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LA VIDA
Los TRABAJOS INDUSTRIALES
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EN LA AMERICA DEL SUD
POR
J. Br ALBÉRDI
PARÍS
librería de garnier hermanos
6, CALLE DE SAINTS-PRRE8, 6
1876
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V
t
^^^^ INTRODUCCIÓN 17
Su calidad de extranjero, que le cerraba tes
puertas de la política, le abría mejor las de la
sociedad civil, para servirla como obrero neu-
tral. Esa es la posición honorable de los buenos
inmigrados en la América del Sud.
Su extranjerismo los preserva de la desgra-
cia de tener que ingerirse en la mala política
del país ; lo cual es un bien para la civilización
^de Sud América, cuya sociedad civil viene á ser,
por esa causa cabalmente, de mejor condición
que su sociedad política. De ella se hacen miem-
^ bros, cop derechos iguales á los demás, los ex-
tranjeros venidos de los países mas civilizados
del mundo, desde eldiaque inmigran y se esta-
blecen en el país.
Nada por lo lanto mas sabio que la exención
de todo deber militar que algunas leyes esta-
blecen en favor del extranjero, aun después de
muchos años de natufíajizado en el país. Pero
este principio para ser del todo eficaz debe com-
pletarse por este otro : — que ningún extran-
jero , aun los naturalizados , pueda ser admi-
tido en las filas del ejército nacional. Las Pro^
viñetas Unidas de la Holanda debieron parte de
/
o
tS VIDA DE WILLIAM WIIEELWRIGHT
SU prosperidad á la observancia de este siste-
ma. Ellas hicieron de la profesión militar
un rango inaccesible al extranjero. Por un mo-
tivo diferente los Estados Sud-Americanos ser-
virían á su civilización imitando en eso á la
libre Holanda de otro tiempo.
En qué sentido la Historia de Wheelwright forma
parte de la historia reciente de Sud América. Los
empresarios de vias de comunicación son los
mejores socialistas y diplomáticos.
Hemos dicho que la historia de Wheelwright
forma parte de la historia civil y social de la
América del Sud mas contemporánea; no de
la historia de sus guerras, grandes ó chicas ,
bien entendido , de que sercpmpone á menudo
la historia de esos paífié¿%sino de la historia
de sus períodos y de sus obras de paz, es decir,
de sus trabajos de nlejoramiento, que han trans-
formado la condición material de Sud América
por la introducción del vapor en todos los medios
de comunicación y trasporte ; por la construc-
INTRODUCCIÓN 19
ción de líneas marítimas de comunicación inte-
roceánica sistemada y constante, por ferrocarr-
iles, puentes y muelles, faros, boyas, telégrafos,
dragas, depósitos navales, descubiertas y explo-
tación de nuevas riquezas naturales, como el
carbón mineral, el salitre, el borraj , etc. —
De la historia de esa faz honrosa de la vida de
Sud América, que la vindica de la otra, por su
carácter juicioso y realmente interesante para
la civilización general, forma parte sin duda la
historia de Wheelwright. — Por la naturaleza y
trascendencia de sus trabajos de mejoramiento,
Wheelwright ha ejercido un real y saludable in-
flujo en la condición política y social, es decir
económica y comercial de la América del Sud.
Pero ¿puede un empresario de ferrocarriles,
de telégrafos, de líneas de vapores, de muelles
y puertos, tener influencia y parte importante
en el desarrollo político y social de su país?
— se me preguntará tal vez. A esa pregunta se
responderá con esta otra : — ¿ tienen los ferro-
carriles y las líneas de vapores y de comunica-
ción telegráfica, influencia real en la golítica de
los países que ellos acercan y estrechan entre
20 VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT
SÍ, hasta confundir y consolidar sus mercados,
sus productos, sus poblaciones, sus costumbres,
sus luces, sus instituciones, sus destinos y exis-
tencias en fin ? — Nada mas, para poner esta
cuestión, se necesita, que ignorar radicalmente
las leyes y causas que rigen y determinan los
progresos políticos y sociales de los Estados
modernos de ambos mundos.
Baste decir que los diplomáticos y los tra-
tados de comercio no tienen acción mas eficaz,
que los empresarios de vias internacionales de
comunicación y trasporte, en la remoción de
las causas que alejan á las naciones unas de
otras, pues las mas poderosas de esas causas,
son la distancia y el tiempo, que el ingeniero,
como soldado del empresario, hace desaparecer
mas positivamente, que es dado hacerlo al
tratado internacional mas liberal. — ¿Cuál es,
sino, el hombre de Estado que haya contribuido
mas que Wheelwright á unir entre sí misma á
la América del Sud y á disminuir la distancia
de tiempo y de espacio que la separa de ía
Europa, su manantial pasado, presente y
futuro de 'pobladores, de capitales, de indus-
INTRODUCCIÓN 21
trias, de luces y progresos de todo género? Se
aplicarían á si mismos los gobiernos de Ame-
rica el honor de los trabajos de Wheelwright,
si ellos lo hubieran solicitado para ejecutarlos,
y no él á los gobiernos, comp realmente ha
sucedido. Ellos han sido log instrumentos del
genio de Wheelwright, y no viceversa. Mas ha
trabajado en persuadirlos de la utilidad de sus
empresas, y decidirlos á tomar la parte, que
era de su deber, que en reunir los capitales,
acometer y llevar á cabo sus trabajos. Esto
haria el desdoro de Sud América si no fuese un
hecho que, bien ó mal, todos los gobiernos han
acabado por dar á Wheelwright su entera y
completa cooperación, con exepcion tal vez del
que menos debió negársela.
Acción civilizatriz de la América sajona, en la
América latina, probada por el ejemplo de
Wheelwright.
Pero la Europa no ha sido el solo manantial
de sus recursos para Wheelwright, como no lo
2á VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT
es de los grandes colaboradores de su pro-
gresó, para la América dicha latina.
• La presencia benéfica de Wheelwright, yan-
kee de origen, en la América antes española,
es el desmentido mas elocuente dado al temor
de absorción y conquista de que una polític^i
sin alcance ha pretendido hacer un principio
de gobierno en la América latina.
Wheelwright, llenando- á Sud América de
progresos materiales que dan á sus Estados el
poder de preservar su independencia contra
todo conquistador americano ó europeo, es la
presencia de la raza anglo-americana colabo-
rando en la mejora de la América latina.
Dando esos hombres á la América del Sud, la
patria de Fulton y de Franklin, sirve mejor al
progreso democrático de las Repúblicas latinas
que no por el ejemplo de sus leyes escritas, en-
tendidas y aplicadas á menudo en detrimento
de ellas mismas por gobernantes menos incon-
cientes que faltos de conciencia. — No hay mas
que un medio de atraer y aclimatar la libertad
de los Estados Unidos en la América del Sud,
es atraer y aclimatar en su suelo á los hombres
INTRODUCCIÓN Í3
del temple y de la condición de Guillermo
Wheclwright.
Wheel wright en Snd América ha probado la
influencia v la acción de la América del Norte;
de que una mala teoría de la rivalidad de las
razas pretende hacer un espantajo incesante
para Sud América. Él trajo á esta parte del
nuevo mundo lo que hace lá grandeza de 1»
América del Norte — el vapor, la electricidad,
el gas, — los capitales, las poblaciones de la"
Europa civilizada, venidos en pos y al favor de
esos agentes.
Sin embargo, Sud América perece ser vic-
tima de un pánico curioso nacido del peligro
de absorción, que no cesa de ver en las tenden-
cias de la América del Norte. Mas teme al
país de Fulton, que al de Felipe II. La historia
viene á dar á ese temor una lección jocosa. Un
yankee Yidi dado á Sud América por el vapor, la
unidad que Bolívar no pudo darle por el Con-
greso de Panamá. Ese mismo yankee ha puesto
á Sud América á un paso de la Europa, echando,
como puentes^ entre ambos emisferios, las
grandes líneas de vapores, que los ligan mas
'24 VIDA DE WJLLIAM WHEELWRIGHT
estrechamente que si lo estuviesen por tratados
diplomáticos. Otro yarikee^ — Aspinw^all, — ha
suprimido el Istmo de Panamá por el vapor
terrestre, que ha puesto á Europa directamente
en las márgenes del Pacifico. El audaz empresa-
rio Meiggs, otro yankee, ha colocado á la capi-
tal de Chile en las márgenes del Pacífico y ha
cruzado los Andes peruanos para aproximar á
Lima de sus provincias orientales del Amazo-
nas. Notemos de paso que Wheelwright fué
precursor de Aspinwall y de Meiggs y el inspi-
rador de sus grandes obras.
No siendo bastante todo capital y toda inmi-
gración para dar satisfacción á la actividad voraz
de los Estados Unidos, no es preciso atribuir
á ese país un cálculo de egoísmo ni de hosti-
lidad si deja de ser un manantial de esos
recursos para la América del Sud. Pero le so-
bran empresarios é ingenieros inteligentes para
proveer de ellos á los países Sud-Americanos
que no los tienen por su mala condición here-
ditaria en aptitudes industriales. Habitua-
dos á luchar con escasos medios contra el
suelo desierto, los ingenieros americanos son
INTRODUCCIÓN 25
allí preferibles bajo muchos aspectos á los de
Europa. — Wheelwright, que no tenia preocu-
paciones locales, al mismo tiempo que buscaba
capitales en Europa, componía su estado mayor
de ingenieros en los Estados Unidos,
El ejemplo de los Estado» Unidos no es la panacea
del mal de Snd América. — Sus peligros seña-
lados por una grande autoridad.
Al condenar la preocupación Sud- Americana
que no ve sino peligros en el influjo de la Amé-
rica sajona, que tanto auxilio puede dar á sus
progresos, es útil castigar otra preocupación ^
opuesta de los que ven en el ejemplo del siste-
ma de gobierno de los Estados Unidos una pa-
nacea para el mal social y política de todos los
países. Esta preocupación es tan nociva como
la otra para la suerte de Sud América, y la per-
sonalidad de Wheelwright es un buen á propó-
sito para señalarla, pues si ha sido un beneficio
para Sud América su cooperación, no se sigue
26 VIDA DE WILLIAM WHEELWRICHT
de ahí que todo lo que procede de los Estados
Unidos participa de la excelencia de ese grande
americano.
No basta decir que una ley, que una institu-
ción, que una persona, es de los Estados Uni-
dos^ para probar la excelencia de sú condición.
Todo no se ha dicho en materia de gobierno
libre, con decir que una cosa viene de los Es-
tados Unidos. La sociedad de ese país es un
mosaico, su constitución es una caja que con-
tiene las cosas mas variadas é incoherentes.
Es un mundo que abraza muchos países,
siendo cada país una nación distinta en cierto
modo. En Mdssachussets ^ está la nueva In-
glaterra, ó por mejor decir la vieja Inglaterra;
en Nueva York la Holanda, su fundadora ; en
nueva Orleans, la Francia, y queda algo de
España todavía en la Florida. No todos esos orí-
genes son de libertad, pero todos viven hasla
cierto grado en los Estados de esos orígenes.
Así se explica el fenómeno que á todos admira,
que al lado de la mayor libertad, existe allí
el mayor despotismo. Baste decir que se pueden
tomar de ese país todas las pipzas y elementos
INTRODUCCIÓN 27
para construir una Mazorca del tipo de la que
existió en Buenos Ayres ó una Camorra del tipo
napolitano (1). Esto no puede ser nuevo para
el que quiere ver lo que hay de mas viejo en
la América que dejó de ser española. Hace
mas de medio siglo que Méjico practica el
peor gobierno del mundo, sin embargo de ser
copia literal de la federación de los Estados Uni-
dos. No hay caudillo ni dictador de los que han *
atormentado á las Repúblicas del Plata, de me-
dio siglo á esta parte, que no lo haya hecho en
nombre del sistema federal de los Estados Uni-
dos. En toda Sud América, ha bastado copiar
mal á los Estados Unidos, para fundar el despo-
tismo y el desorden. Se ha obtenido mas que
eso mismo á veces con solo copiar bien Jo
mucho malo que allí existe. Lo cierto es que
copiando bien lo malo, y copiando mal lo bueno,
se ha copiado dos veces el peor y mas peligroso
modelo, en que países jóvenes en la indepen-
dencia y viejos en el despotismo, han podido
buscar el molde de sus instituciones libres.
(1) Véase la confírmacion literal de todo esto en el
Times, de Londres, del 24 y 26 de junio 1875.
28 VIDA DE WILLIAM WUEELWRIGUT
Hablar con tal severidad de un gran país
como los Estados Unidos, es asumir una res-
ponsabilidad que no creemos tener titulo á
tomar en nuestras manos. Rogamos por lo
tanto al lector se sirva recorrer las siguientes
palabras de un gran juez en este asunto. Per-
tenecen al primer pensador que hoy tiene In-
glaterra, y las ha consignado Herbert Spen-
cer en su Introducción á la ciencia social^ es*
critay según él mismo dice en su prefacio,
á invitación de su amigo de América^ el pro-
fesor Joumans, para publicarse en la misma
América, como lo hizo el Popular Science
Montly.
« Las f orinas de gobierno, dice í^pencer, no
tienen valor sino en tanto que son productos
del carácter nacional. Nada hará sin él, por
bien imaginado que sea, el mejor arreglo po-
lítico »•., c< Podemos citar en apoyo de esto
los ejemplos de que pululan la historia de la
Grecia moderna y las de Sud América y de Mé-
jico » . • . (( La misma verdad se manifiesta en
los Estados Unidos, por vias diferentes y de
una manera menos sensible, pero sin embargo
INTRODUCCIÓN 29
con suficiente claridad. No hablaremos sola-
mente de los ejemplos extremos que en cierta
época nos presentó California, donde (bajo el
régimen de esa libertad política absoluta que
álos ojos de algunas personas constituye la
única condición del bienestar social) la mayor
parte de las gentes vivían en una continua
aprehensión de ser asesinados, y otros mos-
traban con orgullo, en el puño de sus pistolas,
las tallas que marcaban el número áe hombres
que habían abatido. No nos detendremos tam-
poco en el estado de la sociedad que reina en
el Oeste, bajo un régimen republicano, donde
la mujer blanca que se casa con un negro es
quemada viva; bandas misteriosas asesinan de
noche á las gentes cuya conducta les disgusta ;
detiene la multitud los trenes para lynchar á
los culpables que allí se encuentran ; llevar un
revolver es cosa que va de suyo ; allí se re-
curre á la intimidación contra los jueces, ha-
ciéndose imposible á menudo ejercer la justi-
cia. Nos contentamos con indicar de paso es-
tos ejemplos extremos del grado de opresión
intolerable á que puede llegarse con institu-
30 VIDA DE WILLIAM WHKELWRIGHT
cienes que garantizan nominalmente á los hom-
bres de la opresión »... a Sin ir tan lejos en-
contraremos en los Estados del Estehien abun-
dantes pruebas de que las realidades de la li-
bertad no están necesariamente en relación
(ion sus formas. Un estado de cosas en que
las gentes se hacen justicia á sí mismas, son
alabadas de haberlo hecho, y casi siempre
absueltas, en caso de proceso, es un estado de
cosas que ha retrogradado, bajo este aspecto,
á la inversa de la civilización » . . . «La forma
exterior del gobierno libre subsiste; pero inte-
riormente ha crecido una realidad, que hace
que el gobierno no sea libre. La corporación
de políticos de profesión, que entran en la vida
pública para ganar dinero, organizan sus fuer-
zas y se crean una táctica, ha venido á ser
' de hecho una clase dirigente, absolutamente
distinta de la que la constitución se proponía
garantizar al país, y teniendo intereses del todo
diferentes de los del público (1). »
(1) Introducción á la ciencia social, capítulo XI. Puede
verse algo de mas nuevo, en apoyo de Spencer,en el Times
del 24 y 26 de junio de 1875.
su ORIGEN Y EDUCACIÓN. 31
Así ha hablado del sud, del oeste y del este
de los Estados U«idos el mas grande de los
pensadores ingleses, á instigación de sus mis-
mos amigos de América.
Pero Wheelwright no era del sud, ni del oeste
ni del este de los Estados Unidos, sino del norte,
que es otro mundo en ese país, como vamos á
verlo en el capítulo siguiente.
CAPITULO II
ORÍGEN Y NACIMIENTO DE WILLIAM WHEELWRIGHT EN NEW-
BURY-PORT, MASSAGHÜSSETS, ESTADOS UNIDOS DE AMERICA.
— ÉPOCA DE SU NACIMIENTO. FAMILIA. EDUCACIÓN : VO-
CACIÓN Y OFICIO DE MARINO. — LLEGADO Á CAPITÁN DE BU-
QUE. — VLAJE Á SUD AMÉRICA EN QUE NAUFRAGA, Y MUERE
PARA SU PAÍS Á LOS 25 AÑOS , PERO NACE PARA LA AMÉ-
RICA DEL SUD, EN QUE QUEDA TODA SU VIDA.
a L'homme est pour ainsi din^
tout entier dans les langes de
soD berceaa. »
A. DE TOCQUEVILLE.
William Wheelwright, nació en Newbury-
Port, pequeña ciudad marítima del Estado de
.^ Vff^A bZ WfLLlAff WHEELWftIGHT
Maii>^»a4(!;btidi»ete, en los Estados Unidos de Amé-
ríea, el año 1798. — Fueron sus padres Mis-
ter Ebenezer Wheelwríght y üfistriss Anna
Wheelwrjght. Su padre, descendía de una anti-
gua familia puritana del Lincoishire , uno de
cuyos miembros fué condiscípulo de Oliverio
Cromwell*
Mas feliz que Franklín , también de Massa-
chuBsets, el j()ven Wheelwríght se educó en
Andover Colege, la mas célebre escuela teoló-
gica de la Union Americana, á lo cual se debió
tal vez que su vida no tuviese necesidad de una
fe de erratas^ en punto á moralidad, como la
do su glorioso compatriota.
La mayor dificultad que se presenta para
(VHcribir la primera parte de la vida de Wheel-
wríght (pasada en su país nativo hasta que lo
dejo de edad de 23 años), viene de su modestia
misma^ es docir, de su falta de cooperación para
tal obra, pues nunca se ocupó de escribir noti-
cias do si mísmo« Es el caso ordinario de los
hombrtcs de acción mas eiñinentes, no tanto en
la guerra^ como^ en las empresas industriales.
Franlvlin dejo e^rito lodo lo que se sabe de su
r*-
VIDA
DE WILLIAM WHEELWRIGHT
CAPITULa PRIMERO a
INTRODUCCIÓN
De como ¿ veces un extranjero puede ser Éias
benemérite de lá paítri^ ^ue itn ^ii^iéta.
Esta es la biografía de un hombre que^
sin haber dado batallas, ni obtenido victo-
rias, ni sido un hombre de Estado, ni siquiera
un ciudadano/Tia hecho sin embargo álos paí-
ses de su mansión tantos y tan grandes ser-
vicios, que su historia seria ingrata ó ciega
si dejase de registrarlos en sus anales. Esto
prueba la verdad de dos hechos que Sud
a VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT
América no debe perder de vista en el interés
de sus progresos, á saber : — que la guerra
no es el único terreno de los servicios que
abren las puertas de la historia, y que sin ser
un ciudadano puede un extranjero hacer
mayores servicios á la patria que el primer
patriota, pues no se necesita haber vivido cua-
renta años de los sueldos del Estado para ser
un servidor' del país.
Es que sus grandes intereses modernos, que
son todos económicos, son del dominio del or-
den social, de que es miembro el extranjero,
con los mismos derechos civiles ó sociales que
el ciudadano.
A pesar de su magnitud gigantesca, los ser-
vicios de Wheelwright á los países de Sud
América no cuestan ni sangre, ni lágrimas, ni
luto, ni caudales recibidos del Estado en form.a
de sueldos y recompensas. Como no sirvió
por sus * obras , neutrales como la industria,
á ningún partido político, á ningún egoísmo
local, ni deja en los partidos del país un he-
redero de su nombre ilustre, su biografía no
será uña bandera, como no será su estatua
INTRODUCCIÓN 3
el pedestal de la grandeza de un ocioso.
En la índole de sus servicios desinteresa-
dos al bien público, se revela el compatriota
de Washington y de Franklin, Era en eso la
personificación de su país, aclimatada en Sud
América : la mas noble forma que puede afecr-
tar la irrupción, que ese grande y rival mo-
delo puede hacer en la América de su antago-
nismo. Sus gobernantes sin embargo la temen
á veces mas que á la conquista armada, por-
que les exige el respeto que no siempre saben
tener á los derechos de sus gobernados. Pre-
fieren copiar las leyes escritas de los Estados
Unidos, á recibir esas leyes encarnadas en las
costumbres de sus emigrados. Es que una ley
se deja hollar sin murmurar, mientras que un
hombre libre siente la injuria y la rechaza.
Reforma que la Historia necesita en Sud América
para mejora de su política.
El hecho es que la vida de Wheelwright,
hace parte de la historia de los progresos de
4 VIDA DE M^ILLIAM WHEELWRIGHT
Sud América de veíate años á esta parte.
¿ No es ya tiempo de que la historia de Sud
América deje de consistir en la historia de sus
guerras y de sus guerreros^ como ha sucedido
hasta, aquí,? Eoi lo mas de ella la historia de la
guerra tendría un útil sentido y un enseñamiento
fecundo, si se redujese á lo que ha sido por
r^^a genera), no por excepción^ la historia de
menguas y pérdidas territorialea de unos Esta-
dos, sin provecho de lo6 otros, y la del origen y
formación de suis deudas públicas agobiantes y
ruinosas para sus progresos. Se veria que lo
que compensa ó repara sus descalabros, nacidos
de ^e desórdea, es el progresa espontáneo y
naluraldebidoal comerdo^y á la industria, coya
histdMria'sín embargo no ha ocupado hasta hoy
á ningún historiador de su revolución funda-
mental, mas económica en su esencia que polí-
tica como ha sido en realidad.
La historia de su comercio, de su industria,
de su riqueza, de sus mejoramientos materia-
les, es mas útil y necesaria que la de sus guer-
ras, que apenas han produeido otra cosa que
»
libertades escritas , glorías vanas y progresos
INTRODUCCIÓN 5
que no excluyen el statu quo, en lo mas sus-
tancial para la civilización, — que es el nivel
moral é inteligente del pueblo mas numeroso.
La revolución digna de historiarse es la del
cambio por el cual, países que hace dos tercios
de siglo eran colonias pobres, oscuras y aisla-
das del mundo, han venido á ser vastos merca-
dos, frecuentados por todas las naciones d^ la
tierra.
Ni es otro el sentido en que la historia tiende
á ser concebida en este siglo, porque en todas
partes parece afectada del mismo extravío, con
los mismos efectos perniciosos para el mejora-
miento social.
« Si ' recordamos, dice Herbert Spcncer^
que toda la historia está llena de loe hechos
y gestos de los Reyes, en tanto que los fenó-
menos de la organización industrial, visibles
como ellos son, no han logrado sino reciente-
mente atraer un poco de atención ; si recor-
damos que todas las miradas y pensamientos
se dirigen á las acciones de los que gobiernan,
que nadie basta estos últimos tiempos tenia
ojos ni pensamientos para loé fenómenos
6 VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT
vitales de la cooperación espontánea, á los
cuales deben las naciones su vida, su creci-
miento y progreso ; no podemos dejar de ver
cuan profundos han sido los errores pade-
cidos en las conclusiones, que han deducido
los hombres sobre las cuestiones sociales. » —
Estas cuestiones son entre tanto las que mas
interesan á los destinos de la América del
Sud, porque, no son otras que las de su
poblamiento, exploración, practicabilidad y
explotación de su rico y desierto suelo, ¿Qué
son sino • cuestiones sociales de vida ó
muerte para Sud América, sus cuestiones tan
traqueadas de inmigración, colonización, edu-
cación pública, trabajo, riqueza, comercio,
crédito, caminos, puertos, etc. ?
La historia de Sud América solo ha sido la de sus
guerras y guerreros. El progreso social espera
sus historiadores.
Todos convienen en que la civilización está
representada en estos tiempos por el desar-
rollo de los intereses materiales, es decir del
INTRODUCCIÓN 7
comercio é industria (agrícola ó manufactu-
rera), de las vias de comunicación y trasporte,
de la producción y riqueza. ¿En qué sentido
es esto una verdad? En este sentido esencial-
mente moral, que el efecto natural del mejo-
ramiento material, es la elevación del nivel
moral é intelectual del país.
Es un hecho sin embargo que cada vez
que se trata de escribir la historia de un país
de Sud América, lo primero que se pone á
un lado y deja en el olvido es la historia de
su comercio, de su industria, de su condición
y desarrollo económico, para uo recordar
sino sus revoluciones políticas y militares, y
los héroes de esas empíesas de destrucción,
no de mejoramiento, á que se reduce la historia
sud-americana.
c< The political history of the South Ame-
rican Republics (dice el Times del Í4 de
oct. de 1874), has been one dismal record of
rebeilions, revolutions, outrages on authority,
and assassinations of Presidents, » Cuando
no lia sido esto ha sido la historia de la guerra
y de las campanas de la independencia.
3 VIDA DE WILLUM WHEELWRIGHT
Sin duda qm no es posible historiar i^ vida
moderna de los Estados de América del Sjjd
sin bflicer la histeria de la pevolucion á
cambio que Qsa parte del mundo ha experi--
mentado en el siglo xíx. Es al roépas la parte
mas interesante y útil de su historia política,
pues si en la América del Norte la historia
eolpnial es la de sus viejas libertades y antigua
civilización o en la América del Sud no recuerda
su pasado colonial sino la abyección y oscu-
rantismo en que fué mantenida por el
gobierno desacertado de su Metrópoli, Que
ese sistema fuese común á las dos patrias,
madrp é hija, no quita que él fué un hecho
muy poco recomendable al interés de la
historia.
Pero la verdadera, la fecunda revolución,
la ma¡5 digna de recuerdo, como escuela de
gobierno, consiste, n'^ en la sustitución de
un gobierno extranjero incapaz, por otro
gobierno igualmente incapaz aunque ameri-
oanp J gino en la 'sustitución del estado econó-
mica de cpsas que lá tenia sumida en el atraso
y la pobreza, por un nuevo régimen de. vida
\
INTRODUCCIÓN 9
caracterizado por el tráfico libre con todo el .
mundo civilizado, al cual ha debido en poco
tiempo mayor número de población, de capi-
tales, de industrias, comercio, luces y bienes-
tar Ift América antea española:, que á sus
tres siglos de gobierno colonial-
Sus guerras y guerreros, lejos de ser causa
.de que todo esto se produzca, han sido las nía»
veces sus obstáculos y remoras. Una historia
de la revolución no podría prescindir de reco-
nocer y consignar que el desarrollo del vapor,
aplicado á la locomoción terrestre y marí-
tima, ha sido el mas poderoso agente revolu-
cionario de este siglo,* en Sud Aniérica, como
en todas partes. Introduciéndolo en Sud
América, Wheelwright ha completado la
trasformacion mas grande, que hayan sufrido
8\i política interior y exterior; su sistema de
hftcienda, sus inedios de gobierno y de guerra
á la yei que su población, producción, comer-
cio y cultura. Libertando al hombre de sua
dos tiranos naturales, que son el espacio y
el tiempo, el vapor como el Rey de las fuerzas
naturales ha hecho del hombre un semi-Dios,
10 VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT
con mas poder que tuvo el dios Marte de
la Fábula.
La historia de la revolución de Sud América
en este sentido de progreso material, tiene
sus héroes, como los tiene la de la guerra. —
Vencer y suprimir esos dos enemigos del
hombre americano, unir la América en sí
misma, acrecentarla unidad de cada uno de
sus Estados, unir ala América con la Europa,
por la diminución del tiempo, del espacio,
del peligro y del precio de los viajes, ha sido
la tarea gloriosa de Wheelwright. Pronun-
ciando la desaparición de los Andes, él y Meiggs,
su compatriota, han merecido de la historia
á ese titulo el rango y el derecho de ser consi-
derados por ella como héroes de los Andes á
la par de los Bolívar y San Martin. Cruzar
sus cumbres con piezas de artillería lijera fué
sin duda un esfuerzo extraordinario y digno de
memoria ; pero cruzarlas con locomotivas de
fierro con la rapidez del Cóndor, es casi igual
al prodigio de Basco Nuñez de Balboa, que tres
siglos antes las cruzó con los primeros bu-
ques que navegaron el Pacífico. Esa es otra
INTRODUCCIÓN 11
de las glorias, que pertenece de derecho á la
historia de la civilización de Sud América,
poblada de la misma raza que supo alcan-
zarla- La gloria de América tiene en su mano
el poder de ensanchar sus limites y multiplicar
sus héroes, si sabe ser agradecida á todos los
servicios que la conquista de su civilización ha
costado.
Papel histórico de que es capaz el extranjero en
el progreso social y material de la América del
Sud, por su moderno derecho público.
No todos los privilegios y honores de la his-
toria deben ser adjudicados á ese patriotismo
extraño que consiste y se prueba en vender á la
patria por cien, v. g., los servicios que, en jus-
ticia, valen diez.
¿Cómo se explica ese patriotismo leonino?
por el privilegio que solo tiene el ciudadano, ó
mejor dicho el patriota de vender á su país
por cien lo que el extranjero le venderia por
12 VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT
diez, de mejor calidad diez veces, si la consti-
tución no le negase, como es natural que le
niegue, el ejercicio de todo derecho político.
Afortunadamente nó sucede eso sino con los
derechos políticos. En cuanto á los civiles ó
sociales tal privilegio no existe, porque la cons-
titución los concede al extranjero á la par qué
al ciudadano. De ahí esique el extranjero puede
ser empresario, banquero, comerciante, inge-
niero, médico, artista, agricultor, sin que su ca-
T
lidad de extranjero le impida hacer al país, que
no es su país, beneficios de que no es capaz el
patriota, con solo ejercer los trabajos de su ofi-
cio por via de industria, sin recompensa alguna
del tesoro nacional en forma de sueldo ó de sa-
lario. Dos cosas son el resultado natural de este
fenómeno : 1® que la sociedad civil, en países
que han 6ido colonias de España , se halla
mejor compuesta que no loestá ni puede estar
la sociedad política en que consiste el Estado,
porque la primera se compone de extranjeros
superiores á los nativos cuando menos en
cultura; industrial ; 2^ que eí progreso del
país tiene que deber menos á sus patriotas
INTRODUCCIÓN 13
nativos que á lo& extranjeros desnudos de
derechos políticos. Este fenómeno visible, se
explica sencillamente por los precedentes histó**
ricos y coloniales de los pueblos sud-américa-
nos que fueron españoles* Privados desde el
tiempo de su fundación y origen de la libertad
de ejercer el comercio^ la navegación, la in-
dustria fabril, la agricultura^ las arles y
ciencias liberales, y de ganar, su vida por los
trabajos de esas profesiones, prohibidas por
interés ó error de la MelrópoH^ que se reservó
su monopolio ; -— se han encontrado ios nativos
de Sud América el dia de su emancipación y
constitución en Estados soberanos- ante las ma-
sas de inmigrados extranjeros, educados en todos
las trabajos productores de la fortuna, que el
. régimen de libertad traía á so suelo, sin poder
sostener con ellos uma concurrencia victoriosa
en muchos ramos de producción indu^rial.
¿Qoé ban hecho entonces los favorecidos por
su condición política t Se han refugiadlo en el
nnico trabajo de quie la constitución les hacia
©n monopolio y privilegÍH> exclnsivo de m cali-
dad de ciudadanos, á saber : el trabajo ú oficio
14 VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT
de gobernar, de administrar, de legislar, de
juzgar, — la política en una palabra, que natu-
ralmente se ha convertido en la única industria
y manera de adquirir fortuna, en que el extran-
jero no puede hacer concurrencia al patriota
nativo .
De ahí el calor peligroso con que se buscan
los empleos políticos, como si se buscase la
participación en el gobierno por vía de
libertad, cuando en realidad se buscan como
medios de ganar su pan y su lujo, en cambio
de servicios pagados á precios que no valen,
adicionados todavía del honor de ser tenidos
como virtudes patrióticas,' dignas de la gratitud
y recompensas nacionales. Servicios que en
política y gobierno son pagados á precios
fabulosos, no tendrían compradores por su me-
diocre 'calidad en otros ramos productivos del
pan cotidiano.
Bajó ese punto de vista y en ese orden de co-
sas Wheelwright representa en Sud América
esa porción eminente de su sociedad mixta que
se denomina elemento extranjero; y ya puede
por el diseno inferirse todo el bien que los inmi-
INTRODUCCIÓN 15
grantes de su clase pueden hacer al progreso
y desarrollo de la civilización de Sud América,
á pesar de no tener derechos políticos ni aspi-
ración á títulos de patriotismo. Es el mejor
ejemplo probatorio del bien que el extranjero
puede hacer al progreso de la patria en mayor
grado que «el mismo patriotismo de sus hijos.
Si esto no fuese cierto, no lo seria tampoco
este aserto recibido como principio en las mis-
mas leyes fundamentales, á saber : — Que la
inmigración debe ser promovida y fomentada
por la buena política como el mejor y único
medio de educación y progreso material y
social de los nuevos Estados Sud-America-
nos.
Las constituciones que eso consagran admi-
ten implícitamente que el país puede deber
mas grandes servicios á los extranjeros incor-
porados en su sociedad civil, que á sus mismos
patriotas nativos; y el ejemplo de Wheelwright
es un comentario victorioso de esa ley.
16 VIDA DE WILLIAM WEEELWRIGHT
Acción social de la industria y del industrial extran-
jero en la mejora dé Sud América.
Los que se ocupan de empresas de comuni-
cación y trasporte son socialistas incpncientes,
que hacen la sociedad sin saberlo, en el sentido
que hacen y forman las sociedades sin preten-
der hacer otra cosa que negocios de industria
particular.
El interés de ganancia que los mueve, no les
impide de ser en realidad los autores de la con-
solidación que la sociedad recibe de sus obras.
. Wheelwrighl, uno de ellos, ha hecho por la or-
ganización social y-politica de Sud Américaymas
que muchos de sus hombres de Estado mas
eminentes. No por eso se ha creido autorizado
para reclamar la palma de un misionero , ni el
honor de un apostolado de civilización ; ni ha
pretendido tener parte en el gobierno, que con-
tribuia á consolidar como institución por sus
obras de viabilidad, como recompensa de sus
servicios de orden social americano.
su ORIGEN Y VOCACIÓN 33
persona, porque fué hombre de ciencia y se
ocupó de política. — Wheelwright , en efecto,
no ha tenido vida pública en el sentido ique
esta palabra tiene para la historia, que solo con-
signa en sus anales como público lo que es del
dominio de la política ó, mejor dicho, del go-
>
bierno. Pero las empresas que han absorbido
su vida son de mayor interés público que lo
han sido los actos de muchos gobiernos de Sud
América.
¡Cómo ! ¿No tendría vida pública ni derecho
á una mirada de la historia un hombre que por
sus numerosas obras de grande importancia ge-
neraU ha contribuido mas que los gobiernos á
unir la América consigo misma y con la Europa,
y á consolidar, por decirlo así, el orden político
y social de mas de una de sus Repúblicas ?
No es extraño en efecto que una historia para
la cual solo es público y digno de su resorte lo
que es del dominio del gobierno, considere
todo lo que no es oficial, como privado y ajeno
de su dominio, incluso el público mismo , es
decir la sociedad, que no es sino el público.
Que bajo un César, tenido como el país hecho
8
34 VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT*
hombre, la historia del gobierno, pase como la
historia del país, se concibe perfectamente;
pera que bajo la democracia ó reinado del
país no sea considerado público, ni digijo de
•la historia , es una inconsecuencia que pone á
la democracia en ridiculo. Guando la historia
Americana reciba en sus anales todo lo que
realmente interesa en grande escala á la socie-
dad, la guerra y los guerreros, la política y los
políticos dividirán las plazas de honor, que mo-
nopolizan hoy dia, con la industria y los indus-
triales, con el comercio y ios comerciantes, que
son los mas genuinos representantes del bien
público moderno.
Wheelwright no inventó el pararayo como
Franklin , pero introdujo y aplicó el primero,
en Sud* América , las invenciones de sus com-
patriotas Fulton y Morcy , que son mas útiles
que el pararayo, eclipsado por el seguro con-
tra incendios. No hizo tratados internacionales
como Franklin, pero ha hecho ferrocarriles
y líneas de vapores, que ligan á las naciones en-
tre sí, mejor que los tratados diplomáticos.
OKIGEN DE NUEVA INGLATERRA SS^
/
s
Felizmente mas que de la familia y del colé-
gio, los hombres áon el producto de la sociedad
en que nacen y se forman. Hemos dicho que
Wheelwright fué nativo de la Nueva íngla-^
ierra, con cuyo nombre son designados los Esta-
dos de Connecticut, ñodesland, MassachicssetSy
Vermonty NeW'Hampsire y Maine. La socie-
dad de la Nueva Inglaterra es la excepción sobre-
saliente de los Estados Unidos. Son sus seis
miembros y fueron desde su origen un mundo
*
aparte, dentro de ese gran país.
« La fundación de la Nueva Inglaterra, dice
Tocqueville, presentó un espectáculo nuevo :
todo allí fué singular y original. .. Los emigra-
dos que vinieron á establecerse en ella pertene-
cían todos á las clases acomodadas de la madre
patria... Las otras colonias habían sido funda-
das por aventureros sin familia; los inmigran-
tes de la Nueva Inglaterra traían consigo ele-
mentos admirables di* orden y de moralidad...
Loque sobre todo los distinguía de los otros e?'a
36 VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT
el fin mismo de su empresa. No era la necesi-
dad lo que les forzaba á dejar á su país ; en él
dejaban con dolor una posición social y medios
de vivir asegurados Ellos querían hacer
triunfar una idea. . . >
Era esa una doble idea de libertad política y
de libertad religiosa. Así los pobladores deMas-
sachussels no fueron simples emigrados, sino
peregrinos. No emigraron en busca de oro y
de pan, sino impulsados y sostenidos poruña
alta idea, — la de escapar á toda opresión y
á toda impureza en la tierra nativa. Dos siglos
mas tarde, Tocqueville ha encontrado vivo y
palpitante ese distintivo original de los ameri-
canos de Nueva Inglaterra.
Esa es la sociedad á que Wheelwright debió
su nacimiento , su educación primera , su
carácter recto y su buen sentido superior para
los negocios serios. Es de esas sociedades cuya
complexión sana y robusta suple á la familia
noble y á la escuela superíor como doble per-
gamino de recomendación del que tiene la
suerte de nacer en ellas. El mero hecho de ver
la luz en ese medio equivale á ser de raza y
su OKIGEN Y- VACACIÓN 37
■
condición aparte, si, como Frankin repetía,
la nobleza consiste en la virtud. La fecundi-
dad de ese medio se ha probado por el grande
ejemplo de los Estados Unidos, nacidos de esa
cuna y origen, en cuanto á las ideas fundamen-
tales de su orden social, y por la multitud de
hombres superiores que cuenta Wheelwright
entre sus compatriotas de localidad, tales como
el estadista Webster, el poeta^ Longfellow, el
filántropo Peabody, el ex-senador Summer, cé-
lebre abolicionista, y por fin Benjamín Franklin,
todos ellos de Massachtisseís , cuya capital, Bos-
ton, llamada Nueva Atenas, ha eclipsado á la
x
Antigua en libertad.
Si Wheelwright debió á ese origen los ele-
mentos de su carácter superior y espíritu emi-
nente, la circunstancia de haber nacido en un
puerto de mar, decidirá de su oficio, vocación y
destino de toda su vida. Su origen porteño lo ha-
rá marino de profesión como hubiese sucedido
áFranklin, por igual razón, si su padre no le
38 VIDA DE WILLÍAM WUEELWRiGHT
hace impresor, por distraerlo de su inclinación á
la mar que podia ser causa de su alejamiento. —
Lo que temia el padre de Franklin respecto de
su hijo sucedió á Wheelwright. Dedicado á la
marina á los 12 anos de su edad, y llegado á ca-
pitán de buque mercante al cabo de diez años,
su oficio de navegante le hará conocer el emis-
ferio del Sud, donde hará naufragio, por falta de
un puerto de mjir en un lugar que sin embargo
de esa falta se llama puerto por excelencia. Ese
contraste será un aviso que reciba de su destino
de que su vida, renacida en Sud América, será
invertida toda en mejorar la condición de sus
costas, para servicio del tráfico marítimo que
debe poblarla de hombres y capitales venidos
del extranjero.
En efecto, nacido en Newbury-Port^ es decir,
en un puerto de mar, será portefto toda su vida
y en todos los países de su destino. Anfibio,
como el hombre de su raza, viviendo con un
pié en la tierra y otro en el mar, se ocupará,
dwante toda su vida, en mejorar las costas de la
América del Sud, es decir, en obras de puertos,
de faros, de diques, de boyas, de depósitos, de
su VOCACIÓN Y DESTINO :>}í
muelles, de dragas, para unir y dar enlace
fecundo á dos cosas de que las costas son como
anillos, á saber : los ferrocarriles continentales
y las lineas internacionales de vapores, de que
serán labores consiguientes la exploración y
explotación del suelo, que le dará carbón de
piedra para el vapor, salitres para fabricar la
pólvora con que se exploten las minas de
carbón y de inetales.
Si se considera que la grande y capital
necesidad de Sud América es poblarse por
inmigraciones de la Europa, y que la llave de
ese poblamiento es la buena condición de las
costas para el desarrollo de las marinas tras-
atlánticas, se convendrá en que la presencia de
Wheelwright en Sud América ha sido como un
regalo del cielo hecho á su civilización en el
hombre que la América necesitaba y á la hora
en que esa necesidad debia ser satisfecha.
Consultad en efecto á Wakefield,á Merivale,
á Roscher, á Jules Duval, á Paul Leroy-
Beaulieu, á todos los economistas y hombres
especiales que se han ocupado de estudiar el
mejor medio de poblar por inmigraciones
40 VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT
extranjeras un suelo nuevo y despoblado, y
veréis que todos señalan como el mas indis-
pensable la multiplicación de los puertos,
muelles, faros, valizas, el mejoramiento en fin
de las costas, del país que debe poblarse por
inmigraciones traidas por la Europa marítima.
Se diria realmente que algo de providencial,
habia en los destinos de Wheelwright, si se
agregan otras circunstancias raras á las que
dejamos señaladas.
Llegó y naufragó en el llamado puerto de
Buenos Ayres, cuando Rivadavia, á la cabeza del
gobierno en 1823, se ocupaba de habilijar el
puerto marítimo de laEnsenada, fundar colonias
de inmigrados europeos en el país y construir
grandes vias de comunicación y trasporte hacia
los Andes . Era Wheelwright el hombre que
un dia debía realizar esos grandes términos del
programa de Rivadavia, pero ese dia distaba
entonces 30 años, que eran los que Rosas debía
emplear en retardar esos progresos. Wheel-
wrigth tomó nota de ellos en su memoria y
los guardó con el recuerdo de su naufragio*
Hizo su aparición en el Pacífico, cuando
su FELIZ ESTRELLA 41
Bolívar acababa de destruir en Ayacucho el
poder que habia mantenido por siglos á esos
países aislados é incomunicados unos de otros,
sin caminos, sin tráfico, sin industria, pobres,
oscuros y secuestrados de todo trato directo
con el mundo civilizado. Ese estado de cosas
recibía en Wheelwright al hombre que la
libertad victoriosa necesitaba para producir
su transformación de progreso en cortos años.
Reapareció al cabo de. ellos en el Plata,
cuando el vencedor de Rosas rompía las leyes
coloniales que por siglos habían tenido cer-
rados los puertos fluviales argentinos al tráfico
libre del mundo, y reinstalaba en la orden
del dia de la nueva situación el programa de
Rivadavia, interrumpido 30 ano& antes, sobre
vías de comunicación, puertos, colonias, etc.,
del que Wheelwright guardaba copia. A los
veinte años de ese cambio, 30 colonias flo-
recientes son hoy el resultado de esa gran me-
dida, y muchas de ellas son la obra inmediata
del mismo Wheelwright.
i'i VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT
CAPITULQ III
ORÍGEN DE WHEELWRIGHT EN SUD AMÉRICA. SU NAUFRAGIW
EN BUENOS AYRES Y SU CAUSA. — CAMBIO Y DIVISIÓN QUE
ESE SINIESTRO INTRODUCE EN EL DISCURSO DE SU EXISTEN-
CIA. — SITUACIÓN DEL PLATA EN J 823, PROSPERA PERO IN-
CIERTA. — WHEELWRIGHT TOMA EL PARTIDO DE. IRSE AL
PACÍFICO.
Se puede decir que nacido dos veces, Wheel-
wright ha tenido dos orígenes, dos vidas y dos
patrias. Su vida al menos puede dividirse en dos
partes que forman como dos existencias sepa-
radas : una que empieza por su nacimiento
en los Estados Unidos de Norte América el
año de 1798, y concluye á los 25 años de su
edad; otra que comienza desde que escapa del
naufragio en que hubo .de perecer en Buenos
Ayres en 1823, hasta que muere en Londres,
á los 50 años de habitar la América del Sud
. en esta forma, 40 años en el Pacifico y 12
en el Plata. Cosa al parecer extraña pero muy
natural : este hombre de lasdos Américas, tenia
su APARICIÓN EN SUD AMERICA i3
SU hogar (home); en Londres, y con razón,
pues Londres es un centro orgánico del pro-
greso americano por no decir universal. Es la
gran mina de oro, de libertad y de luz para
todas las Naciones.
Así Wheelwright fué un regalo que las olas
del Plata hicieron á la América del Sud, despe-
dazándole su buque en el Banco de Ortiz. Nuevo
Hernán Cortés se quedó en el mundo de su
naufragio, para conquistar su suelo, no por las
armas sino por el vapor, no para España sino
para la civilización , no para la absorbente Norte
América, sino para asegurar á la misma Amé-
rica del Sud la posesión soberana de sí misma.
En sus dos existencias fué porteño de origen.
«
Nació en Norte América, en Newbury-Port, y en
la América del Sud en el Puerto de Buenos
AyreSy á cuyas playas salió descalzo y desam-
parado, como el primero de sus abuelos los Pu-
ritanos desembarcó en el suelo de Massachussets
dos siglos antes, sin mas pertrechos ni equi-
paje, que su genio y su gran voluntad. No tuvo
necesidad de mas para alcanzar la opulencia y
la celebridad, y recompensar la hospitalidad
44 VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT
que recibió de los habitantes de Quilmes inau-
gurándoles 50 anos después el ferrocarril, que
hace de esepueblito un barrio de Buenos Ayres.
Para colmo de coincidencias ronáánticas,
Wheelwright murió en un Puerto, Londres, de
donde volvió otra vez su cuerpo inanimado á
Newbury-Porty donde hoy descansa al lado de
su cuna. ¿Qué extraño que en todas partes su
destino haya sido ocuparse de puertos? Dio á
Táboga^ en Panamá, el que hoy tiene; creó el de
Caldera, en Chile ; dio faros, boyas, agua pota-
ble, gas, telégrafos, y ferrocarriles á muchos
puertos del Pacífico. Naturalmente el que mas
fijó su atención y ocupó su actividad fué el puer-
to que faltaba á Buenos Ayres, para justificar
su nombre, y cuya falta le costó casi su vida. Por
otra coincidencia rara, su último trabajo de in-
terés público en Sud América, fué el de dar á
Buenos Ayres como su puerto natural de mar,
el de la Ensenada.
La América del Sud tuvo, involuntariamente
sin duda , para ese hombre tan benéfixío , una
singular hospitalidad : en todos los países de
ella, en que derramó el bien, fué víctima de
TERRIBLES ACCIDENTES 45
algún accidente mas ó menos grave, que expuso
su vida, sin quitársela felizmente. En ^la tierra
argentina escapó del naufragio ; en Chile de ser
asesinado por un loco, que mató á su interlocu-
tor en la calle ; en el Perú de tener el mismo fin
en manos de los ladrones, que lo saquearon;
en Panamá del vómito negro. Y como la vida
(sobre todo la dolorosa) es un circulo, el Plata
volvió á tomar su papel en la de Wheelwright,
siendo el puerto en que naufragó en 1823, la
causa ocasional del último de sus naufragios,
— su muerte, ocurrida en el mismo año de su
inauguración, — 1873, en el puerto de Lon-
dres, desde donde volvieron sus restos por su
voluntad teslamentaria, no al suelo de sus obras,
sino al de su cuna en Newbury-Port, donde
descansa al ruido de las olas como el porteño
de San Malo, que cantó Los Natche:
iZ.
§
¿Qué hizo Wheelwright después que naufragó
en Buenos Ayres y perdió el buque de que era
capitán en 1 823 ?
Añ VIDA DE WILLIAM WHEELWRIG HT
Renacido milagrosamente en ese país ¿por
qué no .se quedó en él^ cuando era el bello
tiempo en que gobernaba Rivadavia que tanto
quería á los extranjeros y á los Norte- Americanos
sobre todo, que acababan de reconocer la inde-
pendencia argentina enviando como su repre-
sentante al ministro Rodney? Un agente inglés
acababa de llegar también al grande y bello país,
que se abría de nuevo al acceso libre del mundo
comercial. ¿Qué tenia de preferible el Pacifico en
ese tiempo para que Wheelwright dejase por él
al Rio de la Plata? No se ve mas que una razón, y
esa es tan grande^ que no se necesita de otra para
explicar el partido que tomó. Buenos Ayres no
era un puerto de mar y sino el puerto de un rio,
como Londres y Payis, es verdad, pero sin tener
bajo su dependencia puertos marítimos como
Liverpool, Bristol, Marsella y Burdeos. Como
puerto de rio, Buenos Ayres no podia tener ma-
rina propiamente dicha, mi cabotaje marítimo,
ni comercio marítimo en grande escala y digno
de su nombre. No era, en fin, un puerto pro-
pio para fijar los destinos de un marino joven,
sano, bien educado, de lindo porte, que había de-
POR QUÉ DEJO A BUENOS AYRES 47
jadoá SU país mismo, el país marítimo por exce-
lencia después de Inglaterra, no como emigrado,
ni en busca de un hogar, pues dejaba el suyo ha-
bitado por sus padres y sus hermanos que lo
querían y recordaban vivamente — (una de
ellas lo lloró soñándolo náufrago, como fué la
realidad).
« Yo estuve en el Plata, siendo joven, me dijo
una vez en Nueva York el célebre armador
Mr. Greenell, y juzgué sin vacilar que no que-
darían* las cosas como estaban, con espléndidos
ríos navegables y vastas costas maríliraas, todos
cerrados y desiertos en obsequio de un mal
puerto fluvial. » — ¿Por qué dudar de que ese
estado de cosas impresionó del mismo modo á
Wheelwright y lo dejó por el Pacífico para
mejores tiempos? Lo cierto es que el curso ulte-
rior de las cosas explica y justifica la elecíon
del partido que tomó Wheelwright, de irse al
Pacífico.
Volverse á su país propio era el partidomé-
nos admisible para un marino -pundonoroso,
que habia perdido el buque de su mando en su
primer viaje lejano. Hizo lo que .todo hombre
48 VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT
de juicio habría hecho en su caso : dobló el
Cabo de Hornos, como sobrecargo de un buque
americano, ocupación que no le impidió encon-
trar su naufragio obvio y natural, se puede
decir, en costas que se conservaban como las
hallaron los descubridores españoles tres siglos
antes.
CAPITULO IV
WHEELWRIGHT EN EL PACÍFICO DURANTE LOS PRIMEROS
AÑOS. — SE OCUPA EN LA NAVEGACIÓN DE SUS COSTAS, EN-
TRE VAPARAÍSO Y PANAMÁ . — ADQUIERE UN CAUDAL DE EX*
•PERIENCIAY RELACIONES Y CRÉDITO. — HACE EL ESTUDIO
DE LAS NECESIDADES Y RECURSOS DE ESOS PAÍSES^ CON
QUÉ SE PREPARA Á SUS FUTURAS EMPRESAS . — SE FIJA EN
GUAYAQUIL, PUERTO PRINCIPAL DE COLOMBIA Y DEL PACÍ-
FICO ENTONCES. — ALLÍ EJERCE EL CO'nSULADO DE LOS ES-
TADOS UNIDOS POR ALGUNOS AÑOS. PROVECHO PTJBUCO
QUE DE ELLO SACA.
Se ha notado que la fortuna es á menudo un
elemento que entra por mucho en la composición
del hombre superior. Pero mejor se explica este
Sl^ LLEGADA AL PACIFICO 49
fenómeno por la simple razón, que por cual-
quiera causa sobrenatural. Es que la superio-
ridad reside en la voluntad que sabe persistir,
pues el que persevera acaba por ver claro. La
fortuna es ciega, pero no es invisible, ha dicho
Bacon. La de Wheelwright estaba en llegar al
Pacífico á la hora en que su capacidad iba á ser
una necesidad de la situación. Wheelwright en
el Pacifico era Wheelwright en *su teatro, es
decir, en el terreno que su buena fortuna le
deparaba para teatro de las obras de transfor-
mación y progreso de esas regiones.
Dos grandes novedades ocurrían en el mundo
entre los años de 1824 y 1825. Bolívar acaba-
ba de destruir en Ayacucho el poder colonial
español que había tenido incomunicados, ais-
lados, ociosos y pobres á los países de Sud
América, y Jorge Stephenson descubría en
Londres su locomotora, é inauguraba el 27 de
setiembre de 1 825 su pequeño ferrocarril de
Darlington áuStockton, el primero y la primera
vez en que los hombres osaron embarcarse pa-
ra viajar á lai merced de una máquina. No hacia'
sino once años que Wheelwright, siendo mucha-
'i
50 VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT
cho, habia presenciado en su país nativo el des-
Gubrimiento y primer ensayo del buque de va-
por por su compatriota Fulton. Eran las dos in-
venciones que debían dar ocupación á su vida de
misionero y propagador del vapor naval y ter-
restre en la América del Sud ; es decir, del ins-
trumento que debia servir para acercar y unir
entre si mismos á todos los pueblos. Érala hora
de las grandes esperanzas en nuevos y mejores
destinos, que esos acontecimientos señalaban
como llegados para esa parte de la América del
Sud.
Todo estaba intacto en materia de negocios ;
todo en germen y por hacerse. En cada cosa
habia lugar á fundar esperanzas de grandes y
seguros resultados. Esas situaciones que son un
regalo de la suerte para el espíritu de empresa,
tienen su lado negro : el de la lucha que á cada
paso hay que tener con la rutina, con la pereza
y la ignorancia conservadas en hábitos secu-
lares de un régimen de atraso. No son nada las
resistencias materiales, se ha dicho con ocasión
3e Stephenson, en comparación de Jas resisten-
cias morales. No hay obstáculo material, que
COMPARADA CON SU TIEMPO 51
no tenga por aliado á un hombre atrasado. —
Wheelwright debia experimentarlo un dia. Su
vida en Sud América debia de ser una campaña
de incesantes batallas, aunque todas victoriosas
á su vez.
A cada paso tendremos que repetir en este es-
tudio la siguiente observación : que no es po-
sible apreciar con verdad la vida y valor de las
obras de Wheelwright sin darse cuenta del
momento -en que las concibió y llevó á cabo, es
decir, sin compararlo con su tiempo. Sin ese
método de apreciación histórica, que es el de la
justicia, no hay jamas grandeza humana ni ver-
dad completa en historia. Colon mismo se con-
vierte en pigmeo si se juzga su primer viaje
interoceánico por lo que hoy cuesta cruzar el
Atlántico al mas vulgar piloto. Hay una regla
de apreciación para no equivocar los casos : es
en general grande hazaña, digna de memoria,
toda empresa, que antes de ser un hecho, ha
pasado por utopia. Los grandes hombres no son
sino locos de la víspera. Todos las empresas de
Wheelwright en Sud América se distinguen en
una cosa : todas han sido tenidas cómo paradojas
5f VJDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT .
irrealizables antes de ser convertidas en hechos.
En todas ha tenido por principal adversario, —
la incredulidad. No porque sus concepciones
no fuesen ya hechos practicados en otras partes,
sino porque no lo eran en los países de Sud
América en que la idea de introducirlas y apli-
carlas, le pertenecia á él primero que á nadie.
Si el mérito de esta importación, en circunstan-
cias dadas, no igualase al de la invención mis-
ma, no seria digno del privilegio con que lo
premia la legislación de todo país civilizado.
Estas reflexiones son un poco precoces en
este lugar; pero ya veremos que se apUcan
muchas veces á la vida de Wheelwright.
Llegado á Chile, que fué el término de su
viaje de Buenos Ayres, tampoco se quedó en ese
país por entonces. Chile estaba como Buenos
Ayres en este sentido, que teniendo el equiva-
lente del gobierno de Rodríguez y Rivadavia en
el de Freiré y Egaña, el comercio marítimo
sin embargo estaba por nacer en ese país. Chile
CHILE EN 1823 53
no valia entonces para ocupar á un marino mas
que Buenos Ayres. Valia, al contrario, menos,
porque Buenos Ayres era Santiago y Valpa-
raiso unidos en una misma ciudad, es decir, el
Puerto y la Capital .
La aduana estaba en Santiago, á 30 leguas
del puerto de Valparaiso, simple desembarca-
dero que no tenia entonces quince mil habi-
tantes. Todavía estaba lejos de ser el emporio
del Pacifico, como fué después, por la sencilla
razón de que el comercio marítimo no habia
nacido aun en esa región. Las casas de co-
mercio en que Wheelwright debía apoyarse
un día para fundar su línea de vapores, no
existían todavía.
Era eso cabalmente lo que recien se conquis-
taba por la victoria de Ayacucho contra el colo-
niaje español de comercio. Todavía el sud de
Chile estaba en poder de los realistas, y el Callao
en manos de los españoles aun después de Aya-
cucho. Pero la iniciativa de ese cambio no
estaba ya en las manos de Chile, que la habia
perdido desde la retirada de San Martin del
Perú. Toda esa gran reforma venia de Colom-
54 VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT
bia, que por la espada victoriosa de Bolivar,
abría el Pacífico al libre acceso del mundo
comercial. El puerto comercial de Colombia en
los mares del Sud, era el de Guayaquil, ciudad
entonces mas importante que Valparaíso por la
razón dicha y como ciudad mas poblada, pues
tenia entánces 22 mil habitantes.
La vocación y oficio de marino que sacó á
Wheelw^right de Massachussets para Buenos
AyreSj y de este país para Chile, lo llevó en
seguida á navegar en las costas del Pacífico de
uno á otro délos nuevos Estados en formación.
Era su mejor escuela preparatoria para los ul-
teriores trabajos internacionales que debían de
absorber su vida de empresario.
Por algunos años Wheelwright ocupó su
juventud en navegar por las costas del Pacífico
entre Valparaíso y Panamá. Lámar presentaba
entonces mayores seguridades al extranjero que
el agitado continente. Las costas del Pacífico
eran entonces teatro de los mas grandes acon-
tecimientos de su historia. Estaban en faz unos
de otros los escombros del viejo edificio colo-
nial español y los materiales americanos del
su NOVICIADO EN EL PACIFICO 55
edificio moderno. Fué para'Wheelwright esa
vida su curso de estudios económicos de las
necesidades de esos países, de sus medios y
recursos, de las costumbres, caracteres y apti-
tudes de sus habitantes para la vida industrial
y comercial. Así empezó á formar Wheelwright
el gran capital preparatorio de la adquisición de
los otros, á saber : — la experiencia y el crédito,
de que hizo un gran caudal en pocos años, con
el cual se hizo capaz de abrirse la gran carrera
de empresario industrial que le dio renombre
histórico .
Pero, Wheelw^right no podia vivir indefini-
damente en esos países como simple marino.
El comercio marítimo no podia existir donde
faltaba el comercio terrestre por falta de pro-
ducción, de brazos, de capitales, de trabajo, de
vías de comunicafeion, de seguridad. Era el
deber y el interés del mundo extranjero comer-
cial meter el hombro en la obra de suscitar
y crear todo eso por conveniencia recíproca.
La independencia de las Repúblicas de Cobm-
bia, de Chile, del Perú, significaba la abolición
del régimen que había mantenido cerrados
56 VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT
esos mercados al comercio no español. Su
primer efecto debia ser la creación y formación
de otros tantos mercados abiertos al libre
tráfico de todas las naciones del mundo. Era
necesario fijarse en algún punto importante á
ese propósito. ¿Cuál otro habia entonces de mas
importancia que Guayaquil^ el puerto prin-
cipal de la Repüblica de Colombia^ tan influ-
yente en ese tiempo, y sin duda alguna el
puerto principal del Pacifico, mientras los
españoles ocupaban militarmente el Callao?
El mérito y valor que Wheelwright se habia
granjeado ya en sus pocos años de residencia
en el Pacífico no podia ser menos conocido de
los Americanos del Norte, sus compatriotas, que
de los Sud- Americanos. No tardó en verse
revestido del papel de cónsul de los Estados
Unidos en Guayaquil.
Era una posición de inmensa importancia
para ei desarrollo ulterior de su carrera indus-
trial en esos países.
Un cónsul en esos dias tenia la importancia
de un Embajador. Lá diplomacia no tenia
objeto ni existia en países que nacían recien á
su CONSULADO EN GUAYAQUIL 57
la vida política, y cuyos gobiernos rf^ hecho y
no estaban reconocidos por las viejas naciones.
El comercio que era el grande interés en que
se concentraba su nueva existencia, se bastaba
con sus ministros naturales, que son los cón-
sules. Los consulados entre tanto se apode-
raban, con asentimiento de los países de su
residencia, de todas las inmunidades de la diplo-
macia, siendo una de ellas el privilegio de
exterritorialidad^ que de hecho les deferían
todas las autoridades del país. El Consulado de
la gran República délos Estados Unidos, debía
ser el decano natural de todos los demás. Eso
lo convertía en asilo ordinario de todos los
perseguidos por motivos políticos.
A poco tiempo de instalado Wheelw^right
como cónsul de los Estados Unidos en Guayaquil,
entraba Colombia en la crisis de su disolución
sin haber concluido de constituirse. Esa situa-
ción puso á Wheelwrigth en contacto estrecho y
continuo con todas la» eminencias de la política
colombiana en el Pacífico, á quienes trató casi
de igual á igual, y convirtió en grandes amigos
por esta otra razón. En su puesto de cónsul de
58 VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT
los Estados Unidos, Wheelwright tuvo frecuen-
tes ocasiones de dispensar servicios insignes, á
multitud de generales y jefes de partido, que
en las alternativas de la guerra civil de Colom-
bia, buscaron á su vez asilo y salud en los aus-
picios de la bandera consular americana. Su
casa neutral y hospitalaria, sirvió á la vez de
refugio salvador á los jefes de todos los partidos
que en ulteriores tiempos normales llegaron á
ocupar los puestos mas altos é influyentes de la
administración ecuatorial y colombiana. Esas
relaciones fueron empleadas del modo mas útil
á la causa del progreso, cuando llegó el dia
de empeñar á los gobiernos del Pacifico en el
establecimiento de una comunicación sistema-
da y regular, entre esas Repúblicas y los mer-
cados de Norte América y de Europa. No hay
que olvidar que Guayaquil era el primer puerto
de Colombia.k cuya República pertenecia enton-
ces el Istmo de Panamá, como parte de Nueva
Granada, lo mas vecino, geográficamente, que
Sud América tenia con los Estados Unidos de la
América del Norte, y el punto natural de con-
tacto éntrelos dos Océanos Pacifico y Atlántico.
DISOLUCIÓN DE COLOMBIA 59
Toco estas cosas en la vida de Wheelwright
porque no hay mejor medio de explicar la car-
rera de un hombre que estudiar el medio en que
su existencia se ha desarrollado; como basta
estudiar el modo de ser de un territorio, para sa-
ber la dirección en que correrán sus rios. Esto
es lo que constituye en la vida como en la geo-*
grafía, la lógica de las sinuosidades.
La disolución de la República de Colombia,
traia un cambio fundamental en la condición
marítima y comercial del Pacífico. Guayaquil
dejaba de ser puerto de la primera República
de Sud América entonces y quedaba en simple
puerto del estadito del Ecuador. Como puerto
fluvial, no podia compararse con el puerto de
Valparaíso, que era marítimo, como el eslado
del Ecuador no era comparable en importancia
comercial con el estado de Chile. Disuelta Co-
lombia, Valparaíso, como el puerto del Pací-
fico mas cercano del Atlántico por la vía del
Cabo de Hornos, entraba en el camino de ser
muy presto el emporio comercial del Pacífico
por esa ventaja geográfica y otras, que no le ha
quitado ni quitará la misma California, mién-
60 VIDA DE WILLIAM WHEELWRGHT
tras no se canalice el Istmo de Panamá. To-
maba esa importancia Valparaíso, no á causa
de la disolución de Colombia, sino porque
coincidía con ella la asunción del rango que
tiene por la geografía como el puerto del Pa-
cífico mas cercano de la Europa, y que tomaba
por la política inteligente y progresista de Chile,
que lo hizo cabeza de una Provincia aparte, des-
prendida de su provincia capital , que era la de
Santiago, en provecho de ambas y de todo Chile,
lejos de ser en diminución del poder de San-
tiago : ejemplo que sin embargo no quiere imi-
tar hasta hoy cierta capital tomando como suyo
el único puerto marítimo que tiene todo el país
de su vecindad oriental trasandina. Así Guaya-
quil entraba en su decadencia, al tiempo en que
Valparaíso empezaba su ascensión por esta
principal doble causa : en Colombia desapare-
cía la institución del gobierno nacional, que en
Chile se constituia y vigorizaba con una ener-
gía que no ha cesado hasta hoy de progresar.
Donde no hay gobierno serio, no hay seguri-
dad , ni paz, ni comercio, ni empresas de me-
joramiento nacional.
su VUELTA A CHILE 61
De este modo explican las cosas mismas lo
que ellas produjeron, — la traslación de
Wheelwright, es decir, del espíritu de em-
presa, de Guayaquil á Valparaíso.
CAPITULO V
WHEELWRIGHT DEJA AL ECUADOR Y SE FIJA ENCHILE.
En 1829 llegaron á Chile dos hombres, que
en lo ulterior ejercieron grande influjo en los
destinos exteriores de ese país : Don Andrés Be-
llo y Mr. Guillermo Wheelwright. Bello formuló
su vida exterior como publicista y como profesor
de derecho de gentes ; y Wheelwright hizo en
parte, por sus obras de viabilidad y mejora-
miento material, lo que el otro formuló. Lo
curioso es que ambos fueron dos pérdidas que
hizo Colombia, sin contar la de Bolívar, ocur-
rida en el año siguiente de \ 830.
La inaciativa de la evolución comercial del
Pacífico quedó en manos de Chile ó, mejor
dicho, de su grande emporio, — Valparaíso.
62 VIDA DÉ WILLIAM WHELWRIGHT
Fijado en él Wheelwright , se quedó por
muchos años y fué teatro esa ciudad de sus
primeros ensayos industriales, en que conti-
nuó estudiando las necesidades de esos países
en punto á tráfico y comercio y agrandando su
caudal de experiencia de los hombres, costum-
bres, idioma y cosas peculiares, que fué la base
firme de sus empresas ulteriores de mejora-
miento para Sud América y de provecho perso-
nal para él mismo. No podia haber elegido
mejor sitio para punto de partida de su gran
carrera. Si los progresos materiales de Chile ,
en los siguientes tiempos no pueden explicarse
sin Wheelwright, el buen éxito y progresos de
Wheelwright^ no pueden explicarse sin la coo-
peración de Chile.
Vuelto á Chile en 1829, Mr. Wheelwright
estableció un servicio de paquetes á vela entre
Valparaíso y Cobija, puerto principal de Boli-
via, y él personalmente, tomó el mando, como
capitán mercante, de una goleta americana, —
La Veloz Manuela^ — que gozaba de gran
reputación por su rapidez, exactitud y buen
trato que los pasajeros recibían, del mas popu-
SITUACIÓN DEL PACIFICO 63
lar, amable y querido capitán que navegó jamas
las costas del Pacífico.
En ese tiempo un hermano suyo, hombre
instruido, de bellos modales, cortés, paciente y
como de cuarenta años de edad, instituyó y
mantuvo un colegio particular de señoritas, en
el cual se educaron las que podemos mencionar
por su papel ulterior en el mundo distinguido,
en honor del colegio en que tan bien se educa-
ron, y fueron entre otras, las señoritas de La-
marca, de Hobson, de Urmeneta, de Browne,
y tantas otras, que recuerdan con gratitud y ve-
neración el nombre de su honorable maestro
del colegio de Valparaiso.
La condición en que Wheelwrighl encon-
traba las ciudades del Pacífico, tal como venia
formada por su antiguo régimen colonial espa-
ñol, estaba en oposición, lejos de corresponder
á su moderno papel y destino en la vida comer-
cial á que la libertad las introducía. Eran ciu-
dades sucias, insalubres, mal alumbradas, mal
64 VIDA DE WILLIAM WHELWRIGHT
empedradas, escasas de agua, y faltas de todo lo
que una ciudad requiere para poblarse rápida-
mente por inmigrados de países civilizados.
Wheelwright hizo de sus necesidades de mejora-
miento otros tantos objetos de empresas tan útiles
como brillantes para el país y para él. En sus mi-
ras extensas, que abrazaban el mejoramiento so-
lidario de todos esos países del Pacífico, no se li-
mitó para esos trabajos á Valparaíso. Organizó
en esa ciudad la provisión de agua potable en
toda casa que quiso tenerla, por cañerías de
fierro en la forma conocida en ciudades de
Europa y América. Introdujo y estableció el
alumbrado por gas en la ciudad de Copiapó.
Plantificó en la ciudad del Callao, en el Perú,
el mismo sistema de provisión de agua potable
que en Valparaíso. En esta misma ciudad de
su residencia favorita, introdujo también y or-
ganizó el alumbrado por gas. En ciudades ex-
puestas á incendios por los materiales infla-
mables con que se edifica en previsión de los
estragos del temblor de tierra, la introducción
de agua abundante al alcance de todas las ca-
sas, era un doble servicio de salud y de seguri-
sus OBRAS DIVERSAS 65
■
dad. Introdujo en lugares desiertos de la costa
del Pacífico, máquinas para destilar agua po-
table, que han hecho casi confortable la vida
ulteriormente donde horrorizaba el encontrarse
en otro tiempo. Plantificó en varias partes de
la costa la fabricación de ladrillos de cons-
truccionpor máquinas poderosas. Llevó á cabo
la localizacion de boyas ó valizas en muchos .
puertos del Pacífico. Hizo infinitos viajes de
exploración á países vecinos y conexos con
Valparaíso, con el objeto de verificar ó descu-
brir la existencia de productos naturales del
suelo , capaces de servir al comercio de expor-
tación, tales como el carbón de piedra, salitres,
boraj, cal, y otras sustancias que son hoy obje-
tos ordinarios de comercio, gracias á Wheel-
wright, en mucha parte.
En Valparaíso se dio á infinitas empresas
secundarías, pero tales por su grande utilidad,
que contribuyeron al desarrollo de la prospe-
ridad material de Chile, varias de las cuales
son hoy mismo productivas de los mas satisfac-
torios resultados. A menudo él sugirió y propuso
lo que otros hicieron, y lo que otros sugirieron
.n
66 VIDA DE WII.LIAH WHEELWRIGHT
él lo ejecutó, habiéndose identificado en esos
términos con el movimiento progresivo de Chile.
Baste decir que por muchos años en ese feUz
país no hubo empresa de interés material en que
el nombre y la mano de Wheelwright, no es-
tuviesen mezclados de algún modo. Su nombre
popular y venerado hasta hoy en Valparaíso,
es un testimonio de ello. Pero todo eso no era
sino el prefacio de las grandes empresas en que
debia servir al interés de toda América, por no
decir de los dos mundos, puestos en contacto
inmediato y sistemado en mucha parte por la
obra de Wheelw^right.
CAPITULO YI
ORÍ GEN DE LA LÍNEA DE VAPORES DEL PACÍFICO.
Pero la gran prosperidad de Chile, dejaba
subsistente un vacio difícil de remediar, pues
venia de su situación geográfica, tan distante de
la Europa. — Entrando al Pacífico por el Cabo
de Hornos cuando lo conoció por primera vez,
VAPORES DEL PACIFICO 67
Wheelwright llegó armado de la prueba mas
duramente convincente para él, de que la gran
calamidad de esa región del mundo consistía
en la distancia remota que la separaba de la
Europa y de la América mas civilizada. Eman-
cipadas de Kspaña esas Repúblicas nominal-
mente libres, quedaban bajo el yugo de otros
tíranos no menos desastrosos, á saber, el tiempo
y el espacio inmenso que en cierto modo los
mantenia en su viejo aislamiento respecto
del mundo mas libre y mas civilizado.
El mas natural de los resultados de la inde-
pendencia, que era la apertura de esos países
su transformación en otros tantos mercados
para el tráfico del mundo fabril y comercial,
quedaba esterilizado por su situación antípo-
da y por la nulidad de los medios de tras-
porte. Cómo vencer ese obstáculo mas fuerte
que el de la dominación de España, era el po-
blema de vida ó muerte de esa redon después
de refuelto el de su independencia política.
Su solución era la suprema necesidad de esa
bella parte del mundo, y debia ser la primera
de sus glorias industriales. Pero el problema
68 VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT
estaba ya resuelto en parte desde la inven-
ción con que Fulton suprimió en cierto modo
el espacio y el tiempo , en la superficie del
mar. ¿Quién sino el compatriota de Fulton, esta-
blecido en el Pacifico, era el llamado á importar
y aclimatar en la América del Sud la navegación
por vapor , en el interés de su aproximación á
la del Norte y á la Europa, de un modo continuo,
permanente y sistemado? La fiebre de raza que
inspiró á un Americano la invención del buque
de vapor, inspiró á su compatriota la impor-
tación y aplicación de ese invento de un modo
tan audaz y nuevo como fué su concepción pri-
. mera. Prueba de ello es la impresión de para-
loxismo que causó su simple mención primera.
Ya hemos dicho que para juzgar y apreciar el
genio de Wheelwright es preciso compararlo á
su tiempo ó, mejor dicho, á la situación del teatro
de sus empresas. Hace treinta y cinco años que
sucedia lo que aquí recordamos. Crear lineas de
vapores, hacer ferrocarriles, construir telégrafos
eléctricos, alumbrar á gas las ciudades, es y será
siempre el honor de todo empresario. Pero la
gloria propiamente dicha, no es, en esas con-
LINEA DE VAPORES ¿9
quistas, sino del que primero convierte la utopia*
en realidad. No merece estatuas sino el que es
llamado loco por las aspiraciones que le valen el
titulo de grande, después de realizadas. — Vea^
mos como llegó Wheelw^right á la concepción ^
ejecución de su mas grande empresa en el Pa-
cifico, que fué la instalación y organización dh
la línea de vapores entre Valparaíso y Panamá^,
que hoy es entre el Pacifico y Europa por él Es-
trecho de Magallanes^ sin perjuicio del ttófióó
por Panamá como antes de ahora. * '^
> - >
No bastaba concebir la idea. Era necesario
■ * •
buscarle acogida en el público, es decir, enlosgoi-
biernos y en los capitalistas. Para ello era pre-
* ciso convencerlos, no tanto de su conveniencia^
que todos comprendian, como de su practicábi-
lidad, en que nadie creia. La verdadera origi-
nalidad de Wheelwright consistía en ser el pri-
mero que vio la posibilidad de esa obraren el
Pacifico. Era sin embargo el tiempo en que la
navegación á vapor se introducía y extendía erí
todos los mares del mundo. La idea de su apli^
cacion algrande Océano Pacífico, aunque nue-
va y atrevida por entonces, no tenia nada de ih-¿
70 VIDA DE WILLIAM WHKELWRIGHT
sensata , como lo probó el resultado. Eso no
impidió que Wheelwright fuese tenido por vi-
sionario no solo entre el vulgo de Sud América
sino por ingleses mismos. Un ministro británico
residente en el Perú llegó á dar por consigna á
sus sirvientes de negar su presencia en casa to-
da vez que el loco Wheelwright preguntase por
él. Los muchachos de la calle en Lima, befaron
mas de una vez al maniaco que soñaba en acer*
car la costa del Pacífico á la Europa por Pa-
namá.
Y entre tanto es la verdad que no se trataba
únicamente de introduir un nuevo agente mo-
tor en la navegación del Pacifico, sino también
un cambio de su geografía política y social.
No debemos pasar adelante, para fijar bien
el valor del hombre que historiamos, sin dejar
establecido que Wheelwright no es el mero re-
presentante de una empresa mas ó menos con-
siderable en los países occidentales de Sud Amé-
rica. Representa en realidad toda una revolu-
ción económica en el sistema de tráfico y de co-
municación internacional y doméstica ; y damos
á ese cambio expresamente el nombre de revo-
Sü REVOLUCIÓN ECONÓMICA 71
lucion, en sentido metafórico, porque en rea-
lidad es y forma p.arte, y la parte mas sana y
útil de la revolución americana de esos países
contra su viejo régimen colonial español. En
este sentido es nuestro hombre un continuador
de Bolívar, el Cochrane de la paz en los mares
libres del Pacífico.
Dos cosas formaban el viejo régimen de esos
países : 1^ su dependencia del gobierno de Es-
paña como territorios pertenecientes á esa Me-
trópoli, y 2^. el orden interno que habian recibido
eñ el interés de hacer perpetua esa dominación.
Consistía en esto último lo peor del régimen co-
lonial. Una colonia puede ser fehz, civilizada y
libre con el régimen que tienen el Canadá y la
Australia. Pero la mas completa independencia
exterior no le quita su atraso y servidumbre ai
país organizado interiormente como lo estaban
las ex-colonias de España en América. Su re-
volución, por tanto, debió ser y fué doble como
fué su despotismo, y su doble objeto consistió en
romper la dominación española y constituirse
independientes, y en cambiar el orden colo-
nial interno en el sentido del progreso y de la
72 VlOA DE WILLIAM WHEELWRIGHT
libertad, es decir del gobierno de América por
América y para América. ,
Vamos á ver que de esta revolución interna
forma parte la de progreso que Wheelwright
representa por su obra complexa, de que no son
sino detalles los diversos trabajos que forman un
sistema, porque todos propenden á un fin, — la
viabilidad. Su revolución abraza no solamente
un nuevo sistema de navegación sustituido á otro,
el buque de vapor en lugar del buque de vela, en
mares sujetos á calmas y corrientes contrarias
permanentes, sino también una revolución geo-
gráfica por la cual quedan las Repúblicas del
Pacífico, que antes ocupaban un extremo re-
moto del mundo, en el centro mismo de la gran
ruta comercial que liga directamente á la Eu-
ropa con el Asia comercial (India, Chinay Aus-
tralia), por -la rehabilitación de la via que buscó
Cristóbal Colon para aproximar la Europa del
Asia cuando sin saberlo dio con las Indias
Occidentales.
Compatriota de Prescott, de Washington
Irbing y de Motley, Wheelwright se guardó
de imitar á los Sud- Americanos en su desprecio
su REVOLUCIÓN GEOGRÁFICA 13
por toda fuente española de infamación solo
por ser española. Interrogó al contrario sus
anales Americanos y en sus respuestas halló la
bella idea de ligar á la Europa con el Pacifico
y la Australia, por la via de la América central ;
pues no era sino un camino que habia practi-
cado España mucho tiempo, procediendo de
Cádiz á Vera-Cruz, de allí á Acapulco en el
Pacifico, y de allí á sus Filipinas, del Asia
Austral.
Wheelwright debió ser conducido á la con-
cepción de su cambio, por la observación y la
experiencia paciente de muchos años emplea-
dos en la navegación á vela del Pacífico. Lu-
chando con las calmas persistentes de ese mar,
aprendió, á su costa, á conocer la dilapidación
de tiempo y de dinero que ese terrible incon-
veniente originaba al comercio general del
mundo. Fiel al ejemplo de sus antepasados los
Puritanos, que al llegar á Machassussets por
la primera vez, de cada desventaja del suelo
hicieron un recurso, Wheelwright comprendió
que si las calmas eran un mal para la nave-
gación á vela, también eran un tesoro para la
74 VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT
navegación á vapor. Así combinados el nuevo
motor con la nueva geografía, ponían entram-
bos al Paicífico á un tercio de la distancia de
espacio y de tiempo en que estaba respecto de
la Europa por las tradiciones coloniales com*
binadas con las condiciones físicas de esa
región.
La adopción de la vía de Panamá, sin el
empleo del vapor, no adelantaba mucho la
condición actual de cosas. El vapor sin la vía
de Panamá, en tugar de la del Cabo de Hor-
nos, quitaba á la empresa la cooperación del
ínteres europeo de aproximarse del Asia por
una vía al través de la América central . Acer-
carse de Panamá, que está vecino de las
Antillas, era para los países meridionales del
Pacífico, aproximarse de la Europa, pues la
Europa, en cierto modo, empieza en las
Antillas.
Concebida esa gran mira, estaba en cierto
modo resuelto el problema de su ejecución ;
pero de seguro que las cosas no podían que-
dar como estaban. Después de vencida y arro-
jada España de esos países, quedaba el sistema
RESISTENCIAS REACCIONARIAS 75
colonial español en toda su vigencia coexis-
tiendo con la independencia obtenida por los
triunfos de la espada.
CAPITULO YII
«
LUCHA DE WHEELWRIGHT CON LOS RESTOS DEL ANTIGUO
RÉGIMEN COLONIAL EN EL TRÁFICO.
Se puede decir que todo el sistema colonial
español estaba consignado en el sistema de
comunicación y de tráfico, ó mejor dicho en
la falta sistemada de comunicación y de
tráfico;
En la incomunicación y el aislamiento de
las poblaciones unas con otras y de los países
americanos con los países extranjeros ;
En la ausencia de todo comercio, y de toda
industria;
En la falta de caminos y de puentes ;
En la elección de malos puertos, mante-
nidos por sistema en mal estado^ como para
hacer efectivas aquellas prohibiciones;
r
76 VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT
En la exclusión de toda inmigración libre
de extranjeros ;
En la ausencia de todo trabajo productor y
de capitales ocupados en producir ;
En la aduana exclusiva y prohibitiva de todo
comercio libre ;
En la inseguridad, lentitud y carestía de la
posta ó de los correos.
Esta situación era servida por las leyes
coloniales, mantenidas en las costumbres for-
madas por ellas á las poblaciones indígenas ó
naturales. Pero mejor que por las leyes era
mantenida por su misma .condición física, ó
mejor dicho por la geografía política creada
para excluir el tráfico y la circulación, que
podían hacer nacer el comercio, la riqueza, el
poder, la libertad, la independencia.
Así fué que la victoria militar de Bolívar en
Ayacucho, derrocando la autoridad española
en Sud América y dejando en pié todo el orden
interior de cosas del tiempo colonial, solo
destruyó la dependencia en que América
estaba respecto de España, pero no su gobierno
interior colonial que seguía coexistiendo con la
RESISTENCIAS DE LA RÜTINiV 77
independencia y produciendo los mismos malos
efectos que anteriormente, no ya en servicio
del gobierno español, es verdad, sino en el
mal entendido interés de los gobiernos patrio3,
establecidos en nombre de la libertad ame-
ricana.
Nada es mejor prueba de esto que las resis-
tencias oficiales, que Wheelwright encontró
en los nuevos gobiernos, para introducir y esta-
blecer su método de tráfico libre, rápido y
seguro, que á nadie servia mejor que á ellos
mismos, como lo probó la experiencia ulte-
riormente.
De ahí es que Wheelwright, para buscar
apoyos á su empresa tuvo que empezar por
apelar á los suyos , es decir, al comercio
extranjero de que él era miembro en las
plazas de Chile, Perú y Ecuador; y como era
la expresión y órgano de ese comercio extran-
jero en las miras de su plan trasatlántico,
fácilmente la hizo recibir de todos como su
propia empresa en sus simpatías, como lo
fué bajo cierto aspecto por su cooperación,
y sobre todo por los frutos reportados.
78 VIDA DE WILUAI WHEELWRIGHT
¿Qué mejor prueba que esa, en favor de los
beneficios, que á esos países de Sud América
traen las inmigraciones de europeos? Se veia
en ese ejemplo á la inmigración produciendo
la inmigración de capitales y de elementos
europeos de progreso. Se ha dicho, con razón,
que el mejor agente de colonización y de emi-
gración, es él mismo colono, el mismo emi-
grado, que llama y atrae a los suyos con mas
eficacia que el mas seductor de los agentes.
La Europa, según eso, atrae á la Europa en
América mejor que la América misma. Y tal
cual es la Europa que llama, así es la Europa
que acude : lo cual enseña dos verdades útiles
á Sud América, á saber : que se debe atraer
artificialmente la primera inmigración y que
no se debe atraer sino la mas selecta y exce-
lente.
Empezó en efecto en los círculos comer-
ciales el movimiento de opinión, que Wheel-
wright silscitó en fayor de su grande empresa
de progreso general, para acabar por encontrar
sus grandes recursos pecuniarios en Inglaterra,
donde los encontró la empresa de la indepen-
EN QUÉ ESTABA SU PODER 79
dencia política de esos mismos países. Las dos
causas económicamente formaban una sola.
Es difícil entraren este estudio sin hacerse la
reflexión siguiente. Introducir, fundar una no-
vedad como el vapor marítimo en países donde
era desconocido por lo remoto y oscuro de su
situación, era ya una grande empresa; pero
empezar por fundar una línea de vapores era
una empresa mas que atrevida ; era una especie
de locura, como muchos la calificaron. Era de
esas empresas arduas en todo tiempo. Lo seria
hoy mismo para el hombre mas poderoso en el
Pacífico.
¿Quién eraWheelwright, qué tenia Wheel-
wright cuando acometia ese negocio? ¿Era un
gran comerciente, un propietario millonario,
un hombre poderoso por su situación? Nada de
todo eso. Era un extranjero en esos países, y
todo su capital consistía en lo que tenia Colon,
en España, cuando concibió el proyecto de atra-
vesar el mar Atlántico. Todo su caudal era su
idea, una grande i3ea que derivaba su poder de
su propia importancia intrínseca, es decir,
de ser la idea de un cambio que á todos con
80 VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT
venia grandemente. Wheelw^right se hizo el
brazo de esa idea, el instrumento y órgano
de ese gigante que se llama todo el mundo ^
á cuyo poder nada resiste, desde que un desig-
nio importante conquista la sanción de su opi-
nión. Procurar á su proyecto esta sanción
era todo el nudo de la dificultad, dificul-
tad en cuya solución empezó por probarse la
capacidad excepcional . de Wheelw^righl como
empresario,la cual consiste, como hemos dicho,
no solamente en concebir una grande empresa,
sino en tener la grandeza y perseverancia de
esa voluntad que tiene la fuerza de una ley.
CAPITULO VIII
COOPERACIÓN QUE WHEELWRIGHT PIDE PARA SU EMPRESA Á
LOS GOBIERNOS DEL PACÍFICO.
Examinados y discutidos todos los elemen-
tos del plan de Mr. Wheelwright, en méetings
públicos tenidos en las plazas comerciales de
Valparaiso y Lima, y con vista del parecer dado
por comités de personas competentes para inda-
OBSTÁCULOS DE LA RUTINA 81
gar la practicabilidad y conveniencia de dicho
plan, obtuvo Wheelwright la mas unánime y ca-
lorosa sanción de lodo el comercio extranjero
dé esos países, que era en realidad todo su co-
mercio.
Apoyado en ese movimiento de opinión inte-
ligente, acudió el empresario á los gobiernos de
los Estados del Pacifico en busca de una coope-
ración en cierto modo indispensable por la ha-
bitud de esos países de deberlo todo á su inicia-
tiva oficial , y por la naturaleza casi pública de
las empresas de comunicación y trasporte. Era
ésta una tarea menos sencilla dQ lo que debia
esperarse. Aunque gobiernos libres por divisa
y espíritu , se componían de hombres educados
en el sistema colonial arriba descrito. La liber-
tad estaba en sus deseos, pero el coloniaje en sus
hábitos. No se entendían entre sí, con respecto á
su política comercial, no obstante la necesidad
de su causa americana. Acabados de insta-
larse vivían ocupados de defender su propia
existencia, disputada y amenazada y destruida
á menudo por los suyos. Baste decir que eran
gobiernos en formación.
99 VIDA DE WILLUM WHEELWRIGHT
De 1835 á 1845 en que Wheelwright con-
cibió y ejecutó su empresa, fué cabalmente el
periodo mas crítico de la formación de esas
Repúblicas del Pacífico. La primera dificultad
para obtener las concesiones, que la empresa
necesitaba, era saber á quién pedirlas. Todos
los Estados del Pacífico en ese período de su
historia vieron en problema su propia existen-
cia. No bien Colombia habia creado á Bolivia,
cuando ella misma cesaba de existir como Union
federal. Bolivia misma después de existir, se
vio anexada al Perú para formar una confedera-
ción, que Chile miró como una amenaza á su
propia existencia, por cuyo motivo desnudó su
espada y disolvió la Confederación Perü-Bo-
Üviüna. No hacia mucho que el mismo Chile
habia escapado á la anarquía, por la consolida-
ción de su gobierno interior.
Todo eso se pasaba mientras Wheelwrright
se ocupaba de organizar su empresa, que se
formó, puede decirse, junto con esos Estados,
y fué tal vez la parte no menos .esencial de su
organización. Esa situación de cosas afectaba á
la empresa en todos los. terrcMs, pues hasta
DIFICULTADES CON QUE LUCHA 83
para formar la Compañía, que debía levantar
el capital en Europa, la instabilidad é incerti-
dumbre de los gobiernos del Pacífico era la ob-
jeción mas embarazosa.
El gobierno de Chile como mas establecido,
empezó por dar todo su apoyo al sistema de
comunicación, que debía taerle mas ventajas
que á los demás, por la situación geográfica de
su país, y por la naturaleza de sus productos.
Por una ley de 25 de agosto de 1833, concedió
á Mr. Wheellwright los privilegios y exenciones
que solicitó para su navegación excepcional.
Para obtener iguales concesiones del go-
bierno de Bolivia, que era el Estado inmediato,
Wheelwrighl tuvo que cruzar la cordillera de
los Andes y buscar al gobierno en Potosí, donde
se encontraba á la sazón. Se halló de testigo,
con ese motivo, en la batalla de CarabobOj en
que el general Santacruz venció y tomó pri-
sionero á Salaverry. Fué una de las muchas
aventuras que Wheelwright tuvo que contar
de su vida en Sud América. Salaverry, que le
conocía, le hizo depositario de sus últimas pa-
labras y papeles privados. La neutralidad pro-
84 VIDA DE WÍLLIAM WHEELWRIGHT
bada de su conducta leal y circunspecta- en
Jas disensiones civiles de esos países, valió á
Wheelwright el respeto de todos los partidos.
El Estado del Ecuador le hizo su concesión
en 1837, solo por cuatro años, de un privi-
legio de navegación á vapor sin derecho á par-
ticipar de la navegación de cabotaje.
La República de Nueva Granada, que tenia
en el Atlántico sus mejores puertos, como los
de Cartagena y Santa Marta, no mostró el mismo
afán que sus vecinos del Pacífico por favorecer
una empresa cuyo principal mérito para estos
era el de ligarlos directamente con la Europa
por el Istmo de Panamá, es decir por el territo-
rio granadino. Ese Panamá que hospedó al Pri-
mer Congreso americano reunido en vista de
unificar la América política, se mostraba menos
hospitalario para la unidad mercantil de la
América occidental.
La resistencia ó apatía de esos gobiernos era
inconcebible cuando se piensa que las conce-
siones que Wheelwright les pedia se reducían á
favores que les rogaba él hacerse á sí mismos,
es decir, al interés de los países de su mando.
CONCESIONES SOLICITADAS 85
Esto parece increíble , pero es el hecho mas
notorio. Lo que Wheelwright les pedia, en
efecto, le dejasen fundar en el remoto y so-
litario mar del Pacífico, ño era otra cosa que un
servicio de pública administración, que en
todas partes es del resorte, del interés y del de-
ber de los gobiernos progresistas promover y
establecer; tal es el del establecimiento de vias de
comunicación y trasporte de correspondencia,
de personas y de mercancías. Los gobiernos de
Holanda, de Inglaterra, de Estados Unidos,
dieron siempre un ejemplo confirmatorio de lo
que dejamos dicho, y lo dan hoy mismo.
Bastará examinar una por una las cuatro con-
cesiones principales, que Mr. Wheelwright les
pedia, para convencerse, con asombro, de lo
que dejamos aseverado.
Consistía la primera en el privilegio exclusivo
de navegar las costas del Estado, con buques de
vapor, por diez años, con el goce de todos los
favores de la marina nacional mercante*. El
vapor hasta entonces era desconocido en el Pa-
cífico, en tal grado que pasaba por paradojal la
idea de establecerlo. Privilegiar un buque de
86 VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT
vapor aislado y solo , en un paraje apartado ptídía
significar la exclusión de una concurrencia po-
sible y útil. Pero privilegiar una linea que debia
establecer en una costa de tres mil millas, no
solamente el vapor, sino por el vapor una comu-
nicación continua^ rápida y segura entre los
países vecinos y entre todos ellos y la Europa
pot el Istmo de Panamá^ es decir, por una di-
rección desconocida hasta entonces, era hacer á
esos países, dejados en el mas vergonzoso aisla-
miento por un coloniaje abyecto de tres siglos,
el don mas grande que su imaginación podía
concebir y apetecer su condición. Tal privilegio
á nadie excluía porque no había ni sombra de
concurrentes.
La segunda concesión consistía en la libertad
que debia dejarse á los vapores de hacer escala
en los puertos de la República para recibir y
dejar pasajeros ó carga, sin pagar derechos de
tonelaje, anclaje, etc., etc. Esa simple demanda
moslraba la vigencia persistente, en plena repú-
blica libre , del sistema colonial de tráfico que
había mantenido cerrados al comercio los puer-
tos del país. Pedir el goce de una libertad á
GOxNGCSlONES A LA EMPRESA DE VAPORES 87
goBieriios que se decían nacidos de la libertad
para fundar la libertad de tratar con todo el
mundo, era de tomarse como ironía, pues sin
la libertad de traficar con los puertos de la Re-
pública, venia á ser mera comedia la preten-
dida abolición del régimen colonial español. ¿No
era en realidad como pedir al país la libertad
de hacerle el mayor beneficio ?
Consistía la tercera concesión que pedía Mr.
Wheelwright en el permiso de establecer ponto-
nes para depósitos del carbón con que debían
navegar los vapores , sin pagar por ello dere-
chos á la aduana. Tal permiso era una condi-
ción tan obvia y esencial de la navegación á va-
por, que se trataba de establecer, que negarlo
habría sido equivalente á negar la libertad de
navegar á vapor en esos países víctimas de la
navegación á vela, pues el carbón es el vapor.
La 4* concesión solicitada, era que el gobier-
no "se obligase al pronto despacho de los buques
y á que no sufran retardo alguno en su viaje,
para cargar ó descargar, entrar ó salir, siendo
la exactitud, en tales comunicaciones, un punto
del mas esencial y general ínteres. Semejante
68 VIDA D& WILLIAH WHEELWRIGHT
demanda dirigida al gobierno regular de un país
liabituado al libre tráfico, hubiera sido incom-
prensible, ó tenido por una burla, pues era equi-
valente á pedir al gobierno que cumpliese su mas
rudimental deber por via de concesión ó favor.
Pero Mr. Wheelwright , sabia por experiencia
que era tal el poder de la rutina colonial en
esos países , entrados de improviso al régimen
de la libertad, que se necesitaba de todo el poder
del gobierno para removerlo.
CAPITULO IX
LO QUE WHEELWRIGHT PROPQNIA EN CAMBIO DE LAS CON-
CESIONES.
¿Qué proponía Wheelwright como causa y
razón justificativa de esas concesiones? ¿Qué
valor tenia su plan para los intereses generales
del público ? ¿ Qué lo hacia digno del apoyo y
cooperación que solicitaba de los particulares y
de los gobiernos ? Nada menos que un cambio
de progreso y de mejoramiento, equivalente á
LO QUE ÉL proponía ^9
toda una revolución económica contra el viqjo
régimen colonial de comunicación y tráfico en
todos esos países del Pacífico, no menos impor-
tante qup la completada por Bolívar en la batalla
de Ayacucho contra la dominación española en
América. Y no es mera exageración de retórica
esta manera de presentar las cosas. Lo que
Wheelwright emprendía era realmente una re-
volución completa en el sistema de comunica-
ciones y de tráfico de esos países ; y esa revolu-
ción constituía la mas bella y saludable faz de la
revolución de Sud América contra su antiguo
régimen colonial. La esencia de ese régimen, lo
repetimos, consistía en dos cosas principales :
una era la dependencia en que estaba Sud Amé-
rica del gobierno de España, en virtud de la fic-
ción que hacia de América una tierra integrante
del suelo español : otra era su orden interior y
doméstico de cosas, fundado en el principio del
aislamiento, de la incomunicación, de la pro-
hibición, de la exclusión de todo tráfico y co-
mercio con el extranjero. Bolívar terminó la
revolución que acabó con la primera. Wheel-
wright comenzaba la que debía concluir con la
90 VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT
segunda. Viniendo tras de Cochrane en los
mismos mares y en la misma empresa de
fundar un nuevo régimen de libre contacto con
el mundo, Wheelwright era el Cochrane de la
campaña pacifica contra el viejo régimen colo-
nial de tráfico y comercio en esa parte consi-
derable de Sud América.
Bajo el simple aparato de una grande em-
presa industrial, lo que en realidad proponía
era cambiarla condición de todo un mundo en
este sentido : — en lugar de un estado de cosas
debido al sistema colonial mas abyecto y atra-
sado de que ofrezca ejemplo la historia, fundar
un nuevo orden de tráfico, organizado con los
medios y elementos mas perfectos y poderosos
que presenta la civilización industrial del
siglo XiX.
Él no se sirvió de este lenguaje ciertamente.
Era demasiado prudente y circunspecto para no
saber que dirigiéndose á los gobiernos en nego-
cio tan serio, la sobriedad y moderación de sus
ofertas confirmaba su capacidad de llevarlas á
cabo.
Los argumentos y razones de que se sirvió
PETICIÓN A LOS GOBIEUNOS 91
para buscar á su obra el apoyo de todo el mundo
serán objeto de un examen que de ellos haremos
ahora, al través de la prensa inglesa, la mas
positiva en negocios de ese género , en cuyos
principales órganos, encontró la mas simpática
y calorosa acogida.
Y desde luego el interés hislórico de las tex-
tuales palabras con que Wheelwright se dirigió
á los gobiernos del Pacífico, justifica la reprodu-
cion literal que haremos aquí, aunque par-
cialmente. Presentóse á esos gobiernos, lla-
mando su atención « á un asunto de eminente
importancia y ligado con los mas caros inte-^
réses del país, cual es la navegación por bu-
ques de vapor en el mar Pacifico. Por la expe-
riencia que he adquirido en los muchos años
de mi residencia en estos países, estoy conven-
cido íntimamente de la inmensa utilidad que
el comercio y la agricultura recibirían, por
una continua, rápida y segura comunicación
entre los países vecinos y particularmente como
ruta de tránsito para Europa por la vía de Pa-
namá.; y su establecimiento, ha sido objeto de
mi constante anhelo. »
92 VIDA D£ WILLIAM WHEELWRIGHT
« Los rápidos progresos de los países marí-
timos son mayormente debidos á la grande
ayuda del vapor ; todos los estados de Europa
han experimentado su benéfico y poderoso in-
flujo, y los Estados Unidos del Norte han des-
plegado un comercio gigantesco por medio de
este grande descubrimiento. Viajes que en el
dia ocupan en esla costa 18 y 20 dias por
motivo de las calmas y corrientes, con el vapor
podrían hacerse en dos dias, gozando, ademas
de la náayor comodidad. »
« La prueba mas obvia de la importancia
del vapor, es su empleo general en casi todo el
mundo mercantil ; y si en Europa donde la co-
municación ha sido excelente y rápida por sus
infinitos y hermosos caminos carriles por tierra,
y sus paquetes cómodos y veleros por mar, se
ha probado tan útil, ¿ cuánto mas importante
debe ser su uso, en estas costas, que no gozan
de ninguna de estas ventajas ? »
c< Entre los países marítimos mas celosos del
progreso de su cabotaje, se cuentan Inglaterra
y Norte América, donde la comunicación por
vapor, ha tenido una mano protectora, en tal
MOTIVOS DE SUS PETICIONES 93
grado que su influjo ha abierto nuevos ramos de
comercio y de agricultura, y producido grandes
V benéficos resultados. Es un bien entendido
principio, que mientras mas fácil es la comuni-
cación, mayores ventajas resultan para todos. »
c( Para principio de las operaciones medita-
das, Emo. Señor, propongo ahora poner en
carrera dos buques de vapor, abrazando todos
los puertos principales de la costa, desde Val-
paraiso hasta Panamá. »
c( Para llevar á cabo esta empresa, es mi
intención formar una Compañía, de tal modo
que todos puedan tomar en ella las acciones
que gusten, y así evitar celos y que nadie
pueda quejarse de monopolio. »
ce Como es costumbre de toda nación pro-
teger empresas que ofrecen ventajas al Estado
y á sus habitantes y particularmente á las de
esta naturaleza, tan importante como difícil
para llevarse á efecto, por motivo de la dis-
tancia tan grande del lugar donde es necesario
fabricar los buques y máquinas, el riesgo del
viaje, la fácil descompostura de la máquina
y sin recursos para componerse, la falla de
94 VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT
carbón de piedra, de mecánicos, de operarios
y una multitud de dificultades y obstáculos
inherentes á una clase de empresas de esta
naturaleza : »
« Por lo tanto, pido se me conceda, etc, »
(Siguen ahora los concesiones, que dejamos
mencionadas.)
Para apreciar el contenido de este docu-
mento no hay que olvidar su data 1833, y el
lugar de su data, la costa occidental de la
América antes española.
Las propuestas que en cambio de esas
concesiones hacia Wheelwright, eran lo que
se veiüy como dice Bastiat ; pero lo que no se
veía, sino por el ojo trascendente del empre-
sario, era la gran revolución de que su
empresa así no mas presentada, constituia
apenas el camino de llegar al cambio de los
destinos modernos del tráfico comercial y
social en esa parte rica del mundo civilizado.
Y, sin embargo, este era su soberano
recurso, el recurso de sus recursos, el verda-
dero motor de sus vapores, por decirlo así. La
concepción de un plan tan vasto era en efecto
PRECURSOR DE ASPINWALL 95
lo que le constituía grande empresario. Ser
capaz de acometer tal empresa, en tal época y
en tal medio, era ya un rasgo de un hombre
superior. Pero tener la energía y el poder de
voluntad para perseverar veinte años en su
ejecución disputada, resistida y heroica, era el
complemento de su capacidad de verdadero
grande empresario.
Parece indudable que por los mismos años
de 1835, Mr. Wheelwright solicitó del go-
bierno de Nueva Granada un privilegio, que se
concedió, no á él, sino á Biddle, para esla-
blecer una comunicación acuática ó terrestre
del Atlántico al Pacífico, por el Istmo de
Panamá. — Como ese trabajo interesaba á
su plan y formaba parte de él , es de presumir
que fué suya la iniciativa. Ignoramos por qué
causa quedó en nada la concesión hecha á
Biddle, hasta 1842, en que el gobierno gra-
nadino dispuso que vencido el término de la
concesión de 1835, sin realizarse, se recibiesen
propuestas para un nuevo privilegio. Wheel-
wright dice en una apuntación privada que no
recibió este decreto de 1842, sino en setiembre
96 VIDA DE WI^LIAM WHEELWRIGHT
de 1843, Pero es fuera de duda que la idea
realizada por Aspinwall, fué de Wheelwright,
y no puede creerse otra cosa, siendo el ferro-
carril de Panamá la integración de la linea de
comunicación á vapor entre el Pacífico y la
Europa, y habiendo sido Panamá, como pro-
vincia de Colombia, un país familiar á Wheel-
wright desde que fué cónsul de los Estados
Unidos en Guayaquil.
su VIAJE A LONDRES EJH 1838 97
CAPITULO X
Wheelwright en Londres con el objeto' de formar la
compaíñíía de vapores del pacífico. — opiniones de
LA PRENSA. INGLESA SOBRE EL PLAN DE WhEELWRIGHT.
— Auxilio que recibe del libro de M. Scarlett
SOBRE SuD América.
Armado de sus concesiones oficiales , si no
grandes, absolutamente indispensables, de sus
recomendaciones populares, y de su grande idea
desenvuelta en un luminoso folleto , con in-
finitos documentos en su apoyo, y coronado el
todo con un mapa de la costa del Pacífico,
se presentó en Londres y en Glasgow, por los
años de 1838. Wheelwright tendría entonces
la edad de cuarenta años, y su persona misma
no era su menor recomendación. Grande, bien
hecho, sano, corpulento, ágil, abierto, digno y
grave de semblante, no le faltaba ni la posesión
de la lengua española, para hablar en el inte-
98 VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT
res de las dos Américas en el país de su idioma
propio, que era el ingles.
Un economista insigne, un diplomático con-
sumado, un político profundo no habría conce-
bido, formulado, organizado y desenvuelto en
el terreno práctico con mas habilidad y tacto,
que probó Wheelwright, en la misión que se
dio él mismo tan relacionada con el comercio ,
con la economía, con la industria, con el orden
social y político.
Tuvo la buena fortuna de empezar su cam-
paña bajo el auspicio de un libro científico
recien aparecido con el nombre autorizado
del Honorable P. C. Scarlett, que trataba nada
menos de South America and the Pacific^
— era su título, — y en particular de la
comunicación posible de ambos Océanos por
intermedio de la América Central , hecha
practicable por un canal ó un ferrocarril. En
conexión con los resultados comerciales y polí-
ticos, que serán resultado de una comunica-
ción por el Istmo de Panamá, Mr. Scarlett había
agregado al fin de su obra en dos volúmenes,
un Memorándum^ que dirigió al Foreing Of-
EL LIBRO DE M. SCARLETT 99
fice (poco después de su regreso á Inglaterra
de su viaje al través de las Pampas y de los
Andes^ desde Buenos Ayres á Valparaíso, Lima
y Panamá), — sobré la ventaja de usar del Istmo
de Panamá, como un conducto mas rápido de
comunicación entre Europa y los Puertos del
Pacífico. Las ideas de Mr. Scarlett coincidian
de tal modo con las de Mr. Wheelwright sobre
este último punto, que no halló mejor medio
de completar su Memorándum^ que anexará
él, como pieza justificativa, el folleto titulado
Statements and Plans de Mr. Wheelwright.
A cual de^ los dos si á Mr. Scarlett ó á
Mr. Wheelwright pertenecía la sugestión ori-
ginal del plan, es cuestión bien secundaria. El
hecho de estar agregado á la obra del primero
el plan de Wheelwright, prueba al menos
que no lo tomó este de ese libro. Lo que es
indudable, es que en ese libro de Mr. Scarlett
tuvo Wheelwright el mas oportuno y decisivo
apoyo en la opinión del público y del gobierno
ingles. Si supo él propiciarse la cooperación
de ese personaje importante no seria sino mas
honroso para Wheelwright elTiaber empezado
100 VIDA DE WILLIAM WliEELWRlGHT
por conquistar á favor de su idea el apoyo de
la ciencia.
El hecho es que toda laprensa.de Londres
se ocupó de los dos trabajos, discutiendo la gran
cuestión de la comunicación de Europa con
Asia y el Pacifico por el Istmo de Panamá. La
reproducción de sus palabras autorizadas que
haremos aquí por el interés histórico, será de
paso el mejor modo de conocer á la vez el
plan de Wheelwright y la opinión que de él
formaron los primeros órganos de la prensa
británica.
Son del caso los siguientes detalles, tomados
por el Times, del 6 de febrero de 1 838, en el
Memorándum de Mr. Scarlett, sobre la dura-
ción, en aquel tiempo, de los viajes de Inglaterra
á los Puertos del Pacífico, en buque á vela
por el Cabo de Hornos.
A Valparaíso, 100 días.
A Lima, 110
A Guayaquil, 120
Mientras que el pasaje por Panamá, debía
ser ejecutado fácilmente en los siguientes pe-
OPINIONES DEL TIMES lOI
ríodos desde el Pacífico á Inglaterra, por buques
de vapor, y por la via de Panamá.
De Valparaíso, 62 días.
De Lima,. 51
•De Guayaquil, 46
Diferencia en favor de la ruta por las Indias
Occidentales, de Lima á Inglaterra, 59 días.
Según el Plan de Mr. Wheelwright (apre-
ciado por el mismo Times ^ del 6 de febrero de
1838, de que son extraídos los siguientes datos),
tenia el cambio propuesto toda esta importancia.
c< El tráfico británico en esas costas (decía
Mr. Wheelwright en su Plan anexado por
Mr. Scarlett á su Memorándum pasado al /b-
reing Office) asume ya un carácter é impor-
tancia, que justifican y demandan desde ahora
el cuidado y protección del gobierno de S. M.
La comunicación propuesta no puede dejar de
aumentar sus facilidades y seguridad, en una
extensión sin paralelo en los anales del ínter-
curso comercial. La reducción del tiempo en la
comuniciacion entre la gran Bretaña y las costas
del Pacífico, de cerca de cuatro meses á cuarenta
102 VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT.
dias, debe ofrecer al comerciante y al manu-
facturero la incalculable ventaja de tener cons-
tantes y frecuentes avisos, que les permitan
reglar sus cargamentos según las demandas de
los mercados extranjeros. Entrarán ademas en
el goce de los productos de sus mercancías, tres
ó cuatro meses mas temprano que hoy le tie-
nen ; sus agentes podrán sacar partido de los
precios corrientes en mercados que. abrazan
una extensión de costa de tres mil millas, sin
incurrir en los presentes riesgos y demoras;
una demanda creciente de manufacturas in-
glesas se verá producirse ; se gozará de mayor
seguridad para las personas y propiedades ; y
las escuadras de su Majestad estacionadas en
esos mares recibirán infinitamente mayores
medios de llenar eficazmente sus propósitos. »
« La Isla de Jamaica, situada en posición
geográfica que por los arreglos propuestos será
la joya del Pacifico, podrá reasumir su lucra-
tivo tráfico anterior con esos países, y vendrá á
ser un depósito de abastecimiento.
c< Poco mas de un mes bastará á un pasajero
de Australia para tocar las costas del Perú ó de
PLAN I^E SU. NAVEGACIÓN 103
Chile, y una ó dos semanas mas para embar-
carse en el Atlántico, de modo que^l favor del
vapor, de Jamaica á Inglaterra todo el viaje
sera hecho en el periodo de 60 á 70 dias.
c< Si la India tiene títulos para reclamar de
Inglaterra el establecimiento de navegación S,
vapor (como lo tiene realmente) no obstante los
innumerables obstáculos que hay que vencer y
los enormes gastos requeridos para efectuarlo,
ciertamente que las Colonias occidentales del
imperio de Su Majestad algún derecho tienen
á participar del patrocinio del gobierno, parti-
cularmente cuando no hay obstáculos que
afrontar, y el subsidio requerido producirá
indudablemente una remuneración de lo gas-
tado. »
« El oeste de Méjico destinado probablemente
á formar un Estado separado, enviará el pro-
ducto de sus ricas minas á ese punto que
parece haber sido destinado por la naturaleza á
ser la gran ruta de comunicación con Europa»
California, al presente tan aislada del mundo
civilizado, gozará igualmente de su influjo re-
juvenecedor (esto era escrito en 1836). Las
104 VIDA DE WILLIAM WHEELWRKiHT
ricas pieles del Noroeste de América, encontra-
rán un nuevo camal para su tránsito al gran
Emporio de Europa y aun las distantes regio-
nes de Kamschatka, no serán excluidas de sus
beneficios. »
Ese escrito de Mr./Wheelwright estaba
acompañado de un plan general de las opera-
ciones de la proyectada Pacific Síeam Navi-
gation Companyy y de observaciones sobre el
pasaje del Istmo de Panamá, el tráfico del Pa-
cífico/ etc. , etc. En este plan estaban consig-
nados todos los arreglos y prospectos de la
Compañía tenida en mira. Se exhibían allí cua-
dros estadísticos y aritméticos y documentos en
que se daba particular cuenta délos pasos dados
por los comerciantes y residentes ingleses en un
público meeting tenido en Lima, en la casa
misma del consulado general de su Majestad, en
el mes de agosto de 1836, y un informe de un
Comité nombrado para examinar y verificar la
practicabilidad y coveniencia de establecer un
periódico intercurso entre Inglaterra y la costa
occidental de Sud América por la vía de Pa-
namá,
PALABRAS DEL TIMES 105
Patrocinando estas grandes miras del plan
de Wheelwright, con la mas calorosa simpatía,
decia el Times ^ot su parte lo siguiente : « Con
respecto á los beneficios de una navegación á
vapor en mares no navegados hasta hoy por ese
sistema, no puede haber mas que una opinión
entre personas acostumbradas á reflexionar en
asuntos de comunicación internacional, ó que
se han dado la pena de ver un mapa del mundo.
Pero suponer que esas reflexiones, hechas á las
de la presente administración de este país, las
induzcan de algún modo á separarse de la ras-
trera pohtica que es el instinto de su existencia^ y
tender sus brazos en socorro de un proyecto de
que son harto miopes para percibir su grande
y glorioso alcance, seria lo mas pueril. El plan
sin embargo no puede dejar de realizarse al fin,
pero no será con el apoyo ni asistencia de los
pulperos pohticos que al presente desgobier-
nan el timón del Estado. » The Times del 6 de
febrero de 1838.
El color de opositor, que resalta en ese len-
guaje -del Times^ no le impedia ser exacto en
su presentimiento, pues no fué sino cinco años
!06 VIDA DE WILLIAM WUEELWRIGHT
mas tarde que el plan de Wheelwright obtuvo
la cooperación del gobierno ingles.
Poco después, el 30 de mayo de 1838, el Mor-
ning-Post , se ocupaba del mismo asunto ,
bajo el título de Navegación á vapor en el Pa-
cifico. Sostenía como el Times ^ con todo su
vigor, el plan y las miras de Mr. Vheelwright.
Era el tiempo en que se trataba de establecer
una línea de vapores entre Inglaterra y el
Brasil. « Pero una de las mas prometedoras é
importantes empresas de esta especie al presente
ante el público, decia, es la que se ha puesto en
pié por Mr. Wheelwright, de Boston. »
Aludiendo con ese motivo á la obra del Ho-
norable P. Campbell Scarlett, titulada South
America and the Pacific^ toma del folleto de
Wheelwright, inserto en esa obra, las siguien-
tes palabras, llenas de interés hoy mismo por
la sanción que han recibido del tiempo y la
aplicabilidad de que son todavía capaces : —
« La relación en que está la Gran Bretaña,
respecto de los países comprendidos en la
influencia de las propuestas operaciones no
puede ser mirada con indiferencia. Millones
PALABRAS DEL MORNING-POST 107
y millones de capital británico se han compro-
fnetido en la causa de esos nuevos Estados,
sin que hasta hoy se haya hecho retorno alguno.
Al contrario, una acumulación de intereses
ha elerado su monto á una suma casi increible.
Los clamores de los tenedores de bonos son
estrepitosos y repetidos, y están haciendo soli-
citudes al gobierno para que apoye su demanda
de justicia de esos países. Entre tanto la guerra
y las disensiones civiles han continuado su de-
soladora carrera, y una postración completa de
su crédito público ha sido la natural conse-
cuencia.
c< Las causas que han traido el presente es-
tado desastroso de cosas, pueden atribuirse prin-
cipalmente al desgraciado sistema de gobierno
adoptado por España para sus colonias y á la
desastrosa influencia de la guerra que ha crea-
do un espíritu militar, sin sujeción á ningún
limite moral. Cada jefe ha ambicionado el
poder ; extensos y mal poblados territorios han
favorecido á los demagogos revolucionarios,
cuyos designios han madurado á menudo al fa-
vor de la ausencia tolal de medios de comuni-
108 VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT
cacion pronta, y así se han mantenido esos paí-
ses en un estado de distracción y de insegu-
ridad política en completa oposición con su
bienestar y prosperidad, y los inmensos depó-
sitos de riquezas con que la naturaleza los ha
dotado tan abundantemente, han permanecido
improductivos. »
« Ningún plan puede ser mejor imaginado
para corregir eficazmente esos males y traer en
su lugar un orden mejor de cosas, que el esta,
blecimiento de una estrecha y constante comu-
nicación por vapor, que es el mas deseable,
por la casi entera ausencia de medios de loco-
moción por tierra, y lo largo y tedioso de la
navegación á vela. Por tal establecimiento, las
autoridades ejecutivas del Estado serán vigori-
zadas , y recibirán un impulso y moral fuerza
que no han tenido hasta aquí ; los gérmenes de
revolución no tendrán tiempo de desenvol-
verse ; su riqueza mineral y agrícola será des-
arrollada y aumentadas las entradas de su
renta pública ; el espíritu de social y comercial
intercurso , tan íntimamente relacionado con
el progreso moral y político de las naciones,
EXTRACTOS DE S'ü MEMORIAL 109
será infundido ; los intereses de la sociedad
serán mejor entendidos y fortificados por el
intercambio que se produzca, y su abatido
crédito, muy pronto restaurado. »
¿Cuál de estas memorables palabras de
Wheelwright , no ha sido sancionada por
los resultados de su empresa, treinta años
después que las repetía el Morning-Post? Se
descubre bien en ellas al hombre, que es la
unidad elemental de esa sociedad en que
Tocqueville y Chevalier se inspiraron, al
empezar su carrera, de las doctrinas que los
han hecho celebres.
El Morning-Post terminaba su transcripción
con estas palabras de Mr. Wheelwright que
no tienen hoy mas valor que el de una simple
pero conducente reminiscencia histórica : —
a Los gobiernos del Perú, Chile y Bolivia han
demostrado -un espíritu de largueza por el
logro de un objeto tan deseable como la
navegación á vapor en sus costas, por la
concesión que han hecho al empresario, de un
privilegio exclusivo por el término de. diez
años con exención de toda carga en los puertos
lio VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT
(excepto de una meramente nominal respecto de
Chile), que Jiubiese montado bajo el reciente
sistema, á mas de 20,000 libras anualmente;
un libre uso de pontones para depósitos de
carbón; una exención de derechos de puertos
en el Perú á los buques que lleguen con
cargamentos de carbón, y una obligación
general de facilitar por todos los medios las
operaciones de tos vapores. »
Después continuaba y concluía el Morning-
Post con las siguientes palabras que no dejan
de servir á nuestro estudio : — « Los comer-
ciantes ingleses residentes en el Perú y Chile
han celebrado en' público varios meetings
sobre el mismo objeto, y el resultado de sus
gestiones demuestra que ellos están igualmente
ansiosos del éxito del proyecto de Mr. Wheel-
wright. Por sus informes y varios otros detalles
conducentes á la cuestión, debemos referirnos
á la muy interesante publicación de M. Scar-
letl, y todo lo que tenemos que añadir en
conclusión es, que Mr. Wheelwright, que
es un caballero de bien conocida inteligencia y
respetabilidad, ha pasado unos quince ó diez y
PALABRAS DEL MORNING CHKONICLE 111
seis años de su vida en Sud América, los
mas de los cuales han sido empleados en
investigaciones de la costa, preparatorias de la
organización de su Compañía y en solicitar de
los gobiernos las concesiones, que le han
hecho recientemente como una garantía para
sus accionistas. » {The Morning-Post , del
30 de mayo de 1838.)
Al fin de ese mismo año de 1838, el
Morning Chronide del 10 de noviembre, ocu-
pándose del proyecto de Mr. Wheelwright,
en su artículo Money Market and ciíy News,
daba estas noticias que hoy mismo vuelven á
tener un lugar interesante en la historia de
Mr. Wheelwright y de la Compañía de nave-
gación á vapor en el Pacífico que le .debió su
creación. < En estos dias se ha distribuido en
la City el prospecto de una nueva Compañía
de paquetes á vapor bajo la denominación
de Pacific Steam Navigation Company^ que
ha despertado una considerable atención por
cuanto la empresa tiene la apariencia de ser la
mas importante, siendo su objeto el estable-
cimiento de una línea de buques á vapor en la
11^2 VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT
costa occidental de Sud América, de Valpa-
raíso á Panamá^ en conexión con una linea de
Inglaterra á las Indias Occidentales y al Istmo
de Panamá. La Compañía de vapores del
Pacífico pretende acortar el intercursó con la
costa occidental de Sud América de dos tercios
del tiempo que ahora se requiere para hacer el
dilatado y tempestuoso pasaje al Océano Pacífico
por la ruta del Cabo de Hornos. La presente
empresa por lo tanto formará un precioso anillo
de un extenso proyecto de navegación á vapor,
y como se han concedido importantes privi-
legios al respetable é infatigable empresario,
Mr. Wheelwright, es de esperar que el proyecto
encuentre el apoyo que merece bajo un punto
de vista comercial y público. Es incuestiona-
blemente un hermoso campo de empresas
remunerativas; pero el mayor obstáculo con
que la Compañía tendrá que luchar, será la
notoria conducta desleal de los gobiernos Sud
Americanos, y los celos de los nativos. »
A propósito de esta empresa, decía el Mor-
ning Chronicle^ lo siguiente : — « La cues-
tión de navegación á vapor en el Pacífico habia
PRECEDENTES DE L\ VIA DE PANAMÁ 113
ocupado largamente la atención de ujuchas
personas* y excitado, en efecto, considerable
interés, no solamente con la mira de tener
mas fácil y expedito intercurso con las Indias
Occidentales y el Pacífico, sino también como
an medio de comunicar rápidamente con las
diferentes Presidencias de las Indias Orien-
tales y el Océano indiano, en general, China,
Australia, etc. Una empresa semejante á la
presente, fué proyectada hace largo tiempo
por M. Fairburn; pero en aquella época sus
vistas fueron consideradas como visionarias
y del todo insostenibles ; sin embargo, vemos
ahora que la idea ha sido restablecida y
apoyada por hombres de grande habilidad
y elevado rango. Todos ellos^ sin embargo,
andan por las huellas de Colon mismo, cuyo
principal objeto fué descubrir un pasaje para
las Indias Orientales por la ruta que ahora
se propone. Los Españoles, por siglos, han
hecho su comercio con China, Filipinas y
otras Islas al través del Pacífico, Acapulco^
y de ahí á Vera-Cruz, el Atlántico y 'los
varios puertos de España. »
8
114 VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT
Hablando del costo inicial de la empresa
decia el Moming Chronicle : c< Mr.* Wheel-
wright calcula el gasto anual de cuatro
vapores de 450 á 500 toneladas cada uno,
quedando uno de ellos en reserva, en
236,000 pesos, ó Libras 47,326 ; y la entra-
da de tresbuquesde vapor en 466,950 pesos,
ó Libras 93,390 : dejando en consecuencia
un provecho de Libras 46,000 por año, sobre
los negocios de la Compañia en el Pacífico.., »
« El capital de la Compañía debe ser de
250,000 Libras en 5,000 acciones de 50
Libras cada una, reservándose 1,000 accio-
nes para colocarse en Sud América. »
Otra publicación periódica* de Londres que
dio al proyecto de Mr. Wheelwright un opor-
tuno y fuerte apoyo fué The Railway-Times.
en cuyo n"" del 29 de diciembre de 1838,
encontramos un artículo lleno de ínteres, que
es como la confirmación y repetición elo-
cuente de lo que hemos leído en el Times,
en el Morning-Post y en el Morning Chro-
nicle, sobre el grande apoyo público que
merecía la empresa proyectada por Mr.
MEETING DE PROPAGANDA DE LONDRES lU
Wheelwright. Como sus colegas, The Rail--
way-Times reproduce textualmente varios tro-
zos del folleto de Mr. Wheelwright, como la
expresión mas elocuente y clara de su plan.
A la publicidad de la prensa, se siguió la
del Meeting como medio de obtener la forma-
ción de la Compañía que debia llevar á cabo el
plan de navegación representado por Wheel-
wright. El 1^ de abril de 1840, tuvo lugar en
Londres, en la Oficina de Sir Edward Parry,
un meeting al que asistieron, bajo la presidencia
del mismo Sir Edward Parry, muchas perso-
nas de alto rango en el mundo comercial, figu-
rando entre ellas Robert Fitz Roy, mas tarde
celebridad científica de la marina inglesa. Mr.
Wheelwright, uno de los asistentes, presentó un
memorial, que leyó el Presidente, para ser
elevado al gobierno de la Reina, si su importan-
cia le valia la suscripción que debia buscár-
sele en el' público, una vez adoptado por el
meeting. En la apariencia solo indirectamente
interesaba ese memorial á la empresa de
Mr. Wheelwright; pero no pedia emplearse
mejor medio de obtener el apoyo oficial britá-
116 VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT
nico á la nueva empresa que tocar el interés
mismo del gobierno de S. M. Británica respecto
de sus colonias de la Asia austral.
En efecto ¿ quién hacia la petición contenida
en el memorial? — Comerciantes británicos
y otros interesados en el comercio con los colo-
nos de S. M. en Australia. ¿Qué contenia el
memorial ? — En él se exponia que eran dignas
de la mayor gratitud las medidas adoptadas
por el gobierno de S. M. estableciendo una
comunicación por vapor con las colonias ingle-
sas de las Indias occidentales y de la América
del Norte. Que sus colonias de Australia y
Nueva Zelandia, acreedoras á participar.de esa
protección por su importancia adquirida su-
frian á causa de su remota distancia de la Madre
Patria, por falta de una comunicación regular
y pronta, y que alguna medida capaz de mejo-
rar ese estado de cosas seria altamente deseable :
que el intercurso occidental con esas colonias,
aunque nuevo, era el mejor medio de obte-
ner lo deseado; y como ya el gobierno de
S. M. tenia una línea de vapor hasta Pa-
namá, solo faltaba á S. M. para completarla
AMBOS CABOS Y EL ISTMO DE PANAMÁ 141
establecer paquetes portadores de la Mala
Real al través del Océano Pacífico, para re-
ducir de la mitad, los viajes, que se hacen
hoy por el Cabo de Buena Esperanza.
¿ En qué servia esa medida al proyecto
de Wheelwright? Nada mas visible que el
interés de ese cambio para su empresa. Traer
á Inglaterra á comunicar con sus Colonias
de Asia por la via de Panamá, era hacer
el negocio de Wheelwright. Se puede decir
que su empresa estaba embarcada en ese
cambio de ruta que debia ahorrar á la mala
inglesa los retardos y molestias no solo del '
Cabo de Hornos sino también del Cabo de
Buena Esperanza. Tener la mala inglesa en
Panamá, és decir, en la ribera occidental del
Istmo, era tenerla en las cinco Repúblicas
del Pacífico, ligadas por la línea de vapor
proyectada por Wheelwright.
Seguido ese memorial de otros en que los
comerciantes británicos de esas plazas del
Pacífico, peticionaron por lo mismo en su
interés propio y en el público de la Gran
Bretaña en esos mercados, la cuestión, quedó
118 VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT
colocada en el camino en que obtuvo al
fin el coronamiento que merecía, pero no sin
nuevas contrariedades y luchas que Wheel-
wright tuvo que arrostrar todavía para su
logro definitivo y completo, que solo tuvo
lugar años mas tarde.
CAPITULO XI
FORMACIÓN DE LA COMPAÑÍA DE NAVEGACIÓN DEL PACIFICO.
— CONSTRUCCIÓN DE LOS PRIMEROS VAPORES, Y SU PAR-
TIDA PARA €HILE. — SU LLEGADA AL LACÍFICO.
Por de pronto los trabajos iniciados en Lon-
dres dieron por resultado la formación de
la sociedad de navegación á vapor en el Pa-
cifico, con el nombre • que lleva hasta hoy
mismo de, Pacific Steam Navigation Comr
pany, previo el otorgamiento por el go-
bierno inglés, de la Royal Ckarter ó patente
sin la cual no podia, conforme al derecho
británico, formarse en Londres.
Entre tanto los . vapores de la Compañía
£XITO DE LA EMPRESA U9
habian sido ya construidos en Bristol, se-
gún las indicaciones hechas por Wheelwright
para servir en la navegación trasatlántica de
mares, y en costas que él conocia roejor que
nadie.
Nombrado Wheelwright por el Directorio
de la Compañía Superintendente de sus
vapores en el Pacifico, se dirigió con ellos á
los mares de. su destino, en que eniró por el
Estrecho de Magallanes (siendo este hecho
mismo, como se ha notado, un precedente im-
portante en los anales de la navegación), por
el mes de octubre de 1840.
Es preciso leer en la prensa del Pacifico,
de ese tiempo, la descripción de su aparición
en los puertos de Valparaíso y del Callao.
« Ayer tarde (decia el Mercurio de Val-
paraíso del 16 de octubre), á las tres una salva
de artillería de los buques fondeados en este
puerto, anunció la llegada de los buques de
vapor Chile y Perú, que para la navegación
del Pacífico acaban de llegar de Inglaterra.
a Se les ha hecho una recepción digna del
objeto que los conduce : las músicas militares
120 VIDA D£ WILLIAM WHEELWRIGHT
de esta ciudad, embarcadas en varias lanchas,
les han salido al encuentro, junto con mul-
titud de botes de los buques de guerra fondea-
dos en este puerto y pertenecientes á . varias
naciones. Entre ellos se confundían un sin-
número de lanchas, cargadas de curiosos, que,
sin embargo del viento que reinaba, querían
yermas de cerca la fuerza expansiva del agente
poderoso que sin auxilio de vela ni remo mo-
vía tan enormes moles. Ambos vapores, des-
pués de haber cruzado esta rada en diferentes
direcciones y recibido los saludos de la mucha
gente que habia atraído este nuevo, para este
puerto, espectáculo, han fondeado el uno cerca
del muelle y el otro frente á la Cruz del Rey.
« Siendo iguales las dimensiones de ambos
vapores, nos limitaremos á dar las del Chile :
tiene 180 pies ingleses de quilla, 30 de manga
y 15 de puntal, midiendo 100 toneladas. Está
forrado y clavado en cobre, con dos palos de
bergantín, y sus máquinas son de la fuerza de
100 caballos cada una; las calderas montadas
á baja presión, con el condensador y sus má-
quinas en reserva . En las dos cámaras pueden
LLEGADA DE LOS VAPORES AL PACIFICO 1-21
conducir cómodamente, con camarote por per-
sona, 150 pasajeros, y en la cubierta puede ir
un número mayor. Puede recibir á flete 300 to;
neladas de mercaderías. »
Describiendo el mismo evento, decia no ha
mucho un testigo ocular, lo que tiene aquí su
lugar mas natural : — « Vimos por la pri-
mera vez á Mr. Wheelwright en Valparaíso el
día que entraron á aquel puerto en medio del
asombro y entusiasmo de mas de 4,000 almas
que desde la cúspide de los cerros que circun-
dan su bahía, hasta el borde de la plaza, pre-
senciaban la entrada de los dos primeros va-
pores, -— el Chile y el Perú^ — de la Hnea
perteneciente á la llamada Pacific Steam
Navigation Company. — El señor Wheel-
wright, desde la toldilla del vapor Chile ^ que
entró dando una vuelta á la bahía para que el
pueblo apreciara su elegante y magnífica ar-
quitectura, saludaba, sombrero en mano, á
aquella delirante concurrencia, que en me-
dio de las salvas de artillería de los castillos
y buques de guerra, repiques de campanas y
bandas de música, contestaba á los hurras!
12á VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT
estrepitosos, dirigidos al enérgico empresario
que abria para los estados libres del Pacífico
una nueva era de progreso y prosperidad.
Aquel dia fué sin duda el gran triunfo de
Mr. Wheelwright. Habia vencido el mayor
obstáculo, y desde entonces su reputación (su
gloria j quiso decir) » quedaba asegurada. —
{La República y de Buenos Ayres, de noviem-
bre de 187a.)
Es indudable , á nuestro ver : la toma de
posesión solemne de las aguas del Pacífico por
Basco Núñez de Balboa, en nombre de España,
y las victorias de Gochrane y Bolívar contra Es-
paña, por la libertad de esos mismos mares,
no valieron á sus héroes aplausos mas legítimos
que al noble soldado de la industria libre la
instalación solemne que hizo del soberano do
los agentes de la civilización de este siglo — el
vapor— -en esos mares que, de remotos que
eran , se incorporaban desde ese dia en el seno
del mundo civilizado.
EL VAPOR PERÚ EN EL CALLAO 123
CAPITULO XII
LLEGADA DEL VAPOR PERÚ AL CALLAO.
Las pompas que el vapor Perú encontró
en el Callao no fueron menos dignas de me-
moria .
c< Ayer domingo (decia El Comercio, de
Lima), el movimiento y agitación de la ciudad
ofrecia el aspecto de uno de aquellos dias de
fiesta civioa en que se toma mucho interés ; á
caballo y en carruaje toda persona que pudo
' marchó al Callao. Los ómnibus, coches de alqui-
ler, y hasta los ya casi jubilados balancines ,
fueron tomados, y á las nueve de la mañana no
se encontraba un asiento que poder comprar.
El Perú estuvo constantemente lleno de visi-
tadores, sin que desde las once de la mañana
á ninguna hora hubiese menos de 200 personas.
ce Ojalá se trabaje con tesón para hacer el
ferrocarril hasta el Callao » • . . (decia El Comer-
ciOy en ese mismo dia , sin sospechar que el
124 VIDA DE WILLIAM WHEELWRÍGHT
mismo Wheelwright, sería el iniciador de ese
trabajo.)
Una visita del Presidente de la República
al vapor Perú, era el rasgo prominente de la
solemnidad. Merece recordarse la descripción
que de ella hacia El Comercio de Lima, un
dia después. « Sabido por los agentes de la
Compañía de navegación por vapor en el
PacificOy que S. E. se proponía visitar el vapor
Perú el sábado último, convidaron á los Mi-
nistros diplomáticos^ Comandantes de las esta-
ciones extranjeras, prior y Cónsules del Con-
sulado, y á muchas otras autoridades y perso-
nas de distinción, para que acompañaran al Pre-
sidente de la República. A las 12 y media del dia
se embarcó S. E. con toda la comitiva en medio
de salvas que hacia la plaza del Callao, y los
dos cañones del vapor ; recibidos con la música
de á bordo, pasearon las cámaras, y examina-
ron la maquinaria, quedando sumamente com-
placidos con el majestuoso aparato de esta
Mayor fué el agrado cuando el buque se puso
en movimiento por la maquinaria , en medio
de salvas de artillería que en ese momento prin
BANQUETE EN EL VAPOR PEUU 1¿.»
cipiaron á hacer los buques extranjeros de
guerra. Gran concurrencia llenaba en aquel
momento el muelle, balcones, azoteas y aun
la muralla de la plaza de tierra, desde donde
admiraban la facilidad , desenvoltura y pres-
teza con que el vapor, á razón de 9 y 1/2
millas por hora, se fué voltejeando hasta la
cabeza de la Isla de san Lorenzo ; mientras
tanto se servia un lucido banquete en el sa-
lón principal, al que se sentaron ciento dos
caballeros. »
Naturalmente hubo brindis y discursos. Se-
gún El Comercio, el señor Wheelwright, dijo :
— « Que lleno de alborozo como estaba por
la honra de tener á la mesa del vapor Perú
á S. E. el Presidente dé la República, quien
habia proporcionado á la empresa de nave-
gación por vapor en el Pacífico toda clase
de facilidades y protección, no podia menos
que proponer un brindis por la salud de
S. E. el General G amarra y á la prosperidad
del Perú, » — « Caballeros, conlinuó, seis
anos hace que plenamente convencido de que
en todo el globo no hay una parle que con-
126 VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT
vide mas á la navegación por vapor que las
costas del Pacífico, por lo manso de sus marea,
ni una parte donde sea mas necesaria ; porque
lo fragoso y vasto de los terrenos hace difíciles
las comunicaciones por tierra, me consagré á
promover la empresa, que hoy vemos lograda
por los esfuerzos de la Compañía de nave-
gación por vapor. » Después de exponer
rápidamente las ventajas pohticas, y comer-
ciales, -que traerá á la América esa navegación
(habldi El Comercio)^ observó M. Wheelw^right,
ce que debe tenerse presente que por ella van á
situarse estos países en medio de la civiliza-
ción de Europa y Asia, desde que se ha
admitido en Londres por personas de consi-
deración, y entre otras, el respetable Sir Robert
Parry, que el camino mas corto de Inglaterra
á Australia, es por el Callao, lo que hace
muy probable el apoyo de Inglaterra para
extenderla navegación por vapor á su Colonia,
y entonces el cambio mas prodigioso y favo-
rable esperimentará la América, viniendo á
quedar en el medio de las dos partes civili-
zadas del mundo. »
BRÍNDIS DEL PRESIDENTE GAMARRA 127
« El Presidente inmediatamente se levantó
y en un discurso sentido y elocuente dijo,
que, admirador de la constancia, decisión y
esfuerzos del señor Wheelwright para plantear
la navegación por vapor en el Pacífico, deseaba
á esta empresa los mas prósperos resultados,
para que sirviese así de estímulo á fin de que
los extranjeros introduzcan entre nosotros,
con otras empresas nuevas, todos sus medios
de civilización. »
(De El ComerciOy de Lima, de noviembre
de 1840.)
DIFICULTADES CON QUE LUCHA LA EMPRESA EN SU PRLMER
ESTABLECIMIENTO. — LA VIDA DE WHEELWRIGHT ES
EL PROCESO DEL SISTEMA COLONIAL ESPAÑOL. — FALTA
DE CARBÓN QUE DA LUGAR Á LA EXPLOTACIÓN DE SUS
MINAS EN CHILE.
Así quedó establecida la navegación á vapor
en el Pacífico en 1840. Pero todo no lacabó
128 . VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT
ahí. Establecida la comunicación por los dos
vapores de la Compañía solamente entre
Valparaíso y el Callao, faltaba llevarla hasta
Panamá para completar el prospecto con que
fué concebida la línea de comunicación con
Europa por el Istmo; pero este complemento
debía costar todavía á la perseverancia de
Wheelwright cinco años mas de esfuerzos,
empleados en vencer las resistencias que
encontraba para establecer • la navegación á
vapor entre Panamá y el Callao. No fué sino
en 1845, que pudo vencerlas por arreglos
conciliatorios de conflictQS industriales nacidos
en parte del ínteres de una línea francesa
de paquetes á vela, que aspiraba á monopo-
lizar la navegación sistemada de ese trayecto,
entre Panamá y el Callao, al favor de la
indiferencia que Nueva Granada, Estado Atlán-
tico á la vez que occidental, mostraba por la
línea de vapores, que tanto interesaba á sus
vecinos del Pacífico.
El Ecuador entonces estaba gobernado por
la influencia de Bogotá.
Pero ese tiempo no fué del todo perdido
sus TRABAJOS ORGÁNICOS 129 ^
para los designios «de Wheelwright. Él lo
invirtió en organizar y reglamentar el servicio
de la nueva comunicación á vapor, que no era
tarea de un dia, en países y costas tan mal
preparados para responder á las exigencias
del sistema de comunicación mas perfecto, que
haya producido la civilización moderna. Asi
en su calidad de principal Superintendente
de la Compañía en el Pacífico, daba Instru-
dones y Reglas á los Agentes de la misma en
los puertos intermedios, por su circular del
10 de Diciembre de 1840. Era el primero de
muchos actos de su género que expidió ulte-
riormente, para dar la organización que hasta
hoy mantiene en el servicio interior de sus
vapores la Compañía del Pacífico; Pero nuevas
y grandes dificultades le esperaban todavía en
el curso y desarrollo final de su empresa.
La vida de Wheelwright, es el proceso del
sistema colonial español en Sud América y de
9
130 VIDA DE WILLIAM WEEHLWRIGHT
SUS reliquias mantenidas en las costumbres y
preocupaciones de los mismos americanos que
se pretenden liberales. Es que en Wheelwrighl
sé personifica la influencia y la acción del
espíritu civilizador de los Estados Unidos,
mejor y mas eficazmente ejercida que por las
obras de Tocqueville y Chevalier, inspiradas
en ese gran país. Es el poder de la doctrina
puesta en obra ; es la economía liberal, tradu-^
cida en medidas prácticas ; es el progreso en
acción , no en teorías .
La carrera de Wheelwright en Sud América
presenta esto de característico, que no bien ha
vencido una dificultad cuando se encuentra en
faz de otraiiueva y tiene que seguir luchando
como antes. Es que las obras de que se com-
pone su carrera de empresario, — que son
otras tantas mejoras públicas para Sud América,
nacen unas de otras, tienen su lógica, forman
un sistema, dan á su vida la unidad de un
drama clásico, y obedecen á-un interés, que
se puede formular llamándola, una reforma
^continuada del estado de cosas que dejó el
régimen colonial español en esa parte del
PRIMERAS CONTRARIEDADES iSf
mundo americano, con respecto á tráfico, á
comunicación doméstica é internacional, á
comercio y navegación, en una palabra á
viabilidad. En este sentido no tiene Sud Anié-'
rica un patriota ó un guerrero que haya tra-
bajado mas que Wheelwright por la supresión
pacifica del sistema colonial de aislamiento y
de incomunicación, que dejó España en esos
países.
Las contrariedades con que luchó la empresa
después de llegados los dos primeros vapores
al Pacífico, en 1840, fueron numerosas y
graves. Pero de cada contratiempo resultó para
ella una nueva ganancia, gracias al genio
fecundo y perseverante de Wheelwright.
Se hizo sentir desde luego la escasez ó falta
de carbón en tales términos que llegó á temerse
el insuceso completo de la empresa, pues por
tres meses quedaron los hermosos buques sin
moverse de los puertos.
Atenerse al carbón de Inglaterra, con el
precio que tiene á esa distancia casi antípoda,
era comprar la rapidez por mas del doble de
su valor. Sabíase que en toda la costa del Pa-
132 VIDA DE WILLIAM WEEHLWRIGHT
cífico existían depósitos naturales de carbón
mineral , en Panamá , en Guayaquil ', en el
Callao, y sobre todo en el sud de Chile. Pero
su calidad era desconocida por falta de experi-
mentos. Ninguna necesidad práctica habia exi-
gido su experimentación. En climas tropicales,
bastó para los usos domésticos el carbón vege-
tal, que allí es abundante. No se empleó en la
industria, por la razón sencilla de que nada
se fabricaba en Sud América ; ni en la locomo-
ción, pues no se conocia todavía por allá la
máquina de vapor aplicada á la navegación, ni
?il ferrocarril; ni á la fabricación del gas,
cuyo alumbrado era todavía desconocido. La
ciencia y el testimonio práctico del país mismo
estaban inclinados á dudar de su calidad para
usos industriales. Se atribuía á Darwin, gran
geólogo de este siglo, que habia estudiado el
suelo de Chile, una opinión que lo conde-
naba como inútil. La crisis, que amenazó la
vida de la empresa de vapores vino á resolver
todas las dudas, de este modo referido por el
mismo Wheelwright, autor de la gran descu-
bierta, en carta de 20 de octubre de 1841.
eARBON MINERAL DE CHILE 133 .
« Lia falta de carbón fué el primer mal con
que tropezó la empresa á la llegada de nues-
tros buques en el Pacífico. Después del mas
brillante comienzo, tuve el dolor de ver esos
hermosos buques fondeados por cerca de
tres meses. Me dirigí inmediatamente al sud
de Chile, donde al cabo de tres meses de la-
«
bor, tuve la fortuna de obtener buen car-
m
bon á bajísimo precio. Las minas no habían
sido nunca trabajadas anteriormente, y el poco .
carbón que se había tomado era superficial y
de mala calidad. »
« No tengo la menor duda do que én-
contraremos tan bueno como el que se explota
en Inglaterra. Todo el país meridional de
Chile contiene carbón en cantidad ilimitada. »
Sobre esto mismo escribía Wheelwright en
seguida al Instituto nacional de Washington
(de que era miembro), esta noticia de un valor
permanente. <:< Desempeñando mis ocupa-
ciones de principal Superintendente de la
Compañía de navegación á vapor en el Pacífico
fui inducido á trabajar minas en esta vecindad
(escribía de Talcahuano)^ ahora 18 meses, con
134 VIDA DE WILLIAM WEEHLWRIGHT
el propósito de obtener carbón para el uso
de los vapor es. »
« . . . . Elegí el Morro de Talcahuano como
el mas preferible para el logro del objeto y
comencé la explotacioa del carbón, que se ha
empleado con el mejor éxito en nuestros
vapores durante los últimos 18 meses, ha-
biendo extraido hasta hoy (1 1 de set. de 1842),
*
4,000 toneladas. »... « Este carbón no es tan
fuerte como el ingles. Arde libremente,
produce mucha escoria, que es de un liviano
carácter, y no se adhiere á las barras. »
Desde entonces figura ese producto entre
las primeras riquezas naturales de Chile ; pero
mas que una riqueza superior á sus minas de
plata como menos aleatoria, es un grande
elemento de poder, una gran fuerza de civi-
lización, que puede hacer la grandeza, no solo
de Chile, sino de toda la porción de América
solidaria de sus destinos. Aunque no debiese
Chile á Wheelwright otro servicio, ese solo
bastaría para deber contarlo entre sus' hom-
bres mas beneméritos. Esa riqueza ejn el Pací-
fico combinada con la calma característica de
NUEVAS CONTRARIEDADES 135
SUS aguas, ofrece á la locomoción por bapor
un porvenir tan grande en esa mitad de nues-
tro planeta que la geografía moderna tiene
tal vez razón en llamar á la Oceania, el mundo
marítimo y ó el Mundo definitivo.
CAPITULO XIV
ACCIDENTE DEL VAPOR " CHILE, QUE HIZO CONOCER LOS
RECURSOS DEL PUERTO DE GUAYAQUIL, COMO ARSENAL.
— OTRAS DIFICULTADES CON QUE LUCHA EL TRÁFICO
MODERNO.
No bien salidos de la crisis de carbón y
reasumidas las operaciones de los vapores, un
nuevo contratiempo descubrió á la Compañía
lo arduo de su empeño de fundar vapores en
un medio tan mal preparado ; pero el espíritu
y la constancia de Wheelwright, convirtió la
nueva contrariedad en ocasión de un nuevo
13(5 VJDA DE WILLIAM WEEHLWRIGHT
suceso. A diez leguas de Valparaíso, el vapor
Chile escapó por milagro de perecer por
un choque violento contra un arrecife , que
lo averió no obstante y obligó á buscar un puerto
para repararse. Desgraciadamente el de Val-
paraíso carecía de recursos para ello. Wheel-
wright que conocía todos los puertos de la
costa sabia que el de Guayaquil era el único en
que podia repararse el vapor. De allí escribía
al poco tiempo : u Estoy en Guayaquil ocupado
en la reparación del vapor y espero comple-
tarlo en pocos días. Este es el solo puerto en
qi;e puedan repararse los vapores, y tal vez
ofrece tantas facilidades como no las presenta
puerto ninguno del mundo donde no hay Arse-
nal marítimo. » Era esto como un descubri-
miento consolador, debido á un accidente, de
un refugio con que los vapores no debían
contar en mares y países que salían de un
atvaso tan grande en punto á navegación. En
esa ocasión escribía Wheelwright á su corres-
ponsal estas palabras de un valor perma-
nente : — a Para dar á Vd. una idea de cuan
apropiados son estos mares para la navega-
EL PUERTO DE GUAYAQUIL 137
cion por vapores, le diré que hemos hecho
viajes á lo largo de la costa, de 1 ,700 millas^
tocando en diez .puertos, sin discrepar de un
cuarto de hora del tiempo prefijado para su
llegada á cada puerto. »
Sin embargo, el puerto de Guayaquil que-
daba hasta entonces emento del trayecto nave-
gado por los vapores, que era el comprendido
entre Valparaiso y el Callao. Este hecho cons-
tituia un contratiempo mayor que los anterio-
res, porque dejaba truncado el plan primitivo
de la empresa, que era navegar desde Valpa-
raiso á Panamá con la mira de comunicar con
Europa, por el Istmo. Cuatro años de esfuerzos
debia costar todavía á Wheelwright esta parte
complementaria de la linea. Pero esta contra-
riedad misma no era estéril en otras ventajas,
que la actividad inteligente de Wheelwright
no descuidó de aprovechar.
Limitado por algún tiempo el servicio de
vapores á los puertos de la costa comprendidos
entre el Callao y Valparaiso, sirvió esa cir-
cunstancia para introducir, plantificar y acli-
matar, por decirlo así, el nuevo sistema, en
138 VIDA DE WILLIAM WEEHLWRIGHT
países educados en el régimen de comunica-
ción mas opuesto; ó mejor dicho, en la falla
absoluta de comunicación regular y veloz, de
un modo gradual y sucesivo. Las mejoras se
ligan y producen unas á otras, pero no vienen
de un golpe tras un estado de supino atraso.
Introducir el vapor y la electricidad en
países que nunca tuvieron idea del valor pecu-
niario del tiempo, era empezar por el fin,
un progreso que tiene sus leyes naturales de
desarrollo. El vapor y la electricidad, como
agentes de comunicación, son de tal modo un
resultado del estado del progreso general de un
país, que su aplicación brusca en un medio
atrasado y primitivo, es completamente nega-
tiva en sus efectos benéficos. Un telegrama que
ha puesto un minuto en recorrer mil leguas,
pone ocho dias en andar diez metros, desde la
oficina postal á la casa del desünario. Hoy
mismo en Valparaíso, se tienen noticias de
Paris en seis y ocho horas, y de Caldera ó de
Concepción, no se consiguen sino en seis ú
ocho dias por los telégrafos del Estado.
El vapor y la electricidad son, como la líber-
£L VAPOR NO BS TODO 139
tad, una educación, un estado de cultura, un
progreso nacido de la necesidad sentida de
grande rapidez. Asi se explica su invención
debida á la raza que antes de ella tenia por
proverbio, — Times is money. Esta expre-
sión que para un latino de América es una
metáfora, para un ingles es ecuación mate-
mática.
La tiranía del tiempo y del espacio, como
todas las tiranías, vive encarnada en las cos-
tumbres del país, que han tiranizado por
siglos. Bien puede la ciencia suprimirlos por
un invento feliz, quedarán viviendo en las
costumbres que ellos han formado. Cada
hombre es la eternidad en sus movimientos.
El vapor traído allí de un golpe, se pierde y
disipa como en una caldera abierta, esperando
eternamente la hora de ponerse en movi-
miento.
UO VIDA DE WILLIAH WCEHLWRIGHT
CAPITULO XV
MEJORAS VARIAS QUE INTRODUCE WHEELWRIGHT EN LOS
PUERTOS DEL PACIFICO.
Dado el vapor en el Pacífico como agente de
locomoción, tenían que ser consecuencias na-
turales de su establecimiento la prontitud en
el despacho de las oficinas del tráfico, la exac-
titud en las operaciones y servicios, la mejora
de los puertos y de las costas, su estudio y la
producción de buenas cartas para su navega-
ción, la instalación de faros, de valizas, de dra-
gas, de muelles en los puertos, la provisión fácil
de carbón y de agua dulce para servir á los vapo-
res, la reforma de las postas, de las aduanas, de
la policía en sus relaciones con el tráfico y el in-
tercurso comercial. Wheelwright no desconoció
nada de eso, y con su paciencia y prudencia
habituales, se contrajo á promover graduales y
profundas mejoras, que debían asegurar los
MEJORAS EN EL PACIFICO 141
efectos benéficos de la nueva comunicación á
vapor.
Se le vio así durante los primeros años de
introducidos los vapores en el Pacifico, promo- •
ver los siguientes trabajos de mejoramiento
material , que no obstante su diversidad concor-
daban todos en este propósito común : garan-
tizar la duración y fecundar los efectos benéficos
del nuevo sistema de navegación internacional
introducido en el Pacifico*
Mantenidos inaccesibles á los vapores los
puertos menores del Perú, no podian entrar y
descargar en el de Iquique, que estaba en ese
caso, contra el interés de sus habitantes y del
comercio en general, pues la exportación nueva
y reciente de los salitres hacia de ese puerto uno
de los primeros del Perú. El Superintendente
de los vapores lo representó al gobierno - pe-
ruano y obtuvo la habilitación del- Puerto de
Iquique, para todo buque extranjero.
El puerto de Valparaiso, emporio del Pací-
fico, tenia á su entrada un pésimo faro, que lo '
hacia el mas oscuro de toda la costa v natural-
mente muy peligroso para su acceso nocturno.
I4!¿ VIDA DE WILLIAM WEBRLWRlGflT
En el interés general del país, tanto como de
los vapores, Wheelwright lo representó á la
autoridad Chilena y obtuvo la colocación de un
faro espléndido.
El servicio expedito de los vapores requería
una abundante provisión de carbón en los
puertos de la costa. Como los puertos carecian
de muelles para facilitar la provisión de ese
combustible á los vapores, Wheelw^right tuvo
que suplir á ese defecto depositando el carbón
del servicio en buques pontones que colocó en
los puertos faltos de muelle. Como la falta de
muelle, no impedia que hubiese una contribu-
ción de ese nombre, en el Puerto de Coquimbo
exigió la Aduana que los vapores pagasen de-
rechos de muelle por el carbón tomado de sus
pontones, que subian á enormes sumas. Una
representación de Wheelwright obtuvo que los
pontones de la compañía no fuesen conside-
rados como muelles públicos, ni el carbón su-
plido como deudor de derechos de póliza de
reembarco.
En el Callao, obtuvo del gobierno peruano
en 1842 el arrendamiento de un terreno y el
MEJORA DE LOS PUERTOS • Uli
permiso de construir en él un edificio para
trabajar fierro y maquinaria, hacer depósitos del
carbón que los vapores tomarían sin pagar de-
recho del muelle que no usaban. Obtuvo así que
el carbón depositado en tierra, gozara de los
privilegios concedidos para el de los pontones,
que la compañía necesitaba emplear en el acar-
reo marítimo de sus carbones.
Solicitó y obtuvo también del gobierno del
Perú otro cambio de ínteres general, á saber :
— Que el puerto menor de Lambayeque fuese
habilitado para exportar plata pina en los tér-
minos que lo había sido el de Iquíque. Fué tamr
bien resuelto a su pedido, que las toneladas que
deben pagar los vapores en el Puerto del Callao,
solo se entiendan las que carga el buque, no
las que mide en atención á que la maquinaria
y el combustible ocupan una gran parte del
vapor.
Raro es el puerto del Pacífico en que no hu-
biese promovido la colocación de valizas y de
faros. En los del Callao y Valparaíso promovió
el establecimiento de cañerías de fierro para dis-
tribuir el agua potable que no solo interesaba á
HA VIDA DE WÍLLIAM WEEHLWRIGHT
la sanidad y limpieza de esas ciudades comer-
ciales, sino también á su seguridad contra los
incendios, á que las expone su construcción de
material combustible como medio de dismi-
nuir el estrago de los temblores de tierra. En
muchos lugares de la costa en que el agua po-
table faltabqi del todo, como en Atacama, hizo
montar máquinas para destilar el agua nece-
saria á los vapores y a los usos de las pobla-
ciones que el tráfico hacia nacer.
CAPITULO XVI
DIFICULTADES PARA LLEVAR LA LINEA HASTA PANAMÁ,
NACIDAS DE LA CONDICIÓN EXCEPCIONAL DE NUEVA GRA-
NADA.
Con todas esas ventajas la empresa estaba
detenida en la mitad de su obra. No se habia
formado una Compañía de navegación para
que solo comunicasen entre sí por vapor los
dos puertos lejanos de Valparaíso y el Callao.
NUEVAS DIFICULTADES 145
Era preciso llevar k línea hasta Panamá para
comunicar con Europa, que era el propósito
capital de la empresa, sin lo cual la empresa
quedaba en lá mas critica posición y en riesgo
de disolverse. Iban ya corridos dos años desde
el desembolso del capital, y los vapores nada
producían á la Compañía eri proporción de sus
gastos. Los accionistas podían pedir á los
Directores, que retirasen los vapores de
regiones en que nada producían. Los accio-
nistas de Londres no eran filántropos que sé
contentasen con la sola idea de servir al pro-
greso del Pacífico, aunque fuese con pérdida de
su tiempo, es decir de su propio dinero. Ellos
querían percibir dividendos ó réditos de algún
género de su dinero invertido para poner en
comunicación á vapor, no dos puertos ó dos
países extranjeros y lejanos, sino dos mundos.
Wheelwríght veía la inminencia de ese peli-
gro extremadamente posible, y para conju-
rarlo de pronto apeló al interés que los gobier-
nos del Pacífico tenían en el bueií éxito de la
empresa, pidiéndoles la protección remunera-
toria que estaba en su mano dar á la empresa
10
146 VIDA DE WILLIAH WHEELWRIGHT
disminuyendo de uqe mitad el derecho
impuesto sobre la plata embarcada en los
vapores.
Entre tanto era preciso llevar los vapores
hasta Panamá, lo que no era fácil, aunque
parezca increible cuando se estudian las resis-
tencias, No es necesario decir que ellas venian
de los gobiernos del Pacífico, situados en
capitales que estaban al lado orieiital de los
Andes, en altísimas planicies que no eran
por lotanto dej Pacífico sino de un modo nomi-^
nal : tales eran Chuquisaca ó Sucre, capital de
Bolivia., Quito 9 capital del Ecuador, y Bogotá^
capital de Nueva Granada. Habitando l8«
regiones del cóndor en las alturas de los Andes ^
esos tres Estados, creado* por Bolívar, veiañ^
como él, la libertad que enriquece á las Naciones
no en los mares, sino en las cumbres de los
Andes, es decir, no en la comunicación, sino
en, el aislamiento, que solo diferia del colonial,
en ser un aislamiento patriótico. Un curioso
brindis de Bolívar, pronunciado en un ban-r
quete dado en lo alto del cerro de Potosí, desi
pues de Ayacucho^ descubre el espíritu .eco-^
BRINDIS DE BOLÍVAR ^ iSl
hómico dejado hasla hoy á esas regiones por su
Libertador. « La gloria de haber traido hasta
estas regiones frias los estandartes de la
libertad, deja en nada todo el oro que tenemos
bajo nuestros pies. » En la lengua del econo-
mista, esa poesía se traduce en esta prosa. La
gloria de haber traido á estas alturas, los
estandartes de la libertad, deja en nada ala
libertad misma, que tenemos bajo nuestros
pies. — El oro en efecto es la libertad, porque
^s el poder. Pero á su vez el oro es un poder
simbólico, del poder de la riqueza, es decir de
la producción de lo que es útil á la vida ; pero
no hay producción donde no hay tráfico, inter-
cambio, vias de comunicación, nivel en ana
palabra. Quien dice nivel, habla del mar; que
es el camino universal. Metrópolis y autorida-
des situadas á quince mil pies sobre el nivel del
mar, es decir sobre el rey de los caminos, y to-
davía separadas del mar por la muralla de los
Andes, están como fuera de la América mo-
derna, como estaba España por la distancia,
equivalente á la altura. Propiedad anómala de
tino de esos Estados de las nubes, el Istmo de
148 VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT
Panamá, que es como un pasaje obligado del
mundo, ha tenido que ser un campo de ba-
talla entre el progreso moderno y el viejo régi-
men pasado.
Como soldado del progreso allí Wheelwright
tuvo que luchar contra el monopolio de una
mala navegación entre Panamá y Callao, dado
por ^ el gobierno de Bogotá á una compañía
francesa de paquetes á vela,, que ponían 40
días en hacer el trayecto, que Wheelwright
ofrecía efectuar en ocho. Esa compañía explo-
taba esta otra circunstancia, que siendo Nue-
va Granada un Estado Atlántico en su njiayor
parte, no participaba del ínteres entusiasta de
sus vecinos del Pacifico por el establecimiento
de una comunicación directa con Europa y
Estados Unidos, en que ya estaba, por sus
puertos de Cartajena y Santa Marta : senti-
miento un poco impropio del país en que se
reunió el primer congreso americano de 1826.
Felizmente la resistencia de la Compañía de
paquetes á vela» no podía disputar largo tiempo
al vapor la navegación de un mar en que las
calmas permanentes son tan aciagas á la nave-
su NUEVA CAMPAÑA Í4»
gacion á vela, como favorables á la de vapor;
así fué que un arreglo conciliatorio de los
intereses encontrados vino á poner fin al con-
flicto, que estaba ya resuelto en cierto modo
por otra via.
La anexión de California á los Estados Uni-
dos y la descubierta del oro que á esa sazón
ocurrían en ese lado del Pacifico, vinieron á
servir al plan de Wheelwright, trayéndole la
cooperación interesada y poderosa de los Es-
tados Unidos, cuya integridad reclamaba la
comunicación directa con su nuevo Estado
del Pacífico por la via de Panamá. A poco de
existir el nuevo Estado Americano de Califor-
nia, tuvo lugar en Bogotá la negociación de
un tratado entre Nueva Granada y los Estados
Unidos, que aseguraba el pronto y regular
trasporte de la correspondencia de los Estados
Unidos al través del Istmo de Panamá.. Ya no
eirajusto negar auna compañía inglesa loque
se habia concedido al gobierno de los Estados
Unidos.
Era pues llegado el momento de que AVheel-
wright abriese su nueva campaña para ter-
Xm VIDA DE WILLIAH WflEELWRIGHT
minar el establecimiento de la linea de vapores
entre Valparaiso y Panamá por esfuerzos
nuevos requeridos en América y en Europa.
CAPITULO XVII
NUEVOS AUXILIOS QUE WHEELWRIGHT ENCUENTRA. EN LA OPI-
NIÓN PÚBLICA PARA VENCER SUS NUEVAS DinCULTADES.
En efecto, tan inesperadas é inexplicables
resistencias producidas en América para com-
pletar una empresa que á nadie mejor que á
la misma América servia, era capaz de com-
prometer en cierto modo la opinión y la posi-
ción de Wheelwright á los ojos de los accio-
nistas situados en Europa, y hasta de hacerles
dudar de la competencia del grande empresa-
rio para terminar la obra comenzada. La crisis
de su posición, como principal Superintendente
de la línea de vapores se agravaba por una
medida de neutralidad, que Wheelwright
tomó con aplauso de todos, pero que no faltó
HONORES Y RECOMPENSAS 151
quienes la interpretasen en sentido inverso*
Respondiendo al llamamiento de Wheel-
wright y de la situación de ese gran negocio,
el comercio extranjero del Pacífico y sus
grandes representantes consulares y diplomá-
ticos, tomaron la actitud inteligente que les
correspondia , promoviendo en honor de
Wheelwright, la víspera de su nueva campaña^
las manifestaciones de que dan testimonio Iob
tres documentos que insertamos aquí literal-
mente, no menos en obsequio de sus signatarios
que de Wheelwright mismo. — Los trabajos
de Wheelwright son de tal modo interesantes
al público, que no parecen hechos por via de
industria privada, sino en desempeño de los
deberes de un Estado.
Recomendación que el cuerpo diplomático y con-
sular en Lima, hace de Hr. Wheelwright, como
principal Superintendente de los Vapores en el
Pacifico.
Nos, los abajo firmados del cuerpo diplo-
mático y consular, residentes en esta ciudad,
15S VIDA DE WILLIAH WHEELWRIGHT
conociendo muy bien ya personalmente, ya
por reputación al señor Don Guillermo
Wheelwright, Superintendente en jefe de los
vapores al presente en esta costa, pertene-
cientes á la Paxnfic Steam Navigation Com^
pony y podemos otorgar y otorgamos por la
presente el mas amplio testimonio acerca de
su recta y honorable conducta en todos res-
pectos y á su bien conocida y acreditada capa-
cidad para el desempeño del importante cargo
que la Compañía le tiene confiado.
Las concillantes y oficiosas disposiciones
del señor Wheelwright y su total prescindencia
de la política y de los partidos políticos en estos
países, lo califican de ün modo especial para
la superintendencia de estos vapores. Su larga
residencia en los países situados en la costa,
y sus numerosos é influyentes amigos, le dan
ventajas, que muy pocos poseen, y estamos
convencidos de que no podía haberse hecho
elección de un Agente principal por los que
han invertido capitales en la empresa de
navegación por vapor en el Pacífico, que
hubiese dado mas general satisfacción ni que
REGOMENOAGIOM£S OFICIALES 153
reúna al mismo tiempo de un modo mas com*
pleto, la capacidad de llevar á bueíi éxito el
ínteres que les concierne.
Y es con la mas sincera satisfacción que
damos testimonio del bien conocido nombre
y capacidades de Mr. Wheelwright, teniendo
como tenemos el mas cordial deseo del éxito
completo de esta empresa, en que todo el
mundo ci\dlizado está tan profundamente in-
teresado y mas particularmente los diferentes
países á que respectivamente pertenecemos.
Lima, octubre 1841.
Ventura Lavalle, ministro plenipotenciario
*
de Chile. A. Le Moyne, encargado de Nego-
cios de S. M. el Rey de los Franceses. Ma-
nuel CEaouEiRA Lima, encargado de negocios
de S. M. el Emperador del Brasil . J. C. Pic-
KETT, encargado de negocios de los Estados
- Unidos. J. BoscH Spencer, encargado de ne-
gocios de S. M. el Rey de los Belgas. José del
Carmen Freunfo, cónsul general de la Repú-
blica de Nueva Granada. Antonio J. Ferreira,
cónsul general del imperio del Brasil. Ramón
154 VIDA DE WILLIAM WBEELWftIGHT
DE GüZMAN Y Quimones, cónsul general de la
República del Ecuador. Christian Hellman,
cónsul de la República y ciudad libre de
Hamburgo. Stanhope Prevost, cónsul de los
Estados Unidos. H. Wist, cónsul de Dina-
marca. José A. Menendez, encargado de
negocios de Méjico.
Espléndido y público homenaje del comercio
de Valparaiso á W. Wheelwright por elmé--
rito de sus empresas.
En reunión general de la Bolsa Comercial y
otros residentes de la ciudad de Valparaiso, que
tuvo lugar en 15 de febrero de 1842, convo-
cada por el Directorio de dicha comunidad y
presidida por el honorable John Walpole- en-
cargado de negocios de Su Majestad Británica
en Chile, acompañado de los SS. Hénry Wi-
lliam Rouse, cónsul general de dicha nación y
Henri Blanchard, cónsul de Francia se toma-
ron las siguientes resoluciones, adoptadas por
unanimidad :
EL COMERCIO DE VALPARAÍSO 155
Considerando que Don Guillermo WheeK
wright, Superintendente en jefe de la Compañía
de navegación á vapor en elPacifico, va á ausen-
tarse de este país y es llegado el caso que la co-
munidad comercial y demás ciudadanos de esta
localidad, manifiesten de la manera mas explí-
cita y decisiva la alta opinión que tienen for-
mada de su mérito por haber promovido una
empresa tan útil é importante, resuelven :
1"* Que esta reunión confiera á Don Gui-
Uermo Wheelwright por el espíritu emprende-
doY con que ha iniciado y por el zelo infatigable
y perseverante con que ha vencido los obstáculos
casi insuperables para poder establecer la nave-
gación á vapor en el Pacífico :
2"* Que esta reunión manifieste á Don Gui-
llermo Wheelwright la bien merecida y justa
admiración que le asiste por el buen manejo de
los vapores desde su llegada á esta costa y muy
especialmente por la línea de'conducta que ha
observado para con los gobiernos de las diferen-
tes Repúblicas de este Océano, ejercida con
tanto juicio y de una manera tan conciliadora é
imparcial como para granjearse la protección y
156 VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT
respetos de que con tanta justicia ha sido ob-
jeto :
. 3"" Que esta asamblea es de opinión que en
vista de los frecuentes disturbios políticos que
tienen lugar en algunos de estos países y en
que miles de sus habitantes se ven comprometi-
dos de una manera ú otra, debe considerarse
justa la medida adoptada por Mr. Wheelwright
de recibir á bordo de los vapores esa clase de
pasajeros sin distinción, siempre que se pre-
senten premunidos de pasaportes en forma,
expedidos por las Autoridades del punto de su
embarque, captándose por este medio cada
vez mas la aprobación de los ciudadanos de
estos países, desde que la exclusión de partida-
rios en general ó particular no solo perjudica-
ría los intereses de la Compañía, sino que $e
acarrearía impopularidad y la odiosidad de to-
dos los partidos :
4® Que esta reunión recomiende á todos los
tejedores de acciones que no posean agentes
propios en Inglaterra, el otorgamiento de po-
deres á favor de Mr. Wheelwright para que
vote por ellos en las reuniones de accionistas
su RETRATO £N LA BOLSA 157
que tengan lugar en aquel país, por cuanto los
miembros de la presente reunión están persua-
didos de que las vistas manifestadas por él
hasta el presente son de tenor que deben lle-
varse á efecto, pareciéndoles como de lo mas
conducente al éxito favorable de la em-
presa :
5* Que se nombre una comisión compuesta
de cuatro individuos para que se encargue de
una manifestación al Señor Wheelwright que
sea de lo mas inequívoca y duradera, mandán-
dose hacer el retrato de él para ser colocado en
el salón de esta Bolsa y se le presente un obse-
quio con los respetos y estimación que le pro-
fesa esta reunión, para que esta muestra de dis-
tinción se tenga por tributo justo del aprecio
que merece y sirva á la vez de estímulo para
aquellos que después de él se dediquen á la in-
troducción de inventos de Europa , útiles y
ventajosos en el Nuevo Mundo.
6"* Que la comisión quede autorizada para
emplear la suma que se colecte en la realiza-
ción de la precedente resolución, debiendo
efectuarse esta colecta por suscripción entre
15t VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT
los que componen la presente reunión y otrctó
que deseen prestar su concurso.
7** Que el obsequio que se presente al Se-
ñor Wheelwright lleve una inscripción indi-
cando el objeto de la ovación.
- Se convino en seguida que la comisión aludi-*
da en el artículo 5 se compusiese de los siguieur
tes Señores : E. Linch, — José Wadington, • —
Enrique Ward, — Vicente Sánchez, á quienes
se suplicase el cumplimiento de las disposicio-
nes precedentes, enviando una copia de ella al
Directorio de la Compañía en Londres.
(Firmado) John Walpolé,
Presidente.
(Firmado) J. M. Bascünan,
Secretario.
Rec(y¡mndacio7i que todo el Comercio extrcm-
jero de Lima hace de Don Guillermo
Wheelwright y como primer Superinten^
deníe de los vapores del Pacifico. .
Los abajo tirmados, comerciantes extran-
jeros residentes en esta ciudad, conociendo
EL COMERCIO DE LIMA 159
perfeciamenteal señor Guillermo Wheelwright,
Superintendente en jefe de los vapores de esta
Costa, pertenecientes á la Compañía de Nave-
gación á vapo»^ en el Pacífico, nos encontra-
mos en aptitud y otorgamos por la presente el
mas amplio testimonio acerca de su recta y
honorable conducta en todo sentido, como
asimismo de su muy versada é inteligente
idoneidad para el desempeño del importante
cargo que dicha Compañía le tiene conferido.
' El persistente celo y tino de Guillermo
Wheelwright en la estricta observancia del
cur§o progresivo, recta y honorable Admiais-
tracion, obviando todo compromiso en diversos
casos difíciles ocurridos, — su buen sentido
y discerpimiento práctico para imprimirle esa
marcha, — sus conciliadoras y cultas maneras,
— s,u abstención absoluta de la política y par-
tidos militantes en estos países, — ^ nos facultan
para declararle sin hesitación como el mas
idóneo, por los dotes peculiares que reúne,
para el desempeño de la superintendencia de
esa línea de Vapores, concibiendo á nuestro
entender que , el ^acierto de esta, empresa y
160 VIDA DE WILLIAM WHEELWKIGHT
desarrollo próspero de ella hasta el presente^
es debido exclusivamente á su incesante y bien
dirigida Administración .
•
Su larga residencia en la costa de estos
países, las numerosas é influyentes relaciones
con que cuenta, le acuerdan ventajas que están
al alcance de muy pocos, y abrigamos la con-
vicción de que no podría haberse hecho una
elección de Agente general, de parte de los
que han invertido capitales en la Empresa de
Navegación á Vapor en el Pacífico, que con-
sultase mayores garantías de satisfacción gene-
ral, ni que reúna mejores aptitudes para pro-
mover con acierto y cautela el interés que les
concierne.
Y es con la mas franca sinceridad que deci-
mos que la continuación del Señor Wheel-
v^right en calidad de Superintendente en jefe,
la consideramos de vital importancia para el
éxito de esta lejana y azarosa empresa. Es bajo
la impresión de estos sentimientos y animados
del mas sincero deseo por el completo éxito
que atestiguamos el notorio carácter y habili-
dades del Señor Wheelwright y su honorabk
ALTO COMERCIO DEL PERÚ f«í
y recta manera de proceder en toda oca-
sión .
Lima, Octubre de 1841.
Gibbs, Crawley y Compañía. — Maclean,
Rowe y Compañía. — Alsop y Compañía.
— Templeman y Bergmann. — Fred. Huth
Gruning y Compañía. — John Mackie. —
Swayne, Reíd y Compañía. — W. Dickson
Price y Compañía. — William Hodgson.
— Lang, Smith y Compañía. — Naylors,
Bourdman y Oxley. — Peter Conroy. —
Oreen, Nelson y Compañía. — Henry Se-
verin. — Ad. Zachariese y Compañía. —
Henry Read y Compañía, — Wheelvek. —
Dalidon y Larrabure. — Hegan, Hall y
Compañía. — A. Roux.
11
163 VIDA UE WILLIAM WHEELWRIGHT
CAPITULO XVIII
ALLANAMIENTO DE LAS DIFICULTADES. — LA LÍNEA LLEGA
HASTA PANAMÁ, Y ESTA NUEVA VIA QUEDA ESTABLECIDA.
— EFECTOS BENÉFICOS DEL CAMBIO EN EL PACIFICO.
Coronada por el mejor resultado la serie
de sus nuevos trabajos, un dia vio la luz en
el Morning-Post (del 29 de mayo de 1844),
la siguiente carta de Mr. Wheelwright, diri-
gida á ese periódico , ó mas bien al público,
por conducto de ese periódico de primer
orden :
oc Londres, mayo 1 de 1844.
c< Señor : Me permito informar á usted que
he celebrado arreglos para el establecimiento
de una comunicación á vapor mensual entre
Panamá, Guayaquil y Lima, y que se tomarán
medidas para obrar de concierto con los va-
pores que coiiducen la Real Mala á las Indias
LA VIA DE PANAMÁ INAUGURADA 163
Occidentales, y con los del Océano Pacífico, que
ahora navegan entre el Perú y Chile.
<f He creído conveniente hacer desde ahora
este anuncio, á fin de que pueda ser trasmi-
tido á Australia, Nueva Zelandia y las Islas
que forman el A^rchipiélago del Este, para
que los residentes en esos distantes parajes
se preparen á sacar inmediato provecho del
intercurso que al presente existe entre ellas y
la costa occidental de América, y encontrar
asi la via para Europa por esta expedita y
cómoda ruta.
c< La inauguración de la propuesta línea
llamará indudablemente la atención de muchos
que tienen ocasión de visitar la China. Se
hallará que es el mas agradable viaje, y aunque
la comunicación al través del Istmo de Suez
fuese alguna vez interrumpida por causas polí-
ticas ó reglamentos sanitarios, se sacaría siem-
pre partido de esta ruta.
« El vapor que será colocado entre Panamá
y Lima, tendrá comodidades para cien pasaje-
ros y para dosciejitas cincuenta toneladas de
flete. Una oficina será establecida en el Istmo á
164 VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT
propósito de facilitar los trasportes de merca-
derías y tesoro.
« Es entendido que esta comunicación em-
pezará á tener efecto desde principios de 1845.
« Para mayores detalles debo referirme k los
estatutos que se publicarán próximamente so-
bre precios de trasporte en el Istmo, tarifas de
flete y pasaj e , en mo neda del Pacífico .
« Soy^ Señor, su muy obediente servidor.
T
« W. WflEELWRIGHT. »
Así quedó en 1845 establecida aunque no
del todo la empresa de comunicación á vapor
entre Chile y Europa via Panamá, que Wheel-
v^right empezó en 1835, empleando diez años
de trabajos inteligentes y pacientes, que son su
primer título al respeto del mundo.
No era poco establecer una línea de vapores,
donde no existía un solo vapor, donde ni dé
vista habían sido conocidos *. Pero establecerla
i Cuando pasó el primer vapor por Cobija, . puerto de
Bolivia, su autoridad local avisó por parte ofícial á su jefe,
que esa mañana se divisó á lo lejos un buque incendiado,
en auxilio del cuál, decia, mandé un bote con ocho rema-
CONSECUENCIAS DEL CAMBTO lOí
en mares lejanos y solitarios, y convertirla en
correo del primer poder marítimo del mundo,
poseedor de la India y de la Australia, era un
portento de habilidad; eso es lo que Wheel-
wright obtuvo cuando consiguió que la Mala Real
de Inglaterra fuese conducida por los vapores
de la nueva Compañía del Pacífico revestidos de
todos los privilegios y prerogativas inherentes
á ese encargo honorable. Las mas grandes y
benéficas consecuencias debían seguirse de esa
conquista en el orden social y económico de
las Repúblicas del Pacífico. — Era introducir
en ellas junto con el vapor marítimo, la posta
moderna con toda su santidad, disámoslo así,
con toda su regularidad y exactitud, en países
educados en el régimen colonial español, que
nunca sospechó que la correspondencia privada
pudiera ser inviolable para los Agentes del Rey,
Uno de los primeros efectos de ese beneficio
. se hizo sentir en Panamá desde luego. Después
de establecida la comunicación por el Istmo, el
dores, pero la corriente era tan fuerte que no fué posible
alcanzarlo. £1 parte concluiaencoínéndaiido á Dios las vic-
timas.
166 VIDA DE WILLIAM WüEELWRIGHT
gobierno libre de Bogotá, glorioso de enarbolar
á 15 milpiés sobre el nivel de ambos mares
Jos estandartes de la libertad conquistados por
Bolívar, exigia desdeñoso, que las banderas de
las otras naciones se arrastrasen al través de su
suelo del Istmo, como tributarias de un enorme
impuesto sobre su correspondencia, por el
mero hecho de transitar su suelo. Las cartas
debian pagar un fuerte impuesto como si en-
trasen ó saliesen del territorio de nueva Gra-
nada. Así el rancio derecho de tránsito, abo-
lido en todas partes para las mercancías, seguía
existiendo para la correspondencia internacional
que cruzaba el Istmo, por la pohlica fiscal del
libre gobierno de Bogotá. Servido por los legí-
timos clamores del comercio extranjero del Pací-
fico y por la influencia inteligente del gobierno
británico, no le costó á Wheelv^right hacer des-
aparecer esa aduana postal equivalente á una in-
terdicción indirecta del Istmo de Panamá, y las
cartas de Europa destinadas al Pacífico y vice
versa pasaron en lo futuro sin ser timbradas ni
pagar derechos en el Istmo, que quedó como
suelo neutral en ese punto.
MEJORAS PRODUCIDAS 167
La posta pasó por una reforma en todos lo6
países del Pacífico, con respecto á sus tarifas, á
su seguridad, á la regularidad y exactitud de stt
despacho y distribución, modelada en el régi-
men de la posta inglesa y europea.
Por la primera vez fué conocida en esos Es-
tados continuamente en guerra unos con otros,
la neutralidad^ que sabe hacerse respetar, gra-
cias á la bandera y prerogativas inglesas con
que navegaron los vapores de la Compañía del
Pacífico. Mas de una vez exigieron sus gobier-
nos y sus partidos en lucha, que sus enemigos
políticos no fuesen admitidos como pasajeros
en los vapores. Wheelwright como Superinten-
dente rechazó con firmeza esa pretensión bár-
bara, y mantuvo el principio que quedó respe-
tado hasta hoy de la inviolabilidad y seguridad
de las personas embarcadas bajo la bandera
neutral sin faltar á ningún uso de policía in-
ternacional. Wheelwright consiguió hacer de
los vapores de su mando, lo que hizo de su con-
sulado americano en Guayaquil, el asilo de los
perseguidos por el crimen de no pensar como el
gobierno. En países cuya vida ordinaria y normal
t168 VIDA DE WILLIAH WflEELWRIGHT
6fi el estado de guerra ó de revolución, jr donde
la evasión es una garantía impracticable por
falta dé caminos, la felicidad de tener á sus
puertas el asilo de una gran bandera neutral, es
de un valor inapreciable.
No hay mas que imaginar lo que sucedería,
si en lugar de los vapores ingleses de la Compa-
ñía estuviese desempeñado su servicio, por pa-
quetes privados, con banderas de esos países ó
de países secundarios de Europa.
" La seguridad para la conducta de valores,
que trajo el establecimiento de la línea de vapo-
res, fué otro grande beneficio que le debió el co-
mercio de esos países, pues ella fué razón de
que bajase el cambio y la prima del seguro.
"En países de origen español, educados en un
régimen colonial de vida enteramente extraña á
los usos rígidos del comercio, la exactitud en el
• despacho y en los dias señalados para la salida
de los correos, era cosa desconocida, pues el
capricho de un capitán de buque, ó el influjo de
una entidad poderosa, y sobre todo la voluntad
puray simple del gobierno, era causa frecuente
de retardos y esperas indefinidas. La exácti-
COMODIDADES NUEVAS 169
tud inglesa se inició en las costumbres de esos
países, por la organización de los vapores de la
Compañía, no sin las grandes y persistentes
dificultades que opuso la pereza ó indolencia
tradicional de sus ha^bitantes.
, El confortable ó comodidad en la manera
de viajar por mar, que trajo el establecimiento
de los vapores, fué de un interés mayor que
el deun simple gus*to ó ahorro de molestias
físicas, pues él sirvió grandemente á la salud
de los pasajeros en costas tropicales, donde
las mojaduras, el sol, los malos alimentos y
las camas desaseadas son origen de fiebres
y otras enfermedades.
No hay que hablar de la economía de dinero»
de tiempo, de molestias de espíritu y de
cuerpo^ y por fin de peligros, que esos países
debieron á la adquisición del vapor en la
forma espléndida que desde su primer estable-
simiento le dio Mr. Wheelwright.
El respeto y la confianza naturales que ins-
piró el gobierno de la poderosa Compañía in-
glesa, extinguió poco á poco las impertinentes
exigencias de la vieja policía marítima. Con
170 VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT
sorpresa de muchos, el cabotaje á v.ela re*
cibió un grande desarrollo á influjo de la
línea de vapores en que se temió la causa in-
minente de su ruina. Se repitió allí por la
milésima vez una prueba de que las grandes
vías de comunicación á vapor, terrestres ó
marítimas , llaman á otras menores en su
servicio y alimento.
CAPITULO XIX
INFLUENCIA DE WHEELWRIGHT EN LA CONSOLIDACIÓN Y
DESARROLLO DEL CAMBIO.
Pero todos esos beneficios, que vinieron
como consecuencias naturales de la comunica-
ción á vapor introducida en el Pacífico, se
produjeron y debían seguir produciéndose
á una condición, la de una dirección inteli-
gente y vigilante en el gobierno económico de
CONSOLIDACIÓN DEL CAMBIO 171
Ja grande empresa. Todas las ventajas obte*-
nidas eran insuficientes para garantir su esta-
bilidad, contra otras causas mas bien rutina-
rias que naturales, quéi trabajaban por una
disolución retrógrada , si la capacidad de
Wheelwright dejaba de asistir al desarrollo
ulterior de la empresa apenas plantificada.
Wheelwright lo comprendió, no menos bien
que el Directorio de la Compañía de Londres ;
y después de los diez años que empleó en plan-
tificar la línea de vapores, de 1835 á 1845,
todavía empleó diez años mas en servir á su
consolidación por su dirección leal, inteligente
y enérgica. Persistió no por cálculo de ganan-
cia, sino por honor y buena fe de empresario
superior.
La empresa no hizo sino pérdidas durante
los primeros diez años de su establecimiento, y
hace extremo honor á sus fundadores la fe inte-
ligente con que arrostraron la natural adversi-
dad de toda empresa naciente, contando con los
beneficios que el tráfico futuro les traería ine-
vitablemente. Wheelwright sabia que las gran-
des creaciones de la industria absorben á veces
172 VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT
1oda una existencia, porque su desarrollo gra-
dual es lento é indefinido. Él tenia el tempera-
mento que la moral de la industria requiere en
el grande empresario* Solo la moral sabe ser pa-
ciente en la adquisición de la fortuna por las
obras de la industria ; tiene horror á la preci-
pitación con que la especulación perezosa y fe-
bril busca el fruto que desea, porque sabe que
soló es productivo el trabajo verdadero y aca-
bado.
Está era la situación de la empresa, después
de colocados los vapores entre Valparaiso y Pa-
namá, en 1845 : el sistema de comunicación
colonial estaba enterrado, pero el nuevo no
hacia sino nacer. Poner cuatro vapores en una
costa de 1 ,300 millas, no era dotarla de una
comunicación regular y perpetua. La nueva
creación necesitaba formarse, crecer, educarse,
y convertirse en establecimiento permanente y
definitivo.
Creada la línea era preciso alimentarla,
darle medios de vivir, es decir darle materia-
les de tráfico , de nutrición y desarrollo. Pero
no hay tráfico, por falta de objeto, donde no
MEJORAMIENTO DE LOS PUERTOS 173
hay producción , ni producción donde el producto
no tiene salida, por falta de vias de comunica-
ción terrestre, fácil, rápida, regular y barata.
Así el vapor marítimo una vez instalado en el
- Pacífico, llamaba como su resultado lógico al
vapor terrestre, ó los ferrocarriles, que debían
sacar del interior los productos del suelo, que
los vapores debían recoger en sus puertos.
CAPITULO XX
Establecida la línea de vapores, Wheelwright se ocupa
DE los puertos Y DEL VAPOR TERRESTRE Ó FERRO-
CARRILES. — Puerto de Caldera. Ferrocarril de
Copupó. — Ganangus y desinterés de Wheelwright.
Pero como los puertos son los anillos que
unen á las líneas de vapores con los ferrocar-
riles, Wheelwright comprendió que debía con-
sagrar su actividad á promover . todo lo que
podía mejorar la condición de los puertos,
174 VIDA DE WILLÍAM WHEELWRIGHT
antes de separarse de la empresa de vapores,
para contraerse á empresas de ferrocarriles.
El puerto señalado por la naturaleza de la
producción Chilena para dar principio á esa
obra de mejoramiento, era el de Copiapó, pues
la mas rica producción de Chile por los años
de 1845 á 1850, era la de sus minerales de
plata y cobre situados en su provincia de Ata-
cama, cuya ciudad capital era Copiapó. Esos
minerales distaban de la costa y del puerto de
su exportación 30 leguas mas ó menos. El mal
camino de acarreo que ligaba el puerto al país
minero y la mala condición del puerto mismo
empobrecian y encarecian la producción. El
doble medio de obtener el mejoramiento de
ambas cosas á la Vez era dar al puerto de Co-
piapó mejor colocación, y .ligar á esa ciudad
con su nuevo puerto por un ferrocarril. Wheel-
wright lo comprendió así y acometió ambas
empresas con la competencia que le daban su
papel de representante de la línea de vapores^
y la de accionista de la Compañía anglo-chilena
de minas en Copiapó, valoradas en 750,000 L.
que él debía representar también poco después.
EL PUETRTO DE CALDERA 175
Un relojero de Valparaíso, Mr. Moit, obtuvo
concesión para construir un ferrocarril entre
la ciudad de Copiapó y su viejo Puerto, pero
habiendo ido Moit á Copiapó á proponer la
empresa no le fué aceptada.
Mr. Wheelwright hizo visitar con uno de
sus vapores la costa norte de Chile y recibió
informe de que Caldera era un puerto muy
superior al llamado Puerto viejOy de Copiapó,
situado en la embocadura del Rio de su nombre
y practicado hasta entonces, á pesar de sus in-
convenientes. Wheelwright complementó esta
noticia interesante por una inspección que hizo
él personalmente (á caballo), desde la ciudad
de Copiapó hasta el puerto de Caldera, del ter-
reno intermedio, que halló ser perfectamente
adaptable para localizar un ferrocarril entre
Caldera y Copiapó. Halló también que el
puerto de'Caldera permitiría construir un gran
muelle en que todos los buques pudiesen des-
embarcar sus cargamentos en los wagones
mismos del ferrocarril prolongado sobre el
muelle. Para improvisar la población del puerto
de Caldera, concibió que el medio mas sencillo
176 VIDA DE WILLIAU WIlEELWRIGHT
era el de trasladar á él la población del viejo
puerto, mediante las facilidades que para ello le
^ daba la posesión de los vapores. Aceptada la
idea por las personas pudientes de Copiapó, á
quienes la propuso, quedó formada la Compañía
del ferrocarril de Copiapóy con un capital de
cien mil pesos, y nombrado Mr. Wheelwrigíit su
administrador principal. La Compañía compró
á Mr. Móit su concesión por 30 mil pesos, y
Wheelwright pidió inmediatamente á los Esta-
dos Unidos, un cuerpo de ingenieros, que tra*
jeron los Campbel (Alan y Alejandro), ellos
mismos ingenieros de primer orden, con el
cual vinieron artesanos y mecánicos de toda es-
pecie, las locomotivas y tren rodante. Los rieles
fueron traidos de Inglaterra. Principiada la obra
en 1851 , quedó el ferrocarril terminado y dado
al servicio del público en todo el ano de 1852.
Ese ferrocarril, que determinó la for-
mación de la ciudad de Caldera, llenó de mejo-
ramientos á la ciudad misma de Copiapó, gra-
cias á la actividad infatigable y solicita de
M, Wheelwright. Siendo nociva el agua de
Copiapó para las calderas que producen el
FERR*OGARRILES ANDINOS 177
r
yápór por contener mucha cal, mandó Wheel-
wright construir grandes y poderosas máqui-
nas para destilar toda el agua necesaria para
las locomotivas, para los talleres y para los
habitantes mismos. Construyó hornos para íár
brícar la cal y para fundir los cobres, y estar
Heció el alumbrado por gas en toda la ciudad
de Copiapó, El éxito de ese primer trabajo deter-
' minó poco después la prolongación del ferro-
carril de Copiapó, hasta los minerales de Tres
Puntas y dé ChañardltOy situados muchas mi-
llas al sudeste y nordeste del pueblo de Co-
piapó. Una estación, situada en Pabellón^
7 leguas al interior del valle hacia los Andes,
recibió por la Compañía el nombre dé San
Guillermo , en honor de Wheelwright \ que
lleva hasta ahora. — Visitando con D. M. Del
Carril el camino que partia de San Guillermo^
viá MoUes, al mineral de Chañarcillo, y almor-
zando sobre una roca, « ahorayle recordó su
amigo j — ha llegado el tiempo de ir á *la
República Argentina por el ferrocarril de los
Andes. — Es un hecho que esa idea formada
en él por los ferrocariles chilenos hacia los
18
178 VIDA DE WILLIAM WHEBLWRI6HT
Andes, fué la que poco después lo devolvió á
la República Argentina por donde etúpetó su
vida de Sud América en 1823.
Volviendo al puerto de Caldera, se operó en
él le traslación de las autoridades y de las ofici-
nas de la aduana del Puerto Viejo, de muchas
casas y de los habitantes mismos, formando el
nuevo pueblo de Caldera, cuyas calles, espa-
ciosas y animadas, llevaron los nombres de
Wheelwright , Edwards , Carril , Carvallo ,
Vallejo, etc., etc., accionistas de la Compañía
y promotores principales del cambio.
La Compañía inglesa de minas en Copiapó,
representando un capital de 750,000 Libras
esterlinas, confió á Wheelwright la dirección
absoluta de sus operaciones, y poco después en
meetings públicos, tenidos en Londres, fué
aplaudido y cumplimentado por la rectitud y
habilidad de su desempeño, habiendo reducido
él gasto anual de la Compañía y concentrado
sus operaciones á los puntos que ofrecían in-
mediato y permanente beneficio.
su DESINTERÉS INDUSTRIAL 179
No 3e puede leer un capítulo cualquiera de
la vida de Wheelwright, sin imaginarse uno
que lee la Memoria en que algún gobierno
benéfico y patriota da cuenta al país de las
obras de mejoramientos que ha llevado á cabo
en desempeño de los deberes* de su cargo. Y
sin embargo es la simple historia de los traba-
jos de un empresario, hechos por su iniciativa
privada, como arbitrios industriales, con la
mira de ganar. Así escomo la industria, cuando
es inspirada y asistida por la moral, se con-
. funde con las virtudes del patriotismo y de la
filantropía.
La ganancia no excluye la moral, el desin-
teress y la gloria del empresario de nobles
trabajos , sino que lejos de excluir esas
calidades, las producen los inventos felices
y útiles para lá humanidad que hace la indus-
tria, aunque por via de ganancia.
Wheelwright fué, como Fránklin, un modelo
de desinterés, aunque, como Fránklin, hubiese
480 VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT
hecho una fortuna^ que no excluía su desinte-
rés. La industria no deja de merecer la gloria
porque sus servicios sean lucrativos. Los ser-
vicios del soldado y del sacerdote no lo son
menos, pues el salario que encubre el bene-
ficio, no los priva de su brillo. No serian
dignos de gloria los servicios útile? de toda
género si no fuesen esencialmente provechosos
al género humano. Excluir de este provecho
tan solo al que lo ha creado, seria castigarle
por via de privilegio renumerativo. Mejor es
la sinceridad candorosa de la industria, que
confiesa el provecho que busca, que no la hipo-
cresía de los oficios en que el egoísta pretende
que sirve al país cuando en realidad se sirve
del país para hacerse servir su pan cotidiano.
Un zapatero, un arquitecto, un comerciante
hacen tanto bien á la salud del género humano;
como un soldado, un orador, un escritor*, pero
estos aspiran al privilegio de tener dos recom-
pensas, á saber : — el salario de su oficio, no
menos industrial que cualquier otro, y además
la gloria adicional de ese salario. Es esta clase
de desinterés el que tiene, asco, del am^mb
LOS HÉROES DE LA INDUSTRIA íl81
del empresario, que se enriquece á si mismo
enriqueciendo á los dernás. Los provechos del
trabajo no impiden que la industria tenga
sus héroes, como la guerra. Los héroes de
la paz tienen de bueno la ingenuidad honesta
de. sus miras de ganancia. Hacen el bien sin
pretenderse apóstoles ni misioneros. Su inte-
rés generoso y desinteresado por decirlo así,
de que Wheelwright v. g. era un dechado,
es la condenación de esa abnegación hipó-
crita y falsa de los que escriben ó militan
• ó predican para vivir y enriquecer, al mismo
tiempo que se dan por misioneros en ocu-
paciones que se hacen pagar con laiireíéjs
y honores el duplicado inmoral de un precio
ya pagado y recibido en dinero. Hemos insis-
tido en estas reflexiones, porque interesa á los
destinos de la sociedad moderna de Sud-Amá-
rica fijar y definir los tipos de hombres y de
servicios que merecen de su parte la predilec-
ción que la vieja sociedad; fundada en otras
bases, acordaba á las artes de la guerra y de
la retórica. ' • ^^ x
i«r VIDA DE WILLIAH WHEELWR16HT
CAPITULO XXI
WMEELWR6MT SE SEPARA DE LA EMPRESA DE VAPORES.
— SE OCUPA DE DIFERENTES MEJORAS EN VALPARAÍSO..
— DASE EN ADELANTE Á EMPRESAS DE FERROCARRILES.
— PROYECTO DEL DE VALPARAÍSO Á SANTIAGO.
§
En 1855, á los veinte años de haber conce-
bido y emprendido la fundación de la linea de ,
vapores del Pacífico, coronada del mas com-
pleto suceso en esa fecha, M. Wheelwright cedió
sus derechos en la empresa, que conservaba
como su concesionario original y se separó de
ella, después de vanos esfuerzos que ensayó
para prolongarla hasta Chiloe, con tendencia
á comunicar ulteriormente con Europa por la
via de Magallanes, como hoy lo hace la misma
compañía. De las empresas del vapor marítimo
Wbeelwreight se trasladó del todo á las -em-
presas del vapor terrestre ó de ferrocarriles.
Pero, como hizo en el Puerto de Caldera,
HEJORAMIENTO DE VALPARAÍSO i83
teniendo presente el papel intermedio de los
puertos entre ambos sistemas de comunica-
ción á vapor de mar y tierra, Wheelwríght vol-
vió á su cuartel general^ que era Yalparaiso,
y consagró su actividad industrial á la mejora y
desarrollo de ese puerto importante del Pací-
fico.
La ciudad de Valparaíso era escasa en agua
potable. Esa falta afectaba vivamente á la in-
dustria y al tráfico, tanto comoá la salubridad
de la población. El agua dulce era esencial para
«
la locomoción á vapor de los vehículos terrestres
y marítimos ; para la seguridad de los edificios,
sumamente combustibles, como hechos de
madera en gran parte, que guardaban inínen-
sos depósitos de mercancías, y para la salud y
comodidad de la población misma. M. Wheel-
v«rright obtuvo una concesión del gobierno local
para reunir én grandes recipientes y distribuir
por cañerías de fierro á la parte de Valparaíso ,
que quisiese proveerse de agua á domicilio.
También intentó proveer de gasa la ciudad, por
un sistema análogo, para mejorar su alumbrado^
pero no dependió de él, que otro mas feliz si
184 VIDA D£ WILLIAM WHEELWRIGHT
po mas competente^ obtubiesé la concesión dé
la obra que él proyectó : le quedó solamente d
laurel de la iniciativa. Lo peor es que otro tanto
Je pasó con otra colosal mejora de que intentó
dotar á Valparaiso, á saber : el ferrocarril qué
debia ligar su puerto con la ciudad de San-
tiago, capital de Chile y centro de la riqueza
agrícola que produce el valle inmenso en que
está situada.
La concepción del ferro-carril entre Santiago
j Valparaíso hará siempre honor al genio de
Wheelwright. Él fué el primero que la tuvo.
Aprovechando del cuerpo de ingeniei'os que
hizo venir de los Estados Unidos, para construir
el ferrocarril de Copiapó, hiza estudiar ciénti-
ficapaente el terreno y trazar el plano del ca-
mino deyapor, que debia traer á Santiago y cor
locaurlo en la costa del Pacífico. Cuando obtuvo
la certeza de su practicabilidad, en vista de los
jestudios hechos por ingenieros de primer rango
len los mismos Estados Unidos, Wheelwright
solicitó del gobierno de Chile la concesión dé
psaobra, en que nadie había pensado antes que
él. El escrito en que solicitó esa concesión, fué
FERROCARRIL DE VALPARAÍSO A SANTIAGO m
una página luminosa de economía política, que
abrió los ojos del gobierno y del país sobre \6s
progresos que el ferrocarril propuesto debía
producir en todo Chile. Las condiciones de la
concesión eran menores que las admitidas en
riiuchas obras análogas de que presenta ejem-
plos Sud-América. Las montañas, que separan
á Valparaíso de Santiago, hacían esa obra de
una dificultad excepcional ; pero no inaccesible
al poder de la ciencia, como Wheelwright
decía. Que la obra era factible, lo probó el he-
cho de su ejecución, llevada á cabo mas tarde.
Pero el gobierno de entonces no pudo creer
posible el bello proyecto de Wheelwright, y
tuvo el sentimiento de desecharlo. De tal escep-
ticismo parece estar formada la trama del hom-
bre de Estado en todas partes. Lord Palmerston,
no creía en la practicabilidad de un canal nave-
gable al través del Istmo de Suez. M. Thiers,
mas conocedor de la sociedad que de la nátu-
raleza, dudó de la posibilidad del ferrocarril
á vapor. Lo cierto es que el fenómeno del va-
por aplicado á la locomoción tiene de curioso;
* ■
que no solo su invención primera fué juzgada
18$ VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT
eomo una paradoja, sino que cada aplicación
de ese invento, en via ó en país poco conocido^
ha encontrado el mismo escepticismo. En el
Museo deKensington, en Londres, existe un nú*
mero de la Quarterly ñeview de 1819, en que
se leen e^as palabras sobre el proyecto del pri-^
mer camino de fierro. — « No somos partida-
rios de proyectos fantásticos, relativos á institu-
ciones útiles, y nos reimos como de una idea
impracticable de esa que consiste en construir
un camino de fierro en que se podrá hacernos
viajar á vapor. ¿Hay cosa mas absurda y risible
que la idea de un wagón arrastrado por el
vapor y marchando con doble velocidad que
nuestros diligencias? » — Eso era en 1819, y
seis años después, en 1825, hacia marchar
Stebenson á su Locomotion^ como llamó á la
locomotiva de su invención inmortal.
La idea de Wheelwright no fué perdida, y
tuvo al menos el consuelo de verla puesta en
obra por el gobierno mismo de Chile, años mas
tarde, en provecho de su querida Valparaíso
y del tráfico sobre todo de los vapores del Pa-
cífico, que le debian su fundación.
LA PEOR CONCURRENCIA EN SUD-AMÉRICA 187
CAPITULO XXII
CONCURRENTES CON QUE LUCHO WMEELWRIGHT^ QUE SON
UN ESCOLLO DEL PROGRESO.
Los peores concurrentes con que luchó
Mr, Wheelwright en sus empresas no fueron
los gobiernos, cuyos dominios parecia invadir
con ellas por su carácter casi público, como son
siempre las vias de comunicación. Los concur-
rentes que encontró en su carrera de empresario,
son los mismos con que tendrá que luchar toda
grande empresa de obras de viabilidad mo-
derna en la América que fué colonia de España..
Es la lucha del espíritu nuevo y progresista
con el espíritu estacionario, que dejó el sistema
colonial de siglos en los usos de los Sud-Ame-
ricanos. Por lo mismo que este hecho es triste
es preciso remediarlo en el interés de Sud-
América, y para remediarlo, toca á la historia
señalarlo. Un orden de cosas en que el trabajo
industrial, fuente de toda riqueza, estuvo por
siglos prohibido y degradado sistemadamente.
188 VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT .
y en que las funciones del gobierno exótico ó
metropolitano fueron el medio favorito de acu-
mular fortuna y honores, debia producir al
fin lo que ha producido, el dia que esa sociedad
ha tomado en sus manos la dirección de sus
destinos. Los que no se educaron en el trabajo
industrial no tienen razón ni motivo de cono-
cerlo. No puede ser el trabajo cuya ignorancia
forma su tradición secular, lo que constituya
su fuente ordinaria de riqueza privada. Dueños
y poseedores de su propio gobierno, lo natural
es que lo usen como siempre fué usado por los
gobernantes españoles, es decir, como el trabajo
mas fácil, cómodo y brillante para producir la
fortuna, venida á ser mas necesaria que nunca
por las exigencias crecientes y suntuarias de la
vida moderna.
Y como en este género de industrialismo
oficial ó gubernamental, por liial que lo ejerzan
á fuerza de no haberlo conocido ni usado .mas
que al industrialismo común y ordinario, ño
tienen sus beneficiarios la necesidad de luchar
con la concurrencia del extranjero, (excluido
• . " • • • •
naturalmente, por su carácter de tal, de las
m^
INCONVENIENTES DE LA INDUSTRIA-GOBIERNO 189
fujiciones políticas, en virtud del gobierno in-
dependiente del país), el privilegio de vivir de
las funciones del gobierno, las convierte en la
industria favorita de los que tienen la suerte de
ser ciudadanos y patriotas nativos.
Én efecto, la industria privada como medio
de ganar y de vivir, tiene que poseer para los
nativos mas que este doble inconveniente : que
además de no entenderla ni tener costumbre,
de practicarla, es practicada por el extranjero
revestido del derecho social ó civil, que le da,
el nuevo régimen del país, con toda la supe-
rioridad que deriva de la civilización industrial
de su país nativo, envejecido en la práctica del
trabajo industrial. De ahí ese género de riva-
lidad, ó antipatía ó concurrencia para con el
empre3aria extranjero, resucitada en forma de
patriotismo americano. E3 la industria-go-
bierno, que concurre; con la industria de los
particulares mas industriosos, en daño de la
riqueza y progreso del país mismo. ;
Pero como no puede haber patriotismo en
excluir de la patria la industria adelantada que
nos trae el inmigrado extranjero, tiene entonces
190 VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGUT
que hacérsele este otro género de concurrencia,
por los recursos de que dispone la industria
oficial ó gubernamental. Queremos hablar del
traficó de concesiones ; de la expropiación de
las empresas extranjeras por causa de utilidad
pública, de buen servicio, de conveniencia na-
cional, como se dice; mediante cuyos expe*
dientes vemos aveces transformado al gobierno
en productor industrial, es decir, en Banquero,
en explotador de ferrocarriles y telégrafos,
que no sabe manejar, haciendo tan mal la
industria como el gobierno. Con estas conse-
cuencias inevitables del mal régimen colonial
pasado de esos países sud-ameri canos, tendrá
que luchar el progreso y desarrollo del régimen
moderno. Pero la garantía suprema de su
triunfo definitivo está en los derechos civiles y
sociales dados al extranjero inmigrado en el
país de cuya sociedad se hace un miembro
igual á cualquier otro, en la libertad civil del
trabajo industrial, desde que pisa su suelo. £1
progreso de la inmigración inteligente, tendrá
estos dos resultados, uno inmediato, otro ulte-
rior : primeramente agravará el mal; mas tarde
su IDEA DEL FERROCARRIL TRASANDINO 191
será el remedio del mal. Esperando ese estado
dé cosas, no siempre los patriotas serán un be-
neficio de la patria*
Estas reflexiones son como la explicación
anticipada de otras dificultades en que vamos á
ver á Wheelwright luchando por hacer el bien
áSud-América, hasta el fin de su carrera, glo-
riosa en sus reveses mismos.
CAPITULO XJLIII
CONCEPCIÓN Y PLAN DE UN FERROCARRIL TRASANDINO. —
CARTA DE WHEELWRIGHT AL PRESIDENTE DE CHILE SOBRE
ELLO.
Ligar al Pacifico con la Europa, su fuente
de recursos y de civilización como lo ha sido
para la América mas civilizada y libre en
que nació Wheelwright, fué siempre para
este grande americano su idea conductora,
desde que dobló el cabo de Hornos en su
primera juventud.
La via de Panamá era mas corta que la
198 VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT
del Cabo, y la de Magallanes mas cómoda
que la de Panamá; pero otra mas corta y
mas cómoda í era todavía posible al través
de los Andes y del Plata, y es la que con-
cibió al terminar en los Andes el ferrocarril dp
Copiapó. Todos los trabajos, que en lo suce^vo
absorbieron su actividad en la República Ar-
gentina, fueron trabajos accesorios é integran-
tes de su gran plan del ferrocarril trasandino
é interoceánico , que debiá aproximar á Chile
de la Europa, diez dias mas que lo está hoy
por Panamá y por Magallanes. Así es como
la lógica de sus empresas hizo terminar su car-
rera de . empresario Sud-Americano , en las
márgenes del Plata en que dio principio en
1823.
Nadie es mas capaz de escribir la historia de
esa idea, que lo fué el mismo Wheelwright en
la siguiente carta que dirigió al Presidente de la
República de Chile en 1867, solicitando la coo-
peración de su gobierno á la ejecución de la
grande empresa ; y que vamos á reproducir
aquí por el interés que hasta hoy mismo en-
cierra como prospecto de una gran vía por
I^U CARTA AL PRESIDENTE D1& CHILE : 193
coíistrüiTse, y además, por su interés Histórico.
Como su concepción data de 1850, no es faltar
á la cronología de sus obras el hablar primero
de ésa que de las realizadas en la República
Argentina durante los últimos diez años- de su
vida. , -
<c A su excelencia, Don José Joaquin Pérez,
Presidente de la República de Chile.
a En la audiencia que V. E. tuvo la bondad .
de concederme, tuve el honor de entrar en
algunos detalles respecto á un camino, de fierro
al través de los And§s^ y ahora me permito so-
meterle algunas observaciones mas sobre esta
gigantesca empresa.
« Llamando su atención al proyecto de un
«
ferrocarril del Pacífico al Atlántico, ligando el
puerto de Caldera, en Chile^ con el. estuario del
Plata, recordaré brevemente las circunstancias
que me sugirieron su idea, y los pasos qué he
dado con este íin. . •
ce La importancia y practicabilidad de.Ja
empresa, fueron atentamente^ estudiadas por
mi en 1850, y cuatro años más tarde resolví
una exploración del paso de San Franci$cp,ien .
13
t94 VIDA J)£ WILLIÁM WHEELWRIGUT
la Cordillera, como, el menos expuesto á cer-
rarse por ía nieve, viendo que por nueve años
consecutivos^ no habia sido interrumpido el
fráfico entre . Capiapó y las Provincias argen-
tinas. Supe ademas que en. el tiempo de Qui-
roga, cuando los argentinos de las Provincias
de Cuyo se refugiaron en Chile, vinieron ellos
por el paso de San Francisco en medio del in-
vierno,
« Mi primer paso fué enviar á Don Nicolás
Naranjo , inteligente minero , á reconocer los
portillofi de la Cordillera y trazar informes so-
bre los distritos mineros de la vecindad. Llenó
esta tarea de un modo admirable y sus infor-
mes fueron publicados.
ce Entonces organicé un cuerpo de ingenie-
r^s^^ bajo la dirección de Mr. Alejandro Camp-
heW^ con la intención de acompañarlos yo
mismo, pero en ese momento se habia com-
prometido Mr. Alian Campbell con el gobierno
argentino para estudiar y trazar la ruta de un
ferrocarril del Rosario á Córdoba, y á su pe-
dido le facilité mi cuerpo de ingenieros, pospo-
niendo mi propia empresa para otro tiempo.
FfiftROGARRIL TRASANDINO 49^
<x En 1858, mandé una expedición encar-
gada á los Señores Rolfe y Flint para ir otra
vez sobre el terreno inspeccionado por Na-
ranjo, y me informaron que el paso era practi-
cable por un ferrocarril.
a Sometí todos esos informes cen los cálcu-
los al hoy finado Almirante Filz-Roy, entonces
jefe del departamento del Almirantazgo en el
consejo del tráfico, en Londres, y él presentó
el proyecto el 23 de enero de 1860, á la Real
Sociedad geográfica, dándole .su apoyo y sosten.
c< En 29 de agosto de 1 863, sometimiproyecto
de ferrocarrü al través de los Anded , á ,un
meeting de la Briíish Somal Science^ ^como
apasece de los anales del Instituto.
€c Los informes demostraron que la distan-
cia de Caldera á Fiambalá, ^ra de 322 mi*
Has, .siendo la altura del lugar mas elevado
5,764 pies sobre el nivel del mar.
« El año pasado envié á M. Edwin Hudson á
estudiar y trazar una línea de Fiambalá á la
Punta (cerca de la Horqueta), donde s¡e uniese
al Gran Central argentino como á 466 mi-
llas N. de Córdoba. Sus informes muestran
m VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT
que. puede construirse un ferrocarril entre los
dos puntos con una longitud de 200 3/4 mi-
Uias,' hallándose Punta 255 metros sobre el
mar. Las distancias serian :
De Caldera á Punta. . . . 521 millas.
De Punta al Rosario. • . . 413 —
Total del Pacífico al Paraná. 934 —
a Tales son el origen del proyecto y los
pasos dados á mis expensas hacia su realiza-
ción. Espero colocar en breve en manos de
i\'. E^ todos los planos, informes y documen-
tos relativos á la empresa, que tanto interesa
á Chile, y tengo que suplicar á V. E, se sirva
ordenar que se hagan reconocimientos en la
Cordillera, con el objeto de ver si hay mejor
paso que San. Francisco. En tan importante
empresa se debe escoger sin embarazo el punto
reconocido mejor, por el. lado de la economía
y del interés público.
. « Una dé sus mas inmediatas -ventajas, será
lo barato y expedito del trasporte : de ganado
de las Provincias argentinas á los mejcados de
FERROCARRIL INTEROCEAiNICO • 197
Chile y Perú^ conduciendo animales, en 30 ho- ,
ras, al costo máximo de ps. 10, y reduciendo el
precio de la carne á la mitad de su presente cifra.
« Surgirán también nuevos ramos de comer- •
cío; Bolivia y las Provincias argentinas del
norte enviarán sus productos tropicales á las
Provincias del Sud, y déla junción de los dos
ferrocarriles (cerca de Horqueta) fluirán dos
grandes canales de tráfico hacia el Atlántico, y
Pacifico, abriendo salida á los recursos de los
rjcos: minerales de Chile y á las fértiles Uanu- -
ras situadas eiitre los Andes y el Plata.; Tam--
bien verificarán esos caminos, la predicción
del Almirante Fitz-Roy que, « un ferrocarril,
por los Andes está llamado á ser la mas corta
ruta entre Europa y el nuevo Imperio iánglo^
sajón, q^e tan rápidamente progresa en el:
vasto continente de Australia. »
~ << En una palabra, esta línea producirá
resultados que np pu^de .medir la .humanal
comprensión. Diez años de tráfico, no solo pa- j
garán el. costo de construcción, sino .qué tam-
bién abrirán riquezas hasta aquí desconocidas- .
cí En una obra de estai clase importa tener
198 VIDA DE WILLIAH WHEELWAIGHT
abundancia de madera : del lado argentino se
encuentran inmensas florestas, al paso que el
carbón de piedra abunda en el lado chileno,
de una calidad que, por muestras remitidas
por mí á Inglaterra, se ha juzgado ser excelente
para el uso de las locomotivas.
« Sé bien que este proyecto es considerado
generalmente como visionario; pero tal ha
sida siempre la suerte de las grandes empresas.
La navegación á vapor en el Pacifico fué con-
siderada una quimera citando la propuse en
1833^ pero felizmente se llevó á cabo 7 años
iM» tarde.
« En 1842 tuve el honor de someter al Pre-
sidente Bulnes j su consejo de Ministros un
proyecto para hacer un ferrocarril entre San-
tiago y Valparaíso, pero ellos resolvieron que
era impracticable. Y en despique de lo que
Darwin y otros geólogos decian contra el car-
bou del Sad de Chile, que tan usado es hoy
por los vapores, yo lo introduje en uso cuando
escaseó la provisión de carbón .inglés y la
Compañía iba á retirarse por falta de combus-
tible para sus vapores^
UNION ]>E CHILE CON EL PLATA 199
« Fuera del incremento del comercio, debe-
mos considerar también cuánto ganarian Chile
y la República Argentina, con estrechar sus
relaciones é intercurso. — La barrera entre
ambos países puesta por la naturaleza (los
Andes), será vencida, y las Repúblicas herma-
nas quedarán como si fuesen un Estado, para
su defensa contra el extranjero y para su mutuo
desarrollo.
a Cualquiera que se fije en los 50 años
pasados, no será pronto á juzgar mi proyecto
una quimera. Cada año que tránscure acelera su
realización, y lo que algunos pueden al pre-
sente considerar como un sueño, vendrá muy
pronto á ser un hecho ; a]go mas, una nece-
sidad.
« Mis trabajos no serán estériles á mis ojos,
si ellos sirven como base para llevar á efecto
la empresa.
« Soy de vuestra Excelencia humilde ser-
vidor,
« William Wheelwright. »
20a. VIDA DE WILLIAM "WHEfiLWRlGH
I
f
.. '.. .>
CAPITULO XXIV
f I
EL FERROCARRIL TRASANDINO ¡TRAE DE NUEVO A WHEEL-
WRIGHT ÁL I^LATAV 1 ' í
» ■ ' 1 ■ r f.
. "> ■ • . ' ' , '. ' ' • i • • > ' '
,.É1 que así sentía, interpretaba y deseaba
servir las necesidades de civilización de esos,
países, no era siquiera un ciudadano suyo. Y .
sin embargo, á juzgar de su papel, por su leji-
gjiaje, se le hubiese podido tomar por un
Rivadavia ejerciendo la presidencia de. esos ^
países. Las ideas,, en efecto, que él servia por
via de industria^ eran las mismas que Riva- .
d?ivia habia querido realizar por via de patrio- .
tismo, como lo haremos ver mas adelante 4 '
El hecho es que el ferrocarril trasandino ó
de Chile al Plafa^ sin pasar de proyecto sirvió
cuando menos para traer al Plata á Mr. Whee]- ;
wrright. El plan de esa empresa fué en efecto él
motivo con que dejó Mr. Wheelwright á Chile,
por la República Argentina . No dejó un país
por el otro sino con la nlira de unirlos en un
común fin de civilización material por un vín-
ERA AMIGO DE AMBOS PLISES m.
culo más fuerte y durable que* el mejor tratado
dp comercio. Una lección moral resulta de ese'
paso de su vida, por la cual se ye que no er^i:
una de esos civilizadores nómadjas, que dejan el
país que ya no le sirve, para hostilizarlo idesde
su: nueva residencia. Wheelwright dejaba en.
Chile serios intereses, que sü familia conserva .
hoy mismo.
; Guando Wheelwright dirigió al gobierno de
Chile el memorial que dejamos reproducido,
pidiéndole la cooperación de aquel país para Ja
obra del ferrocarril interoceánico al través de :
los Andes chileno-argentinos, ya la tenia del
gobierno de la Confederación por la ley de con- ;
cesión del. Gran Central, cuyo artículo 7: ae ;
la daba como prolongación trasandina dé.
esta via.
Tácitamente negó Chile por entonces su
cooperación, pues no se conoce ley alguna suya
que haga de Wheelwright la responsabilidad
de que esa grande obra haya dejado de acome-
terse entonces.
Esto nos conduce inmediatamente á la his-
toria de las obras de Mr. Wheelwright en la
sos VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT
República Argentina, que se refieren todas á la
de un gran plan de ferrocarril interoceánico,
al través de Chile, de los Andes y del vasto
suelo argentino. No son sino fragmentos de esa,
línea los ferrocarriles de Rosario á Córdoba y
Rueños Ayres al puerto atlántico de la Ense*
nada. El empresario , que habia ligado á las
Repúblicas del Pacifico con la Europa, al través
del Istmo de Panamá, por una inmensa línea
de vapores, no podía traer por toda ambición
al Plata ia de construir por vía de ganancia
retazos aislados de ferrocarriles. Edto es lo
que aparece de la simple historia del GpUh
Central argentino, que es el mas aparenté
de esos precedentes por su extensión de i-
246 millas. o
HISTORIA DEL GRAN CENTRAL 203
CAPITULO XXV
HISTORIA DBL GRAN CENTRAL ARGENTINO. — SU ORÍGEN, SU
PLAN, SU INTERRUPCIÓN.
*
El conocido banquero Buschentall, de Monte-
video, habia hecbo gruesos préstamos de dinero
al gobierno argentino del Paraná, durante la
separación de la Provincia de Buenos Ayres de
la Union de las otras Provincias argentinas, por
los años de 1853. Para fomentar el comercio
y la riqueza del país que era su deudor, como
hombre inteligente en cosas económicas, se
apoderó de la idea de hacer del Rosario el
nuevo puerto favorito, no solo de las Provincias
argentinas, sino también de Chile y de los
países del Pacífico en el Atlántico. Con este
fin cruzó los Andes y fué al país en que estaba
el autor de la idea, la gente facultativa que
debía estudiar y realizar la idea, y el colabo-
rador de esa vía internacional, que era el mismo
Chile. Llegado á ese país en 1854, contrató
al ingeniero Alian Campbell, en los momentos
204 , VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT
en que Wheelwright meditaba enviarlo de su
cuenta con el objeto de practicar los mismos
estudios, que le preocupaban desde 1850, en
que tocó los Andes con el ferrocarril de Cal-
dera á Cópiapó .
<
Conocedor de las ideas de Wheelw^right,
D. Mariano Fragueiro, que habia residido en
Copiapó y era á la sazón ministro de hacienda
del gobierno argentino, indujo á su jefe, el
general Urquiza, á ofrecer la obra del ferro-
carril á Wheelwright, en el mismo año de 1854^
en que Buschentall trajo de Chile al ingeniero
Campbell, buscado en los Estados Unidos para
hacer el ferrocarril de Copiapó por él mismo,
WhQelw^right. Campbell hizo sti reconocimiento ;
científico del terreno y trazó los planos del
ferrocarril, en 1855, en virtud del contrato
con Buschentall, que el gobierno argientino
hizo suyo propio, mediante la suma de 40 mil
pesos que pagó á Campbell. En ese mismo' año,
el congreso argentino del Paraná, concedió la
obra á los que ya se habían ocupado de ella ofi- .
ciosiament^, — á Buschentall y á Wheelwright.
Por la ley de esa concesión, la obra debiá:
CONCESIÓN DEL GRAN CENTRAL 205
«star concluida en el término de 5 años. Pero
la división del país, consistente en la separa-
ción de Buenos Ayres del cuerpo de la Confe-
deración, que hasta entonces no habia sido
r
conocida en Europa sino por intermedio de
aquella provincia, paralizaba su crédito en los
mercados europeos, y se agotó el término fijado
para la conclusión de la obra, sin que sus
concesionarios hubiesen podido formar la
Compañía ni levantar el capital requerido. A
esa causa de descrédito se agregaba el del
mismo Buschentall en Europa, por causas
ajenas de esta narración.
Habiéndose renovado la concesión á los di-
chos señores, un acuerdo pasado entre ellos
en Londres, con la intervención amigable del
representante argentino, dejó toda la gestión
del negocio en las manos exclusivas de Wheeí-
wright, no solo sin perjuicio sino en provecho
del mismo Buschentall. Pero después que des-
apareció esa dificultad, quedó la déla guerra
civil entre Buenos Ayres y la Confederación,
que se renovó hasta que terminó de hecho por
Ja batalla de Pavoriyevenlo quQ cambió de raíz
206 VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT
el gobierno de la República Argentina. De
resultas de eso, Wheelwright que estaba en
Londres en ese año de 1861, se encontró para-
lizado y vacilante. El cambio de cosas era tan
completo, que oscurecía su posición en ese
arduo negocio á punto de no saber qué hacer.
Fué entonces cuando aceptó el consejo, que
recibió de su viejo amigo el ministro argen-
tino en Londres, de ir al Plata para saber de
un modo positivo á qué atenerse con el gp-
bierno, que habia reemplazado al que le hizo
las primeras concesiones. El nuevo presidente
habia contrariado siete anos esa empresa,
que se consideraba hostil á Buenos Ayres
porque era favorable á las provincias, ^ero
no quitó que se honrara en prohijar tan noble
trabajo, como en efecto lo hizo, mejorando
tal vez sus condiciones. Efectivamente , el
5 de setiembre de 1862, promulgó una ley
del Congreso argentino reunido en Buenos
Ayres, que le autorizaba para contratar de
nuevo esa obra con una empresa que la^tomftse
de su cuenta. Siendo Wheelw^right concesio-
nario de ella por leyes argentinas anteriores,
SOCIEDAD PEL GRAN GENTAAL Í07
hubiera sido inicuo á mas de impolítico, qui-
tarle lo que estaba dado por la ley á su ^compe-
tencia indisputable. Asi el gobierno del gene-
ral Mitre celebrando un nuevo contrato tuvo
el buen tino de celebradlo con el mismo Wheel- *
wright, el 16 de marzo de 1863, sobre las mis-
mas bases y condiciones anteriores.
De sus cláusulas, las que interesan á la his-
toria, fueron las siguientes. El gobierno nacio-
nal autorizaba al señor Wheelwright para for-
mar una sociedad anónima bajo el titulo de
Ferrocarril Central argentino^ con el objeto
de construir y explotar por locomotiva á vapor
un ferrocarril de una sola via, que partiendo
desde la ciudad del Rosario, en la Provincitt de
Santa Fe, termine en la ciudad de Córdoba, se-
gún la traza proyectada por el ingeniero
D. Alian Campbell y contenida en su informe
y planos de fecha 30 de noviembre de 18S5,
cuyo trabajo facultativo seria cedido á la Com-
pañía sin renumeracion alguna.
Es digno de notar en vista.de esta cláusula,
que el primer ferrocarril argentino, aunque
confirmado y ratificado en Buenos Ayres, fué
2Ó8 VÍDA DE WÍLLIAM WHEELWRIGHT
•4
Gojicebido en el Paraná, y localizado en las
provincias de Santa Fe y Córdoba.
Por otra cláusula el domicilio legal de la
Compañía estaría necesariamente en la Repú-
blica Argentina, y su capital seria de ocho mi-
llones dé pesos fuertes, dividido en ochenta
mil acciones de cien pesos fuertes cada una.
Todos los terrenos ya sean nacionales, pro-
vinciales ó del dominio privado, requeridos
para el camino, estaciones, muelles, depósitos
de carbón, almacenes para carga, oficina de
fábrica, depósitos de agua y demás dependen-
cias del ferrocarril, serian donados por el go-
bierno á la Compañía.
Los materiales, útiles y artículos importantes
del exterior para la construcción y uso del
ferrocarril , serian libres de todo derecho de
introducción durante el período de cuarenta
años. De igual exención gozaría la propiedad
misma del ferrocarril. Todas las personas em-
pleadas en la construcción y tráfico de la línea,
estarían exceptuadas de cualquier servicio mi-
litar. '
^ El gobierno concedía á la Compañía el deré-
TÉRMINOS DE LA CONCESIÓN 209
cho de extender la línea hacia la Cordillera de
los Andes , usando de aquella ruta que se
encuentre más favorable; acordándose á dicha
prolongación los mismos derechos, privilegios
y exenciones, que el contrato conferia al tra-
yecto del Rosario á Córdoba, con excepción de
la garantía. Esta cláusula es de tenerse presente
por las tristes consecuencias á que mas tarde
da lugar su violación, en perjuicio del país,
mas que del concesionario.
El gobierno, en efecto, garantizaba á la
Compañía en la explotación del ferrocarril un
7 0/0 anual sobre un costo fijo de 6,400 Libras
esterlinas por milla, cuyo exceso, si lo hubiese,
seria aplicado al reintegro de las cantidades
pagadas por el gobierno. El término de efeta
garantía seria de cuarenta años, contados desde
la fecha en que comience á correr.
El gobierno concedía á la Compañía en plena
propiedad una legua de terreno á cada lado
del camino en toda su extensión. Estas tierras
así dadas además de las concedidas por otro ar*
tículo anterior, eran donadas á la Compañía
en plena propiedad á condición de poblarlas;
14
tiO YIBA DE WILLIAM WHEELWRIGHT
La noticia de estar firmado este contrato en
Buenos Ayres, fué celebrada en el Rosario el
23 de marzo de 1 863, con las demostraciones
públicas de un entusiasmo que haría honor á
la mas culta de las ciudades de los Estados
Unidos ó de Inglaterra.
£1 Congreso dio su aprobación y sanción á
ese contrato, que fué en consecuencia reducido
á escritura pública el 26 de mayo de 1863.
CAPITULO XXVI
INAUaURAaON I>E LOS TRABAJOS DEL GRAN CENTRAL AR-
GENTINO, EN EL ROSARIO. — DISCURSO NOTADIS DE
WHEELWRIGHT. — FORMACIÓN DE LA GAMPAÑÍA DEL
GRAN CENTRAL EN LONDRES.
Pero ya el 20 de abril de ese mismo año se
habían inaugurado en el Rosario los trabajos
anticipados por Wheelwright, sobre la fe de
la primera estipulación de marzo. La solem*
INAUGURACIÓN DE LOS TRABAJOS Sil
nidad con que fué celebrado ese acto merece
no ser pasada en silencio por su interés histó-
rico. El Presidente de la República se trasladó
de Buenos Ayres al Rosario con el objeto de
inaugurar el gran trabajo por sus propias
manos. Le acompañaban los mas de sus minis-
tros. Una plataforma habia sido erigida en el
punto de partida^ en torno de la cual se des-
plegaba un circulo inmenso de espectadores,
asistidos como de gala á la noble escena. Ban«
deras, colgaduras vinosas, arcos de triunfo,
músicas, y columnas militares, nada faltaba 4
la festiva solemnidad. A la hora señalada, ce ék
Presidente (dice un diario de ese tiempo), des-
cendiendo de la plataforma, empuñó la carre*
tilla, y á sus primeros pasos el pueblo pro-
rumpió en frenéticos aplausos; las bandas
militares tocaron la música compuesta para
ese objeto, y tronó la artillería haciendo una
salva que fué contestada por la guardia nacio-
nal del Rosario. £1 Presidente dio unos cuantos
golpes con el pico, tomó la pala, levantó alguna
tierra y fué á depositarla carretilla en la misma
línea» » — Toda la hoga de servicios del general
212 VIDA DE WILLIAM WHJEELWRIGHT
Mitre no vale la gloria de esa jornada para su
carrera de hombre público. Hacia tanto mas
honor á su política esa conducta, cuanto , que
la concepción de esa obra, nada le debia á su
cooperación anterior sino resistencias de espí-
ritu de partido. Apropiándose el patrocinio de
esa empresa como se apropió el de la constitu-
ción nacional, sin ser obras suyas ni una ni
otra, dio una gran prueba de sentido político
en su posición de Presidente de la Nación ar-
gentina. Pero no debia impedir eso que desde
que el Gran Central encontrase una sombra
de rivalidad, la obra y el autor, cediesen su
lugar en las simpatías del antiguo localista al
proyecto de un nuevo ferrocarril entre Bue-
nos Ayres y Chile, por el Planchón, al través
de la Pampa ocupada por los indios salvajes.
El empresario Meigs, á quien nadie conocía
• . *
en el Plata, tuvo el honor de ver repetido su
recado personal dirigido al Presidente argen-
tino, en un mensaje oficial de este dirigido al
Congreso nacional, anunciándole la próxima ve-
nida al Plata del empresario á cuya voz brotan
de la tierra legiones de obreros. Sin descono-
DISCURSO DEL PRESIDENTE MITRE 213
cer el mérito del señor Meigs, no hay que olvi-
dar que entre él y Wheelwright había esta
diferencia : Meigs, ha ejecutado trabajos pro-
yectados por Wheelwright en Chile y el Perú,
con el dinero salido á torrentes del tesoro pú-
blico de esos Estados, mientras que Wheel-
wright se valió de capitales particulares,
levantados por su gran crédito, para llevar á
cabo su línea de vapores del Pacífico, sus
ferrocarriles de Copiapó, su Gran Central
argentino y su ferrocarril de la Ensenada.
El ferrocarril trasandino del Planchón, no
sirvió sino para disminuir el entusiasmo por
el desarrollo trasandino del Gran Central; ó
mejor dicho^ para continuar aislados del Pací-
fico, en nombre de la unión con Chile. Que el
presidente . Mitre conocía y creía posible el
alcance trasandino úGran Central lo prueban
estas palabras de su discurso de inauguración
del mismo 20 de abril. Dijo « que todos de-
bían felicitarse por la apertura de los trabajos
(del Gran Central), pues irá á poblar las sole-
dades, á dar riqueza donde hay miseria, y or-
den por adelantos, donde reina el desorden.
su VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT
Ál medio de los Llanos mismos irá el ferro-
carril y trepará por último la cordillera de
los Andes para ser mas tarde el ferrocarril
americano. »
Pero nada exhibió esa fiesta mas digno de la
historia, que las siguientes palabras, que to-
mamos del discurso, que pronunció Whed-
wright.... € Hemos establecido ya una nueva
era en la historia de este país : su objeto es dar
una nueva vida á las Provincias, su último
destino es el mar Pacífico »....« Después del
largo intervalo de 41 años, he vuelto á visitar
á Buenos Ayres, y he quedado sorprendido de
su transformación ».... « Pero lo interesante
para nosotros es notar la época que ha produ-
cido esté cambio. Casi toda esa transformación
es debida á los últimos diez años, ik^ha, Se-
ñores, de la apertura, de la navegación de los
rios; esta es la fuente de donde ha venido ésta
prosperidad, y la historia futura hará la jus-
ticia al hombre que ha roto las cadenas del
monopolio, rompiendo los cerrojos de los rios,
rati0cáñdolo por tratados con la Inglaterra,
Francia y Norte América; pasó, Señores, digno
DISCUKSO DE WHEELWRIGHT 215
de un pueblo grande. » « (Aplausos)
« Momento glorioso para todo tiempo. Grande
época de la regeneración de las Provincias,
vehículo para satisfacer á las necesidades de
los pueblos mas distantes de este vasto terri-
torio y llevar á los mercados del mundo sus
ricos productos agrícolas; desarrollar sus pin-
gües minas de oro, plata y cobre, y mas que
todo, promover el fomento de pueblos aislados,
sembrando el país de colegios y escuelas;
educando las masas para gozar de una verda-
dera libertad cuyo fruto, Señores, será la paz
y el orden »..*. a Este dia, Señores^ es la inau-
guración de una nueva época para las Pro-
vincias, á cuyos territorios va á penetrar el
ferrocarril, llevando todos los elementos para
establecer un estado social mejor y feliz entre
gentes que hasta ahora han permanecido ais-
ladas ».... ce Permitidme algunas observa-
ciones sobre las últimas consecuencias de tan
vasta empresa ».... << La ruta qué deberá ser
mas ó menos adoptada, será : de Córdoba á
Chañar : de Chañar á la Horqueta, en Cata-
marca : de la Horqueta al pueblo de lá Rioja :
216 VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT
de la Rioja á Copacabana^ ál pié de la Cordillera
de los Andes, subiendo por su falda y tomando
el paso de San Francisco 16,023 pies, y bajando
por el poniente hasta Copiapó y Caldera > . • ¡ •
c< Nada extraño es, Señores, que un proyecto
tan estupendo, sea mirado como ilusorio, pero
no es así : es un ; proyecto serio, practicable, y
será realizado* Es puramente cuestión de
tiempo ; pero como envuelve intereses de suma
importancia para todos los países de la Amé-
rica del Sud, tal vez no esté su realización tan
distante como parece. Europa está también
interesada en esta obra grandiosa. La Gran
Bretaña sumamente interesada en aproximarse
, lo mas posible á sus grandes colonias de la
Australia, aprovechará el momento, prestando
sus caudales para facilitar un camino que el
muy distinguido almirante Roberto Fitz-Roy,
ha declarado públicamente que no solo es
realizable sino que una vez realizado, será el
camino real entre Inglaterra y dichas cóIo-
ñias. »
Así Wheelw^right quería llevar la locomo-
tiva de civilización no solo' á Córdoba, sino ál
TRASCENDENCIA DEL GRAN : CENTRAL* 217
país del Chacho y de Quiroga, traer los mine-
rales de Famatina á las puertas del Plata,
pasar sus locomotivas de fierro por encima de
esos Andes que San Martin cruzó con piezas
de artillería ligera, dar á. las Provincias ar-
gentinas de occidente como suyos los puertos
y los mercados del Pacífico, hacer del suelo
argentino el caipino real del intercurso entre
el Asia y la Europa, unir á Chile con la Re-
pública Argentina por vínculos de oro, mas du-
rables que todos los lazos de la diplomacia;
pero su competencia probada por gigantescas
empresas, por su origen del país mas culto y
positivo del universo, por la disponibilidad de
capitales particulares extranjeros, que hubieran
enriquecido á la Nación sin endeudarla, no
tuvo la suerte de hacerse comprender de po-
líticos argentinos, que presumen habitar' con
su genio las alturas de la poesía del progreso
y de la civilización.
Sia * VIDA BE WILLUM WHEELWai«HT
§
Vuelto Wheelwright á Londres en julio de
1863, la confianza que el Plata y su situación
inspiraban en ese mercado de las grandes
empresas, no era mayor que 4ntes á pesar del
restablecimiento de la Union y de la paz entre
Buenos Ayres y las Provincias en que estaba
el Gran Central. Un hombre menos ventajo^
sámente conocido que Wheelwright habria es-
collado tal vez en esa situación. Pero como en
realidad era mejor el estado de cosas del Rio
de la Plata, no le costó á Wheelwright per-
suadir de ello al mas importante de los em*
presarlos de ferrocarriles, que tenia la Europa,
á M. Tomas Brassey, con sus socios, al favor
de cuya cooperación poderosa, se pudo formar
la Compañía, y el 10 de marzo de 1864, fué
registrada, en esa ciudad, siendo su capital,
como lo requería el contrato, de un millón y
seiscientas mil Libras esterlinas, ú ocho mi-
llones de pesos fuertes.
TERMINACIÓN DE LA OBItA 219
Publicado el prospecto en el mes de mayo,
fué cubierta la suscripción de 50 mil acciones á
20 L. cada una, es decir, la suma de un millón
de Libras, quedando las 600 mil restantes para
suscribirse ulteriormente, á medida que fuese
necesario el capital-
Las primeras diez millas del Gran Central
estuvieron construidas el 26 de mayo de 1864;
pero pasado con exceso el término de cinco
años fijado para la conclusión de la línea
hasta Córdoba, á causa de la guerra del Pa-
raguay, solo vino á tener lugar la inauguración
de su servicio el 17 de mayo de 1870, con una
solemnidad no menos digna de mención que
la pasada, por varias circunstancias de interés
histórico y social.
210 VIDA DE WILLIAM WHEELWRI6HT
CAPITULO XXVII
INAUGURACIÓN DEL SERVICIO T TRAFICO DEL GRAN CENTRAL
EN CÓRDOBA. -^ PUNTOS NEGROS EN EL HORIZONTE PARA
WHEELWRIGHT Y PARA EL PLATA. — SUS OBRAS SON
NECESARIAS PARA UN EMPRÉSTITO DE 30 MILLONES.
SU DISCURSO MEMORABLE DIRIGIDO Á CÓRDOBA. — TRAS-
CENDENCIA D^. LA EXCLUSIÓN INMINENTE DE WHEEL-
WRIGHT.
Terminar una obra es mas que empezarla ;
inaugurar su servicio es mas que inaugurar
sus trabajos. ¡ Se han visto tantos trabajos inau-
gurados que nunca llegaron á 3ü fin 1 La solem-
nidad por lo tanto debia ser mayor en Córdoba,
donde terminaba el Gran Central, que lo fué
7 años antes en el Rosario, donde dio principio*
Ya no era un pensamiento, sino un hecho con-
quistado lo que se celebraba. El gobierno na-^
cional establecido en Buenos Ayres lo com-
prendió asi, y el 16 de mayo de 1870, expidió
un decreto Concebido en estos términos. « Con-
SOLEMNIDADES OFICIALES 221
siderando que la inauguración del ferrocarril
Gran Central argentino, debe tener lugar el
17 del corriente en Córdoba, y que este es el
mas grande acontecimiento de la época, que
haya presenciado la República y un triunfo
de civilización obtenido por los pueblos ar-
gentinos, al favor de sus esfuerzos, mediante
la Proyidencia divina, — el Presidente de la
República, decreta: 1^ Que será enarbolada
la bandera nacional en todos los edificios pú-
blicos el dia de mañana. 2^ Cuando el telé-
grafo anuncie que el acto de la inauguración
ha pasado, una salva de 21 cañonazos será
hecha desde el Fuerte; 3^ El obispo de Córdoba
trasmitirá por telégrafo su bendición á toda la
República con ocasión de tan fausto evento.
4^ Los gobernadores de Buenos Ayres y Santa
Fe, serán invitados á tomar parte en esta de-
mostración. »
Parecia natural que el Presidente que fir-
maba ese decreto, decidiese trasladarse él mismo
á Córdoba, para tener el honor de inaugurar la
grande obra ya concluida, como se trasladó al
Rosario el Presidente Mitre para inaugurar sus
2S2 VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT
trabajos. Pero eso no sucedió. El artículo 5 del
decreto dispuso que el ministro del Interior, de*
legado para representar al gobierno en la inau-
guración , diese cuenta del hecho d^pues de
sucedido. Así no todos los deberes que se
comprenden bien y se ejecutan del mismo
modo. *
El gobierno que inauguraba el primer ferro-
carril construido en la República Argentina, no
era el que lo habia empezado, como el que lo
empezó no fué el que lo concibió y decretó. Con-
cedida tres veces la ejecución de la obra por
S anos, no habia tardado 7 años solamente en
Uevarse á cabo, sino 17. Cuatro presidencias
habían tomado parte en ella, la del general Ur^
quiza, la del Dor. Derqui, la del general Mitre y
tocaba á la de Sarmiento inaugurar una obra
ajena en cierto modo á su cooperación directa.
Pero no era esta la causa principal de la tibieza
que el gobierno dejó traslucir bajo la pompa
de su retórica oficial^ que en cierto modo era
de rigor en un gobierno que se preciaba de
progresista . La ausencia del Presidente Sao
miento revelaba que no estaba su entusiasoio i
ÜN PUNTO NEGRO
la altura del de la Nacían en la solemnidad de
ese grande evento. Pero mejor lo reveló el dis-
curso de su delegado el ministro del Interior,
Dor. Velez Sarsfield, que á pesar de su difusión
intemperante, tuvo el cuidado de no nombrar
una sola vez al hombre que habia empleado
diez y siete años de su vida en dotar á la Re*
pública Argentina de esa obra gigantesca de ci-
vilización y progreso. Muchos presidentes se
sucedieron en ese largo período ; el que no dejó
de ser el empresario infatigable del Gran Cen-
tral» fué siempre el mismo Wheelwright. El
tamaño de la solemnidad, probaba el mérito de
la obra, y el de la obra el mérito del autor. Sin
Bmbai^o, en un país donde todo principio se
personaliza ; en que la libertad , hecha carne y
huesos se llama San Martin ó Belgrano, el Mi-
nistro delegado del Presidente, hizo de Wheel-^
wright una abstracción, y pasó en silencio
absoluto, su nombre que era todo el símr
bolo de ese grande evento. ¿Por ingratitud
ó animosidad personal? Tal motiv^o no y^h
dría la pena de una mención histórica. Hechos
ulterioras de grande consecuencia, han dejad©
m VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT
presumir otros que la historia no puede si-
lenciar. El motivo presumible de - la reti-
cencia escandalosa del gobierno para con el
empresario del Gran Central, era un motivo de
emulación ó concurrencia. El gobierno del pre-
sidente Sarmiento quería suceder á Wheel-
wright como empresario de la parte restante de
la gran construcción. Hacerse empresario de
esa obra, queria decir para el gobierno argen-
tino, levantar un empréstito de 30 millones de
pesos fuertes en Londres, para invertir en esa
y otras obras de su talla. Sin un motivo tan
grande, tan digno, tan popular, como era la
obra del ferrocarril trasandino ó interoceá-
nico en el país y en Londres, era imposible ne-
gociar un empréstito de tanta magnitud. Pero
la obra estaba concedida á Wheeíwright por
una ley. Fuerte en su derecho por esa ley ar-
gentina y por su gran nacionalidad de ciuda-
dano de los Estados Unidos, WheeMright podia
no querer dejarse reemplazar en el goce de ese
gran negocio. Para alejar esa eventualidad se
le dejó creer que el dinero procedente del em¿
prestito seria puesto á su disposición para la pro-
— ^
EMPRÉSTITO PARA OBRAS PUBLICAS dS5
secucion del Gran Central en la doble dirección
de Tucuman y de los Andes/
Una vez conseguido el empréstito, el primer
obstáculo para su inversión real, era la per-
dona de Wheelwright ó la Compañía por él
representada, por esta razón evidente y sen-
cilla : que Wheelwright quería invertirlo en
las obras públicas para que fué tomado^ es decir,
en el desarrollo del Gran Central, y lo que
necesitaba el gobierno era invertirlo en buques
blindados y en otras aplicaciones que importa-
ban á su mantenimiento • El gobierno necesi-
taba de ese dinero como de uñ recurso financie-
ro para gobernar. Hay estadistas que van á los
>Estadbs Unidos, para aprender á copiar á la
Turquía. Conocida es la historia de los emprés-
titos recientes del gobierno otomano. Negocia-
dos en Londres, para ferrocarriles y otras obras
públicas, fueron empleados, en vez de eso, en
comprar buques blindados y satisfacer vanas
necesidades de la corté. Wheelwright quería
remachar la Union de la República Argentina
con Chile por el fierro de los caminos trasan-
dinos; lo que necesitaba el gobierno era un
tl6 VIDA HE WILLIAM WHE£LWitlGHT
temor de guerra con Chile para justificar la coiii'-
pra de buques blindados y armamentos, con
el dinero lomado para caminos trasandinos.
-Wheelwright ofreció encargarse de levantar el
empréstito, sin interés de comisión alguna, ala
"fiola condición de tener una seguridad de* que
el producto seria empleado en las obras invo-
,cadas €omo objeto de su negociación.
Esa limpie insinuación acabó de enajenar
á Wheelwright la confianza del gobierno, que
' -deseca reemplazarlo en sus empresas. La
-manera de negociarlo hacia parte de la idea
4é su inversión. Wheelwright no hubiera ne-
gociado de un golpe treinta millones de pesos
para obras que debian consumirlos en largo
numero de años. Recibiendo simultáneamente
esa suma desproporcionada á las necesidades y
recursos del país, el gobierno autorizó la creen-
m de que no eran destinados á obras públicas,
que ni empezadas estaban al tiempo de su per-
c^doni. Los hechos ulteriores justificaron esa
furéisuncion. Fueron públicas las aplicaciones
4e ese diaero á la compra de buques blindados y
aniiKne&tos en Londres Grandes sumas reci^
G#NS£€12ENGIA1? BR Sü EXCLUSIÓN 2St
bidaí antes de ser neceátadas, mostmon que
eraíi tomadas ea préstamo pjará darse ¿ préstamo
coa miras presumibles de un favoritismo equi-
vocado^ pues si los acreedores de un gobierno
son sus auxiliares naturales, sus deudores no
tienen por qué llorar su ruina. Estos hechos me¿
receb la atención de la historia, porque ellos
explican los males que han sido sus consecuen-
cias en perjuicio no de Whéelwright personal-
mente sino de lasgrandes obras de mejoramiento
que le tenian por instrumento y represéntame.
Es verdad que sin, Whéelwright sé ha pro-
longado el Gran Central en la dirección de Tu-
euman con el dinero procedente del empréstito.
Pero cambiando la trocha anclia que quería
Whéelwright, para ese camino, por la angosta^
se ha invertido en esa obra menos dinero del
que le tocaba, y se ha roto de paso la unidad dé
trocha, que debia s»vir para dar á las provin-
cias del Norte la uniíMi que debe fortificarlas.'
El hecho es que la exclusión de Whéelwright
de la obra del Gran Central en sus desárolioar
uhefiores ha destruido la parte náas esencial de
su plan priinitivo, que fué iinir al Pacífico cotí
928 VIDA BE WILLIAM WHEELWRIGHT
el Atlántico al través de Chile, de los Andes y
del suelo argentino. Que nunca tuvo esa obra
9
un alcance menor á los ojos de Wheelwright y
de sus asociados, es lo que resalta del modo
mas prominente de sus discursos y de todps los
pronunciados en las dos fiestas de inauguración
de los trabajos y del servicio del Gran Central.
Como en su discurso de 7 años antes en el
ÍKosario, Wheelwright repitió 7 afios después
en Córdoba, inaugurando el Gran Central que
inauguraba el primer trozo del ferrocarril
trasandino ó del Pacífico.
El venerable Don Tomas Armstrong, con-
fidente y cooperador poderoso de las obras de
Wheelwright en el Plata, dijo estas palabras que
(Jescubren lt)s horizontes americanos y vastos
del Gran Central : — ^ c< Este es el dia mas feliz
de mi vida, pues me regocijo al contemplar
está empresa ala que tanto tiempo y penuria
he consagrado como Director Residente (miem-
bro del Directorio de Londres, en el Plata), y
que está llamada á ser la mas grande empresa
en Süd- América. En despecho del cólera y de
la guerra del Paraguay, no obstante las pérdidas
DISCURSO I>E Mr. ARMSTRONG 929
de buques y las revoluciones que han contra-
riado nuestros progresos, la hemos llevado
hasta lograr un éxito feli?.
« En todo tiempo será este ferrocarril un
recuerdo honroso para el gobierno dei ge-
neral Urquiza, bajo el cual tuvo origen, píira
el general Mitre, que cavó el primer surco en
1863, y para la administración de Sarmiento,
bajo la cual termina hoy día, »
El honorable Señor Kirk, ministro de los
Estados Unidos, y confidente de las miras de
, ^ . • . ....
Wheelwright, dijo en esa solemnidad del 17 de
mayo de 1870, estas palabras : « No pasará
mucho tiempo antes que la locomotiva del Gran
Central escalará los Andes en la manera misma
en que el great Pacific Railway atraviesa hoy
dia el continente de Norte-América- »
Pero nada mas terminante en este punto
que el discurso que en esa solemnidad de
inauguración del Gran Central, dirigió al pue-
bió de Córdoba el mismo Mr. Wheelwright,
en ftiérito de lo cuál creemos servir á la his-
toria de su vida reproduciendo su texto iioliable
íntegramente. • ^
aao VIDA DE Wll^LIAtt IVflBELWRÍGlT
A Córdoba,-
, r -
(Con ocasión de la inauguracon del Gran
Central, el 17 de mayo de 1870.)
c< Señores y Señoras :
ce Permitidme tener el honor de saludaros y
ofreceros mis mas expresivas felicitaciones por
la llegacja del F. C. C. A. á esta ciudad; re-
corriendo las inmensas llanuras que la áepa-
ran del Litoral, y formando en la historia del
pai^ una nueva era de progreso digna del jú-
bilo cqn que lo estamos celebrando . .[ . .
V. « No es fácil, desde luego, comprender los
ioniensQS bienes que este camino está llamado
á producir, acercando y reuniendo poblaciones
que han permanecido separadas hasta hí>y por
tan largas distancias, que solo el gran poder de .
la locomotora puede vencer.
a Habiendo ocupado una gran parte de ifÁ
vida' en el establecimiento de la navegación á
vapor ^ en^ el mar Pacifico, y en la apertura
del Istmo de Panamá, para fajcilitar la comu-
su DISCURSO EN CQRDraBA.; 281
nicaeión con los países atlánticos^ fae intrechi-^
cido caminos de fierro en Chile y el Peni ;' su
Excelencia el General Urquiza, Presidente de
la Confederación. Argentina me invitó en el
año 4854, por intermedio de su ilustrad*
Ministro el Señor D. Mariano Fragueiro, para
hacerme cargo de la construcción del. ferro*
carril del Rosario á Córdoba. Acepté su pro-
posición, y desde entonces dediqué todos mis^
esfuerzos á la realización de esta grande obra •
«El estado d^l país, sus guerras interiores, .
fueron al principio obstáculos insuperables,
á pesar de mis mas asiduos esfuerzos, para
inspirar confianza á los capitales en un país
donde el órderi político sé encontraba tan jpoco .
afianzado.
a En i 862, cu^do la República Argentina
sé encontró completancieiite unida y el horizonte
político se habia despejado, me embarqué piará
el Rio de la Plata, con el objeto de entrar en
negociaciones con el Gbbieirno Nacional, y poco .
tiempo después, tuve la fortuna de celebrar un
contrató para la realización de esta obra con el
ilustrado Señor ministro del. Inlerior Doctor
23ft VIDA ])£ WII.L1AH WHEELWRI6HT
Rawsson que tanto lamento no ver aquí pre-
sente.
« Los trabajos fueron inaugurados por S. E*
el Presidente de la República General Mitre,
el 20 de abril de 1863, quien removió la pri-
mera palada de tierra, dejando asi empezada
la obra.
« Al regresar á Europa en julio de 1863
para formar la Compañía y encontrar el capital
necesario, encontré el espíritu de especulación
en ferrocarriles muy decaído, pero tuve la
fortuna de conseguir las simpatías del Señor
Don T43mas Brassey y sus socios que son los
primeros contratistas de ferrocarriles en el
mundo, y á su prestigio y capital, debemos en
gran parte la obra que hoy estamos celebrando.
« Hace seis años. Señores, que por la pri-
mera vez he visitado^esta hermosa ciudad, y no
olvidaré nunca el magnífico espectáculo de la
recepción que Vds. me hicieron, manifestán-
dome una confianza ilimitadar^ de que sus de-
seos serian realizados. — Es, pues, con el mas
supremo placer, que hoy día tengo la felicidad
de presentaros la grande obra concluida. —
US PALABRAS A CÓRDOBA . 2$á
M Gibadlas sean dadas al Señor Supremo que me
ha concedido su protección durante los diez y
seis años que me he ocupado de esta obra y
que me ha protegido con su providencia, para
ver coronados mis esfuerzos y me ha ayudado
á vencer los grandes obstáculos que á veces
la han paralizado. . . »
« En el mismo Córdoba, Señores, recibí la
funesta noticia de la guerra con el Paraguay,
causa de infinitos y muy graves males que han
continuado casi hasta la conclusión de la obra,
privándonos de peones, de los terrenos, y cau--
sando revoluciones que tanto nos han perju- :
dicado, agregándose á todo esto, los estragos
causado^ por el cólera, cuyos efectos, Vds.,
Señores, jamas podrán olvidar.
« Señores, mi edad y mis enfermedadeiy no ;
me permitirán tal vez tomar una parte activa é
inmediata en la ejecución de los trabajos para
continuar este camino al Norte y al Pacífico,
como lo tengo proyectado, pero esperó que mis
servicios en Europa procurando los capitales
que estas obras requieren, serán mas efectivos
que aquí.
93i VIDA DE WILUAM WHBELWAIGHT
a Pueden Vds. contar. Señores, con roí fide-»
lidad y nii constancia y con los importanteg
auxilios de mis socios, con sus capitales y su
prestigió para completar las ol)rás que nos seam
confiadas, pues creo, que debemo» mereceír la
confianza del Gobierno y del público.
<c No me atrevo á hablar del telégrafo elec*
trico, porque por mas que estudio en este
asombroso agente su relación con las vtóceA*
dades de la familia humana, mas enmudecido
quedo delante de él. Parece que el gran Dios
ha prelado este misterÍQ30 elemento, para que,
se cumplan las palabras de la Sagrada Escri-
tura, donde habla de la fi-aternidad de todas
1^ naciones de la tierra en paz y unión.
<c El grande y malogrado Linéoln coúmovi-
do, y contemplando á un tiempo la pequenez de
lá humanidad ante las grandes maravillas del
Hacedor, solo pudo Contestar estas memorabíe^
palabras á la Reina Victoria, con motivo de la
inauguración del cable trasatlántico que (mía
los dos mundtó :
« ¡ ¡ Hé aquí los prodigios de Dios ! ;! »
SENTIDO BF SU SEPARACIÓN 285
« Probablemente no pasará el año próximo
sin quB puedan Vds. comunicarse con sus ami-
gos, viajando por Europa, Asia ó África, salu-
dándolos casi instantáneamente, y avisándoles
el estado en que se encuentran sus familias; asi-
mismo el comerciante puede pedir de los mer-
cados de Londres, de París y demás centros
conierciales del globo, los efectos que necesite,
y anunciar sus remesas correspondientes.
a El pueblo de Córdoba, casi aislado ayer del
mundo exterior, hoy se encuentra por medio
del ferrocarril y el telégrafo en contacto con
los demás pueblos del UniversOé »
Quitar á Weelwright de enfrente de esa obra
era la mismo que abandonar para medio siglo
la ejecución de un ferrocarril trasandino ;
era quebrar esa gran línea y reducir á un ca-
mino doméstico, como es hoy el Gran Central
argentino, lo que según el proyecto oríginal
debia de ser un camino interoceánico é inter-
nacional. Para que eso fuese así era presiso
que el trabajo saliese de sus manos fecundas y
poderosas, como sucedió en consecuencia del
acto oficial que puso en almoneda la concesión
236 VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT
de la obra que por una ley y por un contrato
legalizado estaba dada desde muchos años al
empresario qué habia concebido y creado esa
idea gigantesca como él, y el único capaz de
llevarla á cabo por entonces. Pensar que otro
hombre sin sü prestigio en los dos mundos y
sin su preparación de medio siglo en trabajos
de ésa magnitud ha de ejecutar esa obra con
capitales levantados en Inglaterra, nos parece,
más que problemático, si no presenta al menos
garantías de que la obra será ejecutada con-
forme ál plan mismo trazado por Wheelwright.
El trabajo de la prolongación del Gran
Central argentino en la doble dirección de los
Andes de Chile, y de Tucuman y Bolivia, es-
taba en manos de empresarios y capitalistas
conocidos entre los primeros del mundo entero
(conio Tomas Brassey , por ejemplo, que ha
construido los primeros ferrocarriles de Ingla-
terra y Francia), y la concesión para esa obra
les estaba hecha por una ley, que hemos ci-
tado mas arriba : doble razón de dejarla respe-,
tadá en sus manos hábiles y respetables. Nada ;
justificaba ni sombra de duda acerca de su ca- ^
PROLONGACIONES DEL GRAN CENTRAL ^37
pácidad de realizar tales trabajos, con sus capi-
tales particulares. Habisin ejecutado ya el
ferrocarril Central entre Rosario y Córdoba,
verdadera novedad llenado audacia para su
tiempo, pues era el primero que se construia
en la República Argentina. Los concesionarios
habian hecho hacer los exámenes y reconoci-
mientos técnicos para los ferrocarriles de
Tucúman y de los Andes, por los ingenieros
mas competentes y del modo mas formal. El
estudio relativo al de Tucuman, está contenido
en un libro de cien páginas grandes compren-^
diendo la orden dada por los SS. Brassey,
Wythes y Wheelwright, en su calidad de conce-
sionarios y empresarios de dicha obra, al inge-
niero del Estado Don Pompeyo Moneta, para
practicar ese estudio por medio de una carta que
es todo un programa científico ; y el Informe en
que ese ingeniero dio cuenta á sus comitentes^
los tres dichos señores, del resultado de su tra-
bajo sabio. No era en efecto un simple estudio
del suelo que debia recibir los rieles. Era un es-
tudio del terreno comprendiendo noticias infi-
nitas sobre el tráfico, población, aptitud indus-
^9S . VIDA DC WILl.IA}« 1¥HC£LWR1GHT
trial y productiva de las tierras , productos
niiu^alés, maderas» s^uas potables, ríos» car*
bon mineral, acompañado de mapas y de
cuadros numerosos estadísticos. Ese plan de
estudios revelaba que los empresarios im con*
taban con el tesoro argentino, sino con el j)4-*
hlico de accionistas para la ejecución de sií
obra. Ese estudio asi desempeñado constitúia
ya ün valor, que les pertenecía ; y el gobierno
mismo reconoció, su importancia cuando or-
deñó $u publicación en interés del pais, como
se hizo en 1867. Los empresarios no aguar-
daron á terminar el Gran Central hasta Cór^
doba, para ocuparse de sus prolongaciones.
Empezaron á dar su atención á esos trabajos
ulteriores, que les estaban concedidos, desde
principios de 1866, es decir, desde cinco años
antes de terminar el ferrocarril de Córdoba.
Yo vi en Londres en manos de M. Wheélv^^right
una colección de muestras de maderas de Tu-
euman, de que yo mismo nativo de esa Pro^
vincia, no tenia idea. Él habia escrito á Bóli-
via, á uií hombre importante de esp país, el
señor D. Avelino Afamayo, encargándole de
EXCLUSIÓN DEL CAPLTÁL PRIVADO 2S9
.suministrarle datos , que obtuvo , isoBre las
:c0ndiciones del suelo por donde debía llevar él
ferrocarril del Norte, hasta Potosí.
Pues bien :)en esa situaeíbn de cosas y de
ésjis manos fué arrancada la obra de que nece-
sita el gobierno de entonces para hacer valer
como razón de ser de un empréstito de treinta
millones de pesos fuertes, aplicables en parte
k ese trabajo, que el gobierno tomó á su cargo
con ese objeto sin duda.
'..■> En la historia de un empresario de obras
públicas, no están quizas fuera de su lugar las
ságuientes reflexiones, que nos sugiere el caso
que acabamos de citar menos raro infelizmente,
que pudiera creerse. En países nuevos en
qiíe lá habilidad abunda mas que el juicio, se
4a. frecuentemente el nombre de empréstitos
para obras públicas^ á lo que en realidad son
obras públicas para empréstitos. Así tan
pranto como el empréstito es conseguido la
obra pública queda sin objeto. Cuanto mas
irrealizable mejor sirve la obra á su objeto, que
es el empréstito en sí mismo, no la obra;
CoasidQ ésta n6 es icreáüzable, el dinero del
%3» VIDA Off W^LIAft IVHBELWRiGHT
A Córdoba,
(Con ocasión de la inauguracon del Gran
Central, el 17 de mayo de 1870.)
c< Señores y Señoras :
a Permitidme tener el honor de saludaros y
ofreceros mis mas expresivas felicitaciones por
k llega4a del F, C, C. A. a esta ciudad; re-
corriemio las inmensas llanuras que la depa-
ran del Litoral, y formando en la historia del
paii» una nueva era de progreso digna del jú-
bilo con que lo jestamos celebrando.
.. « No es fácil; desde luego, comprender los
inmensos bienes que este camino está llamado
á producir, acercando y reuniendo poblaciones
que han permanecido separadas hasta hpy por
tan largas distancias, que solo el gran poder de
la locomotora puede vencer.
a Habiendo ocupado una gran parte de i^i
vida^ en el establecimiento de la navegación á
vapor^ en el mar Pad&co, y en la apeirtura
del Istmo de Panamá, para fajcilitar la comu*
9Ü DISCURSO EN CQRBraBA.; 2Sl :
nieaeión co« los países atlánticos^ he mtFoén*^
cido caminos de fierro en Chile y el Perú; 'su
^xcelei^cia el General Urquiza, Presidente de
la Cdlíféderacion. Argentina me invitó eu el .
aflo 4854, por intermedio de su ilustrad*
Ministro el Señor D, Mariano Fragueiro, para
hacerme cargo de la construcción del. ferro-
carril del Rosario á Córdoba. Acepté su pro-
posición, y desde entonces dediqué todos mis^
esfuerzos á la realización de esta grande obra •
: <c El estado d^l país, sus guerras interiores,,
fueron al principio obstáculos insuperables,
á pesar de mis mas asiduos esfuerzos, para-
inspirar confianza á bs capitales en un país
donde el órderi político sé encontraba tan poco .
afianzado.
«En 4862, cu?«ido la República Argentina
sé encontró eompletaniente unida y el horizonte :
político se habia despejado, me embarqué para
el Rio de la Plata, con el objeto de entrar en
negociaciones con el Gobierno Nacional, y poco .
tiempo después, tuve la fortuna de (alebrar xin
contrató para la realización de esta obra con el
ilustrado Señor ministro del inlerior Doctor
342 VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT
del vapor terrestre y marítimo aplicado á la
locomoción.
¿ Prefieren los gobiernos patriotas dotar á su
país de obras de progreso sin sombra de humi-
llación ? Es cabalmente lo que está mas en su
mano. Les bastará para ello no cambiar su
papel de gobiernos por el de empresarios in-
dustriales, y dejar toda la libertad y la inicia-
tiva • de esas obras de mejoramiento, al capital
privado y á Ja actividad de los particulares.
El resultado del cambio de plan en la obra
dál Gran Central argentino, fué la explosión
de la crisis nacida del empréstito de 30 millo-
nes, á que esa obra sirvió en parte de pretexto,
y de las condiciones con que fué negociado y
conducido. Hacer del suelo argentino el camino
obligado de intercurso entre Europa y Asia, es
lo que significaba en sus consecuencias prácti-
cas el ferrocarril trasandino imaginado por
Wheelwright desde Chile, y confirmado por
£L PU£RTO DE LA ENSENADA ¿43
el almirante Fitz-Roy, como presidente de la
sociedad geográfica de Londres.
A pesar de las últimas palabras mas modes-
tas que de tomarse á la letra, pronunciadas por
Wheelwright en su discurso dirigido á Cór-
doba, inaugurando el Gran Central, él no estaba
incapaz de terminar sus grandes trabajos pen-
dientes. Su mero crédito era un poder suficiente
para terminarlos sin su acción inmediata. Pero
sus fuerzas no estaban agotadas. Aunque vie-
jo en años, no estaba envejecido en sus facul-
tades, y la prueba de ello es que tres años des-
pués de pronunciar esas palabras ejecutó é
inauguró el ferrocarril de la Ensenada, uno
de sus mas arduos trabajos de Sud- América, si
no materialmente considerado, al menos por su
alcance social y político, pues sabido es que ese
trabajo significa una revolución, ó mejor dicho
una reforma radical en lo económico y político
del organismo constitucional argentino. El solo
proyecto de esa obra contribuyó á impopula-
rizar á Rivadavia, ante la rutina colonial, que
se considiró amenazada por ese cambio. La cues-
tión del puerto de Buenos Ayres trasladado á la
244
VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT
'I I
Ensenada envuelve las dos mas grandes cues-
tiones orgánicas de la República Argentina : la
cuestión de la renta de aduana, de que se com-
pone principalmente el teroso federal ó nacio-
nal, y la cuestión de una apital cpara'la Repú-
blica. Wheelwright puso su mano en esas dos
cuestiones ardientes y las colocó en el camino
de su solución espontánea, con el candor de un
enfant terrible y ó por mejor decir, con el can-
dor del genio.
i.
FERROCARRIL DE LA ENSEMA^DA S45
CAPITULO XXYIII
FERROCARRIL Y PUERTO DE' LA ENSENADA. — ORIGEN
£ IMPORTANCIA DE ESA EMPRESA. — CARTA DE WHEEL-"
WHIGHT SOBRE LA ENSENADA.
¿Con qué motivo y desde cuándo se ocupó
Whcelwright del ferrocarril y puerto á Ense-
nada, empresa tan secundaria en sí misma si se
conápara con la del ferrocarril trasandino que
lo absorbia i — Precisamente con motivo de
esta grande obra y desde que contrató su cons-
trucción en 1863. Fiel á su plan de ligar los dos
Océanos al través de Chile,, los Andes,, y el suelo
argentino, él comprendió que el camino que
partia del puerto marítimo de la Caldera en el
Pacífico debía terminarse en un puerto marí-
timo del Atlántico, y no en puertos fluviales,
<- ^
como los que tenia en servicio la República
Argentina.
246 VIDA DE WILLIAM WflEELWRlGHT
E[ puerto llamado á tener ese papel era el de
la Ensenada, situado doce leguas al sud de Bue-
nos Ayres y relegado en el mas completo olvido
á causa en parte de esa distancia misma. Supri-
mir esa distancia por un ferrocarril y hacer de
la Ensenada el puerto marítimo de Buenos
Ayres fué el pensamiento conque Wheelwright
emprendió esa obra, que debia formar la extre-
midad mas oriental de su gran ferrocarril in-
teroceánico. A ese fin, desde 1863 en que ob-
tuvo la concesión del Gran Central, después de
restablecida la Union entre Buenos Ayres y las-
Provincias argentinas, compró á Mr. Le Lelie-
vre, la concesión que el gobierno provincial de
Buenos Ayres le habia hecho para la construc-
ción de esa línea, y empezó ese trabajo al mismo
tiempo que , el del Gran Central, que procedía
del puerto del Rosario en virtud de la conce-
sión para e^a obra, que tuvo lugar durante
la separación de Buenos Ayres. El ferrocarril
entre Buenos Ayres y el Rosario estaba ya
previsto y determinado por la lógica de las co-
sas, y su concesión hecha mas tarde á Don
Mariano Billinghurst hubiera tenido por ce-
PAS£0 OFICIAL A LA ENSENADA 247
sionario á Wheelwright si su vida hubiese sido
mas larga : era el obrero natural de esa línea,
llamada á realizar el sueño dorado de Rivada^
via, la unidad que necesita la República Ar-
gentina para ser mas fuerte que lo son sus ve-
cinos por razón de su unidad misma.
En el mes de marzo de 1870, poco antes
de inaugurar en Córdoba el tráfico del Gran
Central, quiso Wheelwright hacer visitar el
puerto de la Ensenada á los miembros de
ambos gobiernos provincial y nacional, resi-.
dentes en Buenos Ayres, para ver si conseguía
estimular su cooperación por la inspección
ocular de sus ventajas, tan maravillosas como
desconocidas. A ese fin combinó una excursión
de recreo por un vapor que fletó al efecto,
á la cual fueron invitados y asistieron el Presi-
dente Sarmiento y su ministro Velez Sarsfield,
el señor Castro, gobernador.de Buenos Ayrc^
(que ya estaba en la Ensenada), y muchas
personas distinguidas é influyentes de la socie-
dad de Buenos Ayres* La visita tuyo lugar el
25 de marzo de 1870, y su mejor historiador
es el mismo Mr. Wheelwright,, que. dirigió al
U^ VIDA DE WILLIAM WHEELWRlGHT
Standard^ de Buenos Ayres, la interesante
carta que repetiremos aquí parcialmente sobre
el Puerto de la Ensenada.
Buenos' Ayres, marzo 26, 1870.
c< La excursión de ayer á la Ensenada tuvo
por objeto hacer ver á SS. EE. el Presidente y
el gobernador de la Provincia y á sus minis-
tros respectivos y amigos cuan hermoso puerto
poséia la República Argentina : ni el Presi-
dente ni el gobernador lo hablan visto antes
jamas. Ignoro qué efecto ha producido en ellos
la vista de esta espléndida bahía : haber en-
contrado á doce leguas de esta ciudad un
puerto natural capaz de alojar un millar de bu-
ques y susceptible de mejoramientos respecto
de su barra hasta hacerle el canal de los bu-
ques ordinarios que visitan el Rio de la Plata,
en tanto que su anclaje exterior no tiene tal vez
superior en Europa para lo que es seguridad
contra* los vientos peligrosos para los mas
grandes buques mercantes y para los buques
de guerra.
« El capitán de la Decidée^ que ha hecho
su CARTA SOBRE LA ENSENADA/ 21»
un estudio reciente de la Ensenada por orden
de su gobierno, hizo últimamente al gobierno
nacional la observación siguiente : <«'Apéiías
puede creerse que no teniendo Buenos Ayres
un puerto suyo propio, haya veiiido su-
friendo por siglos pérdidas enormes por la
inseguridad y peligro de su anclaje ó fondea-
dero, el inmenso gasto, riesgo y pérdida de
¡tiempo, en las maniobras de su comercio, y
permanecido asi indiferente á este bello puerto
deja Ensenada. »
« Tal es el testimonio de un eminente y
autorizado comandante francés, el resultado
de sus propias observaciones y de su propio
trabajo.
a ¿Qué mas puede desear el gobierno de
esta República que el complementario testimo-
nio dado al señor Rivadavia hace cerca de
medio siglo por el distinguido ingeniero M. Be-
vans (y tantos otros no menos competentes)
con respecto á la Ensenada y su capacidad
para la comodidad de un enorme comercio;
un puerto el mas cómodo y seguro, tan tran-
^ qiiiló, quietó y Suave como el Paraná, capaz
250 VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT
en extensión ilimitada de muelles, almacenes,
diques y que solo requiere ún poco de ayuda
del gobierno para darle todas las facilidades,
que pueden obtenerse en cualquier puerto de
Europa?,...
<( ¿Permanecerán indiferentes y apáticos los
gobietnos Nacional y Provincial al tesoro que
poseen eñ el puerto y anclaje de la Ensenada?
¿Seguirán ellos viendo con apatía é indiferencia
el miserable estado de cosas que grava al país
con pérdida de buques, disipación de tiempo,
robos, etc., á lo menos en cinco millones de
patacones anualmente?. ...
« ¿No revivirán las ilustradas vistas de Riva-
davia , que sin la ayuda de los ferrocarriles
(desconocidos en su tiempo) sostuvo con todo
su poder el Puerto de la Ensenada, aun con
el auxilio lento de un canal?. . • •
« Que la Ensenada está destinada á 3er el
puerto de Buenos Ayres, no es mas dudoso
que saldrá, el sol mañana, pue& solo es ^o
una cuestioo de tiempo y ese ti^po no está
distante.
m Es digno de notar q«e. no necesitamos
EL PUERTO DE BATEMAN 251
almacenes fiscales, desde que el plan es des-
cargar las mercancías desde el buque á un
muelle de suficiente anchura y cubierto, lo
cual será toda la protección requerida en la
carga y descarga de los buques á los trenes y
de los trenes á los buques.
í< De usted, etc.
c< W. Wheelwright. »
Todo esto era vferdad : el puerto de la Ense-
nada era un tesoro, que el país tenia sin sa-
berlo y sin aprovecharlo. Pero la revelación
que Wheelwright hizo de ese tesoro, sirvió á
nuestra política, no para habilitarlo, sino de
espectro aterrador para producir esa grande
ilusión que se llamó puerto de BatemaUy in-
vento que consistía en cavar un rio dentro del
Rio, en frente de Buenos Ayres. El puerto
de Bateman tenia para la política aludida,
además de Ib, ventaja de ser impracticable, la
de poder servir de excelente razón para tomar
prestados en Londres doce millones de pesos,
ii52 VIDA DE WILUAM WUEELWUIGHT
invertibles en esa obra, y de servir en seguida
de mejor razón todavía para no invertirlos
en su quimérico objeto. Destinado el emprés-
tito de treinta millones, de que esos doce fore-
ra aban parte, á obras que Wheelwright tenia
entre manos, es imposible dejar sin mención
ese empréstito en la historia de Wheelwright
. y de sus obras.
Es interesante para la verdad de la historia
ver como un empréstito levantado para obras
públicas puede venir á servir, no para hacer-
las sino para impedirlas. Una de ellas era el
puerto dicho de Bateman, aplicándose el dinero
tonáado para esta obr?i, en tanto que no 3e,eje-
cuíába, á la compra de una marina de guerra,
y á la vez, á mantener cerrado, el único puerto
dé mar que tenia el país, capaz de abrigar esa
marina. Vamos á ver por qué circunstancias
ajenas del empréstito, tocó á Wheelw^right har
liarse en Londres, cuando se negociaba, ese
empréstito, tan coñejLO con sus obras pen-
dientes en el Rio.de la Plata; y cuál fué la
actitud que á su credulidad honrada dejó tener
la habilidad con que nuestra política sabe frus-
HALLASE EN LONDRES DURANTE, ETC. 253
Irar el progreso en nombre del progreso, y
producir terribles crisis queriendo realizar
grandes mejoras.
CAPITULO XXIX
WHB6LWRIGHT EN LONDRfeS DURANTE EL EMPRÉSTITO, -^
MUERTE DE BRASSEY ESTANDO EL EN VUJE.
Después de inaugurar el tráfico del Gran
Central hasta Córdoba en 1870, Wheelwright
volvió á Londres en ese misino año, en busca
del restablecimiento de su salud, que consi-.
guió en efecto al favor de las aguas minerales
de' Kissengen, en Alemania; y de nuevos
elementos para la prosecución de sus trabajos
pendientes en la República argentina.
Como de ésos trabajos habia dos que el
gobierno dé ese tiempo necesitaba tomar á su
cargo para dar parlé de su razón de ser al
254 VIDA DE WILLIAM W£EHLWR1GHT
empréstito de 30 millones de pesos fuertes
que buscaba en Londres, allí se encontró
Wheelwright con un doble concurrente para
la construcción de las mismas obras y para la
demanda de capitales. Una de esas obras era
la prolongación del Gran Central en su doble
dirección de los Andes y de Tucuman; la otra
era el ferrocarril que debia hacer del puerto
de la Ensenada el puerto de Buenos Ayres,
dejando sin objeto al puerto de Bateman.
Bastaba esto solo para que Wheelwright, sin
quererlo y con solo proseguir una obra de
que se ocupaba hacia ocho años, estorbase al
gobierno de Sarmiento destinar diez millones
del empréstito de obras públicas á la obra de
un puerto fantástico en la misma Buenos Ayres
según el plan reciente de Bateman. Este plan
tenia un doble mérito para el gobierno pre-
citado, : I"" que halagaba la preocupación ru-
tinaria é inconcebible, que se opone á que
Buenos Ayres cambie su actual puerto fluvial,
por su puerto marítimo de la Ensenada :
2^ que siendo el plan de Bateman una com-
pleta quimera, los diez millones tomados á
EL 80FISflA DE OBRAS PUBLICAS 9Si
préstamo para realizarla quedarían indefinida-
mente al servicio de necesidades ficticias, como
la de buques blindados y armamentos.
Emprender la obra del puerto de Buenos
Ayres según el plan de Bateman era para el
gobierno . empresario, estorbar á Wheelwright
de encontrar capitales para habilitar de hecho
el puerto de la Ensenada, venido á ser inútil y
redundante por el de Buenos Ayres, según la
idea de Bateman. Este era un medio indirecto
de producir ese estorbo ; el otro era impedir
á Wheelwright hallar cooperadores y capitales
en Londres por menejos innombrables, ya que
no se podia quitarle la concesión por el método
empleado en la del Gran Central, á causa de
que la concesión para el ferrocarril de la
Ensenada era hecha por el gobierno provincial
de Buenos Ayres. Callar estos hechos es dejar
la verdad de la historia de Wheelwright en el
tintero, ó mejor dicho la historia de los inte-
reses materiales argentinos, — Donde ellos han
naufragado una vez, pueden naufragar veinte*
Es deber de la historia señalar el escollo. En
este estudio, el nombre y la personalidad de
SS6 VIDA DE WILLIAM WEEHLWRIGHT
Wheelwright simbolizan la industria moderna
en sus tribulaciones con las rutinas rancias del
sistema colonial, simbolizado por castellanos
viejos, disfrazados con trajes parisienses,
' Estando Wheelwright en el mar de caminó
para Londres, tuvo lugar la muerte de su emi-
nente colaborador en las obras argentinas,
M. Brássey, el mas grande empresario del
mundo entero, pues no hay parte de él en que
no haya hecho mas de un ferrocarril impor-
tante. Si su fortuna ganada en esas obras,
puede dar la medida de su capacidad y valor^
baste decir que ha dejado á sus hijos una he-
rencia de cien níiillones de pesos fuertes, sin
contar el valor de su crédito que representaba
dos veces esa suma, y el valor de su talento
incomparable dé empresario, Como argentino
yo me confieso deudor de -este homenaje al
hombre que nos ayudó á construir el Graií
Central.
Moralmente y por bien calculado interés^
estaban sus hijos obligados á proseguir la coo-
peración de su padre en las obras argentinas de
Wheelv^right. Pero ante la concurrencia de un
LOS HIJOS DE BRASSEY SS7
gobierno que aspiraba á hacerse constructor,
se concibe fácilmente que los herederos de las
obligaciones de Brassey, deseasen evitar esa
concurrencia : ellos que estaban acostumbra-
dos á ver solicitado, no repelido su nombre y
su concurso por los grandes gobiernos. Quien
perdió perdiendo la cooperación de los Bras-
sey no fué Wheelwright , sino el país , que
necesitaba de sus capitales particulares dis-
puestos á emplearse en obras, que no nece-
sitaba ni sabia hacer el gobierno con dinero
tomado á préstamo. Wheelwright tuvo noticia
de gestiones practicadas para quitarle esa coo-
peración importante imposibles de aplicarse
á otro origen que la concurrencia de un em-
presario oficial.
17
SS8 VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGUT
CAPITULO XXX
QUISN SERVIA MEJOR EL INTERÉS ARGENTINO, SI WHEEL-
WRIGHT Ó EL PRESIDENTE SARMIENTO. — LAS OBRAS DE
WHEELWRIGHT ERAN IDEAS DE RIVADAVIA.
Pero contrariar á Wheelwright en sus obras
argentinas era dañar al país en sus mas caros
intereses según los han entendido sus mejores
hombres; era contrariar á Rivadavia en los
trabajos que quiso llevar á cabo y cuyos sim-
ples proyectos forman su gloria mas legitima.
Todas las obras que Wheelwright ha realizado
ó intentado realizar en el Plata por via de
industria privada, son ideas que Rivadavia
sirvió con la mira patriótica, de constituir á su
país en Estado unitario y fuerte en razón de
esa unidad misma, que hace ser fuertes á sus
dos vecinos, Chile y el Brasil : los dos Estados
que circundan al Estado argentino y que deben
sus OBRAS SON ISCAS DE &IVADAVIA SS9
á la unidad la estabilidad que los asemeja^ no
obstante su diversidad de forma de gobierno.
Interesa á nuestro prepósito hacer notar que
esos dos países deben su centralización k su
capacidad de viabilidad ó de comunicación. Los
dos están formados á lo largo de la Reina de
las vias, que es el mar ; Chile es una zonamari-
lima, y el Brasil empezó por ser un perfil,
una costa marítima^ poblada, según observa
Malte-Brun, como los mismos Estados Unidos
empezaron : no se han poblado en lo interior
sino después y poco á poco. Pues la República
Argentina (sin contar con su inmensa costa
marítima desierta), ea mas capaz de unidad por
la viabilidad de todo su suelo nivelado natural-
mente, que lo son su s^dos vecinos con sus terri-
torios montañosos y fragosos.
En busca de la homogeneidad, que dan las
vías de comunicacien, quería Rivadavia para
su país lo& mejoramientos, que Whéel'vrright
ha realizado ó comenzado á realizar con las mi-
ras altas de su industria honrada. Tales son :
1*^ El Puerto de la Ensenada, ó mejor dicho
el puerto marítimo que Ri#davia y Wheel-
260 : VIDA DE WILLIÁM WHEELWRi^HT
cwright han querido dar á Buenos Ayres, como
su puerto propio y natural, que es.
2^ El cancU de los Andes y que quería Riva-
davia cuando no había ferrocarriles ; ó su
equivalente el Gran Central^ que Wheel-
•wright ha comenzado entre el litoral y los
Andes.
3® Las colonias que tanto quiso Rivadavia, y
que Wheelwright ha comenzado á realizar á
los lados del Gran Central. No hay coloniza-
ción posible donde el colono no puede sacar
y vender lo que produce, por caminos buenos,
fáciles y baratos.
4® La cuestión de una capital para la Nación
en que, según Rivadavia, estriba toda la orga-
nización argentina, hecha posible por el ferro-
carril de Wheelwright, que hace de la Ense-
nada el puerto marítimo de Buenos Ayres,
para la exportación de nuestra infecta riqueza
compuesta de cueros, lanas, cuernos, carnes,
sebos, cerda, etc., guardando Buenos Ayres
la limpieza y confortable que conviene á la
Capital de un gran país. . . . ..
Todo eso quería Rivadavia,. y Wheelwright
LA UNIDAD DE SUS OBRAS 2Q1
há dado todo eso al país argentino en la forma
mas adelantada y perfecta. Basta esto solo para
estimar el valor social y moral de Wheelwright
como empresario, y el de Rivadavia como
estadista. Por la índole de sus trabajos taa
nobles y tan útiles para el Rio de lá Plata,>
Wheelwright ha sido el Rivadavia de la in-:
dustria argentina.
Esas obras no son inconexas , no son trabajos
sueltos y aislados emprendidos á la casualidad,
por el estadista para ganar opinión, por eí
empresario para ganar fortuna. Son obras^'
que se dan lá mano, que forman un sistema y
ceden á un proposito común, á saber : el pro-
gresó del país, que interesa tanto al patriota
como al industrial eminente.
Todas las obras de Wheelwright en el Ptata
se refieren al plan y pensamiento de una sola^
que es él ferrocarril délos Andes, destiqado.á
unir los dos océanos Atlántico y Paéífico^ y
hacer del suelo argentino la ruta internacional
mas corta y mas cómoda del Asia y de la
Europa. De esa grande via son fragmentos ó
pedazos constitutivos el actual Gran Central
96t VIDA DE WiLLlAM WHEELWRIGHT
entre Rosario y Córdoba, y el ferrocarril de
Buenos Ayres al puerto marítimo de la Ense-
nada, en el Atlántico (porque Buenos Ayres
puede ser y será un puerto de mar, en lugar
de ser un puerto de Rio ó de Riachuelo, desde
que asi lo quiera una ley inteligente). Hablar de
inmigración, de colonización, de población, y
querer fomentar esas cosas por otro medio que
dotando al país de un puerto de mar digno del
comercio que forma su Tocación, es hablar de
lo que no se entiende. Aspirar á tener una
marina y una marina de guerra, á ser un
país marítimo y tener un comercio marítimo,
y empeñarse en mantener cerrado el único
puerto de mar que tiene él país, es propio de
un empirismo abyecto y vergonzoso.
En la mente de Wheelwright, la Caldera y
la Ensenada debían ser los dos puertos marí-
timos, que formasen los extremos occidental
y oriental del ferrocarril internacional de los
Andes, No comprende á Wheelwright ni sus
obras el que mira de otro modo la unidad de
su labor. No le prestamos aquí concepciones
que no le pertenezcan; concebidas y mante*
LA UNIDAD DE SUS OBRAS 263
nidas por él desde mucho tiempo, no hubo
ocasión solemne en que no las diese á conocer;
cuando mandó sus ingenieros desde Chile, es
decir desde la Caldera, cuando inauguró los
trabajos del Gran Central en el Rosario, y
cuando inauguró su tráfico después de termi-
üdsáo hasta Córdoba. Por fin está eso previsto
en el contrato mismo de su concesión obtenida
por tercera vez en 1863.
Esa es la obra frustrada por la política que
sacó su dirección y ejecución de manos del
único hombre capaz por su importancia rara
de llevar á cabo tan importante empresa. Siga-
mos el liilo de esa transformación deplorable,
no por un 'estéril espíritu de crítica, sino con
el interés histórico de señalar el punto en que
se rompió esa especie de cable interoceánico,
para saber como en otro, donde buscarlo
cuando se trate de concluirlo.
8
Wheelwright llegó á Londres á fines de 1 870,
durante la invasión de la FranQÍa por los Ale-
264 VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT
manes. Esa guerra oscurecía el horizonte pBv^
las especulaciones de la industria europea,
pero Ib abría para las de América, en cuya
dirección llevaban sus ojos los capitalistas inti-
midados. Esa situación favoreció grandemente
la negociación del empréstito ai^eñtino de
treinta millones de pesos fuertes, como hubiera
servido á Wheelwright para encontrar capi-
tales privados si se hubiera dejado que reali-
zara con ellos, como podia y deseaba, las obras
qiie tenia pendientes á su cargo por conce-
ciones solemnes. Para que esas obras, invo-
cadas como objeto de un empréstito superfino,
ayudasen moralmente al éxito de su negocia-
ción, se dejó creer en Londres que el construc-
tor de ellas seria el mismo Wheelwright; y para
facilitarla formación de esa creencia, se le dejó
creerlo así á él mismo. Mr. Wheelwright pensó
en efecto que el dinero procedente del emprés-^
tito, sería puesto en parte á su disposición para
la construcción de sus obras. Habría sido
al menos un modo de compensarlo moralmente
del despojo de negocios que íe estaban conce-
didos. Cuándo ún amigo lie decía, que en el
su INCAPACrDAD DE rNTRlGAR ' 265
ínteres de sus obras y del país argentino,
deseaba que el empréstito fallase; la rectitud
de Wheelwright se sentia como escandalizada.
Por ese su modo de ser, otro amigo y coope^
rador suyo, no menos recto que ¿1 pero mejor
conocedor del país, solía decirle irónicamente;
que nunca haría gran cosa como empresario
porque no entendía de intrigas. Sin embargo
ese hombre que no conocía mas que el camino
recto, no tuvo necesidad de intrigas para llevar
á cabo las mas grandes empresas industríales
de que se honre la América del Sud.
Para ese doble juego, de servirse de Wheel-
wright en contra del mismo, usó el gobierno
que aspiraba á suplantarlo, de sus agentes
oficíales. No había empréstito posible, lá
Wheelwright abría la boca para contrariarlo ;
no lo había tampoco, sí conservaba intacta su
capacidad de obtener capitales por sí mismo,
aplicables á una parte de esas obras, qué le
estaban ya concedidas. Fué con estas dos miras
contradictorias que el gobierno empresario, fué
servido por sus agentes que frecuentaron á
Wheelwright, para aprovecharlo por una
S08 VIDA DE WILLIAM WHEELWR16HT
parte, y para descartarlo por jotra en el ínteres
del empréstito, ya que no de las obras públicas
y del país. La actitud de Wheelwright fué siem-
pre digna y circunspecta. No contrarió el em-
prestito^ pero tampoco lo ayudó de otro modo
que por su neutralidad inevitable. Mientras el
agente deplomático cultivaba al empresario
ilustre (que no conocia), el agente financiero
del empréstito para obras públicas (que lo co-
nocia), no visitaba al presunto constructor de
esas obras (que yo sepa).
Entre tanto no se hablaba sino de dos gran-
des y portentosas superfluidades : el puerto de
Bateman en Buenos Ayres — antitesis del de
la Ensenada, — y el survey del ferrocarril
trasandino de Buenos Ayres á Chile por el paso
del Planchan, — antítesis del ferrocarril tras-
andino de Wheelwright por el paso de San
Francisco. Eran las quimeras puestas en cam-
paña contra las realidades por la habilidad de
los políticos. Desgraciadamente el resultado de
esas habilidades sin juicio ni patriotismo, ha
sido al fin : l%dejar á la República Argentina en-
deudada en treinta millones de pesos, en cuyos
FERROCARRIL DE LA ENSENADA' W¡
intereses tiene que invertir gran parte de su
renta ordinaria : 2% para dejar el Haber nacio-
nal^ exhausto de lo mas de esos millones : 3^",
para dejar á la Nación sin la ventaja de la obra
del camino trasandino, que debia convertirla
en ruta real del intercurso entre el Asia europea
y la Europa misma : 4^, para dejarla sin la coo-
peración de Wheelwright y de sus poderosos
amigos en obras imposibles para empresarios
de menor talla : para crearle por fin la tre-
menda crisis que quiera Dios no degenere en
dolencia crónica.
CAPITULO XXXI
cmauNSTAffcus accidentales, que fagiutaron la ter«
MINAGION del FERROCARRIL DE LA ENSENADA.
Lo Único que esas habilidades no alcanza-
ron, fué frustrar la obra del ferrocarril de la
Ensenada, por esta razón sencilla, que su con&-
268 VIDA DE WIULIAM WflEELWRlGflT
trucion no necesitó del gobierno argentino ni
concesión, ni privilegio, ni garantía, ni subven-
ción alguna estimulante ó auxiliar.
Después de hacer una excursión á los Estados
Unidos, para visitar por la última vez á su país
nativo y á su familia originaria, Mr. Wheel-
wright regresó al Rio de la Plata en 1871.
No tardó mucho en verse excluido de la obra
del ferrocarril de Tucüman, prolongación del
Gran Central, que le estaba concedida por una
ley, y para la cual hábia hecho hacer á sus ex-
pensas un estudio profesional y científico de
proyección, con los primeros ingenieros del
país. Pero le quedaba otra obra, que no podía
quitarle por artificios legales el gobierno que
no se la había concedido. Esta obra era la del
ferrocarril y muelle del puerto marítimo de la
Ensenada. Esta obra al parecer pequeña ba&-
taba para hacer inolvidable á su autor en el
Rio de la Plata, si otras obras gigantescas no
llevasen su nombre.
La obra del ferrocarril y puerto de la
Ensenada tiene el valor y sentido de una revor
lucion política, social y comercial en la Repú-
ESTUDIOS FRANCESES DE LA ENSENADA 269
blica Argentina, sin que Wheelwright al em-
prenderla hubiese tenido en mira estas fases de
su empresa, puramente industrial para' él.
Estas condiciones de la obra, explican^ sin em-
bargo, la lentitud con que marchó su construc-
ción, empezada la cual en 1863, casi al mismo
tiempo que la del Gran Central, no concluyó
sino dos años después de esta última. ¿Cómo se
explica la especie de tregua ó suspensión que
Jiizo la resistencia con que Wheelwright luchó
por años, en la ejecución del ferrocarril de
la Ensenada? Empezado en 1863, todavía
en 1871 , estaba como en principios ese camino
de 30 millas. Se explica su terminación ines-
perada por dos circunstancias casuales, sin las
cuales sabe Dios si no hubiese Wheelwright
concluido su existencia antes que esa obra :
IVlá noticia que se obtuvo en 1870, de los
estudios hechos por la marina francesa del
Puerto de la Ensenada, según los cuales hu-
biese sido escandaloso continuar teniendo cer-
rado un puerto de primer orden, de que todas
las marinas del mundo carecian allí para su
seguridad y reparación : 2* la otra circunstan-
cia fué la explosión de la epidemia espantosa
270 VIDA DE WILLIAM W£EHLWA1GHT
de 1871 y qu^ llegó á hacer 600 victimas por
dia^i Buenos Ayres, y se atribiiy<i i loa Mata*
derós y Saladeros de que estaba rodeada esa
ciudad, cuya sanifícacion requería su aleja-
miento á otro puerto de exportación menos
poblado.. Esa via, fué la via sacra de Wheel-
w^right. Cada paso fué un suplicio. Baste decir
que en el término de ella estuvo el de su
vida misma« Allí en efecto acabó su carrera
donde mismo dio principio para Sud-Améríca,
50 años antes, por su naufragio en Quilmes.
Es que en esa obra, el ferrrocarril es lo acce-
sorio, el puerto es lo principal. Toda la impor-
tancia inmensa de ese corto ferrocarril con-
siste en que él suprime la distancia que separa
á Buenos Ayres de su puerto de mar. Es como
esos caminos que suprimen los istmos, cortos
pero inmensos por el valor de los términos
que ponen en contacto .
Para acabar de comprender las resistencias
y la Jucharen que ha caido Wheelwrighl, aun-
que gloriosamente, interesa al sentido de su
vida estudiar el significado económico y poli-
tico del ferrocarril y del muelle que hacen de
CUESTIÓN ARGENTINA DE UN PUERTO 271
la Ensenada el Puerto de Buenos Ayres y el
mejor puerto de esa región de Sud-América,
sin excluir el de Montevideo. Este estudio es
además de general interés, porque él hace cono-
cer lino de esos escollos que ha dejado el régi-
men colonial, en que pueden sucumbir nueras
empresas de progreso, por no decir el progreso
entera del Río de la Plata. La cuestión de
puerto en la República Argentina, envuelve la
cuestión de una capital para residencia de su
gobierno general, con poder inmediato^ local
y exclusivo en ella. Así la cuestión de una capi-
tal viene á ser toda la cuestión del gobierno en
ese país, no solo en la opinión de Rivadavia,
su mas grande hombre de estado, sino según
su constitución presente, para la cual el poder
mas esencial del gobierno nacional es el de
legislar y administrar la capital de su residencia
de un modo inmedialOj exclusivo y local. . Así
la cuestión de capital, no es cuestión de resi-
dencia del gobierno, sino de la parte mas esen-
cial del poder del gobierno. Esa cuestión está
sin resolverse. Y como ella comprende en ese
país, la de su de^da pública, sistema de ha-
!¿7S V VIDA D£ WILLIAM WEEHLWRIGHT
cienda, ferrocarriles, telégrafos, bancos, trata-
dos extranjeros, dejar sin solución esa cuestión
es mantener en crisis permanente la política,
el comercio, las relaciones extranjeras, la vida
entera del país. Ahora bien : el puerto de la
Nación en la Ensenada, es la constitución vir-
tual é implícita de la República Argentina con
Buenos Ayres por capital, es decir con el go-
bierno nacional investido del poder inmediato^
exclmivo y local^ que le da la constitución en la
ciudad capital de su residencia obligada, y que
hoy no tiene^ como es sabido, en la ciudad de
Buenos Ayres.
A esa necesidad fundamental de orden co-
mún responde admirablemente la obra indus-
trial de Mr. Wheelwright en la Ensenada, y
de ahí la resistencia que ha encontrado en la
política, que consiste en mantenerla indecisa
ó en dejar su solución al tiempo, como si el
tiempo bastase para que la provincia de Bue-
nos Ayres se canse de poseer la ciudad de su
nombre y quiera cederla á la Nación ^ á medida
y por razón de que esa ciudad se hace mas
grande, mas bella y mas interesante !
La capital £1S allí el gobierno 273
La sensatez de Buenos Ayres tendrá un
dia que tocar con la mano esta verdad del
mas simple buen sentido : si esa ciudad no
quiere ser la capital de los argentinos, es decir
gobernada por ellos con poder inmediato^ local
Y exclusivo en su ciudad, tendrá que ser capi-
tal de Buenos Ayres y de las Provincias argen-
tinas, la ciudad de Rio de Janeiro; pues está
la capital de un país en realidad allí donde está
el ascendiente predominante, que gobierna sus
consejos y sus destinos, aunque sea bajo la
apariencia de un país independiente y extran-
jero. La República Argentina sin capital, e&
una dependencia virtual del Brasil, con todo
su exterior de Nación independiente. Si yo pu-
diese hacer leer este aserto á Rivadavia, estoy
cierto de que le tendría por testigo de su verdad.
Libre de toda otra preocupación, Wheel-
wright contrajo su actividad á la conclusión
del ferrocarril y del muelle de la Ensenada.
Puestos por él en manos de los contratis-
tas SS. Simpson y Ariagno s los trabajos
marcharon con tanta rapidez, como habían
sido lentos antes de eso.
18
274 VIDA BE WILLIAM WEEHLWRIGHT
Inanguracion del tráfico hasta Qnilmes.
El 18 de abril de 1872, tuvo lugar la inau-
guración solemne de la linea hasta la estación
de Quilmes. Mas de cuatrocientas personas
venidas de Buenos Ayres por un tren especial,
se unieron á la población de Quilmes para
solemnizar el evento . Entre ellas descollaban el
señor Obispo Aneiros, los ministros del Pre-*
sidente (menos este personaje, que brilló por
su ausencia), el señor Castro, gobernador de
Buenos Ayres y otras notabilidades del país»
Después de la ceremonia de inauguración
fueron pronunciadas algunas palabras dignas
de recordarse. Él gobernador de Buenos Ayres
dijo que de las muchas líneas de ferrocarril
que se habían construido en esa Provincia era
ésta la primera que lo había sido sin subven-
ción ú otra clase de ayuda del gobierno. Cuando
ésta compañía necesitó de tierra, la compró ú
obtuvo sin auxilio alguno del Estado, lo que
EL PUEBLO DE QUILMES 275
mostraba el espíritu de progreso, que diaria-
mente se desenvolvía, y el cual tenia su mas
grande representante en la persona de su
amigo el señor Wheelwright. » Respondiendo,
á estas palabras dijo Mr. Wheelwright que
agradecido como estaba del cumplimiento del
señor gobernador Castro, él nada ambicionaba
sino á ser un hombre esencialmente de trabajo.
Recordó que habia llegado náufrago en ese
lugar, casi sin zapatos; que los argentinos lo
habian recibido cordialmente, y, se aprove-
chaba con orgullo del camino inaugurado en
parte en ese dia, para ofrecérselo como re-
compensa de su inolvidable hospitalidad. —
El D'. Velez Sarsfiel, ministro del Presidente,
celebró la obra de Wheelwright, cuidando de
no pronunciar su nombre. — El pueblecito de
QuümeSj situado en la margen del Plata, sobre
una altura que domina sus aguas, á diez
millas al sud de Buenos Ayres, estaba poblado
de 2,500 habitantes en 1872. Colocado á
media hora de Buenos Ayres por el ferro-
carril, se puede decir que hoy forma un lindo
barrio de esa ciudad. Mas de la mitad del
276 VIDA DE WILLIAM WEEHLWRIGHT
distrito de Quilmes pertenece á residentes in-
gleses, pero su población abunda de vascos,
italianos y canarios, y en especial de Ameri-
canos del Norte.
Mientras se inauguraba el ferrocarril hasta
Quilmes, seguian activamente los trabajos
hacia la Ensenada, y al terminar ese mismo
año de 1872, toda la via estaba construida
hasta tocar el puerto de mar que Buenos Ayres
debia desde ese dia, á Dios primero, y en
seguida á M, Wheelwright.
CAPITULO XXXII
INAUGURACIÓN DEL FERROCARRIL DE LA ENSENADA PARA
EL SERVICIO PÚBLICO. — SE AGRAVAN LOS MALOS AU-
GURIOS DE CÓRDOBA. PARA WHEELWRIGHT. — DIS-
CURSO HISTÓRICO DE WHEELWRIGHT SOBRE EL PUERTO
DE LA ENSENADA. — DESDE ESE DIA EL PRESIDENTE
SARMIENTO SE ABSORBE EN LA OBRA ^ DEL PUERTO DE
BATEMAN. — EXPLICACIÓN DE ESTA ANOMALÍA.
La inauguración del ferrocarril de la Ense-
nada, para el servicio público, tuvo lugar el
INAUGURACIÓN DE LA ENSENADA 277
31 de dicembre de 1862. Se habia inaugurado
su trabajo por la mano misma de Wheel-
wright, en 1863, el aniversario del natalicio
de Washington. En setiembre del año de 1865,
se abrió la línea hasta Barracas, y poco des-
pués una rama hasta la Boca. La prolongación
de esta línea á la Ensenada, una distancia
de 30 millas, era lo que se celebraba el 31 de
diciembre de 1872, oficialmente. En la rea-
lidad se celebraba un hecho inmenso, — la
inauguración de un puerto. Era el secreto de
tanto entusiasmo. Todo cuanto Buenos Ayres
contenia de personas importantes se encon-
traba en la Ensenada en ese dia, por invita-
ción de Mr. Wheelwright. La obra y la em-
presa como se sabe eran del todo privadas, sin
embargo de ser del mas público interés. Sen-
tados los invitados á la mesa^ empezó á Uover
á torrentes. Una imaginación supersticiosa hu-
biese crecido que caian lágrimas del cielo. Lo
cierto es que no faltaron en el corazón de
Wheelwright. Mas de un destino se inauguraba
en ese dia. Era una fiesta hermosa y triste á
«
la vez, como fué la del Gran Central en Cor-
278 VIDA D£ WILLIAM WHEELWRieHT
doba. Pero si entonces delegó el presidente
Sarmiento en su ministro Velez Sarsfiel el
papel de lastimar á Wheelwright por el silencio
ultrajante de su nombre benemérito, el dia y
en el acto mismo en que un trabajo suyo era
un triunfo de la civilización para la República
Argentina; esta vez se encargó de ese papel
el mismo presidente en persona, por su dis-
tjurso en que no habló sino de sí mismo, y no
calló sino el nombre de Wheelwright, en el
festejo de una obra que era toda de Wheel-
wright, y en nada del gobierno. No nombró
á Wheelwright sino para decir que dos años
antes habia venido con él por agua á la Ense-
nada. Sin embargo él empezó su discurso con
estas palabras : c< Este es un gran dia para la
República Argentina : otro nuevo ferrocarril. »
Y el grande hombre á quien la República
Argentina era deudora de ese gran dia, recibía
por cumplimiento 'solemne del órgano de esa
Nación, el silencio ofensivo de su nombre
glorioso. — Según el Presidente la grandeza
del dia, consistía en un ferrocarril de 30 millas.
El señor gobernador Acosta, que enmendó
SV ULTIMO DISCURSO S79
honorablemente la falta del Presidente, no pro-
nunció sin embargo la palabra puerto ; y era
un puerto entretanto, todo lo que se celebraba,
¿Quién lo dijo asi? El autor mismo de la obra
inaugurada y de la fiesta.
El discurso de Mr. Wheelwright está lleno
de enseñanza y merece no olvidarse porque fué
el último que pronunció en su vida.
.•.ct El principal objeto, dijo, que nos reúne
aquí en este dia, es inaugurar para el tráfico
público el ferrocarril que une este magnífico
puerto de la Ensenada con la capital. En este
año cabalmente se cumple medio siglo desde
mi primera visita á la Ensenada, en que por
primera vez comprendí sus naturales ventajas
y su inmensa importancia comercial, que
nunca he olvidado desde entonces. Hará cosa
de diez años que compré á M. Le Lievre, la
concesión que le habia hecho el gobierno pro-
vincial para la construcción de esta línea, y di
principio al trabajo. No me detendré á enume-
rar todos los impedimentos y dificultades que
encontré, j á no ser por la firme convicción que
siempre tuve y la moral certidumbre de los in-
tío VIDA DE WILLIAM WHEEtWR GHT
calculables beneGcios que esta linea aseguraría
á este país, no hubiese tenido bastante resolu-
ción para persistir hasta ver concluido el tra-
bajo.
a La espléndida expansión de agua que
desde aquí vemos, puede ser utilizada para
los bajeles que trafican con el Rio de la
Plata, dándoles protección contra los vientos
y tempestades á que hasta ahora están expues-
tos. . . « No necesitamos ponderar las ventajas
de este puerto, que tanta admiración causó al
célebre patriota argentino D'. D. Mariano Mo-
reno, que usó de todo su influjo para hacer de
él el verdadero puerto de Buenos Ayres. Por si-
glos la Ensenada atrajo la atención de los ma-
rinos, especialmente de los oficiales navales de
esta República , de España , Francia é Ingla-
terra; y sus ventajas para un arsenal han sido
siempre altamente apreciadas. Si el ilustre ar-
gentino Don Bernardino Rivadavia, á quien
tuve el honor de conocer en 1822, cuando se
exploraba el puerto, hubiese tenido á su dispo-
sición tan poderosos elementos como el buque de
vapor y el ferrocarril, no es mucho decir que
su DISCURSO EN LA ENSENADA '281
hace tiempo que esta Ensenada hubiera sido
un puerto favorito y seria hoy el emporio ma-
rítimo de Buenos Ayres, lo cual hubiera dado
al tráfico toda clase de conveniencia y protec-
ción, sin necesidad de establecer fuertes dere-
chos de puerto, salvando así para el país millo-
nes, que la falta de un puerto ha hecho perder
por tantos años. Este conocedor profundo de
las conveniencias del comercio y del progreso,
ansioso de acrecentar el tráfico extranjero con
este país, porque sabia que de ello depende su
prosperidad, estaba convencido de que la me-
jor via para obtenerlo, era conceder al comer-
cio y á la navegación toda la posible convenien-
cia. No olvidando al mismo tiempo, que la En-
senada presentaba elementos poderosos para
proteger las aduanas y el tesoro nacional, cor-
tando de raíz el contrabando, conocía la mate-
ria por todos sus aspectos.
« La construcción del muelle en la Punta de
Lara, que como habéis visto, Señores, ha sido
ya comenzada, tiene por objeto presentar al
tráfico un servicio inmediato, mientras se lle-
van á cabo los trabajos del puerto de la Ense-
282 VIDA BE WILLIAM WHEELWfilGHT
nada. Dentro de cuatro ó cinco meses, espero
ver los buques amarrados á este muelle y des*
cargando su cargamento en los carros del ferro-
carril, que los conducirá á la papital, en dos ó
tres horas, y á un precio de dos patacones mas
ó menos por tonelada , es decir la mitad del
costo presente en lanchas descubiertas, y las
mercancías conducidas á la ciudad en wagones
cubiertos y tal vez á cargo de un oficial de
aduana ^ no estando asi expuestas en adelante
al tiempo, deterioros y robos, y las aduanas
vencedoras del contrabando.
c< Cuando las mejoras propuestas para la
Ensenada estén terminadas, las conveniencias
serán todavía mayores... Con esas convenien-
cias en los muelles, yo creo que el movi-
miento puede ser estimado en mil á dos mil
toneladas cada 24 horas, y que una igual can-
tidad de producto puede ser embarcada de
allí.
c< Es de esperar que el gobierno nacional
en vista de la importancia de la Ensenada,
no tardará en dar su poderoso apoyo para la
ejecución de los trabajos señalados en mi peti-
MEJORAS REQUERIDAS EN LA ENSENADA Í83
cion y en el informe de M. Coghlan, ingeniero,
como igualmente ana estimación del costo,
que ha sido elevado por la Oficina de inge^
nieros nacionales^ á docientos mil patacones,
(200,000), recomendando los trabajos á la
especial atención del gobierno. M. Coghlan
cree que con la. ayuda de una draga , será
bastante un año para poner al puerto en con-
dición capaz de admitir bajeles de ultramar de
ordinaria dimensión, pero cuando llegue á
ser necesario tener mayor profundidad de agua
ó nuevos diques, será necesario trazar nuevos
planos y nuevos cálculos.
« Terminando estos breves reparos, yo
apelo fervientemente á S. E . el Presidente de
la República para que quiera darme todo el
apoyo y asistencia que reclama una obra tan
importante para este pais, obra destinada á
dar á esta República uno de los mas seguros y
mejores puertos del mundo, y que está llamado
á ser y será el orgullo de la Nación. »
Se ve que Wheelwright pedia el apoyo del
gobierno, no para su obra del ferrocarril de
que el muelle de la Punta de Lara era tm coro-
284 VIDA DE WILLIAH WHEELWRIGHT
lario, sino para la obra del puerto. Él era dueño
del ferrocarril y del muelle, su prolongación
hidráulica, pero no del puerta, que era pro-
piedad del Estado. Luego el apoyo que Wheel-
wright pedia al Presidente Sarmiento, se resol-
vía en una súplica de que llenase los deberes
de su oficio en favor del país. Pero ese apoyo
que Wheelwright le pedia fervientemente para
habilitar el primer puerto de la República,
lejos de dárselo, el presidente pedia fervien-
temente á Bateman, que lo aceptase para cons-
truir su puerto de las Mil y una Noches en
la ciudad de Buenos Ayres, que el presidente
dañaba pretendiendo halagar. Mientras ne-
gaba dosientos mil pesos para habilitar mate-
rialmente el puerto de la Ensenada, daba esa
misma suma á un empresario* residente en
Londres, por los planos de un puerto imposible
en Buenos Ayres y le ofrecia doce millones
para la construcción de esa obra. Es de admi-
rar que nunca dio el gobierno de Sarmiento
mayor y mas solícita atención al proyecto
de Bateman que al fin de 1872, es decir,
cuando se terminaba el ferrocarril y el mué-
EL MÓVIL DE LAS RESISTENCIAS 28S
He del puerto de la Ensenada, y cuando un
puerto eñ Buenos Ayres dejaba de ser indis-
pensable
Es justo reconocer que en esa actitud no
servia el presidente Sarmiento ningún odio
personal contra Wheelw^right. Él servia sim-
plemente dos intereses : el de su propio
egoísmo en este sentido, que el puerto de Ba-
teman en lugar del puerto de Wheelwright,
quería decir doce millones de pesos fuertes
en manos de su gobierno, tomados á préstamo
para esa obra imposible, y destinados, por lo
tanto, á quedar indefinidamente en ellas para
aplicarse á otras necesidades de su poder.
Le servia de paso esa resistencia á la obra
de Wheelwright, para afianzar su poder en
la ciudad del viejo puerto en que él resi-
día, halagando la rutina, que prefería el puerto
de Bateman aunque fantástico, porque estaba
en Buenos Ayres, al de Wheelwright, aunque
real, porque estaba fuera de esa ciudad. Tal
actitud no venia de un designio de dañará
Wheelwright, ni en el presidente ni en sus
ministros, es nuestra opinión. Wheelwright
t80 VIDA DE WILLUM WHEELWRIGHT
era incapaz de inspirar enemistad á nadie. Na-
cia meramente de ausencia de un patriotismo
elevado, como el de Rivadavia y Moreno,
cuyas ideas pon ia Wheelwright en obra.
Wheelwright se ha hundido en el abismo en
que sucumbió Rivadavia, por servir la misma
causa del progreso de la República argentina,
contra la rutina colonial, explotada por un egoís-
mo sin escrúpulos. Es la tumba gloriosa de
todas las nobles intenciones. Los dos han caido
con gloria, pero Wheelwright ha unido á la
suya, la felicidad de dejar concluidas unas y
empezadas otras, las grandes obras de mejora-
miento argentino, que llevarán á cabo los que
en lo futuro aspiren al honor de esos grandes
en los anales de la historia americana.
Esto no es decir que la mala pohtica haya
conseguido enterrar al progreso argentino. Es
presiso admitir que los países del Plata tienen
causas que los hacen prosperar con indepen-
dencia de sus gobiernos, cuando se ve que su
progreso no ha cesado de proseguirse de un siglo
á esta parte aun con sus peores gobiernos, sin
excluir el gobierno mismo colonial. Este es un
LA ENSENADA SEGÚN EL PILOTO PETTY 287
techo que la hisloria confirma y que la razón
concibe y demuestra, desde luego por las venta-
jas del suelo y de su geografía, y en seguida, y
sobre todo, porque el progreso de esos países
no es en cierto modo sino el progreso trasalán-
tico de la misma Europa. Esto hace que las
crisis de esos países americanos tengan su re-
medio natural y pronto en ese doble (Jrdcn de
causas naturales de vida y progreso general y
solidario, como se ve confirmado todos losdias.
Estas consideraciones de carácter personal,
no son impropias de este estudio, en que in-
porta dejar bien señaladas las responsabilidades
en que Wheelwright no incurrió jamas por acto
alguno imprudente, que dañase el éxito de las
obras confiadas á su celo y capacidad por sus
numerosos comitentes; y que pesan y deben
pesar sobre una política sin altura, sin luz y
sin patriotismo^ mas dañina para el país, que
el odio del enemigo extranjero.
Un año después de la muerte de Mr. Wheel-
wright en agosto de 1874, Mr. William Petty,
piloto de los vapores ingleses de la Royal Mail
del Plata, á invitación de Mr. J. G. Simpson
288 VIDA DE WILLIAM WHEELWRI6HT
practicó una visita de examen á la Bahía y
Puerto de la Ensenada, auxialado por nume*
rosos oficiales competentes, y su resultado
(contenido en un Informe, inserto en el Stan*
dard de Buenos Ayres del 14 de agosto de
1874), confirmó en todo los anuncios de
Mr. Wheelwright. — Mr. Petty dice, que en-
contró al puerto de la Ensenada con agua sobra-
da para fondear cerca de sus muelles, el diaque
el de Buenos Ayres estaba casi seco, y barada
y encallada una mitad de los buques allí estan-
tes. Según su Informe, el anclaje y la descarga
en los muelles de la Punta de Lara y de la
Ensenada, para los vapores de la Línea y en
general para todo vapor grande, ofrecen estas
ventajas sobre el puerto de Buenos Ayres : I''
que el viaje de los vapores se acorta de 40 mi-
llas : 2° que en estado de mal tiempo los bu-
ques podían atracar á los muelles de la Punta
de Lara y de la Ensenada para descargar, sin
el menor riesgo para las mercancías, para los
pasajeros y para la correspondencia : S'^que el
muelle de la Punta de Lara, de 1845 pies de
largOy tenia á lo laisgo rieles para vv^agones^
SUSULTIMOS DÍAS EN EL PLATA ^2^9
distaba 31 millas de Buenos Ayres para donde
el viaje por ferrocarril, era de poco mas de
una hora y cuarto : 4** que el desembarco de
pasajeros y mercancías en el puerto acttial de
Buenos Ayres requería tres trasbordos, uno del
Vapor de la Línea á un vaporcito menor, otro
á un bote abierto, otro á una carretilla, y de
ahí al muelle en que no entraban coches.
CAPITULO XXXIII
EL ULTIMO TIEMPO DE WHEELWRIGHT EN EL RIO DE LA PLATA.
— SU ÚLTIMO VLAlJE Á INGLATERRA Y SU MUERTE EN
LONDRES £N EL MISMO AÑO DE 1873.
Si la inauguración del Gran Central en Córr
doba señaló el dia en que comenzó la caída de
Wheelwright como grande empresario, la del
ferrocarril de la Ensenada fué la de su desapa-
rición del drama argentino y Sud-Americano.
19
890 VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT
Su salud, minada ya por los años, no pudo
resistir á los sinsabores de esa vida de lucha ^
Todavía tenia mucho que hacer en el Piala
con solo ocuparse de terminar y desenvolver
sus obras ya realizadas. Le faltaba terminar
ese grande y bello trabajo del muelle de la
Punta de Lara en el puerto de la Ensenada;
Las colonias plantadas por él en los flancos
del Gran Central, debian crecer bajo su vista
fecunda, hasta formar un estado modelo en
el Estado argentino. Visitándolas á principios
de 1873, fué obsequiado con un almuerzo* que
se le dio en la Estación de la Canadá de Gómez.
a En aquella ocasión, dice un escritor que
asistió á esa fiesta, el señor Wheelw^right hizo
votos por la prosperidad del país, que, según sus
vistas, tenia que alcanzar muy pronto á gran-
des destinos. Entusiasmábase él mismo al
calor de sus propias ideas, diciendo que antes
de 20 años el trayecto del Central, no seria
mas que una prolongada Alameda, un Boule-
vard de 80 leguas, á cuyos flancos se alinearían
los mas hermosos planteles de agricultura, por
.métodos perfeccionados. » Dejó esos lugares,
su ULTIMO VIAJE A LONDRES S91
que le debían el ser^ para volver á BíieDós
Ayres, con el presentimiento triste de que no
volverían sus ojos á ver a aquellas vírgenes y
hermosas praderas, que su genio había transa-
formado en centros coloniales de vida y moví*
miento industrial » — dice el escritor citada.
Los consejos de sus médicos le indujeron á
dejar á Buenos Ayres por Europa casi á
mediados de 1873. Se embarcó en un estado
lamentable de salud, sostenido casi en los
brazos de los que le acompañaban. Su medió)
el Doctor Olguin, llegó á temer que no llegase á
Eurojia. Mejorado un tanto en el mar, pudo
tener fuerza para desembarcar en Southampton
y dirigirse á Londres, donde tenia su casa
propia, en Regenta Parck, Gloucester Lodge.
Asistido por los mejores médicos de Londres,
rodeado de los mas exquisitos cuidados de
su amante familia, visitado todo el día por
site mejores amigos, su salud no cesó de •
declinar, hasta que terminó su cara existencia
el 26 de seliembre de 1873. Su cuerpo fué
conducido á Norte América por su hijo político
Mr. Krell, y enterrado entre los suyos^ en
29S VIDA DE IWILLIAM WHEELWRIGHT
iNewbury-Port, MassachussetSy — país de su
nacimiento. Él- mismo lo dejó asi dispuesto en
su testamento. Aunque consagró toda su vida
^1 mejoramiento de la América del Sud, en
<¡ue la Providencia le preservó del naufragio,
nunca olvidó su honor de ser ciudadano de los
Estados uñidos. Un amigo suyo, el capitán
Aulick, de la marina Americana, escribia estas
palabras en 1845, d\ Instituto Nacional de
Washington, relativas á Wheelwright, que
interesan á su historia : « Aunque Mr. Wheel-
wright ha tenido que permanecer por muchos
años en tierras extranjeras, y se Jia visto
compelido á recurrir á capitalistas extranjeros
por los medios de llevar á cabo sus empresas,
.después de haber fallado en sus esfuerzos para
inducir á los de su propio país á comprome-
terse en ellos, riada ha perdido de su notorio
amor ál país. Ligado cou él por una larga é
intima amistad personal , puedo decir €on
toda seguridad, que mas ardiente y patriota
Americano, no existe en la tierra de su naci-
miento. »
^e han sobrevivido de su familia' propia^ bu
ÍNFLÜENCÍA SOCIAL DE SUS OBRAS 293
digna señora y respetable viuda Mrs. MarthaG.
Wheelwright, nativa de los Estados Unidos,
que fué su compañera inseparable en todos los
movimientos de su vida^ activa, y su hija, Mrs.
Augusta Krell, tan distinguida por su grande
instrucción^ amable carácter y ^virtudes cris-
tianas. Habitan ambas la Inglaterra*
CAPITULO XXXIV
CONSIPERACIONES Y ESTUDIOS Á QUE DA LU6AA LA VIDA DE
WHEELWRIGHT. — INFLUENCIA SOCUL Y POLÍTICA DE
I
SUS OBRAS EN SUD AMÉRICA. ELLA CARACTERIZA X
DEFINE EL PAPEL CIVILIZADOR DE LA INMIGRACIÓN EN'LA
AMERICA ¿ATINA*
De las obras que de ordinario son objeto de
empresas para la industria particular, las que
mas influjo ejercen en el orden político y social
de las naciones, á pesar de su carácter esencial-
mente neutral, son los trabajos que consisten
en.vias de comunicación y trasporte, como
v^ g. los ferrocarriles, muelles, puentes, telé-
^4 VIDA DE WILUAM WHEELWRIGHT
grafos, y por fin, los bancos, que en cierto
modo son también de ese gremio, como esta-
blecimientos monetarios, en cuanto las mone-
das, según la expresión de Adam Smith, son
caminos por donde los capitales viajan de
mano en mano y de país en país. Son los reyes
de los caminos de fierrOy pues lo son de oro y
plata. Las onzas, las libras y los soberanos, son
las ruedas en que el mundo viaja al rededor
de sí mismo.
Este movimiento de comunicación y tras-
porte, forma la esencia del comercio, de cuya
industria son como los brazos y órganos indis-
pensables los trabajos sobredichos. El comer-
cio los apoya y fomenta porque ellos fomentan
y apoyan al comercio. No se necesita mas que
esto para demostrar que el comercio es el lla-
mado á poblar, enriquecer, aproximar, unir,
constituir y civilizar á la América del Sud. Esa
es su misión en todas partes, pero lo es doble-
mente en Sud América, por esta razón especial
confirmada por su historia: que su personal
se regimenta y ensancha con inmigrados que
vienen al país, armados de capitales, desde
REPRESENTA LA INMIGRACIÓN EDIFICANTE 895
países qué son los mas libres, á saber : Ingla*
térra, Bélgica, Suiza, Holanda, etc., etc. De
esa inmigración selecta y distinguida se com-
pone lo mas del comercio eri Süd-América^ por
cuya razón su composición misma es ya la pri-
mera garaiitia de sus progresos sociales y polí-
ticos del carácter mas espontáneo y ajieno del
gobierno. En cierto modo el comercio mismo
forma una especie de gobierno aparte, que con-
duce las cosas de Sud-América hacia sus altos
destirios, mientras sus gobiernos propiamente
, dichos, se ocupan de su propia regeneración y
existencia, tomada á menudo como ihdustria
particular (y mas particular á veces que lo es
el comercio mismo).
Las empresas de comunicación y trasporte
esencialmente neutrales á la política, como lo
es la industria de que son objeto, tienen sin
embargo tal influjo en el orden político y
social, que á menudo los gobiernos sienten la
necesidad de apropiarse esas obras y hacer de
ellas los instrumentos de su acción oficial.
Vemos todos los dias repetirse este hecho con
respecto á los ferrocarriles, telégrafos; correos
296 VIDA DE WlLLiAH WUEELWRIGHT
marítimos y bancos. Los gobiernos los toman
en sus manos porque son realmente medios de
gobierno; pero no dejan de serlo porque queden
en manos de la industria privada, en cuyo caso
siguen obrando con la eficacia que les es pecu-
liar, en ejercicio de ese gobierno ó poder dé
las cosas, ajeno dé todo carácter oficial, que se
llama progreso espontáneo y natural ; y no
solo sin perjuicio de servir al gobierno mismo,
como á cualquier otro, sino mejor que se servi-
ría con ellos el gobierno si fuesen su propiedad.
Gobiernos tan sólidamente establecidos como
el de Bélgica pueden construir y administrar
ferrocarriles con utilidad del país y del comer-
cio; pero los gobiernos sud-americanos, en
formación, que imitan ese ejemplo^ sedan una
tarea que no es para ellos, en daño del país y
del comercio.
Wheelwrijght, su vida y sus obras, son la
confirmación y la prueba en Sud América del
influjo que ejercen las empresas de comuni-
cación en los progresos sociales y políticos,
y del influjo que en esas empresas tiene la in-
migracito de los hombres selectos que los
INMIGRACIÓN DEL NORTE 297
países del Norte envían á los del Sud del nuevo
mundo. La experiencia ha demostrado hasta
aquí en Sud-América, que cada inmigrado del
Norte vale por tres de la Europa del Sud, sin
que por ello eslos tres, dejen de serle tan
esenciales como los otros en su esfera, para lo
que es formar la masa der pueblo moderno y
regenerado de la Aniérica que fué española.
La vida de Wheelwright en este sentido y la
historia de sus obras en la América meridio-
nal, nos han parecido objeto de un estudio tan
conexo con la política, como lo son económi-
camente las vías de trasporte, el comercio y
la inmigración de poblaciones civilizadas, es
decir, los objetos mismos de esa Economía que
por esta excelente razón se apellida politica.
La vida de Wheelwright es todo un estu-
dio social para Sud América. Ocuparse dé élj
es estudiar el tipo de la unidad individual á&
que debe formarse el agregado ó conjunto de lo
que se llama nuestra sociedad moderna en Sud
América, como está formada de él la sociedad
de la Nueva Inglaterra, en los Estados Unidos,
Estudiar los hombres de ese molde, imitarlos,
m VIDA 1>E WILLIAU WHEELWHIGHT
repetirlos, asemejarse á ellos, proceder como
ellos., oóuparse como ellos, es el modo de intro-
ducir y aclimatar en la América del Sud la
sociedad de la América del Norte, es decir, la
libertad y el progreso de la raza sajona en pro-
vecho, lejos de ser en detrimento, de la raza
latina. — Es el método de transformación, de
educación y de mejoramiento, que conviene al
progreso real de Sud América, mucho mas
que la educación dada meramente por la ins-
trucción primaria, que es, de ordinario ine-
ficaz y nula. La instrucción no educa el alma
ni el carácter sino muy secundariamente* Deja,
coij frecuencia, al hombre en la plenitud de su
barbarie primitiva, visto por esos dos aspectos
. que son los que interesan á la vida social.
Alguna vez se ha tomado en el Plata esta
doctrina, como mera hostilidad dirigida á los
hombres que ganan su vida y su reputación
con la profesión de enseñar á leer, ó mejor
dicho de hacer enseñar á leer, ó mejor dicho
aun, de multiplicar las escuelas y los maestros
de escuela, mas que los escolares y que la lec-
tura misma. Es entretanto la persuacion de
MODELO DEL INMIGRADO NECESARIO .^
eminentes filósofos socialistas, como Hérbert
Spencer, en quien tiene la ciencia social uno
de sus mas grandes representantes.
En esa reforma ó sustitución de un tipo in-
ferior por otro mas perfeccionado de la uni-
dad elemental de la sociedad americana \
consiste y reside la verdadera, la grande y
fundamental revolución social de la América
del Sud. Encontrar el mejor y mas eficaz
método de completarla, es el meollo de su
política y de su gobierno. Ese método es el
de la naturaleza, la imitación, la costumbre,
en una palabra la educación ó cultura del
tipo moderno de unidad elemental del cuerpo
social americano.
Si Wheelwright no es el ideal de ese tipo,
es al menos el tipo de hombre que Sud-Amé-
rica necesita si quiere emular los progresos de
esa sociedad norte Americana de que Wheel-
wright era nativo y ciudadano : el héroe de la
paz, que representa el progreso, porque repre-
senta el vapor, la electricidad aplicados como .
fuerzas al servicio del hombre. Pero representa
ademas de esa, otra fuerza superior, sin la cual
300 VIDA BE WILLIAM WHEELWRIGHT
las obras poco valen, á saber, lá probidad, la
honradez, el honor en la industria : está es la
fuerza que hacia de Washington, lo que es
de excepcional entre los hombres : la hombría
de bien en el servicio de la humanidad. Tam-
bién la industria tiene sus Washington, que
saben ejercerla, como él ejerció la política,
con la verdad del hombre de bien ; sin explo-
tar á los pueblos en su provecho egoísta. Lo
común de los empresarios como de los mihta-
res se compone del tipo contrario de carac-
teres, y la industria como la guerra, son de
ordinario un mecanismo de explotación desleal
y ruinosa, para la sociedad que se pretende
servir. Wheelwright representa la salud en la
industria, la honradez en las grandes empre-
sas industriales, la moral en los medios de
adquirir la riqueza. Ganar su bienestar es
hacer el. bienestar de todo el mundo, es el
colmo de la moralidad en la industria. La con-
ducta de Wheelwright como empresario fué
un dechado de esa manera de practicar el
trabajo industrial. Él ganó su fortuna haciendo
la fortuna de todos. Es de esos hombres mo-
su SENTIDO ECONÓMICO 801
deles, que ía biografía, como elemento de
educación debe poner de bulto en pedestales
elevados, á los ojos de las nuevas genera-
ciones, que se trata de formar para hacer la
grandeza de la América del Sud.
Wheelwright era el modelo de los empresa-
rios que sud América necesita. A las cualida-
des morales de obrero eminente, unia. Wheel-
wright las del saber superior y sólida y variada
instrucción en materias económicas. Era un
verdadero economista sin las pretensiones ni
fórmulas de tal. Era como lo general de los
hombres de su país, en que Tocqueville y
Chevalier fueron á estudiar la democracia
ilustrada que se da leyes dignas de la imi-
tación del mudo.
Sin su gran sentido de las cosas económicas
Wheelwright no hubiera podido elevarse á la
< concepción de ideas tan grandes y complexas
como las de sus empresas, ni hubiese Jogrado
convencer á los capitalistas europeos de la
necesidad y conveniencia de tomar parte en
la ejecudon de sus grandes trabajos para
asegurar los intereses del comercio general en
302 VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT
esas regiones nuevas y desconocidas en cierto
modo. Esto es lo que no tienen presente los
que al favor de sus privilegios de nativos re^
lacionados con lo mas influyente de la so^
ciedad en Sud-América se hacen otorgar con-
cesiones de grandes trabajos creyendo que
basta poseerlas para llevarlos á cabo. Obligados
por su inexperiencia á cederlas á los verdader
ros empresarios, se contentan con la ganancia
que les produce ese tráfico desairado. Este
abuso ha tomado proporciones, que compro-
meten la causa del progreso material Sud-Ame-
ricano. En algunos Estados se han visto
ejemplos de empleados subalternos de go-
bierno mezclados á ese abuso do este modo.
Peticiones hechas para obtener la concesión de
tal ó cual trabajo importante de mejoramiento
material, han quedado sin despacho en las
oficinas de gobierno por tiempo indefinido,
hasta que verificada clandestinamente su cesión
en Europa por terceras manos á terceras per-
sonas, han recibido los autores .originales de la
petición un rechazo del gobierno, fundado
simplemente en que la concesión estaba ya
EL TRAFICO DE CONCESIONES 303
hecha de antemano á terceras personas. De ese
modo el tráfico ó comercio de concesiones ha
venido á ser un escollo para los empresarios
de capacidad y buena fe, y una vergüenza
para las Administraciones de América. Hay
trabajos que por su índole noble ennoble-
cen al empresario, tales son entre otros los
que tienen por objeto las vias de comunica-
ción y trasporte. Esta consideración es sufi-
ciente para que la hipocresía, cuando no el
deseo de lucro los acometa á menudo en busca
de un prestigio inmerecido, de concierto con
otras miras codiciosas que son propias del
vicio inteligente. Es triste recordar que
Wheelwright fué rara vez concesionario pri-
mitivo de sus obras. La del ferrocarril de
Copiapó la compró á un boticario de Valpa-
raíso. La del Gran Central argentino, á un
banquero desacreditado, antes de obtener por
tercera vez la concesión de lo que ya era suyo.
La del ferrocarril de la Ensenada la compró á
un ex-notario francés. Wheelwright no entró
jamás en negocio que tubiese aire de sociedad
con individuos del poder.
304 V)DA DE WILLIAH WHEELWRIGHT
CAPITULO XXXV
LA PERSONALIDAD DE WHEELWRIGHT ES LA EXPRESIÓN DE
LA INMIGRACIÓN SANA Y HONESTA EN SUD AMERICA. -^
DESCRIPCIÓN DE WHEELWRIGHT EN SU PERSONA, HÁBI-
TOS, MANERA DE SER PRIVADA.
Por el carácter y dirección de sus empresas,
por su espíritu activo, perseverante, desinte-
resado, progresista, Wheelwright representa
esa clase preciosa de hombres de que mas
necesita y de que mas escasea la América del
Sud, cuyo principal enemigo es el vasto terri-
torio despoblado, que tiene aisladas y estériles
á las raras poblaciones que lo habitan. No será
el humo de las batallas, sino el humo de las
locomotivas, el que liberte á la América de ese
enemigo. .
Wheelwright no era interesado. Todos los
que trabajaron con él ganaron mas que él. Era
sobrio por temperamento, y el lujo hubiese
r"
DESGRIPG.IO PERSONA 305
sido un tormento para sus hábitos simples
de vida. Sus gastos de lujo consistían en hacer
el bien de sus semejantes. La religión cris»-
tiana estaba en cada uno de sus procederes.^
Será tal vez el único americano, que haya gas»*
tado grandes sumas en hacer traducir los
Evangehos al idioma de los Turcos, con la
mira de extender el cristianismo en Oriente.
Hay en Manachussets una institución de cari-
dad en favor de los ancianos desvalidos. Entre
sus donantes vemos á Wheelwright por la
suma de quince mil francos. Todas esas dádivas
eran hechas á gentes distantes miles de leguas,
sin sombra de mira interesada, ni aun de va-
nidad.
No tuvo mas casa propia el que pudo tener
palacios, que la especie de choza elegante, —
Glaucesíer Lodge, en el Parque del Regente de
Londres, en que reposó de vez en cuando por
instantes, y en que murió rodeado de la vene-
ración apasionada de su familia. Su dignísima
hija, que era como un confidente en sus gran*-
des negocios, antes de ser la señora de Krell,
solia quejarse amablemente del modo de exis-
20
306 Yi1>A DE WILLIAH WHEELWRIGHT
tencia, que imponía á su familia la actividad
industrial de su ilustre padre, diciendo que
vivían en stís baúles. Ocupado en ligar á las
JMaciones, y á los países de la misma nación, su
patria, su domicilio, el centro de sus opera-
ciónes, estaba en todas partes. No iba á un paíé
que no fuese como el suyo, por el número de
las gentes que le pertenecían por la amistad y
el respeto. Apenas habrá notabilidad en Sud
América con quien no haya tenido contacto ¿
.Wheelwright ha conocido personalmente á
Rivadavia, á Portales, á Prieto, á Freiré, á
Pinto, á Ruines, á Montt, á Rlanco Encalada,
á Rolívar^ á Sucre, k Flores, á Gamarra, á
Santa Cruz, á Rallivian, á Urquiza, á Carril,
á Fragueiro, á Mitre, á Rosas ya bautizado por
la libertad en Londres. En casa del que esto
escribe se encontraron impensadamente de
visita estas dos celebridades que han llenado
de su nombre la América del Sud, el uno cómo
.el representante mas ingenuo del atraso ame-
^ricano, y- el otro como el apóstol igualmente
conocido de su progreso^ Tranquilo cada uno
dé sus convicciones, su porte respectivo en ese
sus RELACIONES EN LONDRES. 307
contacto fué simple y benévolo/Gediendo á los
hábitos de su papel respectivo en la vida, el
ex-dictador argentino tuvo siempre la palabra,
y el puritano del MassachusseLs, no hizo sino
escuchar con el silencio atento del hombre libre.
Se pasaba esto en Ja plaza ó Sj'war* que lleva el
nombre de Cávendishy tan ligado á la historia
de las i5fo/^;^V^a^ y del Mar del Sud, qué tanto
han ocupado á su vez á las dos notabilidades
americanas, reunidas casualmente á poco»
pasos de la estatua del célebre almirante ingles-
--En^ lÁSndres gozá.W trato y
aprecio de lord Abinche, del Almirante Fitz-
Roy, del famoso empresario Brassey, que fué
su^ocio en la empresa del Gran Central argen-
tino, del Rosario á Córdoba; y los jefes dé las
casas comerciales mas eminentes de Inglaterra
y Estados Unidos ,'^n Londres, con relaciones en
la América del Süd, fueron á menudo sus rela-
ciones de particular amistad. Su nombre era
conocido y respetado én los Estados Unidos*
Yo vi su retrato colocado cojí honor en la
Oficina de Patentes^, la Santa Croce^^ el Pan-^
feoñy áé Washington. Una sio^ite carta suya
SQg VIDA DE WILLIAM WHEELWR16HT
de recomendación para el honorable Mr. Galeb
Cusching, ministro del Presidente Pierce/nos
valió como de una credencial para negociar,
(hallándonos de paso en Washington con ca-
rácter diplomático para Londres), la traslación
de Mr. Peden de Buenos Ayres al Paraná,
en 1856, residencia entonces del cuerpo diplo-
mático extranjero, cerca del gobierno argen-
tino. La naturaleza de las empresas de comu-
nicación y trasporte, que tanto se ligan con
i a administración y gobierno, puso á menudo
á Wheelwrright en contato con los hombres
públicos, que también lo es á su vez el que se
ocupa de grandes empresas de interés general .
Esos contactos necesarios no fueron sin incon-
venientes para él y para sus negocios, á causa
de la instabilidad de los gobiernos y partidos,
en países en que viven persiguiendo y desha-
ciendo lo que hicieron sus rivales en el poder.
Wheelwright era de estatura regular, de
considerable corpulencia, sin que esto le qui-
tase la agilidad de su raza. Su cara llena,
abierla y noble, era en extrenio simpática, é
infundía confianza desde la primera vista. Ante
Sü VIDA PRIVADA 30gf
cualquier contacto, por encumbrado que fuese,
su actitud-era simple, grave, digna. Tenia esa
urbanidad sin estudio ni afan^ que viene de
la bondad y honestidad del corazón. Hablaba
poco aun en su idioma. Parecia tener mas
gusto en escuchar que en hablar. Conocia bien
la lengua española, y aun la escribia con faci-
♦lidad y no poca corrección. Tenia ese buen
gusto, que es como una cualidad del buen sen-- •
tido superior. Frecuentaba poco el mundo ele-
gante.
El retiro de su vida era necesario á sus
arduos y numerosos negocios, y no contrario á
sus gustos simples y tranquilos que eran los ^
del hogar. Aunque su vida entera fué una
campaña de lucha con toda clase de resis-
tencias, no tuvo lances con nadie y jamas des-
cargó una arma de fuego. Esa audacia inocente
y sereña que no sospecha el riesgo, lo distin-
guía en las situaciones difíciles de la vida. No
usaba bigotes, ni bastón. No fumaba en pú-
blico. Bébia muy poco y dormía méuos. Su
níodo habitual de vestir era siempre serio^
decente.
310 VIDA DE WlLLUM MTHEELWRIGHT
CAPITULO XXXVI
>
IDEA ¿ENERAL Y SINTÉTICA DE LAS OBRAS DE WHEELr
WRIGHT.
I Wheelwright ha respondido por todos loi^
. trabajos de su vida de empresario, á dos nece-
sídades capitales de la América del Sud : la
viabilidad marítima y terrestre del vasto y mal
poblado suelo, y su aproximación respecto de
la Europa. No hay uno de sus trabajos que no
haya tendido á ese doble fin, no por un cálculo
formado á priori, ni por un plan preconcebido,
sino por un instinto sano y bien inspirado de
su raza inteligente. Debió, en ofecto su voca*
cion para el desempeño de ese papel al genio
de su raza y del país de su origen, engrande-
cido él mismo por la vialibilidad y por la
afluencia de la Europa mas civilizada y mas
libre. Quiere decir que el papel de >Vheel-
wright se resuelve en el de su país, .como
agente intermediario d.e la Europa mas ade-
LA síntesis DE SUS OBRAS íü
lantada en la América ménoa ádelanlads, sí no
para el suplemento de sus pobladores y ca-
pitales, al menos para el de sus empresarios
y SU9 ingenieros; para la aplicación misma
de la ciencia europea, pasada por el tamiz de
la •experiencia americana.
Dotando á los países de Sud América de
vías de trasporte, y sacándolos de la incomu-
nicación colonial en que los dejaba todavía
el triunfo de sus armas contra España, Wheel-
wright sirvió á los intereses de la América dei
Sud y de los otros países que debían comunicar
con ella. Por sus empresas internacionales,
como son las líneas de vapores y los ferrocar-
riles Wheelwright sirvió el ínteres universal
de todos los países. Sirvió á la consolidación
de cada Estado uniendo sus provincias y acer-
cando sus extremos por el auxilio del vapor*.
Contribuyó por la misma vía á la unificación ó
unión de toda la América por la supresión de
las distancias iiicomensurables, que separaban
y aislaban á sus Estados. Acercó por fin á la
América toda respecto de la Europa, su fuente
de recursos y progresos, disminuyendo el
8lf VIDA DE WILLiAV WHEELWRIGHT
tiempo, el precio y el riesgo de los viajes
intercontinentales.
Para sus obras de interés internacional pnso
á contribución la actividad de todas las nacio-
nes. De Inglaterra sacó los capitales y la coope-
ración oficial y científica con que llevó á cabo
sus empresas. De los Etados Unidos sacó sus
ingenieros y maquinistas, superiores á los in-
gleses en trabajos americanos, por la economía
y exigüidad de medios á que están acostum-*
brados por la condición de su suelo. Y de los
Estados que eran teatro inmediato de sus obras
de mejoramiento, sacó la carne y sustancia de
ellas, por decirlo así, que era el suelo, el capi-
tal, el brazo, la cooperación gubernamental^
sirviendo el interés recíproco de todos por las
facilidades dadas á su producion y á sus cam-
bios, en provecho de la civilización general-
Sin ser todo esto de la incumbencia de la
diplomacia y de la política, un simple empre-
sario superior, ha hecho por la tínion de las
naciones lo que docenas de diplomáticos y de
políticos no habrían llevado á cabo, por leyes
y tratados infinitos.
LO QUE AMERICA LE DEBE 813
Wheelwright ha aumentado el producto y
el haber de cada hombre, en los países de sus
obras, encareciendo el valor de su trabajo, por
la facilidad que sus empresas de comunicación
bandado á la extracción de la riqueza nativa; y
ha abaratado los consumos de cada habitante
multiplicando la importación de los productos
extranjeros por las facilidades que sus obras
de mejoramiento en los puertos han dado al
comercio marítimo. En una palabra, por sus
nobles y fecundos trabajos ha enriquecido de
algunos pesos el presupuesto anual de entradas
de cada habitante de la América beneficiada
por sus obras. Nadie ha contribuido más que
él á darle la aptitud de poblarse por inmigra-
ciones de la Europa, promoviendo y mejorando
puertos cómodos, muelles, {)uentes, estable-
ciendo faros, valizas y otros trabajos destinados
á. disminuir los peligros de la navegación. En
todos los países llamados á poblarse de inmi-
grados extranjeros, después de la viabilidad,
nada es mas indispensable, que la multipli-
cación de buenos puertos, muelles, faros, va-
lizas, como trabajos preparatorios de la inmi-
3U VIDA DE WILLIAM WHEELWRIGHT
gracion y colonización. En este sentido Wheel-
wright ha hecho raas por la índole y carácter
de sus trabajos, que todos los agentes de emi-
gración establecidos en Europa por los go-
•bierrios ignorantes del arte de poblar. El
puerto del Rosario ha sido el foco de las 33 co-
lonias que pueblan las provincias de Santa Fe
y Entre-Rios, y lo será de la colonización del
Sud de Buenos Ayres el puerto de la Ensenada,
cuando esa Provincia se libre de maniacos
que q uieren agrandarla á fuerza de mantenerle
bloqueado su mejor puerto marítimo.
En su carrera tan bien trazada por su genio,
Wheelwright ha dejado señalado á los que ten-
gan envidia de su gloria, el camino seguro de
salir de la oscuridad y de la pobreza, prosi-
guiendo su tarea todavía pendiente de sacar de
la oscuridad y de la pobreza á la América del
Sud. De ahí el interés histórico de su vida.
Si la biografía ó historia de la vida de un hom-
bre superior, tiene por objeto promover la re-
novación de su ejemplo, ó lo qu6 vale decir
renovar su existencia en otras de su especie, en
ninguna parle la biografía de WheelM^right, és
815
. FUÉ EL HIJO DE SUS ^BRÁS
mas nesesaria^ que en los países que fueron
teatro de las obras que lo recomiendan á la
historia, porque esos trabajos son apenas el
prefacio de los muchos que reclaman las nece-
cidades de su progreso y mejoramiento. Como
Franklín, su compatriota, otro catecismo ani-
mado, Wheelwright pudo decir, que nacido
pobre y oscuro, se elevó á la opulencia y á la
celebridad por la energía de su genio y la pu-
reza de su vida.. Su figura es tipo délos que ne-
cesita Sud América para ver florecer la riqueza
de su suelo, pues ella representa el juicio, la
honradez, y la energía, que las grandes em-
presas requieren en sus conductores para ob-
tener la corona del éxito.
31S VIDA OE WILLIAM WHEELWRIGHT
CAPITULO XXXVII
DEUDA DE SUD-AMÉRICA Á LA MEMORIA DE WHEELWRIGHT^
La tumba de Wheelwright está donde estuvo
su cuna, en el suelo de Washington y de Fran-
klin, de Fulton y de Murfy. La América del
Sud no tendría mas que un medio de domici-
liarlo en su historia, seria levantarle estatuas
en los lugares poblados, enriquecidos, hermo-
seados por sus grandes obras de civilización.
Las estatuas de Wheelwright serian monumen-
tos levantados á las victorias de la civilización
americana, obtenidas por las armas dignas de
ella, que son el ferrocarril, el buque de vapor,
el telégrafo eléctrico, el gas, es decir, la supre-
sión del espacio y de las tinieblas. Seria un ho-
menaje tributado á la hermandad de las nacio-
nes, por la erección de la estatua del que lanto
la ha servido, acortando las distancias del suelo
y de los mares. El que ha disminuido el espacio
y el tiempo, ha disminuido el precio de las
SUD-AMERIGA LE DEBE ESTATUAS di7
cosas necesarias á la vida, puesto en el bolsillo
de cada uno su sobrante anual en piezas de oro.
Seria como un culto secular rendido en la
forma mas estimulante al trabajo, á la honradez,
á la sobriedad, personificadas en ese grande
hombre de bien .
Peor para los destinos de su civilización, si
no sabe Sud-América poner los laureles de la
gloria en las sienes de los héroes de la paz.
— Estos son los verdaderos soldados moder-
nos de la libertad americana. Ellos formaron
el batallen sagrado de Washington , que hizo
de su espada su arado el dia que terminó
la única guerra digna de la patria, la guerra
excepcional de su libertad.
En Sud-América todas las estatuas son le-
vantadas para exaltar la gloria de los guerre-
ros. Pero realzar al guerrero, es realzar la
guerra, es decir la calamidad de que es víctima
la América del Sud. La guerra puede «er útil
á los que la hacen por oficio, es decir, á los guer-
reros de profesión (de que son miembros natos
los ambiciosos y los principes) ; pero no á los
que la pagan con el precio de su sangre y
318 VIDA DE WILLIAM WHfiELWRIGHT
dinero, que son los pueblos. Por el contrario,
realzar al empresario de obras útiles es realzar
el honor de esas empresas, estimularlas por los
estímulos de la gloria, que merecen.
En Inglaterra, es decir, en el país mas libre y
próspero del mundo, por una estatua consa-
grada á un soldado se ven diez dedicadas á gran-
des hombres de estado, á grandes inventores,
á grandes viajeros ó exploradores, á grandes y
útiles talentos. En una plaza, es Roberto Peel^
en otra Pitt^ en otra Canniríg. El monumento
ú Principe Alberto^ en Hyde Parky consa-
grado también á las glorias inteligentes del
mundo entero, no contiene un solo militar.
Los grandes guerreros, ceden allí su puesto de
honor á los grandes arquitectos, á los grandes
ingenieros , á los grandes agricultores , á los
grandes genios del arte y de la ciencia. Es así
como se hace por los monumentos la educación
de las generaciones jóvenes, en los grandes paí-
ses libres,
: ¿Queréis atraer en Sud América las inmigrar
clones útiles, q;ue vuestras constituciones protcr-
gen? — Glorificad á los grandes inmigrados^
EL PODER DE LAS ESTATUAS 319
que han dotado al país de grandes y brillantes
mejoramientos. Una estatua á Wheelwright da-
rla mas inmigrados á la América del Sud, que
muchas Compañías de inmigración- Seria un
aviso elocuente dado al mundo, de la acogida
que el país da á lo^ inmigrados eminentes que le
traen su labor y su genio industrial. ¿No que-
réis ó no podéis ó no debéis dar al inmigrado
el poder político como aliciente? pues dadle la
gloria, que al fin os queda en casa, con sus be-
neficios. La gloria de Wheelwright, americano
del Norte, pertenece toda á la América del Sud,
no á la de su origen. Su tumba en Massachus-
sets, es decir, á dos mil leguas de sus grandes
obras, es otra prueba de su virtud y modestia.
Ajeno alas vanidades de la vida, lo ha sido tam-
bién á las vanidades de la muerte. Sus estatuas
podrían recibir poronas de flores, su sepulcro
serio y simple no tendrá sino tiernas lágrimas.
Saiiil André de Fontcnay, 26 do setiembre de 1875.
índice
CAPITULO PRIMERO
i'ág.
Introducción i
I — De como á veces un extranjero puede ser mas be*
nemérito de la patria que un patridta 1
1 — Reforma que la Historia necesita en Sud América
para mejora de su política 3
2 — La historia de Sud América solo ha sido la de sus
guerras y guerreros. El progreso social espera sus his-
toriadores 6
g — Papel histórico de que es capaz el extranjero en el
progreso social y material de la América del Sud, por
su moderno derecho público ií
2 — Acción social deja industria y del industrial extran-
jero en la mejora de Sud América 16
2 — En qué sentido la Historia de Wheelwright forma
parte de la historia reciente de Sud América. Los em*
presarlos de vias de comunicación son los mejores so-
cialistas y diplomáticos 18
I — Acción civilizatriz de la América sajona, en la Amé-
rica latina, probada por el ejemplo de Wheelwright... 21
J — E^l ejemplo de los Estados Unidos no es la panacea
del mal de Sud América. — Sus peligros señalados por
una grande autoridad -25
•
CAPITULO II
Origen y nacimiento de William Wheelwright en
Newbury-Port, Massachussetts» Estados Unidos
21
322 índice
Pég.
de América. — Época de su nacimiento. Familia.
Educación : vocación y oficio de marino. — Lle-
gado á capitán de buque. — Viaje á Sud América en
que naufraga, y muere para su país á los 25 años,
pero nace para la América del Sud, en que queda
toda su vida ... 31
CAPÍTULO III
Origen de Wheelwright en Sud América. Su naufra-
gio en Buenos Ayres y su causa. — Cambio y di-
visión que ese siniestro introduce en el discurso
de su existencia. — Situación del Plata en 1823,
próspera pero incierta. — Wheelwright toma el
partido de irse al Pacífico 42
CAPÍTULO IV
Wheelwright en el Pacífico durante los primeros
años. — Se ocupa en la navegación de sus costas,
entre Valparaíso y Panamá. — Adquiere un caudal
de experiencia y relaciones y crédito. — Hace el
estudio de las necesidades y recursos de esos paí-
ses, con que se prepara á sus futuras empresas.
— Se fija en Guayaq[uil, puerto principal de Co-
lombia y del Pacífico entonces. — Allí ejerce el
consulado de los Estados Unidos por algunos
años. Provecho público que de ello saca 48
CAPÍTULO V
Wheelwright deja al Ecuador y se fija en Chile. ... 61
s CAPÍTULO VI
Origen de la línea cTe vapores del Pacífico 66
CAPÍTULO VII
Lucha de Wheelwright con los restos del antiguo
régimen colonial en el tráfico 75
índice 393
CAPÍTULO VIII
Vég
Cooperación quo Wheelwright pide para su empresa
á los gobiernos del Pacífico. 80
CAPÍTULO IX
Lo que Wheelwrighl proponía en cambio de conce-
siones 88
CAPÍTULO X
Whelwright en Londres con el objeto de formar la
compañía de vapores del Pacífico. — Opiniones de
la prensa inglesa sobre el plan de Wheelwright.
-^ Auxilio que recibe del libro de M. Scarlett sobre
Sud América 97
CAPÍTULO XI
Formación de la compañía de navegación del Pací-
fico. — Construcción de los primeros vapores, y
su partida para Chile. — Su llegada al Pacífico... 118
CAPÍTULO XII
Llegada del vapor Perú al Callao , 123
CAPÍTULO XIII
Dificultades con que lucha la empresa en su primer
. establecimiento. — La vida de Wheelwright es el
proceso del sistema colonial español. — Falta de
carbón que da lugar á la explotación de sus minas
en Chile., 127
CAPÍTULO XIV
Accidente del vapor Chile, que hizo conocer los re-
cursos del puerto de Guayaquil, como arsenal. —
Otras dificultades con que lucha el tráfico moderno. 185
«
S14 índice
«
CAPÍTULO XV.
Pég.
Mejoras varias que ÍBtroduce Wheelwright ea los
puertos del Pacifico . .^ 140
CAPÍTULO XVI
Dificultades para llevar la linea hasta Panamá, na-
cidas de la condición excepcional de Nueva Gra-
nada 144
CAPÍTULO XVII
Nuevos auxilios que Wheelwright encuentra en la
opinión pública para vencer sus nuevas dificul-
tades 150
g —•Recomendación que el cuerpo diplomático y consu-
lar en Lima, hace de Mr. Wheelwright, como principal
Superintendente de los Vapores en el Pacífico. 151
CAPÍTULO XVIII
Allanamiento de las dificultades. — La linea llega
hasta Panamá, y esta nueva via queda establecida.
— Efectos benéficos del cambio en el Pacifico.. . 162
CAPÍTULO XIX
Influencia de Wheelwright en la consolidación y
desarrollo del cambio 170
CAPÍTULO XX
Establecida la linea de vapores, Wheelwright se
ocupa de los puertos y del vapor terrestre 6 ferro-
carriles. — Puerto de Caldera. Ferrocarril de
Copiapó. — Ganancias y desinterés en Wheel-
wright 173
índice 3á5
CAPITULO XXI
Pég.
Wheelwright se separa de la empresa de vapores.
— Se ocupa de diferentes mejoras en Valparaíso.
— Dase en adelante á empresas de ferrocarriles.
T-- Proyecto del de Valparaíso á Santiago 182
»
^ CAPÍTULO XXII
Concurrentes con que luchó Wheelwright, que son
un escollo del progreso 187
CAPÍTULO XXIII
Concepción y plan de un ferrocarril trasandino. — ^
Carta de Wheelwright al Presidente de Chile so-
bre ello 191
CAPÍTULO XXIV
El ferrocarril trasandino trae de nuevo á Wheel-
wright al Plata 200
CAPÍTULO XXV
Historia del Gran Central argentino. — Su origen,
su plan, su interrupción 203
CAPÍTULO XXVI
Inauguración de los trabajos del Gran Central ar*
gentino, en el Rosario. — Discurso notable de
Wheelw^ríght. — Formación de la Compañía del
Gran Central en Londres ; 210
CAPÍTULO xxyii
Inauguración del servicio y tráfico del Gran Central
en Córdoba. — Puntos negros en el horizonte
para Wheelwright y para el Plata. — Sus obras
•
\
326 ÍNDICE
Pég.
son niecesarias para un empréstito de 30 millones.
— Su discurso memorable dirigido á Córdoba. —
— Trascendencia de la exclusión inminente de
Wheelwright. 220
CAPÍTULO XXVIII
Ferrocarril y Puerto de la Ensenada. — Origen ó
importancia de esa empresa, — Carta de" Wheel-
wright sobre la Ensenada 245
CAPÍTULO XXIX
Wheelwright en Londres durante el empréstito. —
Muerte de Brassey estando él en viaje 253
CAPÍTULO XXX
Quién servia mejor el interés argentino, si Wheel-
wright 6 el presidente Sarmiento. — Las obras de
Wheelwright eran ideas de Rivadavia 258
CAPÍTULO XXXI
Circunstancias accidentales, que facilitaron la ter-
minación del ferrocarril de la Ensenada 267
Ü. — Inauguración del tráfico hasta Quilines 274
CAPÍTULO XXXII.
Inauguración del ferrocarril de la Ensenada para el
servicio público. — Se agravan los malos augurios
de Córdoba para Wheelwright. — Discurso histó-
rico de Wheelwright sobre el Puerto de la Ense-
nada.— Desde ese dia el presidente Sarmiento se
absorbe en la obra del Puerto de Bateman. — Ex-
plicación de esta anomalía 276
ÍNDICE 327
1
I
CAPÍTULO XXXIII
Póg.
El último tiempo de. Wheelwright en el Rio de la
Plata. — Su último viaje á Inglaterra y su .muerte
en Londres en el mismo año de 1873 289
CAPÍTULO XXXIV
Consideraciones y estudios á que da lugar la vida de
Wheelwright. — Influencia social y política de
sus obras en Sud América. — Ella .caracteriza y
define el papel civilizador de la inmigración en la
América latina 293
CAPÍTULO XXXV
La personalidad de Wheelwright es la expresión de
la inmigración sana y honesta en Sud América. —
Descripción de Wheelwright en su persona^ hábi-
tos, manera de ser privada. . 304
CAPÍTULO XXXVI
Idea general y sintética de las obras de Wheel^
wright , 310
CAPÍTULO XXXVII
Deuda de Sud América á la memoria de Wheel-
wright 316
Clichy. — Imprenta Pablo Dopcnt, calle de Bác-d'Asniéres, 12. (169o, 75)