en la 
forma mas estimulante al trabajo, á la honradez, 
á la sobriedad, personificadas en ese grande 
hombre de bien . 

Peor para los destinos de su civilización, si 
no sabe Sud-América poner los laureles de la 
gloria en las sienes de los héroes de la paz. 
— Estos son los verdaderos soldados moder- 
nos de la libertad americana. Ellos formaron 
el batallen sagrado de Washington , que hizo 
de su espada su arado el dia que terminó 
la única guerra digna de la patria, la guerra 
excepcional de su libertad. 

En Sud-América todas las estatuas son le- 
vantadas para exaltar la gloria de los guerre- 
ros. Pero realzar al guerrero, es realzar la 
guerra, es decir la calamidad de que es víctima 
la América del Sud. La guerra puede «er útil 
á los que la hacen por oficio, es decir, á los guer- 
reros de profesión (de que son miembros natos 
los ambiciosos y los principes) ; pero no á los 
que la pagan con el precio de su sangre y 



318 VIDA DE WILLIAM WHfiELWRIGHT 

dinero, que son los pueblos. Por el contrario, 
realzar al empresario de obras útiles es realzar 
el honor de esas empresas, estimularlas por los 
estímulos de la gloria, que merecen. 

En Inglaterra, es decir, en el país mas libre y 
próspero del mundo, por una estatua consa- 
grada á un soldado se ven diez dedicadas á gran- 
des hombres de estado, á grandes inventores, 
á grandes viajeros ó exploradores, á grandes y 
útiles talentos. En una plaza, es Roberto Peel^ 
en otra Pitt^ en otra Canniríg. El monumento 
ú Principe Alberto^ en Hyde Parky consa- 
grado también á las glorias inteligentes del 
mundo entero, no contiene un solo militar. 
Los grandes guerreros, ceden allí su puesto de 
honor á los grandes arquitectos, á los grandes 
ingenieros , á los grandes agricultores , á los 
grandes genios del arte y de la ciencia. Es así 
como se hace por los monumentos la educación 
de las generaciones jóvenes, en los grandes paí- 
ses libres, 

: ¿Queréis atraer en Sud América las inmigrar 
clones útiles, q;ue vuestras constituciones protcr- 
gen? — Glorificad á los grandes inmigrados^ 



EL PODER DE LAS ESTATUAS 319 

que han dotado al país de grandes y brillantes 
mejoramientos. Una estatua á Wheelwright da- 
rla mas inmigrados á la América del Sud, que 
muchas Compañías de inmigración- Seria un 
aviso elocuente dado al mundo, de la acogida 
que el país da á lo^ inmigrados eminentes que le 
traen su labor y su genio industrial. ¿No que- 
réis ó no podéis ó no debéis dar al inmigrado 
el poder político como aliciente? pues dadle la 
gloria, que al fin os queda en casa, con sus be- 
neficios. La gloria de Wheelwright, americano 
del Norte, pertenece toda á la América del Sud, 
no á la de su origen. Su tumba en Massachus- 
sets, es decir, á dos mil leguas de sus grandes 
obras, es otra prueba de su virtud y modestia. 
Ajeno alas vanidades de la vida, lo ha sido tam- 
bién á las vanidades de la muerte. Sus estatuas 
podrían recibir poronas de flores, su sepulcro 
serio y simple no tendrá sino tiernas lágrimas. 

Saiiil André de Fontcnay, 26 do setiembre de 1875. 



índice 



CAPITULO PRIMERO 

i'ág. 
Introducción i 



I — De como á veces un extranjero puede ser mas be* 
nemérito de la patria que un patridta 1 

1 — Reforma que la Historia necesita en Sud América 
para mejora de su política 3 

2 — La historia de Sud América solo ha sido la de sus 
guerras y guerreros. El progreso social espera sus his- 
toriadores 6 

g — Papel histórico de que es capaz el extranjero en el 
progreso social y material de la América del Sud, por 
su moderno derecho público ií 

2 — Acción social deja industria y del industrial extran- 
jero en la mejora de Sud América 16 

2 — En qué sentido la Historia de Wheelwright forma 
parte de la historia reciente de Sud América. Los em* 
presarlos de vias de comunicación son los mejores so- 
cialistas y diplomáticos 18 

I — Acción civilizatriz de la América sajona, en la Amé- 
rica latina, probada por el ejemplo de Wheelwright... 21 

J — E^l ejemplo de los Estados Unidos no es la panacea 
del mal de Sud América. — Sus peligros señalados por 
una grande autoridad -25 



• 



CAPITULO II 

Origen y nacimiento de William Wheelwright en 
Newbury-Port, Massachussetts» Estados Unidos 

21 



322 índice 



Pég. 



de América. — Época de su nacimiento. Familia. 
Educación : vocación y oficio de marino. — Lle- 
gado á capitán de buque. — Viaje á Sud América en 
que naufraga, y muere para su país á los 25 años, 
pero nace para la América del Sud, en que queda 
toda su vida ... 31 

CAPÍTULO III 

Origen de Wheelwright en Sud América. Su naufra- 
gio en Buenos Ayres y su causa. — Cambio y di- 
visión que ese siniestro introduce en el discurso 
de su existencia. — Situación del Plata en 1823, 
próspera pero incierta. — Wheelwright toma el 
partido de irse al Pacífico 42 

CAPÍTULO IV 

Wheelwright en el Pacífico durante los primeros 
años. — Se ocupa en la navegación de sus costas, 
entre Valparaíso y Panamá. — Adquiere un caudal 
de experiencia y relaciones y crédito. — Hace el 
estudio de las necesidades y recursos de esos paí- 
ses, con que se prepara á sus futuras empresas. 
— Se fija en Guayaq[uil, puerto principal de Co- 
lombia y del Pacífico entonces. — Allí ejerce el 
consulado de los Estados Unidos por algunos 
años. Provecho público que de ello saca 48 

CAPÍTULO V 
Wheelwright deja al Ecuador y se fija en Chile. ... 61 

s CAPÍTULO VI 

Origen de la línea cTe vapores del Pacífico 66 

CAPÍTULO VII 

Lucha de Wheelwright con los restos del antiguo 
régimen colonial en el tráfico 75 



índice 393 

CAPÍTULO VIII 

Vég 

Cooperación quo Wheelwright pide para su empresa 
á los gobiernos del Pacífico. 80 

CAPÍTULO IX 

Lo que Wheelwrighl proponía en cambio de conce- 
siones 88 

CAPÍTULO X 

Whelwright en Londres con el objeto de formar la 
compañía de vapores del Pacífico. — Opiniones de 
la prensa inglesa sobre el plan de Wheelwright. 
-^ Auxilio que recibe del libro de M. Scarlett sobre 
Sud América 97 

CAPÍTULO XI 

Formación de la compañía de navegación del Pací- 
fico. — Construcción de los primeros vapores, y 
su partida para Chile. — Su llegada al Pacífico... 118 

CAPÍTULO XII 

Llegada del vapor Perú al Callao , 123 

CAPÍTULO XIII 

Dificultades con que lucha la empresa en su primer 

. establecimiento. — La vida de Wheelwright es el 

proceso del sistema colonial español. — Falta de 

carbón que da lugar á la explotación de sus minas 

en Chile., 127 

CAPÍTULO XIV 

Accidente del vapor Chile, que hizo conocer los re- 
cursos del puerto de Guayaquil, como arsenal. — 
Otras dificultades con que lucha el tráfico moderno. 185 



« 



S14 índice 

« 
CAPÍTULO XV. 

Pég. 

Mejoras varias que ÍBtroduce Wheelwright ea los 
puertos del Pacifico . .^ 140 

CAPÍTULO XVI 

Dificultades para llevar la linea hasta Panamá, na- 
cidas de la condición excepcional de Nueva Gra- 
nada 144 

CAPÍTULO XVII 

Nuevos auxilios que Wheelwright encuentra en la 
opinión pública para vencer sus nuevas dificul- 
tades 150 

g —•Recomendación que el cuerpo diplomático y consu- 
lar en Lima, hace de Mr. Wheelwright, como principal 
Superintendente de los Vapores en el Pacífico. 151 

CAPÍTULO XVIII 

Allanamiento de las dificultades. — La linea llega 
hasta Panamá, y esta nueva via queda establecida. 
— Efectos benéficos del cambio en el Pacifico.. . 162 

CAPÍTULO XIX 

Influencia de Wheelwright en la consolidación y 
desarrollo del cambio 170 

CAPÍTULO XX 

Establecida la linea de vapores, Wheelwright se 
ocupa de los puertos y del vapor terrestre 6 ferro- 
carriles. — Puerto de Caldera. Ferrocarril de 
Copiapó. — Ganancias y desinterés en Wheel- 
wright 173 



índice 3á5 



CAPITULO XXI 

Pég. 

Wheelwright se separa de la empresa de vapores. 

— Se ocupa de diferentes mejoras en Valparaíso. 

— Dase en adelante á empresas de ferrocarriles. 

T-- Proyecto del de Valparaíso á Santiago 182 

» 
^ CAPÍTULO XXII 

Concurrentes con que luchó Wheelwright, que son 
un escollo del progreso 187 

CAPÍTULO XXIII 

Concepción y plan de un ferrocarril trasandino. — ^ 
Carta de Wheelwright al Presidente de Chile so- 
bre ello 191 

CAPÍTULO XXIV 

El ferrocarril trasandino trae de nuevo á Wheel- 
wright al Plata 200 

CAPÍTULO XXV 

Historia del Gran Central argentino. — Su origen, 
su plan, su interrupción 203 

CAPÍTULO XXVI 

Inauguración de los trabajos del Gran Central ar* 
gentino, en el Rosario. — Discurso notable de 
Wheelw^ríght. — Formación de la Compañía del 
Gran Central en Londres ; 210 

CAPÍTULO xxyii 

Inauguración del servicio y tráfico del Gran Central 
en Córdoba. — Puntos negros en el horizonte 
para Wheelwright y para el Plata. — Sus obras 



• 



\ 



326 ÍNDICE 

Pég. 

son niecesarias para un empréstito de 30 millones. 

— Su discurso memorable dirigido á Córdoba. — 

— Trascendencia de la exclusión inminente de 
Wheelwright. 220 

CAPÍTULO XXVIII 

Ferrocarril y Puerto de la Ensenada. — Origen ó 

importancia de esa empresa, — Carta de" Wheel- 
wright sobre la Ensenada 245 

CAPÍTULO XXIX 

Wheelwright en Londres durante el empréstito. — 
Muerte de Brassey estando él en viaje 253 

CAPÍTULO XXX 

Quién servia mejor el interés argentino, si Wheel- 
wright 6 el presidente Sarmiento. — Las obras de 
Wheelwright eran ideas de Rivadavia 258 

CAPÍTULO XXXI 

Circunstancias accidentales, que facilitaron la ter- 
minación del ferrocarril de la Ensenada 267 

Ü. — Inauguración del tráfico hasta Quilines 274 

CAPÍTULO XXXII. 

Inauguración del ferrocarril de la Ensenada para el 
servicio público. — Se agravan los malos augurios 
de Córdoba para Wheelwright. — Discurso histó- 
rico de Wheelwright sobre el Puerto de la Ense- 
nada.— Desde ese dia el presidente Sarmiento se 
absorbe en la obra del Puerto de Bateman. — Ex- 
plicación de esta anomalía 276 



ÍNDICE 327 



1 



I 



CAPÍTULO XXXIII 

Póg. 

El último tiempo de. Wheelwright en el Rio de la 
Plata. — Su último viaje á Inglaterra y su .muerte 
en Londres en el mismo año de 1873 289 

CAPÍTULO XXXIV 

Consideraciones y estudios á que da lugar la vida de 
Wheelwright. — Influencia social y política de 
sus obras en Sud América. — Ella .caracteriza y 
define el papel civilizador de la inmigración en la 
América latina 293 

CAPÍTULO XXXV 

La personalidad de Wheelwright es la expresión de 
la inmigración sana y honesta en Sud América. — 
Descripción de Wheelwright en su persona^ hábi- 
tos, manera de ser privada. . 304 

CAPÍTULO XXXVI 

Idea general y sintética de las obras de Wheel^ 
wright , 310 

CAPÍTULO XXXVII 

Deuda de Sud América á la memoria de Wheel- 
wright 316 



Clichy. — Imprenta Pablo Dopcnt, calle de Bác-d'Asniéres, 12. (169o, 75)